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[1] ¡Alabado sea Alá, Que creĂł los cielos y la tierra e instituyĂł las tinieblas y la luz! Aun asĂ, los que no creen equiparan a otros a su Señor.
[2] Él es Quien os creó de arcilla y decretó a cada uno un plazo. Ha sido fijado un plazo junto a Él. Y aún dudáis...
[3] Él es Alá en los cielos y en la tierra. Sabe lo que ocultáis y lo que manifestáis. Sabe lo que merecéis.
[4] Siempre que viene a ellos uno de los signos de su Señor, se apartan de él.
[5] Han desmentido la Verdad cuando ha venido a ellos, pero recibirán noticias de aquello de que se burlaban.
[6] ÂżEs que no ven a cuántas generaciones precedentes hemos hecho perecer? Les habĂamos dado poderĂo en la tierra como no os hemos dado a vosotros. Les enviamos del cielo una lluvia abundante. Hicimos que fluyeran arroyos a sus pies. Con todo, les destruimos por sus pecados y suscitamos otras generaciones despuĂ©s de ellos.
[7] Si hubiĂ©ramos hecho bajar sobre ti una Escritura escrita en pergamino y la hubieran palpado con sus manos, aun asĂ, los que no creen habrĂan dicho: «Esto no es sino manifiesta magia».
[8] Dicen: «¿Por quĂ© no se ha hecho descender a un ángel sobre Ă©l?» Si hubiĂ©ramos hecho descender a un ángel, ya se habrĂa decidido la cosa y no les habrĂa sido dado esperar.
[9] Si hubiĂ©ramos hecho de Ă©l un ángel, le habrĂamos dado apariencia humana y, con ello, habrĂamos contribuido a su confusiĂłn.
[10] Se burlaron de enviados que te precedieron, pero los que se burlaban se vieron cercados por aquello de que se burlaban.
[11] Di: «¡Id por la tierra y mirad cómo terminaron los desmentidores!».
[12] Di: «¿A quiĂ©n pertenece lo que está en los cielos y en la tierra?» Di: «¡A Alá!», Él mismo Se ha prescrito la misericordia. Él os reunirá, ciertamente, para el dĂa indubitable de la ResurrecciĂłn. Quienes se hayan perdido, no creerán.
[13] A Él pertenece lo que sucede de noche y de dĂa. Él es Quien todo lo oye, todo lo sabe.
[14] Di: «¿Tomaré como amigo a otro distinto de Alá, creador de los cielos y de la tierra, Que alimenta sin ser alimentado?» Di: «He recibido la orden de ser el primero en someterse a Alá y no ser de los asociadores».
[15] Di: «Temo, si desobedezco a mi Señor, el castigo de un dĂa terrible».
[16] Él se habrá apiadado de aquĂ©l a quien ese dĂa se le haya alejado. Ése es el Ă©xito manifiesto.
[17] Si Alá te aflige con una desgracia, nadie más que Él podrá retirarla. Si te favorece con un bien... Él es omnipotente.
[18] Él es Quien domina a Sus siervos. Él es el Sabio, el Bien Informado.
[19] Di: «¿Cuál es el testimonio de más peso?» Di: «Alá es testigo entre yo y vosotros. Este Corán me ha sido revelado para que, por Ă©l. os advierta a vosotros y a aquĂ©llos a quienes alcance. ÂżAtestiguarĂais, de verdad, que hay otros dioses junto con Alá?» Di: «No, no lo harĂa». Di: «Él es sĂłlo un Dios Uno y soy inocente de lo que vosotros Le asociáis».
[20] Aquéllos a quienes hemos dado la Escritura la conocen como conocen a sus propios hijos varones. Quienes se hayan perdido, no creerán.
[21] ÂżHay alguien que sea más impĂo que quien inventa una mentira contra Alá o desmiente Sus signos? Los impĂos no prosperarán.
[22] El dĂa que les congreguemos a todos, diremos a los que hayan asociado: «¿DĂłnde están vuestros pretendidos asociados?»
[23] En su confusión, no sabrán decir más que: «¡Por Alá, Señor nuestro, que no éramos asociadores!»
[24] ¡Mira cómo mienten contra sà mismos y cómo se han esfumado sus invenciones!
[25] Hay entre ellos quienes te escuchan, pero hemos velado sus corazones y endurecido sus oĂdos para que no lo entiendan. Aunque vieran toda clase de signos, no creerĂan en ellos. Hasta el punto de que, cuando vienen a disputar contigo, dicen los que no creen: «Éstas no son sino patrañas de los antiguos».
