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Hackear para imprimir: Cómo el hacking chino de impresoras en los 80s cimentó la industria informática mundial.

A comienzos de la era de las microcomputadoras hogareñas, no existía CPU, impresora, monitor, sistema operativo o lenguaje de programación capaz de responder a los caracteres chinos... al menos no "de fábrica".

Antecedentes

Sucedió que durante la mayor parte del período relevante del desarrollo del cómputo electrónico - al menos hasta mediados de la década de 1980 - dicha tecnología había estado virtualmente vedada a la cultura China, por un favorecimiento a ciertos alfabetos (específicamente el alfabeto latino occidental).

Se había determinado en la década de los 60s (por el equipo desarrollo detrás del ASCII, el Código Estándar Americano para el Intercambio de Información), un codificado de 7 bits - con sus 128 posibilidades - que ofrecía un direccionamiento suficiente para registrar todos los caracteres que representan las letras del alfabeto latino, sus numerales y funciones, así como símbolos analfabéticas clave. Por comparación, para el lenguaje chino tradicional, se requerían no menos de 16 bits, para direccional sus más de 60.000 ideogramas.

Por demás, los ingenieros occidentales - a la hora de diseñar sus periféricos de entrada - habían hechado mano al teclado de máquina de escribir tradicional preexistente, que a lo sumo recurría a la bidimensionalidad proporcionada por su tecla Mayúsculas para conmutar -principalmente- entre la impresión de minúsculas y mayúsculas. Esta convención de impresión es puramente estilística, un arreglo del que carecen los ideogramas chinos.

Entonces en lo referente a los términos de codificación de direccionado de caracteres, representación en videomonitores, lenguajes de programación, expresión de los sistemas operativos de disco, superficie de los periféricos de entrada, e incluso en los algoritmos de reconocimiento óptico de caracteres, parecería poco relevante la evidencia tendiente a refutar la tesis china histórica del cómputo, según la cual tal cultura milenaria sufriría una especie de "acta de exclusión del chino".

Por demás, es posible afirmar que la impresión comercial por matriz de punto fue un aspecto básico del uso computacional en la cual las necesidades de la Entrada/Salida de caracteres chinos ni siquiera había sido tenida en cuenta. Tal fricción digitalmente desalfabetizadora agredía de forma directa a algo así como un cuarto de la población mundial.

Esto no es el resultado de una exageración: por entonces era fácilmente discernible en la configuración dominante de los cabezales de impresión por impactos, específicamente los cabezales que movían las principales impresoras de agujas fabricadas desde la década de los 70s. Estas recurrían al sistema de nueve martillo-agujas electromecánicas, ante cuyo control la máquina es capaz de imprimir hasta 9 puntos verticales por línea - y en base a ellos, reproducir caracteres del alfabeto latino en la baja resolución que permitía una matriz de puntos realizados de una sola pasada en la hoja.

La elección de usar nueve agujas correspondía a las propias necesidades de la alfabética latina.

Esta tecnología de impresión de impacto aún se emplea con gran difusión para tareas donde se requiere velocidad, economía y escasa calidad de impresión. Sin embargo, los carros de 9 agujas se ven imposibilitados de reproducir caracteres chinos de manera convencional (ya que estos responden a un grafismo notablemente más elaborado).

Para compensar, los ingenieros de China, Taiwán y el resto de Asia oriental debieron responder a toda una serie de soluciones técnicas tanto a nivel software como hardware.

Hackear y Modificar

La necesidad a registrar cultura de forma escrita, y registrar la misma informáticamente llevó a concebir una acción de resistencia contra estos diseño en toda Asia Oriental. Sin embargo, fue en la República Popular China donde esta necesidad impulsó a lo largo de los 80s, un nuevo "Gran Salto Adelante", lo que devendría en la Era del Hackeo y la Modificación (recurriendo a términos comunes en ciertos círculos de la ingeniería inversa). Elemento tras elemento, los ingenieros chinos se propusieron entonces lograr que el hardware de concepción y fabricación occidental (y el software que lo impulsaba) respondiesen a la milenaria escritura chino. En realidad podríamos decir también que se trató de una "era del humo y la confusión", tanto como una de experimentación descentralizada e innovación brillante, la cual trascendió al momento en el cual la estatura de China en el mundo del cómputo y los nuevos medios no puede disputarse.

