Redes de Comunicaciones

No hace demasiados años todo el mundo tenía la idea de que un computadora era un inmenso aparato de cálculo metido dentro de un gran edificio. Salas acondicionadas con controles de humedad y temperatura, montones de máquinas despidiendo ruido y calor. Y, sin embargo, este ambiente tenía algo de mágico. Realmente no descubriremos ningún secreto si decimos que todo lo que hacían aquellas enormes máquinas lo hacen ahora otras que más parecen juguetes.

Llegó la época de los primeros computadoraes industriales, las primeras hornadas de máquinas cuyo uso no estaba destinado únicamente a los gobiernos o a los investigadores. Por fin, los computadoraes salían al mundo exterior. Ahora bien, el número de estos era realmente limitado, sólo unas cuantas compañías tuvieron acceso a uno, y muy pocas personas podían alcanzarlos. Es mas, el estar en contacto con aquellos artilugios era de por si un privilegio "¡He estado en un Centro de Cómputo!" (los más eruditos los llamaban Centro de Proceso de Datos) era una frase que se decía con orgullo y que se escuchaba con envidia.

Manejar los computadoraes... bueno, eso ya no tenía calificativo. Ser una de las pocas personas que manejaba asiduamente las máquinas indicaba una cierta distinción, si no social, si técnica. Los usuarios no se atrevían (mas bien, no podían) ponerse en contacto con el computadora directamente, lo hacían a través de intermediarios y ni siquiera veían al operador.

El método usual de comunicación con el computadora fue durante mucho tiempo a través de las antiguas tarjetas perforadas. El computadora las procesaba en lotes, y como resultado nos devolvían un papel con el listado de los errores que habíamos cometido. ¡Realmente era difícil acertar a la primera!

El primer paso fundamenta de cara a los usuarios sucedió allá por los años sesenta, al igual que las olas musicales aparece como novedad la moda de los computadoraes que trabajaba por TIEMPO COMPARTIDO. Esta técnica (hoy extendida a los pequeños computadoraes) está pensada en asignar bloques de tiempo a los usuarios, de forma que cada uno de ellos dispone de unos instantes, cada cierto tiempo, de toda la potencia del computadora. Dada la alta velocidad de procesamiento, cada usuario podía creer razonablemente que él era el único que estaba trabajando. El efecto es realmente como si todo el centro de cómputo estuviese a disposición de uno mismo ¡insólito!.

Esto constituye un paso importante, ya que los usuarios empiezan a cercarse a las máquinas. Fundamentalmente dos circunstancias favorecen que esto suceda. De un lado, la tecnología se encarga de modificar la arquitectura interna de las máquinas, consiguiendo que cada vez sean más pequeñas y potentes. De otro lado, el uso extensivo de las TERMINALES TELETIPO abre un camino a lo que luego serían las terminales de usuario.

Con el advenimiento de los microcomputadoras a finales de los sesenta, comienzan los primeros escarceos serios con el tiempo de las COMUNICACIONES ENTRE LOS computadoraES (TELEMATICA). En poco tiempo han cambiado tanto las cosas que ya no se trata de la comunicación entre el usuario y la máquina, sino de conseguir que dos máquinas se entiendan entre sí. Lo primero, por ser lo más inmediato, fue utilizar los cables ya tendidos para las comunicaciones telefónicas. ¡Quien lo iba a decir! ¿Qué dirían nuestros abuelos? Por los cables por los que ellos hablaban se comunicaban ahora los computadoraes. ¿Qué tendrían que decirse esos cacharros?, se preguntarían, y no era para menos.

No está de mas decir que proyectos militares norteamericanos fueron importantes impulsores de las comunicaciones entre las computadoras. En realidad, lo que buscaban era tener una potencia grande de cómputo, mayor que la del mejor computadora posible, y lo que se les ocurrió fue que varios computadoraes juntos "piensan" mas que uno. A esto habría que unir el que las máquinas eran varias y podían estar distantes, con lo cual el perder una de ellas no suponía perder todo, sino sólo una pequeña parte. Si una máquina queda fuera de servicio apenas se resiente el sistema total; sería muy distinto si todo dependiese de un gran computadora central, la cosa tenía su lógica.

Las comunicaciones entre computadoraes revolucionaron los tradicionales sistemas de hilos telefónicos, que fueron sustituídos por otros soportes físicos de mayor capacidad. Al mismo tiempo aparecen un sinfín de aparatos, tales como módems, concentradores, multiplexores, etcétera, lo que se oyen mucho nombrar, pero pocos realmente saben que son.

También los computadoraes se hacen ya pensando en que serán comunicados con otros congéneres; así, si antes lo único que se podía hacer era conectar los computadoraes que había a través de los medios ya existentes, hoy podemos aseverar que muchos computadoraes se hacen pensando en las comunicaciones y que las líneas se fabrican de forma que puedan transmitir a gran velocidad y de forma fiable los paquetes de datos.

De esta suerte hemos pasado a hablar del centro de cómputo a la transmisión de datos, de como comunicarnos con un computadora, a ver cómo lo hacen entre sí.

Aunque parezca un tanto extraño, en España la Compañía Telefónica no perdió el tren y en 1971 ya inauguró la Red Especial de Transmisión de Datos. Desde luego el resultado fue notable y lo cierto es que si no se hubiera hecho entonces, hoy en día tendríamos un innumerable caos de redes privadas e incompatibles o, a lo peor, no tendríamos nada.

Últimamente, en la década de los ochenta, la tecnología utilizada por CTNE para estos menesteres es de fabricación nacional, lo cual no hace sino poner de manifiesto que sigue estando en órbita.

