Publicado el 2022-09-10
Hace unos meses vengo trabajando en Vimini, un navegador de escritorio para Gemini (y en el futuro, Gopher) basado en mi navegador web predilecto desde hace varios años: qutebrowser. Está escrito en Rust y ha sido probado en Linux y Windows. Una muy modesta versión 0.1.0, que apenas sí abre cápsulas Gemini, puede descargarse desde el repositorio en sourcehut y ejecutarse con "cargo run":
Todas las instrucciones necesarias para empezar a navegar están disponibles en la página de inicio. La única dependencia que puede dar problemas al compilar es Iced, la librería que provee la interfaz gráfica. Posibles soluciones acá:
https://github.com/iced-rs/iced#troubleshooting
https://github.com/iced-rs/iced/issues/256
Descubrí Gemini allá por junio del 2021 de la mano de un artículo titulado "Gemini es inútil", y de un inútil a otro sentí la atracción. Un protocolo limitado, simplista, sin atractivo comercial ninguno y quizá hasta un poco nostálgico; tenía que entrar. Gemini viene a ser un equivalente a HTTPS+HTML con enfoque en simpleza y privacidad. El formato de hipertexto nativo de Gemini, text/gemini (o gemtext para los amigos), no contiene más que enlaces, encabezados, citas, listas, y texto preformateado.
El gran atractivo que le vi al principio es la facilidad con la cual uno debería poder escribir un cliente. "Alguien que no participó del diseño del protocolo debería poder recordarlo en su totalidad luego de leerlo una o dos veces" dice uno de sus objetivos iniciales, y otro agrega que "un cliente básico debería entrar cómodamente en 50 líneas de código de un lenguaje moderno". Debatible, sí, pero si miro el código que se encarga propiamente de las peticiones y las respuestas en Vimini hoy, no pasa de las 75 líneas. La función que analiza la sintaxis de los documentos text/gemini se extiende por 90 lineas. Diría que andamos ahí.
Si estás leyendo este blog desde su versión HTML, te invito a pasarte a la versión de Gemini para darle una probada.