Consigues mantener la distancia de tus enemigos, poniendo a prueba cada músculo de cuerpo. Esperemos que el precio no sea demasiado alto.
Haz una prueba de Salud, con dificultad 3. Para ello lanza 1d20 y súmale la dificultad, si el total es menor que tu puntuación de Salud, habrás pasado la prueba.
Si no la pasas, pierdes un 1d6 de PE.
Sí, porque ahora otros cuatro huesudos y, lo que es peor, dos manchados aparecen por delante. Todo parece perdido. ¿Qué haces?
Opción «obligatoria» si te quedaste sin PE.
¿Gritas? «¡Ahora, atacad todos!» y corres hacia los dos «drasgos» que te persiguen por detrás?
Te dejas de locuras desesperadas y corres a la derecha, donde clarea el bosque.