Trabajar para el enemigo (I)

2016-06-14

Haz ruido. participa en las huelgas, ve a las manifestaciones.

Ayuda a cambiar eso, afiliate a un sindicato.

Vota para que cambien las cosas.

Afiliate al que te desagrade menos, participa y cambia el partido desde dentro.

Unete a algún movimiento vecinal. Seguro que en tu barrio también hay.

Participa en alguna plataforma cívica.

Hazte voluntario, colabora con alguna ONG.

Pues dona dinero a una ONG.

Sí, lo sé. Estás convencido de que "_no se puede hacer nada_" salvo quejarte con pose de superioridad cínica. Ese derrotismo cómodo te evita tener que esforzarte, mietras te permite sentirte moralmente justificado. No lo sabes, pero trabajas para el enemigo. El mayor engaño es pensar que estás contra lo que consideras injusto cuando eres una pieza de ello. Creer que estás fuera y sentirte superior a todos esos que hacen exactamente lo mismo que tú.

Si no eres capaz de nada más, hazte donante de sangre, de médula, de órganos. Intenta hacer que al menos parte de tu trabajo sea ético, da clases al niño del vecino, ayuda a tu vecina a subir la compra.

Haz, por una vez, algo por alguien en lugar de estar sentado en tu sofá, quejándote de todo sin hacer nada, dando lecciones a los demás sin aplicártelas a ti.

O, al menos, cállate.

No. No creo que todo el mundo deba participar en todas esas actividades ni hacer todas esas cosas. Pero, si vas a dar lecciones, al menos deberías participar en alguna de ellas al menos una vez en tu vida.

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