[26] Se lo impiden a otros y ellos mismos se mantienen a distancia. Pero sĂłlo se arruinan a sĂ mismos, sin darse cuenta.
[27] Si pudieras ver cuando, puestos de pie ante el Fuego, digan: «¡Ojalá se nos devolviera! No desmentirĂamos los signos de nuestro Señor, sino que serĂamos de los creyentes».
[28] Pero ¡no! Se les mostrará claramente lo que antes ocultaban. Si se les devolviera, volverĂan a lo que se les prohibiĂł. ¡Mienten, ciertamente!
[29] Dicen: «No hay más vida que la de acá y no seremos resucitados».
[30] Si pudieras ver cuando, puestos de pie ante su Señor... Dirá: «¿No es esto la Verdad?» Dirán: «¡Claro quĂ© sĂ, por nuestro Señor!» Dirá: «¡Gustad, pues, el castigo por no haber creĂdo!»
[31] Perderán quienes hayan desmentido el encuentro de Alá. Cuando, al fin, de repente, les venga la Hora, dirán: «¡Ay de nosotros, que nos descuidamos!» Y llevarán su carga a la espalda. ¿No es carga mala la que llevan?
[32] La vida de acá no es sino juego y distracciĂłn. SĂ, la Morada Postrera es mejor para quienes temen a Alá. ÂżEs que no razonáis...?
[33] Ya sabemos que lo que dicen te entristece. No es a ti a quien desmienten, sino que, más bien, lo que los impĂos rechazan son los signos de Alá.
[34] TambiĂ©n fueron desmentidos antes de ti otros enviados, pero sufrieron con paciencia ese mentĂs y vejaciĂłn hasta que les llegĂł Nuestro auxilio. No hay quien pueda cambiar las palabras de Alá. TĂş mismo has oĂdo algo acerca de los enviados.
[35] Y si te resulta duro que se alejen, auque pudieras encontrar un agujero en la tierra o una escala en el cielo para traerles un signo,... Alá, si hubiera querido, les habrĂa congregado a todos para dirigirles. ¡No seas, pues, de los ignorantes!
[36] Sólo escuchan quienes oyen. En cuanto a los muertos, Alá les resucitará y serán devueltos a Él.
[37] Dicen: «¿Por quĂ© no se le ha revelado un signo que procede de su Señor?» Di: «Alá es capaz de revelar un signo». Pero la mayorĂa no saben.
[38] No hay animal en la tierra, ni ave que vuele con sus alas, que no constituyan comunidades como vosotros. No hemos descuidado nada en la Escritura. Luego, serán congregados hacia su Señor.
[39] Quienes desmienten Nuestros signos son sordos, mudos, vagan entre tinieblas. Alá extravĂa a quien Él quiere, y a quien Él quiere le pone en una vĂa recta.
[40] Di: «¿QuĂ© crees que iba a ser de vosotros si os viniera el castigo de Alá u os viniera la Hora? ÂżInvocarĂais a otros diferentes de Alá? Sinceramente...»
[41] ¡No!, antes bien, le invocarĂais a Él y quitarĂa, si Él quisiera, el objeto de vuestra invocaciĂłn. Y olvidarĂais lo que ahora Le asociáis.
[42] Antes de ti, hemos mandado enviados a comunidades y hemos causado a Ă©stas miseria y desgracia. Quizás, asĂ, se humillaran.
[43] Si se hubieran humillado cuando Nuestro rigor les alcanzĂł... Pero sus corazones se endurecieron y el Demonio engalanĂł lo que hacĂan.
[44] Y cuando hubieron olvidado lo que se les habĂa recordado, les abrimos las puertas de todo. Cuando hubieron disfrutado de lo que se les habĂa concedido, Nos apoderamos de ellos de repente y fueron presa de la desesperaciĂłn.
[45] AsĂ fue extirpado el pueblo que obrĂł impĂamente. ¡Alabado sea Alá, Señor del universo!
[46] Di: «¿QuĂ© os parece? Si Alá os privara del oĂdo y de la vista y sellara vuestros corazones, quĂ© dios otro que Alá podrĂa devolvĂ©roslos?» ¡Mira cĂłmo exponemos las aleyas! Aun asĂ, ellos se apartan.
[47] Di: «¿QuĂ© crees que iba a ser de vosotros si os sorprendiera el castigo de Alá repentina o visiblemente? ÂżQuiĂ©n iba a ser destruido sino el pueblo impĂo?»
[48] No mandamos a los enviados sino como nuncios de buenas nuevas y para advertir. Quienes crean y se enmienden, no tienen que temer y no estarán tristes.