En un primer momento, los chinos recurrieron a un truco básico de adaptación para poder imprimir sus ideogramas sin alterar las máquinas occidentales en gran manera. Esto se realizó componiendo una línea de texto en chino recurriendo a dos líneas de impresión. A pesar de que el truco lograba el objetivo, al tener que utilizar dos pasadas por línea, el tiempo requerido para imprimir una única línea de texto se duplicaba en comparación a los idiomas latinos, a la vez que se introducían imprecisiones gráficas motivadas por las inconsistencias en el avance paso a paso del carro de impresión, e incluso provocando al registro desparejo del mismo carrete de cinta entintada (o sea, salían caracteres con desidades de entintado diferenciado ya sea en su mitad superior o inferior).

Esta solución acarreaba otro problema de matriz, esta vez cultural. Cuando los consumidores del Asia oriental (especialmente chinos, japoneses y coreanos) empezaron a importar impresoras de matriz de agujas, descubrieron otro desplante representado por la desviación hacia las consideraciones del alfabeto latino. Los caracteres orientales impresos de esta forma terminaban siendo obligatoriamente el doble de altos que aquellos realizados en el alfabeto latino. Mientras que las palabras occidentales aparecían austeras y económicas, al gusto oriental los ideogramas propios aparecían distorsionados cómicamente - o para peor - grotescamente agigantados. No es difícil entender que esto les resultaba una falta de respeto motivado por la noción del desperdicio del papel, al mismo tiempo que daba un aspecto de texto infantil a los documentos.

Las primeras impresoras de matriz de puntos seguían una políticas ortodoxa cerrada - lo que se reflejaba en el uso del alfabeto latino incorporado en una memoria ROM (no modificable), y esto fue analizado incluso durante el primigenio trabajo de Chan-hui Yeh, inventor del dispositivo de escritura en chino IPX (capaz de reproducir un máximo de hasta 19.200 ideogramas con un sistema de 120 cambios en un teclado compacto). Cuando Yeh se propuso digitalizar e imprimir caracteres chinos según una matriz de puntos con ideogramas, llegó a la conclusión que lo mínimo utilizable para el chino sería imprimir ideogramas con una matriz de 18x22 puntos, e intentó comenzar por un aspecto que le pareció obvio: disminuir el tamaño de las agujas de las máquinas de impresión ya existentes para agregarle una mayor cantidad de ellas a los mismos cabezales. Según su apreción, el recurrir a una mayor cantidad de agujas de menor diámetro podría - en teoría - resolver el problema. Sin embargo, pronto descubrió que poner esto en práctica no era tan simple como parecía.

La ortodoxia del alfabeto latino se asentaba - según Yeh - en las propiedades metalúrgicas mismas de los componentes de las impresoras. Los componentes de las aleaciones empleadas para fabricar las agujas de impresión se encontraban - por así decirlo - "calibrados" para percutar los sencillos caracteres del alfabeto latino, y para esto sólo eran necesarias 9 agujas por línea vertical; al reducir los diámetros de las agujas para llevarlas al tamaño ahora requerido para lograr una resolución mayor, esto provocaba su deformación y rotura. En otras palabras, la recetas de las aleaciones metálicas utilizadas en la fabricación de las agujas de impresión habían sido detalladamente precalculadas a un estándar que contemplaba el alfabeto latino occidental (los cabezales de impresión de 9 agujas utilizan agujas de 0,34 milímetros). Desde la perspectiva de los fabricantes, recurrir a una aleación significativamente más duradera que ésta hubiese constituido un gasto innecesario, pues operaban bajo la -probablemente inconsciente- fórmula "de la A a la Z".

