La segunda escena de la película se inaugura con la presentación del personaje protagonista, Fielding Mellish, quien prueba una complicada máquina para que los ejecutivos hagan ejercicio. Esta escena es un guiño a la máquina para comer de Chaplin en Tiempos Modernos (1936).
Mellish, cansado de la rutina, se presenta como un personaje tan lleno de ambiciones como de complejos y frustraciones que la sociedad le ayuda a descubrir.
Su personalidad es claramente dibujada en esta parte de la película, donde tiene su acontecimiento el incidente del metro (ver nota). Mellish, parodiando al héroe homérico, no interviene en la agresión, incluso intenta disimular y pensar que no está pasando. Su coraje, valentía y honor son puestos en duda. Quizás él mismo, consciente de su inferioridad física, otra parodia sobre el ideal homérico, decide no intervenir y acaba huyendo.
Acto seguido nos topamos con una parodia más. Si bien el héroe socorre a los que están en apuros, Mellish no solo no hace eso si no que, además provoca incidentes. En una de las secuencias de la película, Mellish se supone que está dando instrucciones a un conductor para que proceda correctamente al aparcamiento de su vehículo. Sin embargo, el antihéroe, con sus indicaciones, hace topar expresamente al automóvil contra el vehículo que tiene aparcado detrás.
Su destreza también es puesta en duda en la secuencia siguiente. Mellish saca del refrigerador unas espinacas congeladas que no logra atrapar. Quizás podríamos comparar esta escena con el certamen del arco en el canto XXI de La Odisea:
“Como cuando un hombre entendido en liras y canto consigue fácilmente tender la cuerda con una clavija nueva, atando a uno y otro lado la bien retorcida tripa de una oveja, así tendió Odiseo sin esfuerzo el gran arco. Luego lo tomó con su mano derecha, palpó la cuerda y ésta resonó semejante al hermoso trino de una golondrina (…).
Y tomó un agudo dardo que tenía suelto sobre la mesa, pues los otros estaban dentro del cóncavo carcaj, los que iban a probar pronto los aqueos. Lo acomodó en la encorvadura, tiró del nervio y de las barbas allí sentado, desde su misma silla, disparó el dardo apuntando de frente y no marró ninguna de las hachas desde el primer agujero, pues la flecha de pesado bronce salió atravesándolas.”
Si bien Odiseo tiene un aspecto físico imponente y seduce tanto a la ninfa Calipso como a la maga Circe o a Nausíaaca, Mellish es todo lo contrario: feo, enclenque y cobarde. Sus relaciones sentimentales están en clara quiebra y se siente enojado por ello. Después del trabajo se dirige al quiosco para comprar una revista pornográfica pero el hecho de ser visto por alguien le hace actuar de forma extraña:
-Ehh..cojo un ejemplar del Times….y otro del Commentary, Saturday review…veamos…ehhh, News web y ehh…u…una de estas….Me llevo esto.
-Cincuenta, esto hace un dólar, un dólar y cuarto…eh Ralph!, ¿Cuánto vale Orgasmo?.
-Envuélvalas!, hombre!!
-Orgasmo!. Este señor quiere un ejemplar, ¿cuánto vale?
(cuando se ve observado por una señora, se dirige al tendero y le dice nerviosamente:)
-Estoy haciendo un estudio sociológico sobre la perversión, quiero prevenir a la juventud precoz….
Es característico de ambos personajes el hecho de pertenecer a una isla, desarraigarse de ella y volver al cabo de cierto tiempo, bajo una apariencia que no es la propia. Asimismo, al final de ambas obras, el protagonista desvela su verdadera identidad, la justicia es impartida y, finalmente, se realiza “el reto de la cama”.