[49] A quienes desmientan Nuestros signos les alcanzará el castigo por haber sido perversos.
[50] Di: «Yo no pretendo poseer los tesoros de Alá, ni conozco lo oculto, ni pretendo ser un ángel. No hago sino seguir lo que se me ha revelado». Di: «¿Son iguales el ciego y el vidente? ¿Es que no reflexionáis?»
[51] Advierte por su medio a quienes teman ser congregados hacia su Señor que no tendrán, fuera de Él, amigo ni intercesor. Quizás. asĂ, teman a Alá.
[52] No rechaces a quienes invocan a su Señor mañana y tarde por deseo de agradarle. No tienes tĂş que pedirles cuentas de nada, ni ellos a ti. Y, si les rechazas, serás de los impĂos.
[53] Asà hemos probado a unos por otros para que digan: «¿Es a éstos a quienes Alá ha agraciado de entre nosotros?» ¿No conoce Alá mejor que nadie a los agradecidos?
[54] Cuando vengan a ti los que creen en Nuestros signos, di: «¡Paz sobre vosotros!» Vuestro Señor Se ha prescrito la misericordia, de modo que si uno de vosotros obra mal por ignorancia, pero luego se arrepiente y enmienda... Él es indulgente, misericordioso.
[55] AsĂ es como exponemos los signos, para que aparezca claro el camino de los pecadores.
[56] Di: «Se me ha prohibido servir a aquĂ©llos que invocáis en lugar de invocar a Alá». Di: «No seguirĂ© vuestras pasiones; si no, me extraviarĂa y no serĂa de los bien dirigidos».
[57] Di: «Me baso en una prueba clara venida de mi Señor y vosotros lo desmentĂs. Yo no tengo lo que pedĂs con tanto apremio. La decisiĂłn pertenece sĂłlo a Alá: Él cuenta la verdad y Él es el Mejor en fallar».
[58] Di: «Si yo tuviera lo que pedĂs con tanto apremio, ya se habrĂa decidido la cosa entre yo y vosotros». Alá conoce mejor que nadie a los impĂos.
[59] Él posee las llaves de lo oculto, sólo Él las conoce. Él sabe lo que hay en la tierra y en el mar. No cae ni una hoja sin que Él lo sepa, no hay grano en las tinieblas de la tierra, no hay nada verde, nada seco, que no esté en una Escritura clara.
[60] Él es quien os llama de noche y sabe lo que habĂ©is hecho durante el dĂa. Luego, os despierta en Ă©l. Esto es asĂ para que se cumpla un plazo fijo. Luego, volverĂ©is a Él y os informará de lo que hacĂais.
[61] Él es Quien domina a Sus siervos. EnvĂa sobre vosotros a custodios. Cuando, al fin, viene la muerte a uno de vosotros, Nuestros enviados le llaman, no se descuidan.
[62] Luego, son devueltos a Alá, su verdadero Dueño. ¿No es a Él a quien toca decidir? Él es el más rápido en ajustar cuentas.
[63] Di: «¿Quién os librará de las tinieblas de la tierra y del mar?» Le invocáis humildemente y en secreto: «Si nos libra de ésta, seremos, ciertamente, de los agradecidos».
[64] Di: «Alá os libra de ésta y de todo apuro, pero vosotros de nuevo Le asociáis».
[65] Di: «Él es el Capaz de enviaros un castigo de arriba o de abajo, o de desconcertaros con partidos diferentes y haceros gustar vuestra mutua violencia». ¡Mira cómo exponemos las aleyas! Quizás, asà comprendan mejor.
[66] Pero tu pueblo lo ha desmentido, que es la Verdad. Di: «Yo no soy vuestro protector.
[67] Todo anuncio tiene su tiempo oportuno y pronto lo sabréis».
[68] Cuando veas a los que parlotean de Nuestros signos, dĂ©jales hasta que cambien de conversaciĂłn. Y, si el Demonio hace que te olvides, entonces, despuĂ©s de la amonestaciĂłn, no sigas con los impĂos.
[69] Quienes temen a Alá no deben pedirles cuentas de nada, sino tan sĂłlo amonestarles. Quizás, asĂ, teman a Alá.
[70] ¡Deja a quienes toman su religiĂłn a juego y distracciĂłn y a quienes ha engañado la vida de acá! ¡AmonĂ©stales por su medio, no sea que alguien se pierda por razĂłn de sus obras! No tendrá, fuera de Alá, amigo ni intercesor y, aunque ofrezca toda clase de compensaciones, no se le aceptarán. Ésos son los que se han perdido por razĂłn de sus obras. Se les dará a beber agua muy caliente y tendrán un castigo doloroso por no haber creĂdo.
