Hoy lavé una bolsa de plástico, y es lo más memorable que he hecho hoy. Supongo que es por el aparente absurdo de hacer lo que se debe hacer, en vez de lo que sería normal hacer. Me explico es una de esas bolsas de compras pensadas para usar y tirar. Pero en mi casa hace muchísimo que no tenemos esa costumbre.
Esta bolsa en particular estaba ensuciada de sabrá Dios qué. Me pilla que era crema solar mezclada por arena, porque es la bolsa que llevo con las cosas de la piragua(¹). Y daba un poquito de no se qué. Pero aunque desgastada de color está perfecta, ¿para qué tirarla? Por otro lado es tan barata que no sé si justifica el jabón que usé. Pero en fin, corrí el riesgo.
Ahora tengo una bolsa limpia y que sigue funcionando.
O por otros lados la llamaréis carpa, pero por aquí esta tienda es demasiado pequeña para ser una carpa. Es una Quechua Quickhiker Ultralight 2, descatalogada y supuestamente muy vieja ya, lo suficiente para que no encuentren repuestos. La cosa es que tiene uno de los junquillo (o varillas) doblado. Lo tiene hace años después de un tormentón en la isla de Canna (al sur de Skye) y no me había molestado mucho porque aquí en Canarias, vamos que doblado y todo hace su oficio y no va a pasar nada.
Este año quiero volver a Escocia y claro... Me han dicho que la solución es devolverlo a su forma original con calor. Es un junquillo de alumnio y debería ser posible, con el truquito de llenarlo de arena e irle dando calor poco a poco. Veremos qué resultado da. Total nada tengo qué perder y tiempo de comprar una tienda nueva siempre hay.
Pero si tuviera que hacerme con una nueva, la compro con repuestos. Y no sé si tendremos que hacer así con todas las cosas importantes.
1. En realidad un surfski, lo más divertido en el mundo del piragüismo de mar.