La ICCC, la demostración de ARPANET en el Hotel Hilton de Washington DC encargada de servir - en 1972 - como fiesta de presentación en sociedad, estuvo pensada como una especie de feria de atracciones para los participantes. Entre las exposiciones mantenidas en el Salón de Bailes Internacional del Hotel, los participantes podrían divagar libremente hacia el salón de baile Georgetown (un SUM menor en conectado por el hall con el grande) donde habría unas 40 terminales de una variedad de fabricantes, conectadas a la ARPANET.
Estas terminales eran tontas - sólo disponían de entrada y salida y no podían comunicarse entre sí (de hecho, en 1972 es probable que muchas o todas ellas fueran máquinas teletipos ("terminales de copia dura", como se les refería en el ámbito computacional). Las terminales estaba todas conectadas a una computadora conocida como Interfaz de Procesador de Mensajes, o IMP, situada en una plataforma elevada que consformaba el escenario del salón. El IMP era una especie de router arcaico específicamente diseñado por BBN para conectar las terminales tontas al ARPANET. Al utilizar las terminales y el IMP, los concurrentes al ICCC podían experimentar el hecho de darse de alta y acceder a algunas de las computadoras localizadas en algunos de los 29 sitios que componían la ARPANET en el 72.
Los investigadores de estos nodos académicos situados a lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos, habían colaborado para preparar 19 "escenarios simples" para que experimentaran los presentes, destinados a exhibir las capacidades de la red. Estos tutoriales estaban compilados en un librito o folleto que se entregaba en la entrada, en la medida que se aproximaban al laberinto de terminales cableadas. Los escenarios estaban pensados para "demostrar que la nueva tecnología funcionaba", pero también para demostrar lo útil que podía ser, ya que hasta entonces la ARPANET había sido descripta por los aburridos militares del Pentágono que le daban financiamiento como una "autopistas sin autos", con lo cual habían pensado en excitar el interés en la red de datos.
Los programas ponían a disposición, por ello, una selección diversa de software al que podía accederse desde la ARPANET: había intérpretes de lenguajes de programación, uno para el lenguaje basado en LISP del Instituto de Tecnología de Massachussets, y otro para un ambiente de computación numérica llamado Speakeasy albergado en la Universidad de California. Había juegos, incluso un programa de ajedrez y una implementación del Juego de la Vida de Conway. Y tal vez lo más popular entre los participantes de la conferencia: los programas de chateo con Inteligencia Artificial, incluyendo el famoso bot ELIZA preparado por Joseph Waizenbaum del MIT.
Los investigadores que habían concebido estos escenarios fueron cuidadosos de listar cada comando - esperaba - los usuarios teclearían en sus terminlaes. Esto era especialmente importante porque la secuencia de órdenes empleadas para conectarse a un nodo determinado de la ARPANET podía variar dependiendo del tipo de nodo en cuestión. Para experimentar con el programa ajedrecístico de la minicomputadora PDP-10 del Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT, por ejemplo, las instrucciones eran las siguientes:
[LF], [SP], y [CR] significan las teclas Alimientación de Línea, Barra Espaciadora, y Retorno de Carro respectivamente.
@r [LF] ; Reseteaba el TIP @e [SP] r [LF] ; Configuración "Eco Remoto", en los cuales el nodo devuelve los caracteres en ligar del IMP @L [SP] 134 [LF] ; Conecta al nodo número 134 :login [SP] iccXXX [CR] ; Se logueaba al sistema ITS del Laborario IA del MIT, donde "XXX" eran las iniciales del usuario :chess [CR] ; Ejecuta el programa de ajedrez.
En caso que los participantes tuviesen éxito al introducir dichas órdenes en en intérprete computarizado remoto, serían recompensados con una oportunidad para echar una partida con el software de ajedrez más avanzado de la época, donde la distribución del tablero estaba así representada:
BR BN BB BQ BK BB BN BR BP BP BP BP ** BP BP BP -- ** -- ** -- ** -- **
Por contraste, para conectarse al mainframe IBM System/360 y correr el ambiente de cálculo numérico Speakeasy, se debía tipear lo siguiente:
@r [LF] // Resetea el IMP @t [SP] o [SP] L [LF] // Configuración "Transmimtir alimentación de línea" @i [SP] L [LF] // Configuración "Insertar alimentación de línea", ej envia alimientación de línea con cada retorno de carro @L [SP] 65 [LF] // Conecta al nodo número 65 tso // Conecta al sistema IBM Time-Sharing Option logon [SP] icX [CR] // Se logea con el usuario, donde "X" debe ser un dígito cualquiera iccc [CR] // Esta era la contraseña (que seguro!) speakez [CR] // Corre Speakeasy
Al correr este programa se ofrecía la posibilidad de multiplicar, transportar y hacer otras operaciones matriciales tan rápido como fuesen introducidas en la terminal:
:+! a=m*transpose(m);a [CR] :+! eigenvals(a) [CR]
Muchos de los participantes resultaron impresionados por la demostración, pero no por las razones de las que podríamos asumir hoy en día. Ya en 1972 utilizar una computadora remotamente - incluso desde una ciudad diferente - no era especialmente novedoso. Se utilizaban máquinas de teletipo para comandar computadoras distantes desde hacia una década. Casi cinco años antes del ICCC, Bill Gates había operado desde su secundaria de Seattle un terminal teletipo para escribir sus primeros programas en BASIC contactando un mainframe General Electric situado en otro lugar de la ciudad. Loguearse a una computadora nodo, correr unos pocos comandos y jugar un juego basado en texto ya era rutinario en los Estados Unidos y la mayoría de los países industrializados. El software demostrado era bastante bueno, pero los dos escenarios descriptos podían haber sido experimentados entonces sin necesidad de conectarse a la ARPANET.