Aparición y Aplicaciones de las REDES LOCALES

La sociedad ha ido evolucionando y últimamente, en alguna medida, con y gracias a los computadoraes. Indudablemente es posible tratar el desarrollo de los últimos años sin tener en cuenta el de los computadoraes, aún más desde la crisis económica debida al alza del precio del petróleo a principios de los setenta, sin los computadoraes probablemente no hubiese habido tal desarrollo.

Las grandes compañías fabricantes de computadoraes, como IBM, Digital, etc, pensaron que la mejor forma de hacer llegar el computadora a todas las empresas era con computadoraes no tan gigantes como los de los centro de cómputo, y a lo que poder conectar muchos terminales; nace así el PROCESO DISTRIBUIDO.

Empiezan a aparecer los primeros terminales para tratamiento de textos y los programas para utilización de los usuarios.

Pero un hecho en primera instancia insignificante estuvo a punto de dar al traste con los planes de las grandes empresas informáticas. Fue la aparición de los microcomputadoras, lo que realmente convulsionó el mercado informáticos. Muchas empresas que ni siquiera se habían planteado la posibilidad de adquirir un computadora se encontraron de la noche a la mañana con el reto de aprender a manejarlo.

En este lustro se ha producido una auténtica invasión de pequeños computadoraes en todas las empresas, talleres, estudios, hasta en los hogares. Una avalancha de marcas, modelos, series..., han inundado todos los rincones a lo largo de los ochenta, y esto es solo el comienzo.

La sociedad, dentro de su evolución y al tiempo que la de las máquinas, ha ido descubriendo que en muchos casos la informática tiene que estar donde esté el usuario, y salir del Centro de Cómputo. En no pocas ocasiones se resuelven grandes problemas con pequeños computadoraes, cada día va siendo más habitual el ver pequeños computadoraes encima de las mesas de los despachos.

No resulta, pues, extraño el pensar que aparezca la necesidad de INTERCONECTAR ESTAS MAQUINAS UNAS CON OTRAS, tal como ocurría con sus predecesoras. una oficina moderna empieza a tener muchos elementos electrónicos, tales como microcomputadoras, terminales, télex, facsímil, copiadoras, teléfonos... toda esta ingente cantidad de "electrodomésticos" de oficina tienen algo en común: transportan o almacenan información.

Si en el caso de los grandes computadoraes fue necesario establecer una comunicación entre ellos, en los niveles referidos ahora, no lo es menos. En realidad, la misión de las REDES LOCALES es simple: comunicar microcomputadoras entre sí a fin de que puedan transmitirse datos de unos a otros y compartir recursos.

Un pequeño computadora, por sí solo, tiene una capacidad de actuación realmente limitada; la situación cambia inesperadamente si puede acceder a información de otro sitio, o si es capaz de enviarla. La experiencia está demostrando que en un gran número de casos varios microcomputadoras conectados entre sí funcionarían mejor que uno grande. Las personas que manejan información tienen que tenerla en su despacho, y no ir a buscarlos al Centro de Cómputo.

Los datos, los programas de usuario, los textos, las hojas electrónicas se mantienen vivos y se perfeccionan a nivel local. Esta desmitificación de la informática ha permitido un incremento brutal del número de usuarios, pero al mismo tiempo ha oblgado a unos desarrollos de las máquinas y de su correspondiente programación también impresionante.

Los mecanismos técnicos que permiten esta comunicación integrada de varios microcomputadoras es un área definida: constituyen las REDES LOCALES. En los países sajones las redes locales se denominan LAN (Local Area Network) por eso no resulta extraño el verlas nombradas de esa forma.

Una LAN o RL podría definirse como un sistema de comunicaciones que permite establecer el diálogo con un gran número de usuarios entre sí, a una gran velocidad (50MB/seg) en un espacio reducido (algunos kilómetros) y con un pequeño porcentaje de errores.

Por la forma en que han nacido estas redes locales nos atrevemos ya de alguna manera a adelantar los USOS FUNDAMENTALES de las mismas:

Nos referimos sobre todo a los datos que se pueden enviar desde una estación a otra del tipo de ficheros de textos, datos relativos al control de un departamento, o cosas similares. Son los datos más comúnmente utilizados.

Fueron las compañías telefónicas las primeras en digitalizar la voz, esto es, convertir los sonidos que emitimos en paquetes de 0 y 1. Este sistema fue inventado para permitir que por un mismo cable viajen al mismo tiempo miles de conversaciones telefónicas. Ya que sabemos convertir la voz en signos manejables por los computadoraes ¿porqué no enviarlos a través de la RL?

Si bien este uso no está aún muy extendido, no será extraño dentro de poco el ponernos a "hablar" con un computadora.

Dado que la telefónica nos provee de un servicio de facsímil, ¿por qué no incorporarlo a nuestra RL? Existe ademas un incipiente y prometedor campo de gráficos que se pueden ejecutar con pequeños (pero potentes) computadoraes. También podremos enviar nuestros gráficos a traves de las RL. Hay solamente un problema: la cantidad de caracteres que definen un dibujo es enormemente alta y esto saturaría nuestra red si no está preparada para ello. Afortunademente las nuevas aplicaciones de CAD/CAM preparadas para microcomputadoras justifican el prever líneas rápidas que puedan soportal este tráfico.

En realidad, la misión de las redes locales, en definitiva, no es otra que la de COMPARTIR TODOS LOS RECURSOS DEL SISTEMA, impresoras, comunicaciones remotas, unidades de almacenamiento masivo.