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Cuaderno de Tema Común (1)
Trata de la compatibilidad de la Providencia divina y el libre albedrío humano.
P.1
Trata del azar. Comienza diciendo que en un orden establecido por Dios no hay lugar para cosa alguna que se salte las leyes naturales. Llamamos a azar a aquello de lo que desconocemos su causa, pero ésta existe.
P.2
Trata del libre albedrío. Fi defiende su existencia fundamentándola en la razón, el que puede servirse de la razón también puede elegir. Pero esta libertad existe en diversos grados, de Dios > Sabios > "Vulgo" > Malvados encadenados por sus vicios, «viniendo a quedar presas en su propia libertad».
P.3
Trata del conflicto entre presciencia de Dios y libre albedrío humano.
si Dios todo lo prevé sin que pueda equivocarse, necesariamente ha de verificarse lo que la Providencia ha previsto.
Se verá ser la máxima injusticia lo que hoy se considera la suma equidad, a saber, el castigar a los malos y premiar a los buenos: porque no lleva a los hombres al bien o al mal la propia voluntad, sino la invencible necesidad de lo que fatalmente tiene que suceder.
Lo mismo se aplica a la oración, si Dios ya sabe, por qué orar, o de los merecimientos,.
si carecemos de libre albedrío por qué se nos castiga por obrar mal, o premia por obrar bien, etc...
[Fi], sin embargo enfatiza que la presciencia -el conocimiento de hechos futuros- no implica la negación de la libertad de las decisiones, sino el conocimiento anticipado de que tales decisiones van a ser tomadas. Es decir el conocimiento divino no es causa de la decisión, sino que esta siempre recae en la razón humana, más o menos pura o viciada. No es el objeto a conocer el que determina el conocimiento, sino el actor cognoscente quien, mediante su percepción y razón llega a conocer al objeto. El juicio es un acto del que juzga, y depende exclusivamente de sus propias potencias, y no de las del objeto juzgado.
La pres-ciencia es en realidad Pro-videncia porque Dios no ve a futuro, sino que siendo eterno para Dios todo es presente, todo es actual, nada está por venir.
- Editado, con ed, el editor estándard.