[71] Di: «¿Invocaremos, en lugar de invocar a Alá, lo que no puede aprovecharnos ni dañarnos? ¿Volveremos sobre nuestros pasos después de habernos dirigido Alá?» Como aquél a quien los demonios han seducido y va desorientado por la tierra... Sus compañeros le llaman, invitándole a la Dirección: «¡Ven a nosotros!» Di: «La dirección de Alá es la Dirección. Hemos recibido la orden de someternos al Señor del universo.
[72] ¡Haced la azalá! ¡Temedle! Es Él hacia Quien seréis congregados».
[73] Es Él Quien ha creado con un fin los cielos y la tierra. El dĂa que dice: «¡SĂ©!», es. Su palabra es la Verdad. Suyo será el dominio el dĂa que se toque la trompeta. El Conocedor de lo oculto y de lo patente. Él es el Sabio, el Bien Informado.
[74] Y cuando Abraham dijo a su padre Azar: «¿Tomas a los Ădolos como dioses? SĂ, veo que tĂş y tu pueblo estáis evidentemente extraviados».
[75] Y asĂ mostramos a Abraham el reino de los cielos y de la tierra, para que fuera de los convencidos.
[76] Cuando cerró la noche sobre él, vio una estrella y dijo: «¡Éste es mi Señor!». Pero, cuando se puso, dijo: «No amo a los que se ponen».
[77] Cuando vio la luna que salĂa, dijo: «Éste es mi Señor». Pero, cuando se puso, dijo: «Si no me dirige mi Señor, voy a ser, ciertamente, de los extraviados».
[78] Cuando vio el sol que salĂa, dijo: «Éste es mi Señor! ¡Éste es mayor!». Pero, cuando se puso, dijo: «¡Pueblo! Soy inocente de lo que Le asociáis.
[79] Vuelvo mi rostro, como hanif, hacia Quien ha creado los cielos y la tierra. Y no soy asociador».
[80] Su pueblo disputó con él. Dijo: «¿Disputáis conmigo sobre Alá, a pesar de haberme Él dirigido? No temo lo que Le asociáis, a menos que mi Señor quiera algo. Mi Señor lo abarca todo en Su ciencia. ¿Es que no os dejaréis amonestar?
[81] ¿Cómo voy a temer lo que Le habéis asociado si vosotros no teméis asociar a Alá algo para lo que Él no os ha conferido autoridad? ¿Cuál, pues, de las dos partes tiene más derecho a seguridad? Si es que lo sabéis...».
[82] Quienes creen y no revisten su fe de impiedad, ésos son los que están en seguridad, los que están dirigidos.
[83] Ése es el argumento Nuestro que dimos a Abraham contra su pueblo. Ascendemos la categorĂa de quien queremos. Tu Señor es sabio, omnisciente.
[84] Le regalamos a Isaac y a Jacob. Dirigimos a los dos. A NoĂ© ya le habĂamos dirigido antes y, de sus descendientes, a David, a SalomĂłn, a Job, a JosĂ©, a MoisĂ©s y a AarĂłn. AsĂ retribuimos a quienes hacen el bien.
[85] Y a ZacarĂas, a Juan, a JesĂşs y a ElĂas, todos ellos de los justos.
[86] Y a Ismael, a Eliseo, a Jonás y a Lot. A cada uno de ellos le distinguimos entre todos los hombres,
[87] asĂ como a algunos de sus antepasados, descendientes y hermanos. Les elegimos y dirigimos a una vĂa recta.
[88] Ésta es la direcciĂłn de Alá, por la que dirige a quien Él quiere de Sus siervos. Si hubieran sido asociadores, todas sus obras habrĂan sido vanas.
[89] Fue a Ă©stos a quienes dimos la Escritura, el juicio y el profetismo. Y, si Ă©stos no creen en ello, lo hemos confiado a otro pueblo, que sĂ que cree.
[90] A éstos ha dirigido Alá. ¡Sigue, pues, su Dirección! Di: «No os pido salario a cambio. No es más que una Amonestación dirigida a todo el mundo».
[91] No han valorado a Alá debidamente cuando han dicho: «Alá no ha revelado nada a un mortal». Di: «Y ÂżquiĂ©n ha revelado la Eiscrituro que MoisĂ©s trajo, luz y direcciĂłn para los hombres? la ponĂ©is en pergaminos, que enseñáis, pero ocultáis una gran parte. Se os enseñó lo que no sabĂais, ni vosotros ni vuestros padres». Di: «¡Fue Alá!». Y dĂ©jales que pasen el rato en su parloteo.
