2012-01-07
¿Es posible creer en lo que antes nos parecía magia? ¿Somos sólo lo que se ve a simple vista? ¿O tenemos un interior aparte de lo orgánico y funcional? La ciencia ahora tiene una respuesta, y es más sorprendente y maravillosa de lo que habíamos esperado.
Verás, es muy simple: La genética y el estudio de la Eva Mitocondrial demuestran que nos encontramos, como humanos, en una fase social de transferencia, en la que la evolución se deja de entender como algo meramente propio o egoísta, y pasa a desarrollarse en una explosión de creatividad y enriquecimiento interior y exterior.
La ciencia corrobora que la física y la química no son sólo bases de la vida entendida como un todo, si no que también tienen un componente natural (y, en cierto modo, vital), que nunca antes había parecido tan pleno de potencialidad. Es decir, que la inmortalidad celular es un hecho que sólo hay que transferir del marco microscópico al individuo como conjunto, y no un impedimento real a las posibilidades de la mente.
Ahora sabemos que los seres humanos, como individuos, gracias a cosas como la plasticidad cerebral y el entrelazamiento cuántico, tenemos el maravilloso potencial mental de alcanzar límites que antes se creían imposibles. Pero no se trata de magia, sino de la misma creatividad que la evolución seleccionó de los neadertales en las cavernas.
Si aún no has notado que todo lo que he vertido en los párrafos precedentes no es otra cosa que basura aleatoria, quizás deberías ver menos Redes[1]