Podríamos llamarlo la cuchara de Ockham. No va de filosofía de la ciencia, pero ayuda a vivir. «Entre dos formas de vivir, si conducen a una vida igual de sabia, elige la más simple.»
Pero espera.
Hablo de vida sabia, porque actuar sabiamente sí depende de nosotros y no de nuestras circunstancias. La felicidad no es obligatoria, de lo contrario la convertimos en nuestra ama, abrazando una especie de esclavitud estúpida que proporciona precisamente lo contrario de lo buscado. Queriendo ser felices nos encadenamos a la tristeza.
No soy capaz de dar una regla para graduar la sabiduría y la simplicidad de ninguna forma de vivir, o de hacer. Lo más que puedo decir es que es una regla para artistas de la vida, no matemáticos, por lo menos no hasta que se encuentre la ecuación de la sabiduría. Para lo cual habría que empezar por definir formalmente fenómenos que, siendo optimistas, solo podemos reconocer cuando los tenemos delante.
Aún así es mejor emprender el camino, así, aunque sea por ensayo y error se tiene alguna oportunidad de llegar a alguna parte.
~ Miguel de Luis Espinosa