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Esto me pasó el otro día, navegado por twitter y otras páginas donde hay muchos avisos donde te indican que la información o las imágenes que vas a ver son para
mayores de 18 años y tienes que jurar y perjurar que lo eres para poder verlas. Es un absurdo porque no te piden el DNI y afortunadamente es así de
momento. Pero por ejemplo sabemos que en Instagram, Youtube, y otros portales o bien se eliminan cualquier imagen que pueda dar a entender algo de erotismo,
aunque esto es muy subjetivo, o como en Youtube que sí te piden tu DNI para ver ciertos vídeos, al menos en Europa.
Este tipo de censura no tiene sentido porque directamente en redes sociales como Instagram o TikTok no se debería permitir el acceso legal de menores, otra cosa
es que se lo salten pero eso ya es cosa de los padres, por temas de no permitir que menores sin conocimiento expongan su imagen. Por esta razón que en esas
redes haya una férrea censura no tiene sentido. Y no hablo de contenido sexual explícito ya que se sabe que cierran y bloquean vídeos porque aparece un pezón de
una mujer aunque sea en una pintura.
Esto da lugar a un internet absurdo donde las empresas quieren que lo use todo el mundo incluido menores pero luego no quieren que se suba cualquier contenido,
ni siquiera legal. Es como si a un local de striptease se admitiese a todo tipo de personas incluidas menores, pero por eso mismo las modelos no pudieran
quedarse desnudas (ni me gustan ni he estado nunca en un local de esos pero es lo que hay), pero sería absurdo para las personas que sí les gusta esos locales
por ver ese tipo de espectáculos.
Volvemos a la premisa de que Internet está rota a causa de la codicia de las empresas.
Esto que voy a contar ya lo he leído varias veces precisamente en la Geminisfera, pero es interesante hacer la prueba con uno mismo para darse cuenta hasta que
punto es verdad y no un simple comentario o post de abuelo cebolleta en plan, los jóvenes vais a arruinar el futuro. Básicamente porque el futuro ya está
arruinado y no fueron precisamente los jóvenes los artífices de los desastres que hemos tenido y que nos esperan.
Pero como digo lo interesante para ver hasta que punto hemos acabado siendo una sociedad adicta a las tecnologías, y aún no voy a romper el melón de por qué
somos una sociedad adicta así en general, es hacer un pequeño experimento.
A día de hoy yo ya no dispongo de móvil inteligente con Android o ios. Mi móvil actual es un móvil que me monté por mi cuenta gracias a una empresa llamada
CircuitMess que empezó haciendo consolas de videojuegos basadas en Arduino y que es muy fácil hacerse uno mismo, pero dieron el salto a crear más aparatos
basados en Arduino como el teléfono que poseo. Yo ya tenía pensado en crearme mi propio teléfono con una placa Arduino, ya había en páginas como hackday o
Instructables proyectos gracias a los cuales tú lo podías hacer, pero me topé con esta empresa donde ya había solucionado la mayoría de los problemas, creado su
propia placa con el controlador de Arduino y hasta programado el software que te permite usar tu tarjeta SIM habitual, llamar y recibir llamadas, mandar y
recibir sms y algunas otras utilidades como calculadora, calendario, linterna, reproductor de mp3 y hasta juegos. Además tenían una web donde la comunidad
añadió más programas.
Cómo digo es mi móvil habitual y me va bien pero le falta una cosa super importante, el WhatsApp. He intentado resistir, hacer que algunos amigos me manden sms,
o que usen Telegram ya que aunque no me guste Telegram al menos me permite algo que WhatsApp no que es tener aplicación de ordenador independiente de la del
móvil. WhatsApp como toda tecnología que cuando se hace tan famosa que prácticamente monopoliza el mercado acaba siendo la peor técnicamente solo permite
aplicación de Escritorio si tienes la aplicación móvil.
Así que al final he decidido comprarme un móvil de 35 euros con KaiOS, un sistema operativo que procede del, por desgracia, mal logrado, Firefox OS, y que tiene
lo básico y además WhatsApp.
Pero como digo ya cambiar de móvil a uno más sencillo que al menos que no sea capaz de instalar todas las Apps como Instagram, TikTok, Twitter, Facebook, etc,
etc, es un paso duro, el experimento que os propongo es aún más duro.
No cambiéis de móvil, usad vuestro smarthphone de siempre con vuestro Android y todas esas Apps que están específicamente diseñadas para absorber vuestro
tiempo, atención y alma si es que la tuvierais y simplemente dejad el móvil, en silencio en vuestro bolsillo.
El asunto es, ¿cuánto tiempo podéis aguantar hasta que cogéis el móvil y al menos de forma furtiva le echáis un ojo para ver si hay alguna notificación nueva?
También digo que esto lo hagáis en fin de semana para que no tengáis la excusa de que es que puede que sea algo importante de trabajo.
Pues eso os invito a hacer ese experimento y vosotros mismos veréis lo enganchados que estáis a las nuevas tecnologías en general y a los smarthphones en
particular.
nota: Me hace gracia que cuando he estado buscando móviles como el que os he comentado que solo tenga lo básico y a lo sumo WhatsApp, en la web del producto
ponga: "móviles para personas mayores" :D
Es curioso como mientras en toda Europa se está prohibiendo el uso de herramientas como Office365 o Google en las universidades e institutos aquí parece que
vamos a otro ritmo o directamente vivimos en otro continente o planeta. En los últimos años se están implantando estas opciones privativas y de empresas
americanas a pesar de que desde la Unión Europea se dicen que usan prácticas ilegales tales como apropiarse de los datos de los alumnos y guardarlos bajo suelo
y legislación norteamericana. Pero a pesar de todo estoy viendo como universidades como la de mi ciudad y otras que ya tenían soluciones propias y basadas en
software libre han tirado un montón de años de desarrollo y trabajo por estas empresas.
Pues ya ayer vi uno de los primeros problemas. Una amiga tiene que enviar un trabajo usando la plataforma de Microsoft en formato Excel. Resulta que si abre el
archivo con el Office de Escritorio tiene que comprarlo porque claro, aunque tenga rebaja por ser alumna algo tiene que pagar, si no puede le da la opción de
abrir el fichero con el Office365 que es la versión en la nube, pero resulta que hay algunos elementos del documento que no se abren bien porque la versión de
la nube aún no tiene todas las características que la versión de escritorio. Al final lo hemos tenido que abrir con LibreOffice, pasarlo a pdf y mandarlo al
profesor comentándole los problemas.
Un despropósito total