Odio

2021-10-22

Unas señoras en Mataró, al parecer todas musulmanas, piden al gobierno catalán que conceda becas comedor a sus hijos, para que puedan comer en el colegio.

Ante las cámaras de televisión, una de ellas argumenta que tiene que pedir comida a Cáritas, donde sólo hay "macarrones y esas cosas" y que no se puede criar a unos niños a base de eso.

No tengo ni idea de cómo funciona el tema de las becas comedor en los colegios catalanes, de cuantas hay o de cómo se asignan, ni de nada al respecto. Pero, de todos modos, parece una solicitud a todas luces tremendamente razonable, y argumentar que hay una situación de necesidad para ello es absolutamente lógico. De hecho, yo diría que en esas circunstancias es un deber moral solicitarlas y, a falta de conocer los detalles del caso, una obligación social concederlas.

Otro tema muy distinto son cuestiones sobre si sólo las becas de comedor son una ayuda suficiente o hace falta más; si los distintos estamentos gubernamentales deben implicarse más en la ayuda a los colectivos más desfavorecidos, especialmente los niños; o si es razonable que, en el siglo XXI, entidades privadas como Cáritas tengan que suplir las carencias de las instituciones estatales.

En cualquier caso, no parece que haya nada criticable.

Sin embargo, al poco tiempo, uno de esos medios _políticamente incorrectos_ de internet, retuerce la información para crear el titular "Musulmanas de Mataró se quejan de la comida que le regala Cáritas: «Siempre nos dan macarrones»".

De forma deliberada y repugnante, convierten unas declaraciones absolutamente razonables en una ofensa, una exigencia impertinente, un insulto a la mano que, literalmente, les da de comer.

Inmediatamente, los propagandistas _políticamente incorrectos_ de Twitter toman esa noticia, con ese titular, y la difunden por esa red social.

De forma algo sorprendente, la noticia que difunden va acompañada del vídeo original, donde cualquiera puede escuchar las auténticas declaraciones y ver (parte de) el contexto en el que se hacen.

Las respuestas a esos tuits van todas más o menos en el mismo sentido:

Esto es sólo una selección más o menos aleatoria, hay cientos de ellos en decenas de hilos y la palabra "Cáritas" es _trendign topic_ por este tema. He omitido la referencia a los autores de cada una de las entradas de esta muestra porque no se trata de señalar a personas individuales, sino de dar una idea del contexto general.

Del mismo modo que me parece evidente que el titular en cuestión es una manipulación tan obvia como repugnante y que pretende generar odio en sus lectores de forma deliberada, no creo que todas estas personas estén mintiendo conscientemente o tratando de manipular a la gente en las redes sociales.

Creo que realmente sienten lo que dicen, que creen realmente esas cosas, que realmente se sienten ofendidas, que están cegadas por el odio.

Quiero decir que no creo que sea ignorancia, cerrazón, estulticia o incapacidad de comprender. Creo que es más profundo. Es ese odio que anula la propia capacidad de querer entender al otro. Ese odio que no ha aparecido espontáneamente ni porque sí, sino que hay quien se ha dedicado intensamente a propagarlo, que lo ha ido sembrando y alimentando y haciéndolo crecer.

Leo esos mensajes y veo odio. Odio puro, cristalino, esencial. Ese odio que corroe por dentro, que nos retuerce, que nos convierte en malas personas.

Y da miedo.

Meta

Publicación orginal.

Índice de posts