[92] Es ésta una Escritura bendita que hemos revelado, que confirma la revelación anterior, para que adviertas a la metrópoli y a los que viven en sus alrededores. Quienes creen en la otra vida, creen también en ella y observan su azalá.
[93] ÂżHay alguien que sea más impĂo que quien inventa una mentira contra Alá, o quien dice: «He recibido una revelaciĂłn», siendo asĂ que no se le ha revelado nada, o quien dice: «Yo puedo revelar otro tanto de lo que Alá ha revelado»? Si pudieras ver cuando estĂ©n los impĂos en su agonĂa y los ángeles extiendan las manos: «¡Entregad vuestras almas! Hoy se os va a retribuir con un castigo degradante, por haber dicho falsedades contra Alá y por haberos desviado altivamente de Sus signos».
[94] «HabĂ©is venido uno a uno a Nosotros, como os creamos por vez primera, y habĂ©is dejado a vuestras espaldas lo que os habĂamos otorgado. No vemos que os acompañen vuestros intercesores, que pretendĂais eran vuestros asociados. Se han roto ya los lazos que con ellos os unĂan, se han esfumado vuestras pretensiones».
[95] Alá hace que germinen el grano y el hueso del dátil, saca al vivo del muerto y al muerto del vivo. ¡Ése es Alá! ¡Cómo podéis, pues, ser tan desviados!
[96] Quien hace que el alba apunte, Quien hizo de la noche descanso y del sol y de la luna cĂłmputo. Esto es lo que ha decretado el Poderoso, el Omnisciente.
[97] Y Él es Quien ha hecho, para vosotros, las estrellas, con objeto de que podáis dirigiros por ellas entre las tinieblas de la tierra y del mar. Hemos expuesto asà los signos a gente que sabe.
[98] Y Él es Quien os ha creado de una sola persona. Receptáculo y depósito. Hemos expuesto asà los signos a gente que entiende.
[99] Y Él es Quien ha hecho bajar agua del cielo. Mediante ella hemos sacado toda clase de plantas y follaje, del que sacamos granos arracimados. Y de las vainas de la palmera, racimos de dátiles al alcance. Y huertos plantados de vides, y los olivos y los granados, parecidos y diferentes. Cuando fructifican, ¡mirad el fruto que dan y cómo madura! Ciertamente, hay en ello signos para gente que cree.
[100] Han hecho de los genios asociados de Alá, siendo asà que Él es Quien los ha creado. Y Le han atribuido, sin conocimiento, hijos e hijas. ¡Gloria a Él! ¡Está por encima de lo que Le atribuyen!
[101] Creador de los cielos y de la tierra. ¿Cómo iba a tener un hijo si no tiene compañera, si lo ha creado todo y lo sabe todo?
[102] Ése es Alá, vuestro Señor. No hay más dios que Él. Creador de todo. ¡Servidle, pues! Él vela por todo.
[103] La vista no Le alcanza, pero Él sà que alcanza la vista. Es el Sutil, el Bien Informado.
[104] «Habéis recibido intuiciones de vuestro Señor. Quien ve claro, ve en beneficio propio. Quien está ciego, lo está en detrimento propio. Yo no soy vuestro custodio.»
[105] Asà exponemos las aleyas para que digan: «Tú has estudiado» y para explicarlo Nosotros a gente que sabe.
[106] Sigue lo que se te ha revelado, procedente de tu Señor. No hay más dios que Él. Y apártate de los asociadores.
[107] Si Alá hubiera querido, no habrĂan sido asociadores. No te hemos nombrado custodio de ellos, ni eres su protector.
[108] No insultĂ©is a los que ellos invocan en lugar de invocar a Alá, no sea que, por hostilidad, insulten a Alá sin conocimiento. AsĂ, hemos engalanado las obras de cada comunidad. Luego, volverán a su Señor y ya les informará Él de lo que hacĂan.
[109] Han jurado solemnemente por Alá que si les viene un signo creerán, ciertamente, en él. Di: «Sólo Alá dispone de los signos». Y ¿qué es lo que os hace prever que, si ocurre, vayan a creer?
[110] Desviaremos sus corazones y sus ojos, como cuando no creyeron por primera vez, y les dejaremos que yerren ciegos en su rebeldĂa.