Finalmente, algunos ingenieros se decidieron por engañar por software a las impresoras occidentales para poder imrprimir 18 puntos por cada línea, gracias a hacer dos pasadas con el carro de impresión de 9 agujas (dentro del mismo tamaño que una línea original). De esta forma, en lugar de terminar con ideogramas de altura doble, los caracteres chinos podían tener el mismo pequeño tamaño de 12 picas. En efecto, los caracteres chinos tendrían la misma altura, pero resultarían el doble de densos (en términos de densidad de puntos).

La técnica era tan ingeniosa como simple. Primero, se hacía una matriz de punto durante la primer pasada del cabezal de impresión, luego se controlaban micromovimientos del rodillo, y en lugar de impactar una segunda matriz por debajo de la primera, se lo hacía por entremedio de ella, como si de los dientes de un cierre relámpago al cerrarse se tratara. Específicamente, los ingenieros reescribieron el software controlador de impresora para modificar la velocidad del motor paso a paso del rodillo, refinándolo de manera tal que rotara a intervalos de 0,17mm, de modo de poder colocar la segunda pasada de 9 puntos entre medio de los impactos de la primer pasada.

Imprimir para encuadrar

Estas modificaciones y otras similares fueron esenciales para establecer el cómputo chino de la era de los 80s: era fundamental en un principio diseminar documentación técnica piloto que sirviera de base para construir una cultura de hobbistas e ingenieros. De hecho, este modus operandi conformó un núcleo aceptado en lo que sería la economía china del microcómputo.

Tan aceptado fue, que incluso se vio reflejado en la praxis de las las compañías "hackeadas". Un ejemplo fundamental lo encontramos en la historia del Grupo Sitong, emporio vagamente conocido en occidente por su marca comercial STONE. Sim embargo, la misma fue fundamental para diseminar una cultura industrial de la microelectrónica en China. Creada en dicho país en 1984, STONE rápidamente se volvió prominente como uno de los jugadores importantes en el mercado de las primeras máquinas de procesamiento electrónico de texto asiático, especialmente con su serie de máquinas de escribir eléctricas multiventas Stone MS-2400 ("四通 MS-2400 中英文打字机").

Es poco conocido, sin embargo, que la primera estrategia de producción y mercadeo del grupo Sitong se concentraba directamente en hackear: especificamente, en adaptar de manera no autorizada la impresora Brother 2024 (de fabricación japonesa) para que respondiera adecuadamente a la escritura del Chino.

Como recuerda Wang Jizhi, empleado de Sitong, en el mercado chino continental de 1984 sólo existía un modelo disponible de impresora de 24 agujas, la Toshiba 3070 importada del Japón a sabiendas del Ministerio de Maquinaria. Debido al costo abrumador de la máquina (no inferior a los 1.000 dólares, inalcanzable para la economía hobbista china de la época), Wang y otros en Sitong vieron una oportunidad. Wang había oído habblar que en el Instituto de Investigación de Tecnología del Cómputo de Beijing contaban con una impresora de 24 agujas Brother 2024, también japonesa, pero que a pesar de su capacidad para reproducir los alfabetos japoneses kanji y kana, a la hora de intentar el alfabeto chino, demostraba resultados desalentadores.

Los ejecutivos de Sitong concibieron su nueva compañía específicamente para "copiar" la Brother 2024 - a un costo notablemente inferior - aprovechando el hecho de que la industria japonesa había logrado realizar ingeniería inversa a la gran mayoría de los chips y microcontroladores de diseño occidental, y que podrían obtener estos clones de menor precio.

En particular, los técnicos chinos se concentrarían en reescribir el controlador original que venía con la impresora a fin de que fuese compatible con los ideogramas chinos. A tal fin el equipo se puso en contacto con un investigador de la Academia de Ciencias de China, Cui Tienan, contratándolo a él y a tres de sus colegas. A diferencia de los mediocres resultados que se habían logrado anteriormente, el nuevo equipo se impuso la tarea de modificación con un resultado notable: Cui y su equipo alteraron el controlador de impresión original en meras ocho horas, abriendo una oportunidad para Sitong. Tras importar las máquinas extranjeras, la compañía simplemente las relanzaría al mercado chino "luego de un poco de precalentamiento" (cambiar la ROM reprogramada), despegando etiquetas, y colocándolas en una caja de cartón nueva con la marca STONE. El plan funcionó, y las impresoras de 24 agujas hackeadas por STONE se transformaron en la exitosa senda de ingresos inicialmente pequeño pero cada vez más acentuado, gracias al flujo de impresoras para el demandante mercado chino. Por lo pronto, Cui y sus colegas recibieron un inverosímil total de 200 RMB por su trabajo.

