Una historia de Magia

Hubo una vez un "Conmutador Mágico", artefacto adhoc de la cultura hacker, notable implementación en la aureolada circuitería de la CPU KA-10 de la minicomputadora DEC PDP-10.

Era un frío 19 de febrero de 1979, cuando GLS se encontraba fisgoneando en uno de los gabinetes que daban albergue a la minicomputadora PDP-10 del Laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachussetts. Algo llamó poderosamente la atención del hacker: un pequeño conmutador adosado al marco de uno de los gabinetes color azul cielo parecía una incongruencia total con el orden del cableado. Obviamente se trataba de un trabajo casero, una imporivisación adherida con pegamento, intromisión de alguno de los hackers de hardware del Laboratorio que había metido mano en la más respetada de las máquinas.

Nadie que use una minicomputadora toca un interruptor desconocido sin saber qué hace, simplemente porque podría provocar el cuelgue del mainframe, y arruinarle el trabajo de muchos operadores concurrentes del Sistema de Tiempo Compartido Incompatible (ITS). La computadora del MIT era hogar de la que podía por entonces describirse como la más renombrada entre las comunidades de científicos del cómputo.

Para colmo de males, el conmutador estaba etiquetado de la manera menos explicativa posible. Contaba con dos posiciones, y dos garabatos con lápiz en el cuerpo del aparatito metálico aclaraba con las misteriosas palabras descriptivas: "Magia" y "Más Magia". Demás está decir que el conmutador rotativo - con una vieja perilla en forma de "pico de pavo" - se encontraba en la posición "Más Mágia".

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GLS llamó a otro programador para que invirtiera tiempo en echarle un vistazo al elemento descolocado. Éste nunca había visto ni oído hablar del conmutador tampoco. Un exámen más minucioso reveló que la parte interna de la llave contaba con un único cable que lo atravezaba; el otro extremo del cable se perdía en un manojo laberíntico que se internaba rebelde dentro de la computadora.

Es un hecho conocido de la electrónica básica que un interruptor puede hacer muy poco a no ser que existan dos cables conectados a él. Este conmutador en particular tenía un solo cable conectado por un lateral, y ningún otro por el otro lado.

Ambos se convenciero que este conmutador no podía ser más que una broma que alguien había decidido jugar a quienes fuesen tan valientes como para abrir una DEC PDP-10. Convencidos por su razonamiento que el conmutador era inoporativo, decidieron actuar la perilla. Al sonido de "clac" de la llave, la minicomputadora estrella del laboratorio se colgó inmediatamente.

Los hackers quedaron mudos de la sorpresa, y tras computar en sus ágiles cerebros las causas posibles, decidieron considerarla la más mera de las coincidencias. Aún así se ocuparon de retornar la llave del conmutador a la posición "Más magia" antes de revivir la máquina con su tediosa secuencia de arranque.

Un año mas tarde, GLS decidió relatar la anécdota a otro hacker de la comunidad del laboratorio del MIT, probablmente David Moon. Este claramente puso en duda la sanía mental del primero, tal vez sospechando de la sobrenaturalidad del poder del dichoso interruptor. Una saga de mentiras fue lo que probablemente ocupó su sentir. Para escapar del desatino, GLS decidió demostrar in situ al interruptor que - pocas dudas había - aún residía adosado con pegamento al marco del gabinete, con el único cable conectado al mismo, y con su llave de pico de pavo aún en la posición "más magia".

AMbos escrutaron el interruptor y su solitaria conexión con mas detenimiento, comprobando que el otro extremo del cable - aunque enlazado al circuito de la computadora - se hallaba conectado a un pin de puesta a tierra. Esto claramente volvía al interruptor en un artefacto doblemente inútil: no sólo eléctricamente era inoperativo, sino que estaba unido precisamente a un lugar donde no pod{ría afectar ningún componente de manera alguna.

De modo que poco temieron mover la llave del conmutador.

La computadora se colgó de inmediato.

