Ante todo, las dos obras son la narración de un viaje protagonizado por un solo individuo varón con unas motivaciones y características específicas. Este viaje tiene el fin último de auto afirmar la personalidad del personaje, obtener el reconocimiento público y ser restituido el “patrimonio”.
Véase que en los dos casos se muestran las mismos argumentos del viaje, pero la caracterización de los personajes y el tono empleado son completamente antagónicos. El personaje de Allen vendría a parodiar al héroe homérico ya en el tono de la narración, que el poeta pretende solemne y el director, totalmente irónico.
Las motivaciones del viaje son sumamente diferentes y también las actitudes de los dos personajes. Odiseo es un héroe y como tal, tiene ciertas facultades que Homero retrata muy bien tanto en La Odisea como en La Ilíada.
Homero presenta un ideal basado en la prudencia, el coraje (y el desprecio del peligro), la sabiduría, la justicia, la habilidad física, el liderazgo y sobre todo, la areté. Si bien es cierto que a Odiseo no le falta ninguna de estas cualidades, queda patente que Mellish carece de cualquiera de ellas.
Asimismo el hecho de infligir alguna de estas virtudes es, en el ideal homérico, causa de desgracia. Ejemplo de ello es el canto IX, donde Odiseo es maldecido por Polifemo, hijo de Poseidón, a causa de su arrogancia, pero sobre todo el castigo le sobreviene por no haber aplicado correctamente la prudencia. Esta flaqueza hacia una de las virtudes heroicas es lo que determinará sus múltiples desgracias a lo largo del relato.
En cambio, Mellish, la única vez que hace gala de su coraje empleando la fuerza física, se jacta de su coraje. Al hacerlo, las cosas no salen como él esperaba y termina por huir de unos bandidos en lugar de enfrentarse a ellos. Si bien Homero quiso componer un poema épico como La Odisea, fue para resaltar una ética e infundir un modelo prototípico basado en la virtud.
En la cuarta secuencia de la película, donde no se articula una sola palabra y la música es sumamente cómica, Mellish está en el metro cuando dos bandidos entran y apalean a una anciana. Mellish, que está justo al lado, disimula, alza el periódico para confirmar el viejo dicho de: ojos que no ven, corazón que no siente, incluso aparta con la punta del pie la muleta de la anciana…Finalmente, aprovechando que se cierran las puertas del metro, Mellish echa a los bandidos. Cuando se está jactando de su valentía, las puertas se abren de nuevo y Mellish es perseguido por los bandidos, uno de los cuales es un joven Sylvester Stallone.
En cualquiera de sus formas, la intención de Homero es instruir y educar a la sociedad a través de un tono cargado de solemnidad.
Por otro lado, las intenciones de Allen difieren en la forma pero no el fondo: Allen satiriza la sociedad de su época, llena de escenas surrealistas los fotogramas de sus películas para ironizar sobre las actitudes de las personas y, en este caso concreto, también de los gobiernos.
A través de un tono irónico, parodia las situaciones contemporáneas para incitar a la reflexión, madre de los cambios. Es por eso, que las intenciones de los autores trabajan sobre la misma línea. La voluntad de perfeccionar a individuos y sociedades se proyecta en formas diferentes, con tonos y personajes diferentes, pero con la misma intencionalidad constructiva.