No obstante "el plato de arroz", al año siguiente, les fue mucho mejor. Si en 1984 Sitong había recurrido al hackeo, reprogramación y rebranding no autorizado de la Brother 2024, 1985 fue el año de la impresora ITOH-1570 a color. Esta máquina - fabricada también en Japón, esta vez por la compañía Oki, luego Okidata - contenía una plaqueta con un generador de caracteres incorporado (Hanka), capaz de producir caracteres kanji. Lamentablemente, la codificación provista en la máquina seguía el estándar japonés JIS, por lo que una vez más debieron recurrir al hackeo. Sitong asignó entonces a Wang Jizhi la tarea de "vestir con máscaras" ("fangzao", o emular) la plaqueta de kanji japonés para evaluar su reproducción como plaqueta provista con caracteres chinos.

A diferencia de la reprogramación del controlador de la impresora Brother 2024, la emulación de la plaqueta construida para los kanji japoneses dependían de cierta experiencia en ingeniería del hardware, de la que Wang carecía. La emulación debería realizarse en una computadora PC capaz de prototipar la plaqueta, y escribir y compilar una imagen ROM para ella. Por fortuna, la capacidad del equipo chino ya no era un secreto, y una vez que Wang se hizo con la plaqueta de mano del proveedor, una jóven empleada de Oki le puso en mano junto con el diagrama del circuito una copia del código del firmware, a la vez que miraba por la ventana haciéndose la geisha. A Oki no le importó demsadiado colaborar activamente con en el proceso de fabricación chino "por izquierda", simplemente movida por el deseo de ingresar al mercado del continente asiático. El gambito tenía un claro sentido de negocios para Oki: para el momento en que Sitong celebraba su aniversario de un año - en una gala oficiada en el Palacio Cultural de las Nacionalidades el 16 de mayo de 1985 y atiborrada por notables del gobierno local - los chinos contabilizaban ventas anuales por unos 31 millones de RMB (triplicando lo de 1984). En lugar de enfrentar a los hackers de Sitong, ¡convenía compartir ganancias con ellos!.

Como vemos, el hackeo, emulación y modificación de productos industrializados no sólo abrían camino a los negocios, sino que también formaban una llama piloto para encender otros proyectos mayores, capaces de servir de base para la generación de cultura. Fue entonces en mayo de 1986 - dos años de establecida la compañía, y tras hacer su primer pequeña fortuna modificando las impresoras extranjeras - que Sitong pudo sacar su producto estrella.

La máquina de escribir en chino

Una vez resuelta la problemática de llevar caracteres chinos de manera fiable al papel, Sitong se dio a su mayor hackeo, el producto por el cual es mejor recordada al día de hoy en Asia: la máquina de escribir eléctrica en chino, la Stone MS-2400.

Esta máquina fue concebida gracias al concepto de industrializar un producto electrónico integrado, del menor costo posible para el procesamiento de la escritura en chino, con una salida de alta calidad en papel. Esto debía representar una fracción del costo una computadora personal existente dotada de impresora, y monitor.

Para ello, debería exprimirse al máximo posible la potencia de los microprocesadores y microcontroladores clonados por los Japoneses, a la vez que debía lograrse la manera de poder realizar el mecanografiado de los innumerables caracteres del chino de forma eficiente y rápida.

