[1] q. ¡Por el glorioso Corán!
[2] Pero se asombran de que uno salido de ellos haya venido a advertirles. Y dicen los infieles: «¡Esto es algo asombroso!
[3] ¿Es que cuando muramos y seamos tierra...? Es volver de lejos...»
[4] Ya sabemos qué es lo que de ellos consume la tierra. Tenemos una Escritura que conserva.
[5] Pero han desmentido la Verdad cuando ha venido a ellos y se encuentran en un estado de confusión.
[6] ¿No ven el cielo que tienen encima, cómo lo hemos edificado y engalanado y no se ha agrietado?
[7] Hemos extendido la tierra, colocado en ella firmes montañas y hecho crecer en ella toda especie primorosa,
[8] como ilustración y amonestación para todo siervo arrepentido.
[9] Hemos hecho bajar del cielo agua bendita, mediante la cual hacemos que crezcan jardines y el grano de la cosecha,
[10] esbeltas palmeras de apretados racimos,
[11] para sustento de los siervos. Y, gracias a ella, devolvemos la vida a un país muerto. Así será la Resurrección.
[12] Antes de ello, ya habían desmentido el pueblo de Noé, los habitantes de ar-Ras, los tamudeos,
[13] los aditas, Faraón, los hermanos de Lot,
[14] los habitantes de la Espesura y el pueblo de Tubba. Todos ellos desmintieron a los enviados. Y se cumplió Mi amenaza.
[15] ¿Es que Nos cansó la primera creación? Pues ellos dudan de una nueva creación.
[16] Sí, hemos creado al hombre. Sabemos lo que su mente le sugiere. Estamos más cerca de él que su misma vena yugular.
[17] Cuando los dos encargados de recoger recojan, sentados el uno a la derecha y el otro a la izquierda,
[18] no pronunciará ninguna palabra que no tenga siempre a su lado a un observador preparado.
[19] La agonía del moribundo traerá la Verdad: «¡Ahí tienes lo que rehuías!»
[20] Se tocará la trompeta. Ése es el día de la Amenaza.
[21] Cada uno vendrá acompañado de un conductor y de un testigo.
[22] «Estas cosas te traían sin cuidado. Te hemos quitado el velo y, hoy, tu vista es penetrante».
[23] Su compañero dirá: «Esto es lo que tengo preparado».
[24] «¡Arrojad a la gehena a todo infiel pertinaz, desviado,
[25] adversario del bien, violador de la ley, escéptico,
[26] que ponía, junto con Alá, a otro dios! ¡Arrojadlo al castigo severo!»
[27] Su compañero dirá: «¡Señor! No soy yo quien le hizo rebelarse, sino que él estaba ya profundamente extraviado».
[28] Dirá: «¡No discutáis ante Mí! Ya os amenacé por anticipado.
[29] Mi sentencia es inmutable. Yo no soy injusto con Mis siervos».
[30] El día que digamos a la gehena: «¿Estás ya llena?», ella dirá: «¿Aún hay más?»
[31] Y el Jardín será acercado a quienes hayan temido a Alá, bien cerca:
[32] «Esto es lo que se os había prometido, a todo hombre sinceramente arrepentido, observador,
[33] que tiene miedo secreto al Compasivo y viene con corazón contrito.
[34] ¡Entrad en él en paz! ¡Éste es el día de la Eternidad!»
[35] Tendrán allí cuanto deseen y aún dispondremos de más.
[36] ¡A cuántas generaciones hemos hecho antes perecer, más temibles que ellos y que recorrieron el país en busca de escape.
[37] Hay en ello, sí, una amonestación para quien tiene entendimiento, para quien aguza el oído y es testigo.
[38] Creamos los cielos, la tierra y lo que entre ellos está en seis días, sin sufrir cansancio.
[39] ¡Ten paciencia, pues, con lo que dicen y celebra las alabanzas de tu Señor antes de la salida del sol y de su puesta!
[40] ¡Glorifícale durante la noche y después de la azalá!
[41] ¡Estate atento al día que el pregonero llame de cerca,
[42] al día que se oiga, de verdad, el Grito! Ése será el día de la Resurrección.
[43] Somos Nosotros Quienes damos la vida y damos la muerte. Somos Nosotros el fin de todo.
[44] El día que la tierra se abra despidiéndolos, rápidos..., Ésa es una reunión fácil para Nosotros.
[45] Sabemos bien lo que dicen... ¡No debes tú forzarles! ¡Amonesta, más bien, por el Corán a quien tema Mi amenaza!