[111] Aunque hubiĂ©ramos hecho que los ángeles descendieran a ellos, aunque les hubieran hablado los muertos, aunque hubiĂ©ramos juntado ante ellos todas las cosas, no habrĂan creĂdo, a menos que Alá hubiera querido. Pero la mayorĂa son ignorantes.
[112] AsĂ hemos asignado a cada profeta un enemigo: hombres endemoniados o genios endemoniados, que se inspiran mutuamente pomposas palabras para engañarse. Si tu Señor hubiera querido, no lo habrĂan hecho. ¡DĂ©jales con sus invenciones!
[113] ¡Que los corazones de los que no creen en la otra vida se vean atraĂdos a ello! ¡Que les plazca! ¡Que lleven su merecido!
[114] «¿Buscaré, pues, a otro diferente de Alá como juez, siendo Él Quien os ha revelado la Escritura explicada detalladamente?» Aquéllos a quienes Nosotros hemos dado la Escritura saben bien que ha sido revelada por tu Señor con la Verdad. ¡No seáis, pues, de los que dudan!
[115] La Palabra de tu Señor se ha cumplido en verdad y en justicia. Nadie puede cambiar Sus palabras. Él es Quien todo lo oye, todo lo sabe.
[116] Si obedecieras a la mayorĂa de los que están en la tierra, te extraviarĂan del camino de Alá. No siguen sino conjeturas, no formulan sino hipĂłtesis.
[117] Ciertamente, tu Señor conoce mejor que nadie quiĂ©n se extravĂa de Su camino y quiĂ©nes son los bien dirigidos.
[118] Comed, pues, de aquello sobre lo que se ha mencionado el nombre de Alá si creéis en Sus signos.
[119] ÂżQuĂ© razĂłn tenĂ©is para no comer de aquello sobre lo que se ha mencionado el nombre de Alá, habiĂ©ndoos Él detallado lo ilĂcito -salvo en caso de extrema necesidad-? Muchos sin conocimiento extravĂan a otros con sus pasiones. Tu Señor conoce mejor que nadie a quienes violan la ley.
[120] Evitad el pecado, público o privado. Los que cometan pecado serán retribuidos conforme a su merecido.
[121] No comáis de aquello sobre lo que no hayáis mencionado el nombre de Alá, pues seria una perversidad. SĂ, los demonios inspiran a sus amigos que discutan con vosotros. Si les obedecĂ©is, sois asociadores.
[122] El que estaba muerto y que luego hemos resucitado dándole una luz con la cual anda entre la gente, ¿es igual que el que está entre tinieblas sin poder salir? De este modo han sido engalanadas las obras de los infieles...
[123] AsĂ, hemos puesto en cada ciudad a los más pecadores de ella para que intriguen. Pero, al intrigar, no lo hacen sino contra sĂ mismos, sin darse cuenta.
[124] Cuando les viene un signo dicen: «No creeremos hasta que se nos dé tanto cuanto se ha dado a los enviados de Alá». Pero Alá sabe bien a quién confiar Su mensaje. La humillación ante Alá y un castigo severo alcanzarán a los pecadores por haber intrigado.
[125] Alá abre al islam el pecho de aquél a quien Él quiere dirigir. Y estrecha y oprime el pecho de aquél a quien Él quiere extraviar, como si se elevara en el aire. Asà muestra Alá la indignación contra quienes no creen.
[126] Ésta es la vĂa de tu Señor, recta. Hemos expuesto las aleyas a gente que se deja amonestar.
[127] La Morada de la Paz junto a su Señor es para ellos -Él es su amigo-, como premio a sus obras.
[128] El dĂa que Él les congregue a todos: «¡Asamblea de genios! ¡HabĂ©is abusado de los hombres!» y los hombres que fueron amigos de los genios dirán: «¡Señor! Unos hemos sacado provecho de otros y hemos llegado ya al tĂ©rmino que TĂş nos habĂas señalado». Dirá: «TendrĂ©is el Fuego por morada, en el que estarĂ©is eternamente, a menos que Alá disponga otra cosa». Tu Señor es sabio, omnisciente.
[129] AsĂ conferimos a algunos impĂos autoridad sobre otros por lo que han cometido.
[130] «¡Asamblea de genios y de hombres! ÂżNo vinieron a vosotros enviados, salidos de vosotros, para contaros Mis signos y preveniros contra el encuentro de este vuestro dĂa?» Dirán: «Atestiguamos contra nosotros mismos». Pero la vida de acá les engañó y atestiguarán contra sĂ mismos su incredulidad.
