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Leyendo las notas que ~taro escribió hacia fines de 2021 sobre escribir a mano (^1) me doy cuenta de que es una actividad que fui abandonando poco a poco.
Cada vez escribo menos y cuando lo hago, es en un editor de texto plano:
El bloc de notas de windows, a veces uso notepad++ o un editor en linux.
Ed, Gedit, Vi, Nano, hay un montón para elegir.
Cada tanto la tentación de escribir a mano vuelve, como algo nostálgico.
Miro cuadernos y me enamoro de plumas, tintas y papeles.
Pienso en los beneficios de practicar la coordinación ojo-mano, lo instantáneo de plasmar las ideas con la interface mínima de la hoja y el lápiz y la facilidad para distribuir párrafos, cuadros, dibujos y cualquier otra cosa de forma sencilla, óptima y económica.
La distribución espacial a pedir de mano.
Y como bien dice nuestro querido cohabitante de Texto-Plano, el flujo de pensamiento queda plasmado en la caligrafía, así como tanta información sobre nuestro estado anímico y psicológico.
Hace un par de semanas que vengo encontrando referencias a la escritura manual.
En las redes, en mis allegados, en mi entorno laboral... El mundo me dice que tengo que volver a mi viejo ritual de cuadernos y plumas. Y concientemente, no le estoy haciendo caso.
(^1) gopher://texto-plano.xyz:70/0/~taro/phlog/2021-12-21#040Inicio
Sigo leyendo cápsulas gemini y hoyos gopher. Es bastante poco lo que navego por la web http ultimamente.
~alberto me pregunta sobre la necesidad del protocolo gemini y no le falta razón. Lo mismo me pregunté cuando llegué a Texto-Plano y de forma aleatoria elegí poner logs en gemini, ficciones en gopher y tal vez algo que necesite imágenes (¿reseñas o artículos?), en http.
Pero al igual que mi par en esta comunidad, sigo preguntándomelo. Confío en que el uso le dará su razón de ser y trato de no cuestionarme mucho.
Pienso en los lenguajes de programación, que de pronto se multiplican. Muchos quedan en el camino y otros se afianzan. Algunos se expanden o mutan en otra cosa.
Entiendo que cada lenguaje tiene su particularidad. C tiene la velocidad y el bajo nivel; Python tiene el poder de manejar grandes cantidades de datos con unas cuantas instrucciones sencillas; Java y C++ son más útiles para programación orientada a objetos, PHP y JavaScript para la web... Hay un montón más, Go, Kotlin, Swift, Rust, Haskell, Erlang y tantísimos otros que no conozco. Pero con todos me pasa lo mismo: para algo sirven, por alguna razón son mejor opción que otros.
Con Gemini y Gopher me pasa lo mismo. No los conozco tan en profundidad -y Texto-Plano me está dando la oportunidad de probarlos- pero confío en que cada uno tiene su particularidad y su idiosincrasia.
Leo muchos artículos donde se plantea la utilidad de Gemini. Muchos empiezan diciendo que no sirve para nada y terminan alabando su inutilidad como una característica que le da su fortaleza.
Yo no entiendo tanto de teoría. Sólo sé que me gusta escribir en estas pantallitas y compartir pensamientos e ideas.
Al principio (circa 1985, mis 15 años) escribía en papel. Tenía fascinación por los cuadernos y los distintos instrumentos para escribir: biromes (bolígrafos), plumas, pinceles, y las tintas.
Algunos de mis amigos también escribían y nos reuníamos cada tanto a compartir los pasajes más destacables. Eso nos empujaba a mejorar la prosa, a afilar la caligrafía, a iluminar un poco la página con un dibujo o un recorte pegado.
Conservo varios de esos cuadernos, llenos de angustia adolescente y de tanteos en la oscuridad para orientar el camino que lleva de la vida imaginada a una vida real.
Luego tuve blogs. Admito que lo mio era muy pobre. Mientras muchos blogueaban desde un administrador de contenidos último modelo, en un servidor propio, yo peleaba mi batalla desde un bloc de notas, subiendo los archivos por ftp a un hosting ignoto que ya no existe más (ya.com -creo que se lo tragó Orange-), redireccionado a un .tk que en su momento era el furor de los dominios gratuitos.
Creo que tengo unos tres o cuatro años de blogs archivados en un par de documentos txt. Cada tanto los encuentro, les soplo la capa de polvo y doy una leída al azar.
Después vinieron las redes sociales y ya todo se desmadró. Ya no hacía falta trabajar para tener un espacio desde donde expresarse. Debo reconocer que ya no tenía mucho más para expresar -tampoco sé si lo tengo ahora-, pero me subí a la calesita pensando que el futuro de la web estaba allí.
Finalmente me desilusioné. Habían convertido la red en un shopping mall, en una máquina de escupir publicidad, en un sistema donde lo único que tiene valor es el dinero. Y yo que siempre fui pobre, que nunca pagué por nada, entendí que algo se había acabado.
Imaginen entonces mi ilusión recobrada cuando me enteré de la existencia de la small web y la promesa de que puedo volver a tener mi rincón -oscuro y húmedo, pero mío- en algún lugar que no sea estropeado por las cookies, adsense, analytics, y demás basura digital. Y además, en castellano... en mi propio castellano del cono sur! No es que tenga problemas con el inglés, pero ya me cansa un poco.
Eso, que empiezo hablando sobre gemini y gopher y termino hablando de mi, como siempre.
Espero poder aprovechar el espacio brindado por ~ffuentes para crecimiento de la comunidad.
He buscado la manera de ayudar económicamente, pero no uso criptos ni tengo crédito en paypal (consta que hice un par de intentos, pero desde Argentina parece que no hay manera de cargar dinero en esa cuenta).
Tal vez podría hacer una transferencia bancaria. No sé... tengo que averiguar un poco más. Está en los planes donar alguna que otra máquina, pero no sabría de qué manera.
Como siempre digo, andando se acomodan los melones. Y lo que se acomoda esta vez serán las ideas. A medida que las pueda ir escribiendo y compartiendo.