El sistema está vivo, es órgano y es monstruo:
Leviatán es sistema,
el salario es sistema
los anuncios, sistema.
Todo está en el sistema.
La respuesta, el sistema,
la pregunta, el sistema,
todo vuelve al sistema.
Obedece al sistema.
El sistema, en esencia, es ese nervio
que anima el movimiento de lo vivo.
Pero la vida no.
La vida no es sistema.
La vida siempre vence al sistema
(o muere)