Por supuesto, algo nuevo estaba sucediento. Puede que los abogados, politicos y economistas en el ICCC se hubiesen enamorado del programa de ajedrez inteligente y los bots de chat, pero los expertos de redes resultaron más interesados en dos otros escenarios que ofrecían una mejor muestra de lo verdaderamente notable logrado en el proyecto ARPANET.
El primero de esos escenarios involucraba un programa llamado NETWRK que corría sobre el sistema operativo ITS del MIT. El comando NETWRK era el punto de entrada a varios subcomandos capaces de reportar aspectos varios del estado operativo de la ARPANET. El subcomando SURVEY reportaba cuál de los nodos en la red funcionaba y estaba en línea (todo entraba en una sola hoja), mientras que SUMMARY.OF.SURVEY adnuntaba los resultados del SURVEY previo a un reporte de "porcentaje de funcionamineto" para cada nodo, así como cuanto tiempo le llevaba a cada nodo - en promedio - responder a los mensajes. La salida de SUMMARY.OF.SURVEY era una tabla que guardaba el siguiente aspecto:
--HOST-- -#- -%-UP- -RESP- UCLA-NMC 001 097% 00.80 SRI-ARC 002 068% 01.23 UCSB-75 003 059% 00.63 ...
El campo de número de nodo, como puede verse, tenía espacio para no mas de tres dígitos (un máximo de 999). Otros subcomandos de NETWRK permitían a los usuarios presentar los resultados en un periodo histórico mayor o examinar la bitácora de resultados para un nodo específico.
El segundo de estos escenarios presentaba un programa llamado Sistema En línea SRI-ARC, desarrollado en Stanford. Se trataba de un programa muy inteligente con mucha funcionalidad (era el sistema de software que Douglas Engelbart había demostrado en lo que se llamó "la madre de todas las demos"). Entre las muchas cosas que podía hacer estaba la de utilizar lo que era escencialmente un servicio de hospedaje de ficheros remoto que corría en un nodo en la Universidad de Californa, en Santa Bárbara. Los participantes de la conferencia en Washington DC podían solicitar - Desde una terminal en el Hilton - una copia de un fichero creado en Stanford en el nodo de Santa Bárbara simplemente corriendo el comando copiar y respondiendo unas pocas preguntas simples de la computadora:
[ESC], [SP], y [CR] significan las teclas Escape, barra espaciadora y Retorno de Carro, respectivamente. Las palabras entre paréntesis son prompts ("veñias") impresas por la teletipo. En la tercera línea se utiliza la tecla escape para autocompletar el nombre de fichero. El fichero copiado aquí se llama <sistema>ejemplo.txt;1, donde la última cifra infica el número de versión y <sistema> indica el directorio. Esta era la convención de nombre de fichero del sistema operativo TENEX.
@copy
(TO/FROM UCSB) to
(FILE) <sistema>ejemplo [ESC] .TXT;1 [CR]
(CREATE/REPLACE) create
Estos dos escenarios podrían parecer tan alejados a los primeros dos, pero eran notables. Se destacaban pues dejaban en claro que - en la ARPANET - los humanos no sólo podían hablar con las computadoras sino que también las computadoras podían hablar entre ellas. Los resultados de SURVEY colectados en el MIT no resultaban regularmente colectados por un humano que se logueaba regularmente a las máquinas para revisar si estaban encendidas; sino que eran recogidos directamente por un programa que sabía como hablarle a la otra máquina en la red. Asimismo, la transferencia de ficheros desde Stanford a la UCSB no involucraba humano alguno sentado en terminales ni en Stanford ni en Santa Bárbara: sino que un usuario en un hotel de Washington DC podía hacer que las dos computadoras hablase entre sí simplemente manipulando un programa pequeño. Incluso más: no importaba cual de las 40 terminales en el salón de baile fuese la utilizada; en cualquiera de ellas era posible contactar la red de MIT monitoreando estadísticas o almacenando ficheros utilizando una misma secuencia de comandos, sin que importase el lugar.
