Vale que ha sido difícil, pero has dejado atrás a esa patrulla perquelada, rodeado el castillo de Grrundar y todo eso, y llegado a donde nadie hubiera pensado que era posible.
¡Bienvenido al reino del Gran Grrundar! Ya sabes el hogar de los bárbaros y todos sus esclavos, y las minas y todo eso. ¿Felicidades?
¿Te diriges ahora al norte, procurando evitar internarte más en este reino?