Tras una primavera bastante ajetreada me gustaría dedicar un rato a escribir algo sobre una de las últimas novelas que he leído. Se trata de "El Priorato del Naranjo" de Samantha Sannon. Llegué a ella casi por casualidad y a pesar de su grosor, entorno a las 700 páginas me animé a probar con lo que parecía una apuesta más sobre *espada y brujería*. Indagué algo sobre la autora, cuyo nombre no me sonaba. Como no, llegué a las típicas referencias editoralistas que siempre surgen entorno a los nuevos autores del género: el nuevo tolkien, la heredera de Juego de Tronos, etc.
Terminado el libro me gustaría empezar esta reseña por mi opinión personal: no me ha encantado, no me ha parecido un libro de esos de recordar pero no por eso me ha parecido mal libro.
El libro parte de una premisa típica en la espada y brujería con dos grandes imperios separados geográficamente por un gran océano y con profundas diferencias religiosas. Uno de ellos está formado por reinos con inspiraciones más usuales en la fantasía, osea inspirado en la alta edad media centroeuropea. El otro tiene un tinte mucho más original y basado en el japón medieval. Ambos se enfrentan al mal definitivo, dormido desde hace un milenio y que está apunto de despertar.
El *lore* está muy trabajado en esta novela. No es el mejor que he leído y creo que podría mejorarse en ciertos aspectos pero el trabajo está ahí. Por otra parte, los personajes son los que hacen sufrir más al lector y a la vez le dan toda la originalidad al texto ¿y cómo es eso? Sencillo. El libro está escrito como un claro alegato a la creación de nuevos referentes de genero en la literatura fantástica. No es el primero que se escribe en ese tono pero si el primero al que llego yo. Para mi esto lo hace realmente original. Todos los personajes protagonistas son mujeres. Mujeres que cumplen el rol clásico de mujeres en la fantasía (reinas, damas de honor, etc.) y mujeres que tienen roles clásicos de hombres (guerreras, exploradoras, piratas, etc). Apenas hay dos personajes masculinos que cumplen papeles secundarios para la trama. El viaje del héroe en este libro es encarnado por sus dos protagonistas y la gran mayoría de personajes que las acompañan son también mujeres. Las relaciones amorosas que surgen entre los personajes son de carácter homosexual ambas. Una desarrollada a modo retrospectivo entre dos hombres y otra que nace durante la narración entre dos mujeres. Si sumamos todo esto a la cantidad de personajes racializados hacen que esta novela pueda ser la pesadilla del típico lector anti *wokeism*.
Todos estos toques hacen que el *lore* sea muy diferente a otros del canon clásico. En las sociedades que nos muestra la autora las mujeres tienen un papel central, o por lo menos eso creo que ha intentado comunicar la autora. Este universo ha intentado ser coherente con el canon clásico y a la vez revolucionario en estos aspectos y creo que no lo ha conseguido del todo.
Además, he tenido la extraña sensación de que los personajes son demasiado planos precisamente por esto último. Se ha tratado su género o su orientación sexual como elementos básicos de construcción y esto, en mi opinión, les ha vaciado de otro contenido fundamental. Estoy totalmente a favor de que exista esta nueva corriente de escritoras y escritores que quieran romper con los estereotipos del género creando nuevos referentes entre los (nuevos) lectores. Creo que es muy positivo. Y entiendo que debe ser complicado hacer una novela con estas premisas para arrastrar al lector de su marco normativo y de su zona de confort pero esta novela conmigo, no lo ha conseguido.
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Mayo 2023