Esto era aquello totalmente novedoso en la ARPANET. La demostración del ICCC no podía sólo involucrar una comunicación humana con una computadora remota; no fue solamente una demostración de E/S distante: fue una demostración de software comunicándose remotamente con otro software, algo que nadie había logrado antes.
Para apreciar realmente porqué este aspecto del Proyecto ARPANET es importante y no tanto el concepto de "cables a lo largo del país" como sugieren los mapas de proyección de red (estos cables eran líneas telefónicas contratadas y ya estaban en pie desde hacía mucho tiempo), debemos considerar que - antes que el proyecto ARPANET comenzara en 1966 - las oficinas ARPA en el Pentágono contaban con una sala de terminales. Dentro de ellas existían tres terminales. Cada una de estas estaba conectada a un mainframe diferente. Una computadora estaba en el MIT, la otra estaba en UC Berkeley, y la otra en Santa Mónica. Habría resultado conveniente para el personal de ARPA poder utilizar estas computadoras incluso desde Washington DC. Pero lo que era inconveniente para ellos era requerir comprar y mantener terminales para tres ambientes de cómputo diferentes para poder utilizar estas computadoras. Las terminales podrían haber estado una al lado de la otra, pero eran meras extensiones de los sistemas nodales de computación situados al final de la línea, y como tales operaban de manera tan heterogénea como la heterogeneidad de los limitados sistemas de cómputo, los cuales se hallaban restringidos a la sofisticación de las comunicaciiones del momento.
Existe una importante distinción entre la frase A) "ARPANET unió a gente en lugares distintos a través de la computadora por primera vez" y la B) "ARPANET unió sistemas de computo entre sí por primera vez". Puede parecer rebuscado, pero la frase A distorsiona la historia de una manera que no lo hace la B, y con repercusiones actuales.
Para empezar, la historiadora Joy Lisi Rankin demuestra que la gente ya socializaba en el ciberespacio incluso antes que la ARPANET constituyese una realidad. En su "Una Historia de la Computación del Pueblo en los EE.UU." ella describe las variadas comunidades digitales que existían a lo largo y ancho de dicho país utilizando las redes de datos de tiempo compartido previas o diferentes de la ARPANET. Estas redes de tiempo compartido no eran - tecnológicamente hablando - redes de COMPUTADORAS, ya que consistían en un solo mainframe que corría programas en un centro de computación aislado en algún sótano rodeado de muchas terminales tontas. Se trataban por así decirlo de especie de criatura gigante con tentáculos que se extendía a lo largo del país. Pero incluso en este confinamiento intermaquinal, estas permitían la mayoría del comportamiento social relacionado hoy con la palabra "red" en un mundo post-Facebook. Por citar un ejemplo, en la red Kiewit (que era una extensión del sistema de Tiempo Compartido DTSS de Darthmouth, para colegios y escuelas secundarios a lo largo del noroeste estadounidense), los estudiantes de secundaria mantenían colaborativamente un "fichero de chismes" GOSSIP que les permitía estar al tanto de sucesos excitantes en otras escuelas, "creando conecciones sociales desde Connecticut a Maine". Mientras tanto, las chicas en del Colegio Mount Holyoke (tradicional y femenino) intercambiaban mensajes con hombres de Dartmouth en la red, tal vez para arreglar citas o estar en contacto con sus novios. Todos esto sucedía en los 60s. Rankin expone que al ignorar estas redes de tiempo compartido primigenias empobrecemos el entendimiento de cómo la cultura digital se desarrolló en los últimos 50 años, dejando lugar a la falsa mitología del "Los Padres Fundadores del Silicon Valley", que acredita todo al genio individual y basado en el lucro de unos pocos.
Entendiendo a la ARPANET en sí - si reconocemos su desafío primordial de conectar los centros de cómputo y no sólo al cableado físico - entonces podremos trocar el énfasis al contar la historia de las innovaciones que la hicieron posible. La ARPANET fue la primera red de paquetes conmutados, y mucha de la ingeniería puesta a punto allí la haría realidad.
Considero que es un error, no obstante, afirmar que la ARPANET fue un descubrimiento revolucionario sólo porque constituyó la primer red de paquetes conmutados. La ARPANET estaba pensada para simplificar la colaboración entre los científicos del cómputo a lo largo de los EEUU; este proyecto consistió tanto en elucubrar cómo podrían los diferentes sistemas operativos de computadora y programas escritos en lenguajes distintos intercomunicar entre sí, sino también cómo transportar eficientemente datos ida y vuelta entre Massachusetts y California. De este modo, es posible exponer que la ARPANET fue la primer red de paquetes conmutados, pero constituyó también una historia de éxito sorprendente en lo referente a los estándares de comunicación y protocolos como sosten de una red engendrada para la COLABORACIÓN.