Lukács puso en evidencia que el método marxista tiene por fundamento el concepto de *totalidad concreta*, o en otras palabras, que su objeto de estudio es una *totalidad concreta*, y que su método epistemológico es adecuado para el estudio de tales *totalidades concretas*.
Es decir: los hechos sociales, económicos, científicos, etc., no se pueden estudiar de forma aislada, o más bien, de estudiarlos de manera atomizada, no se comprendera su sentido verdadero.
Frente a esto tenemos las *ciencias burguesas*, que atomizan los hechos, aislándolos entre sí.
Como dice Lukács:
Así nacen hechos "aislados", complejos fácticos aislados, campos parciales con leyes propias (economía, derecho, etcétera) […] de tal modo que tiene que parecer especialmente "científico" el llevar mentalmente esa tendencia —interna a las cosas mismas– hasta el final y elevarla a la dignidad de ciencia. Mientras que la dialéctica, que frente a esos hechos y esos sistemas parciales aislados y aisladores subraya la concreta unidad del todo, y descubre que esa apariencia es precisamente una apariencia –aunque necesariamente producida por el capitalismo–, parece una mera construcción.
Quizá el mayor problema de este enfoque es que se sostiene sobre un concepto tan poco claro como lo es el concepto de *dialéctica*. Aún así, si despojamos al *método dialéctico* de su sentido de *especulación metafísica*, y lo usamos simplemente como una abreviatura para la metodología adecuada para el estudio totalizante de las *totalidades concretas* se puede clarificar el sentido de lo que Lukács está intentando adelantar como el método adecuado para la *ciencia revolucionaria* que sería el marxismo.
Por *ciencia revolucionaria* debemos entender una ciencia que no tiene por objetivo simplemente *comprender al mundo*, sino que su interes fundamental pasa por *transformar al mundo* o en otras palabras, la *ciencia revolucionaria* no tiene un interes en comprender a las *totalidades concretas* per se, sino que su telos último consiste precisamente en la transformación de la *totalidad concreta* que es nuestro presente histórico.
De allí el vínculo inexorable entre teoría y práctica en la ciencia marxista. ¿Pero qué decir de esta ciencia cuando, hoy en día, la praxis ha quedado completamente relegada como momento fundamental de la *ciencia revolucionaria*?
Eso, querido lector, es algo que vos tenes que reflexionar por cuenta propia.