Con respecto al artículo de Viznut, se exponen varias ideas. Por ejemplo, en la computación de potencia, gran cantidad de energía se desperdicia por ineficiencias en la generación/disipación de calor. Esto implica que, gran parte de la energía eléctrica y costo, literalmente se ventea en intercambio térmico.
Al mismo tiempo, las grandes conglomeraciones humanas afrontan sus porcentajes más altos de costo energético actual en calefacción (y hay pocas dudas que si seguimos así, lo harán más en el futuro en vista de la escasez de combustibles no renovables y el aparente desmanejo y desaprensión que se siguen por un individualismo contumaz).
Solamente ingeniar sistemas de cómputo compartido cuya disipación térmica se integre a sistemas de calefacción compartido aliviaría el problema por el lado A y el lado B. En otras palabras, una filosofía de ingeniería compartida y cerebrada para actuar en comunidad organizada. Y no hablo de perder el individualismo, hablo de pensar en "más de uno".
En alguno de los post charlamos sobre qué perspectivas habría de tener el cómputo del futuro (aunque nosotros no tengamos nada que ver en una estructuración como tal). En esto hablamos de qué tipo de arquitecturas de cómputo deberían darse en un mundo donde se aprecie la colaboración de los hombres por el bien común de sus comunidades y la sinergias con las ajenas. Esto en parte también tiene que hacer a una idea del permacómputo.
No es técnicamente inaplicable... De hecho, es profundamente viable.
Lo que se requiere son nuevas y evolutivas visiones sobre las necesidades humanas del cómputo en un mundo hermanado.
Analicen conmigo de manera somera.
La computación de hoy deriva del mundo de hoy:
-Es una computación de masas.
-Es una computación de consumo.
-Es una computación de concentración de capital.
-Es una computación de descarte.
La tendencia de este modelo económico no propuesto se mantiene en la idea del ciber-oscurantismo (no se comercia con la información como propone la teoría infoeconómica, sino que mas bien se ejerce poder político con el amalgamiento práctico del desconocimiento de masas de dicha información).
En otras palabras, se des-democratiza la expresión política del hombre a través de herramientas tecnológicas, y se lo somete a control.
La internet surge en el 91, pero a efectos prácticos podemos decir que influye desde una década después de esto (c2000), donde las masas son políticamente influidas por las redes de datos.
Ahora bien, si damos por cierto las características centrífugas que los polos tienen en todo sistema de fuerzas (los político-económico entre ellos) y extrapolamos siguiendo "un poco de historia", mas o menos podríamos predecir qué esperar de un futuro cercano a 30 años vista:
Tal vez...
-Cómputo sometido a cobrar (el cuño que sea) por usar.
-Cómputo de consumo descartable pero apreciado como biodegradable.
-Explotación de las masas a través de tecnología del cómputo.
-Un cómputo en manos de un único gran conglomerados de poder concentrado.
-Supresión de ideas a través del cómputo.
-Modelos económicos en conflicto a través del cómputo.
-En anteúltima instancia tecno-esclavismo a través del cómputo.
...Y tal vez como última instancia:
Tecno-guerras comerciales por la hegemonía global, ya no militares y tirando un tiro o la bomba atómica, sino utilizando todas las capacidades de empleo psicológico sobre comunidades adversarias (ya sea estado nación o grupo de estos).
En esto podrían caer los hombres si son tan tontos de no vislumbrar su verdadera necesidad: la felicidad de sus comunidades.
Yo veo al hombre como una especie pacífica, pero a ninguno de nosotros escapa que - mas de diez veces en la historia que conocemos - la pirinola se cayó de la mesa...
Para salvar esto más de 2000 o 3000 millones de almas han cooperar (a sabiendas o no), en la paz, a través de su trabajo y frutos de su labor, y ya no sólo con aquellos a quienes ven y perciben, si no con toda la naturaleza como un todo y con hombres y mujeres que habitan el resto del globo.
Tendrán que aceptar las individualidades políticas de todo aquel quien anhelen la igualdad y la libertad, y la consideren más importantes que un concepto de valor como puede ser el capital simbólico-pecuniario.
Quienes no lo acepten así y se propongan imponer a los demás visiones y prácticas de desigualdad y esclavización de cómputo-consumo, tendrán que ser exclarecidos a toda costa pues el sistema actual, llevado a futuro, muy difícilmente sea sostenible sin someter a las enormes mayorías de una infelicidad tal que las lleve a morir de manera fraticida en busca de un futuro mejor.