Para desarrollar esta tarea en chino realmente se requería una potencia computacional mayor que la que podía dar un microcontrolador occidental de 8 bits. Si bien durante los 80s no dejaron de ser comunes las máquinas de escribir eléctricas provistas con microprocesadores de 8 bits, estas se acotaban a idiomas latinos; para hacer caso a un modelo capaz de afrontar la tarea en idiomas asiáticos, debían solventarse los problemas de potencia de hardware además de aquellos ya resueltos derivados de la resolución de presentación.

Por tal motivo, la máquina de escribir eléctrica MS-2400 resultante debería ser realmente una computadora de 16 bits, inusitado en este tipo de equipamiento.

El hardware fue diseñado esencialmente por ALPS Electric en Japón (conocida por sus diketteras), y todo el software fue desarrollado por Wang Jizhi y diseñado por él junto a su pequeño equipo. Como CPU del sistema se empleaba un microprocesador NEC V20, un clon del Intel 8088. Sin embargo, la maquina no era un clon de la PC de IBM: las similitudes con el estándar PC terminaba allí, ya que la BIOS, los dispositivos de E/S y el teclado eran incompatibles con la IBM PC.

La máquina contaba con 64KB de memoria RAM, una memoria EPROM de 64KB para la BIOS y el programa de procesamiento de textos, unos 576 KB para el Generador de Caracteres chinos en placa, 2x2567KB, 1x128KB ROM enmascarada), un diccionario chino de 32 KB (no para buscar palabras, sino para convertir los tecleos a caracteres chinos no arbitrarios, referido luego como Método de Entrada) y otro diccionario chino secundario de 32 KB como método de entrada secundario.

Si bien no tenía capacidades de salida de video, contaba un con display LCD de 240x64 pixels, regulado por un microcontrolador OKI MSM6256.

La máquina contaba también con una batería de niquel-cadmio, que podía respaldar la memoria deescritura por unos 30 días. Para dar soporte a la impresora y el teclado, contaba con 4 timers con 4 modos (incluyendo NMI). La impresora podía imprimir hasta 20 caracteres chinos por segundo.

La memoria de masa externa venía dado, convenientemente, por una salida de miniplug 3,5mm para audiocasette, el cual requería un dispositivo de grabación externo, al uso de varias microcomputadoras de primera generación.

La máquina de escribir china no contaba con un sistema operativo propiamente dicho. En sí, la BIOS misma era el OS. Como la máquina no estaba disñada para correr ningún sistema operaetivo de CP, ALPS simplemente implementó todo como interrupciones de software. Como la BIOS estaba mapeada a la dirección fija F000:80000, todos los programa solo podían correr allí, lo que ahorraba valiosa memoria de escritura. Incluso las tipografías chinas se cargaban a partir de rutinas de la BIOS, de modo que el programa de usuario (el procesador de texto en sí), no tenía que preocuparse por el hardware en sí.

La máquina de escribir de Stone era muy amigable con el usuario, con tipografías chinas localizadas, y su impresora de matriz de punto de 24 agujas daba un resultado muy fino y agradable al crítico ojo oriental. Más importante, sólo costaba unos 13.500 RMB (unos 3.000 dólares), casi 1/5 de lo que costaba una computadora personal en china por entonces.

La plaquetas eléctricas y sus partes importadas desde el Japón costaban uos 6.000 RMB. Al lelgar a puerto, SOTEC (unsa subsidiaria de STONE),la ensamblaba, y colocaba una EPROM que conteía el software, y la comprobaban. La máquina era vendida a los departamentos de automatización de oficina a un precio de 9.000 (lista). Pronto el equipo se vendía por 11.000 RMB.

La máquina impresora tuvo una gran importancia en establecer el cómputo en china, al permitir elaborar documentos nativos de ingeniería sin problemas, a la vez que guardar ficheros.

Desarrollo de la Stone MS-2040

El desarrollo del software de procesamiento de texto se realizó en una IBM PC. El prof. Shimatzu, de ALPS Electronic Japón, proveyó a Wang de un manual de referencia con las rutinas de la BIOS, y éste implementó originalmente el programa en forma de rutinas de BIOS en una IBM PC.

