Me llegó este libro a través de Mastodon [1] y al principio tuve cierta renuencia por un título y portada que me recuerdan a otras propuestas que se quedan en la queja y la negatividad.
En criticar a un sistema sin proponer cambios profundos e internos. Frecuentemente veo un conjunto de reclamos a lo que está mal sin profundizar en nuestro papel y nuestras acciones. Esto, mostrando un temor automático a todo lo que es nuevo o diferente, incluyendo a las ideas que no nos gustan y nos sacan de nuestra comodidad.
Al final decidí subirlo al Kindle y ver de que trataba. Es un libro gratuito Creative Commons y podía dejarlo en cualquier momento.
Vaya mi sorpresa. El primer capítulo me enganchó, y regresé a "subrayar" un montón de ideas con las que coincidía o que simplemente no había pensado.
No me gustaría "spoilerarlo", por lo que te invitaría a que lo leas primero, aunque con esa recomendación dada, te cuento qué me ha parecido.
En lugar de quedarse en la queja aventando las culpas a otro lado, o en hacer preguntas al aire sin ofrecer una opinión informada, este libro hace una reflexión sobre nuestras necesidades y las razones por las que Internet se ha convertido en ese "yin-yang digital" qué parece que no podemos dejar de usar.
Así como en 2021 me voló la cabeza "El Internet Victoriano" sobre cómo la industria del telégrafo transformó la vida, la aceleró y rompió fronteras, hoy tenemos una mirada moderna a como impacta la tecnología de comunicación en todos los aspectos humanos.
Reflexiona sobre nuestra necesidad de comunicarnos, de pertenecer, de entretenernos, de politizarnos, incluso de amar.
Internet no es un servicio de telecomunicaciones. Es un lugar, un hogar, un espacio que buscamos, exigimos y necesitamos.
Nos recuerda a la lejana década del 2010, donde plataformas como Facebook eran lo mejor para mantener la comunicación con personas que nos importaban. Me identifiqué, pues al viajar constantemente mantenía comunicación con mi novia, y ahora esposa, por una combinación de Facebook, WhatsApp y Blackberry. No se diga de hablar con compañeros del trabajo, de la escuela, y en general todo nuestro círculo social de nuestra edad.
Con los años mucho de eso ha cambiado y el Internet de hoy, o la version que hemos normalizado a través de los servicios masivos, se siente muy diferente.
El libro no se queda solamente en una visión local, sino que habla desde un pequeño pueblo de España, luego va a las grandes ciudades, a China...
Está parte me gusta, pues considera una variedad de opiniones, de personas en varios países hispanos, de aquellos que han visto diferentes formas de vivir a través de los viajes y que experimentaron el choque de distintas ideas en un mismo espacio.
De la censura al Internet chino, de ser forastero. De la contradicción de ver Internet como un lugar para trabajar y también para entretenerse, como he puesto en este blog. De vivir en una realidad virtual, que algo tiene de realidad y algo de fantasía.
No hay blancos y negros, no hay amor a lo que nos gusta y rechazo a lo que no es como esperamos.
Eso sí, hay una crítica al capitalismo que se deja ver por ahí. Veamos cómo profundiza, pues deseo que no quede en la queja común de que es la causa de todo mal, y no se puede hacer mucho contra ello.
El libro cuestiona también conceptos como el "Derecho a Internet" explicado desde la Ley Española, comparando la idea en papel contra la realidad. Donde debería haber Internet en una biblioteca pública no lo hay, quizás por un tema de corrupción gubernamental.
Y a cambio las empresas privadas se han enfocado en ofrecerlo. Una situación más parecida a latinoamérica.
Llevo un 20% del libro, y no puedo más que sonreír con lo que veo. Un estilo de escritura que me gusta, un análisis que se siente como una agradable conversación.
¡Veamos como continúa!
[1] Post del autor en Mastodon
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EOT
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