[131] Porque tu Señor no va a destruir injustamente ciudades sin haber antes apercibido a sus habitantes.
[132] Para todos habrá categorĂas segĂşn sus obras. Tu Señor está atento a lo que hacen.
[133] Tu Señor es Quien Se basta a SĂ mismo, el Dueño de la misericordia. Si quisiera, os retirarĂa y os sustituirĂa por quien Él quisiera, igual que os ha suscitado a vosotros de la descendencia de otra gente.
[134] ¡Ciertamente, aquello con que se os ha amenazado vendrá! Y no podréis escapar.
[135] Di: «¡Pueblo! ¡Obrad segĂşn vuestra situaciĂłn! Yo tambiĂ©n obrarĂ©... Pronto sabrĂ©is para quiĂ©n será la Morada Postrera. Los impĂos no prosperarán».
[136] Reservan a Alá una parte de la cosecha y de los rebaños que Él ha hecho crecer. Y dicen: «Esto es para Alá» -eso pretenden- «y esto para nuestros asociados». Pero lo que es para quienes ellos asocian no llega a Alá y lo que es para Alá llega a quienes ellos asocian. ¡Qué mal juzgan!
[137] AsĂ, los que ellos asocian han hecho creer a muchos asociadores que estaba bien que mataran a sus hijos. Esto era para perderles a ellos mismos y oscurecerles su religiĂłn. Si Alá hubiera querido, no lo habrĂan, hecho. DĂ©jales, pues, con sus invenciones.
[138] Y dicen: «He aquà unos rebaños y una cosecha que están consagrados. Nadie se alimentará de ellos sino en la medida que nosotros queramos». Eso pretenden. Hay bestias de dorso prohibido y bestias sobre las que no mencionan el nombre de Alá. Todo eso es una invención contra Él. Él les retribuirá por sus invenciones.
[139] Y dicen: «Lo que hay en el vientre de estas bestias está reservado para nuestros, varones y vedado a nuestras esposas». Pero, si estuviera muerta, participarĂan de ella. Él les retribuirá por lo que cuentan. Él es sabio, omnisciente.
[140] Saldrán perdiendo quienes, sin conocimiento, maten a sus hijos tontamente y que, inventando contra Alá, prohĂban aquello de que Alá les ha proveĂdo. Están extraviados, no están bien dirigidos.
[141] Él es Quien ha creado huertos, unos con emparrados y otros sin ellos, las palmeras, los cereales de alimento vario, los olivos, los granados, parecidos y diferentes. ¡Comed de su fruto, si lo tienen, pero dad lo debido el dĂa de la cosecha! ¡Y no cometáis excesos, que Alá no ama a los inmoderados!.
[142] De las bestias, unas sirven de carga y otras con fines textiles. ¡Comed de lo que Alá os ha proveĂdo y no sigáis los pasos del Demonio! Es para vosotros un enemigo declarado.
[143] Cuatro parejas de reses: una de ganado ovino y otra de ganado caprino -di: «¿Ha prohido los dos machos, o las dos hembras, o lo que encierran los úteros de las dos hembras? ¡Informadme con conocimiento, si sois sinceros!»-,
[144] una de ganado camĂ©lido y otra de ganado bovino -di: «¿Ha prohibido los dos machos o las dos hembras o lo que encierran los Ăşteros de las dos hembras? ÂżFuisteis, acaso, testigos cuando Alá os ordenĂł esto? ÂżHay alguien más impĂo que aquĂ©l que inventa una mentira contra Alá para, sin conocimiento, extraviar a los hombres?»-. Ciertamente, Alá no dirige al pueblo impĂo.
[145] Di: «En lo que se me ha revelado no encuentro nada que se prohĂba comer, excepto carne mortecina, sangre derramada o carne de cerdo -que es una suciedad-, o aquello sobre lo que, por pervesidad, se haya invocado un nombre diferente del de Alá. Pero, si alguien se ve compelido por la necesidad -no por deseo ni por afán de contravenir-... Tu Señor es indulgente, misericordioso».
[146] A los judĂos les prohibimos toda bestia ungulada y la grasa de ganado bovino y de ganado menor, excepto la que tengan en los lomos o en las entrañas o la mezclada con los huesos. AsĂ les retribuimos por su rebeldĂa. Decimos, sĂ, la verdad.
[147] Si te desmienten, di: «Vuestro Señor es el Dueño de una inmensa misericordia, pero no se alejará Su rigor del pueblo pecador».