Gracias a esta posibilidad de emulación, todo el trabajo de desarrollo fue mucho más sencillo, ya que el equipo pudo permanecer en China y desarrollar todo de forma local, ahorrando costos en viajes (por entonces, China carecía aún de grandes medios, y no podía permitirse contar con un equipo entero viviendo durante meses en Japón).

El Hardware

Microprocesador: NEC V20

En lugar de recurrir al microprocesador Intel 8088, la serie MS-240x tenía instalada un NEC V20 que era conocido por ser más barato y veloz que el original. En este caso corría a una frecuencia de reloj distinta: 4,9124 Mhz (el original lo hacía a 4,77Mhz). La versión MS-2401 corría a 8 MH<, y el último modelo MS-2401H lo hacía a 10 MHz.

Por demás, el V20 era un 30% más rápido que el 8088 original al correr a la misma velocidad, lo que ven+ia bien para el trabajo adicional que debían realizar las máquimnas de eescribir en chino.

Memoria: Mapeado de memoria fijo con control de paginado.

La RAM no tiene mucho en sí: era un grupo de chips SRAM japoneses conectados al bus de direccionamiento del microprocesador.

La BIOS estaba mapeada desde 0xF8000 a 0xFFFF, y la CPU ejecutaba la instrucción situada en 0xFFFF0 -- tal es la conveción en el i8088. De modo que, naturalmente, la BIOS estaba fija en dicha dirección.

En cuanto a la disposición de las tipografías chinas, tenían lugar en una ROM enmascarada, bastante grande, ciertamente mayor que el espacio de direccionamiento de un procesador 8088 si se incluyen las fuentes chinas de alta definición (de 24x24 puntos, aún algo bajo a consideración actual). Para resolver este problema, toda las ROMs externas se dividían en páginas de 32 KB; para acceder a estas páginas ROM, se enviaba un comando al ASIC para seleccionar primero la página (conmutación de banco) y luego leerla desde la locación de memoria fija, de una manerae parecida a una MMU de pobre implementación.

No deja de ser notable la inclusión de la unidad de reserva de energía en forma de baterías mencionada. Los modelos más nuevos de la serie, como la MS-2401 podía operar con ellas durante unas 3 horas (lo que hacía de la máquina de escribir una laptop con una impresora incorporada).

El modelo MS-2400 tenía las tipografías chinas mapeadas en 0xA0000 con 16 páginas en total. podía soportar hasta 3 mIME (métodos de entrada), tales como Pinyin, Wubi o Cangjie - un IME estándar venía con la máquina, y se podían incorporar 2 IMs mas comprando e instalando un chip de EPROM de 64K que se insertaba en la ranura de expansión de ROM. Como sólo existía una ranura para IME, siempre había una EPROM de 64K instalada. Los teclados estaban mapeados en 0x90000 y tenían hasta 3 páginas de memoria en total.

Cuando se diseñó la máquina, se previó direccionar otra ranura de expansión en 0xE8000, sin embargo, el socket de expansión nunca se usó.

Como el único dispositivo de presentación era un display LCD de 240x64 pixels, la VRAM era de sólo 2K, tamaño mapeado en 0x80000.

Mapa de memoria para la MS-2401

La MS-2401 se trató de una versión aparecida a finales de los 80s, significativamente más capaz que el modelo anterior con un display LCD más grande, más memoria RAM, y un ROM de caracteres chinos más grande. Para conservar espacio de ROM enmascarada, toda la información de tipografías en la ROM se comprimió.

Mapa de Memoria para la MS-2401H

La "V-RAM (CRT 用)" del modelo expandido MS-2401H/01C consistía en el tope de gama de la serie MS-2401, con la capacidad de contectarle un monitor externo. Contaba con un controlador gráfico MGP TM6066A (un clon de placa de video Hercules) con salida MDA para monitor monocromático de alta definición (720x350 puntos).