Ambos decidieron esta vez correr, y lo hicieron hasta Richard Greenblatt, padre fundador de la comunidad hacker del MIT, el cual se encontraba en el piso superior y ocupaba su tiempo en encestar bollos de papel de los restos de formulario impreso con viejo código fuente. Greenblatt era un veterano con la DEC PDP-10, pero nunca había notado tal demoníaco conmutador antes, y tras una somera inspección concluyó que el adminículo era inútil. Sacó el cutter que llevaba en el bolsillo superior de su camisa, y en un solo movimiento sacó la hoja y le hizo un tajo diagonal en el pegote que tenía en el respaldo de la carcasa uniéndolo al marco del gabinete, y lo extirpó.

Ante tamaña operación de emergencia con navaja, GLS reinició la minicomputadora, y desde entonces funcionó bien, con elevado uptime típico del equipamiento de Digital Equipment Corporation..

Aún no se sabe cómo es que el conmutador colgaba la sacrosanta máquina. Existe una teoría que algun circuito cercano al susodicho pin a tierra podría contar con un desperfecto, y al activar el conmutador se cambiaría la capacitancia eléctrica lo suficientem para excitar la circuitería - a través de ella surcaban pulsos de una millonésima de segundo. Pero nunca se determinó a ciencia cierta; sólo queda concluir que el conmutador era verdaderamente mágico.

GLS decidió conservar el conmutador en su sótano. No es por incitar a la superstición, pero por las dudas siempre lo dejó puesto en "Más magia".

Desde entonces se ha ofrecido otra explicación de esta historia. Considerando que la carcasa del conmutador era metálico, y suponiendo que el polo no conectado del conmutador se encontraba en contanco con la carcasa del conector (usualmente la carcasa se conecta a una toma a tierra separada, pero existen excepciones). La carcasa se conecta al gabinete de la computadora, que presumiblemente se encuentra puesta a tierra. Ahora bien, el circuito a tierra dentro de la máquina no tiene necesariamente el mismo potencial que la puesta a tierra del gabinete, de modo que al conmutar el interruptor conectado al circuito a la misma tierra del gabinete provocaría una caída o salto de voltaje capaz de resetear a la máquina. Es probable que esta condición fuese descubierta por alquien "por las malas" (a través de una descarga del diferencial eléctrico por intermedio de su propio cuerpo, claro está), y que este diferencia de potencial entre ambas puestas a tierra podía ser subsanada por medio del conmutador, en forma de chiste electrónico de utilidad real.

Mensaje en la lista de correo electrónico de ITS del MIT-IA-Lab:

Es mi desafortunado deber reportar que este lunes 19 de febrero de 1979, el Interruptor Mágico fue removido de la CPU AI KA-10 por GJS y HIC, conmigo, RG, y otros como testigos presentes.
Para aquellos quienes no estén al tanto, el interruptor mágico conectaba un pin a tierra en la lógica de cálculo de direccionamiento de la CPU a una pieza de cable no terminado.
Cuando el conmutador estaba en la posición "Magia", el cable conectado tenía unas 4 pulgadas de longitud. En la posición "Más Magia", la longitud crecía hasta las 6 pulgadas.
En el mediodía del lunes, la máquina se colgó y GLS determinó que se había estado intercambiando a si misma. Luego del volcado &cetera apropiado, la máquina fue reiniciada. GLS fue luego a girar el Interruptor Mágico. al tocar la placa en la cual estaba montado, la máquina se detuvo en un estado rígido, en el cual ni la luz de RUN ni la de Program Stop se encendían. Una mayor experimentación reveló que cualquiera, no solo GLS, podía lograr el mismo efecto tocando el interruptor.
HIC arribó a la escena e intentó investigar la situación con un osciloscopio. No necesita decirse que la presencia de la sonda del oscilador solucionó el problema (algunas de las veces). A pesar de la fuerte creencia de GJS que la conexión a tierra al interruptor sebería simplemente ser mejorada, HIC y RG decidieron que el interruptor debería ser desconectado. Por lo tanto luego de muchos años de servicio fuel, el interruptor mágico ahora yace en desgracia en algún cajón del 9no. piso.
Fue un buen interruptor, y merece un momento de contemplación por parte de todos nosotros.