El día de ayer (26 de Octubre del 2024) participé del Día del Software Libre, una actividad realizada por mi hackerspace local. Desde el año pasado he estado al tanto de las actividades del hackerspace y he atendido algunas de ellas, y cuando vi que abrieron inscripciones para talleres y charlas que se darían durante el día susodicho, decidí inscribirme; hace un tiempo comenzé a usar SuperCollider para programar sintetizadores con mi música, y pensé que sería bueno transmitir mi gran entusiasmo y poco conocimiento con el programa con el resto del mundo a través de un taller, que al final sí dí! Así que ahora voy a escribir sobre la experiencia de hacer el taller, la reacción de la gente y como fue el resto del día como expectador.
Pánico. Inmediatamente después de ver que iba a dar un taller de SuperCollider, me arrepentí. ¡Hace meses que no usaba SuperCollider! Por temas del Instituto, estuve muy ocupado trabajando con cuerdas e instrumentos en vivo y no había tenido tiempo para escribir sintetizadores, estudiar secuenciadores o en general profundizar mis conocimientos del programa. Pero mi entusiasmo por participar e introducir a la gente a un método distinto de hacer música y audio en general era demasiado grande, así que seguí adelante.
Lo primero que tenía que hacer era tener todos mis conceptos claros y en orden, por lo que me puse a leer el maravilloso libro de Eli Fieldsteel, "Supercollider for the Creative Musician". En especial los primeros dos capítulos, "Core Programming Concepts" y "Essentials of Making Sound", fueron de especial utilidad, pues cubrían la base del lenguaje de programación y de cómo funcionan los generadores de sonido (una clase especial llamada UGen). Estuve una semana leyendo intermitentemente el libro, y me sirvió demasiado para tener los conceptos claros.
Después venían los ejemplos. A lo largo de este año pude trabajar con SuperCollider en la música de un corto y una coreografía, ambos parte de proyectos realizados entre mi Instituto y otras carreras del mismo/otras universidades; los proyectos fueron hechos con un objetivo en mente y sin la idea de que alguien más vería el código, por lo que tuve que limpiarlo y, de paso, replantar algunos sintetizadores con el conocimiento que había obtenido del libro que estaba leyendo. Esta fue la parte más fácil y al mismo tiempo la más fome de la preparación.
Mientras hacía estas dos cosas, estaba hablando con un íntimo amigo mío quien llamaré por su nombre en la internet, Ibup. Ibup sabe mucho más de SuperCollider que yo, y al contrario de mi, no había abandonado el programa por unos meses, así que le pedí ayuda con una característica de SuperCollider que tenía muchas ganas de mostrar: conectarse desde otra computadora al servidor de audio del programa. Nos juntamos el Jueves antes del taller y juntos logramos con éxito conectarnos y mandar mensajes desde una Thinkpad X60 a otra. Para mi esta fue la parte más divertida de todo el proceso, principalmente porque estaba con un amigo y estabamos haciendo algo que ambos queríamos hacer hace tiempo.
Por último, tenía que preparar la parte de la presentación. Al principio pensé en hacer una presentación con Typst, usando diapositivas. Pero después me di cuenta que, siendo este un taller, iba a ser mejor explicar lo que quería explicar en el mismo programa, en vez de cambiar entre diapositiva y programa constantemente. Al final, lo que tenía que escribir lo escribía como comentarios en la interfaz gráfica, comentarios que fueron importantes, pero escasos.
Y así fue como llegó el Día del Software Libre... y como me acabo de dar cuenta que en describir la preparación del taller me explayé un montón, voy a escribir de esto en una segunda parte :P ¡Nos leemos!