[148] Los asociadores dirán: «Si Alá hubiera querido, no habrĂamos sido asociadores, ni tampoco nuestros padres, ni habrĂamos declarado nada ilĂcito». AsĂ desmintieron sus antecesores, hasta que gustaron Nuestro rigor. Di: «¿TenĂ©is alguna ciencia que podáis mostrarnos?» No seguĂs sino conjeturas, no formuláis sino hipĂłtesis.
[149] Di: «Es Alá quien posee el argumento definitivo y, si hubiera querido, os habrĂa dirigido a todos».
[150] Di: «¡Traed a vuestros testigos y que atestiguen que Alá ha prohibido esto!» Si atestiguan, no atestiguéis con ellos. No sigas las pasiones de quienes han desmentido Nuestros signos, de quienes no creen en la otra vida y equiparan a otros a su Señor.
[151] Di: «¡Venid, que os recitarĂ© lo que vuestro Señor os ha prohibido: que Le asociĂ©is nada! ¡Sed buenos con vuestros padres, no matĂ©is a vuestros hijos por miedo de empobreceros -ya os proveeremos Nosotros, y a ellos,- alejaos de las deshonestidades, pĂşblicas o secretas, no matĂ©is a nadie que Alá haya prohibido, sino con justo motivo ¡Esto os ha ordenado Él. Quizás, asĂ, razonĂ©is».
[152] «¡No toquéis la hacienda del huérfano, sino de manera conveniente, hasta que alcance la madurez! ¡Dad con equidad la medida y el peso justos! No pedimos a nadie sino según sus posibilidades. Sed justos cuando declaréis, aun si se trata de un pariente! ¡Sed fieles a la alianza con Alá! Esto os ha ordenado Él. Quizás, asà os dejéis amonestar».
[153] Y: «Ésta es Mi vĂa, recta. Seguidla, pues, y no sigáis otros caminos, que os desviarĂan de Su camino. Esto os ha ordenado Él. Quizás, asĂ temáis a Alá».
[154] Dimos, además, la Escritura a MoisĂ©s como complemento, por el bien que habĂa hecho, como explicaciĂłn detallada de todo, como direcciĂłn y misericordia. Quizás, asĂ, crean en el encuentro de su Señor.
[155] Es ésta una Escritura bendita que hemos revelado. ¡Seguidla, pues, y temed a Alá! Quizás, asà se os tenga piedad.
[156] No sea que dijerais: «Sólo se ha revelado la Escritura a dos comunidades antes que a nosotros y no nos preocupábamos de lo que ellos estudiaban».
[157] O que dijerais: «Si se nos hubiera revelado la Escritura, habrĂamos sido mejor dirigidos que ellos». Pues ya ha venido a vosotros de vuestro Señor una prueba clara, direcciĂłn y misericordia. Y Âżhay alguien más impĂo que quien desmiente los signos de Alá y se aparta de ellos? Retribuiremos con un mal castigo a quienes se aparten de nuestros mensajes, por haberse apartado.
[158] ÂżQuĂ© esperan sino que vengan a ellos los ángeles, o que venga tu Señor, o que vengan algunos de los signos de tu Señor? El dĂa que vengan algunos de los signos de tu Señor, no aprovechará su fe a nadie que antes no haya creĂdo o que, en su fe, no haya hecho bien. Di: «¡Esperad! ¡Nosotros esperamos!»
[159] En cuanto a los que han escindido su religiĂłn en sectas, es asunto que no te incumbe. Su suerte está sĂłlo en manos de Alá. Luego, ya les informará Él de lo que hacĂan.
[160] Quien presente una buena obra, recibirá diez veces más. Y quien presente una mala obra, será retribuido con sólo una pena semejante. No serán tratados injustamente.
[161] Di: «A mĂ, mi Señor me ha dirigido a una vĂa recta, una fe verdadera, la religiĂłn de Abraham, que fue hanif y no asociador»
[162] Di: «Mi azalá, mis prácticas de piedad, mi vida y mi muerte pertenecen a Alá, Señor del universo.
[163] No tiene asociado. Se me ha ordenado esto y soy el primero en someterse a Él»
[164] Di: «¿Buscaré a otro diferente de Alá como Señor. Él que es el Señor de todo?» Nadie comete mal sino en detrimento propio. Nadie cargará con la carga ajena. Luego, volveréis a vuestro Señor y ya os informará Él de aquello en que discrepabais.
[165] Él es Quien os ha hecho sucesores en la tierra y Quien os ha distinguido en categorĂa a unos sobre otros, para probaros en lo que os ha dado. Tu Señor es rápido en castigar, pero tambiĂ©n es indulgente, misericordioso.