Dispositivos de sistema

Es sabido que el microprocesador i8088 original, de 4,77Mhz, permitía construir una computadora apenas capacitada para tareas mínimas. ALPS realizó por tanto emplear algunos ASICs específicos para conectar los periféricos de sistema como impresoras, teclados y displays LCD. Esto dificultaría el hecho de escribir emuladores, sin conocer exactamente cómo operan dichos ASIC en la máquina china es casi imposible emular sus periféricos a la perfección). Incluso con ayuda del diseñador original, desaparecido los listados técnicos de todos los componente, resulta difícil conocer exactamente el direccionado de E/S de cada microcontrolador de aspecto cerrado.

Sin embargo, esto no impide detallar los periféricos de E/S de la serie de máquinas STONE.

Dispositivo de almacenamiento externo.

El primer modelo, MS-2400 constaba de un conector de audio que funciona a 1.200 baudios. Cada casette puede registrar unos 500K de datos, o 250K caracteres chinos.

En 1986, cuando aparece el diskette de 3"1/2, Jizhi Wang escogió utilizar esta moderna tecnología en la MS-2401, fundamentalmente porque ALPS Electronic deseaba desarrollar disketteras - y terminó siendo uno de los fabricantes más reconocidos de las mismas). Esta función fue absolutamente determinante en la capacidad de la máquina de escribir eléctrica en ese momento, pues los documentos digitales en chino finalmente podían ser archivados de forma confiable y relativamente barata. Por supuesto que uno podría utilizar una computadora, pero como se ha dicho, por entonces, una máquina PC con todos los aditamentos para hacer frente al idioma chino no dejaba de constituir una inversión muy fuerte y por fuera del alcance incluso de aficionados e ingenieros.

Teclado

La máquina no está provista de un teclado ANSI (occidental), sino que su diseño de ve inspirado más bien en el teclado JIS japonés, y se encuentra completamente traducido al chino: ni siquiera tiene una tecla "Ctrl", sino una que dice "控制" (literalmente, "control)". Esto era sumamente importante para facilitar el uso natal de la máquina, ya que no requerían a sus usuarios leer idiomas occidentales (como nosotros diríamos "está en chino", un chino diría "está en inglés" ¡porqu es así!)

Un hecho importante a resaltar es que en lugar de las consabidas teclas Esc, Tab, Bloq Mayús, Mayús, y Ctrl dispuestas a la izquierda, el teclado tiene las teclas 半/全 (medio espacio/espacio completo), Tab, Ctrl, Alt, 常用字 ("caracteres frecuentemente usados"). Por supuesto, al ser una máquina de escribir en chino, Bloq Mayús carece de importancia.

Impresora

La impresora parecería sólo aceptar comandos de bajo nivel, o mas bien podría decirse que la impresora en sí carece de controlador. Según el buen Manual de Referencia (en chino), el cabezal de impresión y su motor están controlados directamente por la ASIC. También requiere algunos timers dedicados.

ASIC y controlador de la diskettera

En la MS-2401H, habían 2 ASICs, cada uno de ellos contenía unas 8000 transistores. Sus modelos eran uPD91260GD-5BD y uPD91261GD-5BB.

El controlador de la diskettera de 3"1/2 de la MS-2401 y MS-2401H era el UPD72067GC.

Conclusión

Las máquinas de escribir en chino de Sitong, la serie STONE MS son ejemplos clásicos de impulsar el hardware a sus límitesd gracias al hackeo. La mayoría de la gente hubiese dicho que era imposible utilizar un microprocesador equivalente al 8088 para impulsar un sistema electrónico de escritura en chino, pero los ingenieros de ese país fueron capaces de demostrar lo contrario. Al hackear el sistema y diseñar chips alrededor de un clon de 8088, ¡incluso fueron capaces de mapear memorias mayores al espacio de direccionamiento real de la máquina! Un verdadero logro de los ingenieros y hackers tanto en Sitong de China como en ALPS Electric Japón.

Otro hecho a destacar es que Sitong escribió documentaciones fabulosas, ilustradas técnicamente y con cómics estilo "manga". Esta contiene muchos detalles técnicos, y en algunas ocasiones, elucubra sobre ingeniería eléctrica. Incluye de hecho el volcado del programa de diagnóstico de modo que es posible desensamblaro y agregar nuevas funcionalidades de ser necesario.