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La Odisea de Woody Allen: de los rebeldes a la presidencia

Mellish es salvado por los rebeldes y se queda con ellos hasta que sucede la revolución. En una de las escenas, ausente de palabras, decorada con música clásica y a cámara lenta, tiene un “affaire” con una de las rebeldes. La situación es bastante grotesca y divertida. Aunque Mellish está enamorado de Nancy, sus impulsos sexuales son más fuertes y sucumbe, sin mucho esfuerzo a la tentación.

Odiseo, por su parte, debe su lealtad a Penélope y no la atenta jamás. Sólo en una ocasión, inducido por el canto de las sirenas, olvidará a Penélope, pero los consejos de Circe le salvarán de la deslealtad y, al mismo tiempo, de la muerte. Odiseo es una vez más el paradigma del héroe homérico y Mellish su cara opuesta de la moneda.

Cuanto a las estrategias, Mellish deja mucho que desear. Ni tan solo urde el plan y además lo hace fracasar. Los rebeldes planean secuestrar al embajador británico para que Vargas libere a los rebeldes presos, pero durante la secuencia del secuestro advertimos la parodia que representa el personaje de Mellish. Gracias a él, el plan es un auténtico desastre.

Sin embargo, hay en Odiseo la simiente del guerrero estratégico. Una de las muchas intervenciones de Odiseo donde la sagacidad es la protagonista, es el episodio de Polifemo en la isla de los Cíclopes, que relata en el canto XI.

Finalmente, vence la rebelión y el Presidente de San Marcos es ahora Expósito, que después de ejecutar a los antiguos gobernantes (solo escapa Vargas), se le sube el poder a la cabeza y los secuaces del Presidente deciden que hay que buscar un nuevo líder:

-Necesitamos un nuevo jefe, alguien que represente a la revolución dignamente.

-¿Quién?

-Debe ser alguien dispuesto a jugarse la vida y con valor y autoridad suficientes para defendernos de los innumerables peligros que nos aguardan.

-Sé que encontrareis a ese líder. Ahora si me disculpáis tenía que ir cenar a casa de mi madre hace ocho meses. Bueno, me voy!

-No, la revolución fracasaría sin ti.

-Porqué?

-Por que los hombres te respetan, tú siempre amaste nuestra causa. Además, comparado con la gente de aquí eres instruido.

-Oh, no lo creáis, estáis confundidos. Solo asistí dos días a la universidad, me faltan cuatro años menos dos días para graduarme.

-Pero sabes leer y escribir, este es un país de campesinos.

4.6 De la presidencia hasta la consumación del matrimonio