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La transición a los servicios alternativos que respetan la privacidad involucra una serie de pasos. Normalmente recomiendo tomarlo con calma, y dar un paso a la vez; esto vuelve el proceso mucho más trivial y facilita la tarea. Uno de los pasos más importantes, y en muchas ocasiones el primero, es cambiar el navegador web, que constituye nuestra puerta de entrada al internet como lo conocemos. Así pues, en este artículo presentaré algunos navegadores que respetan la privacidad para que tú también puedas iniciar la travesía en busca de recuperar tus derechos en el mundo digital.
El navegador es la pieza de software que permite ver páginas web, y su elección es crucial para alcanzar un buen nivel de privacidad. Mi recomendación principal, siempre hablando de Android, es utilizar el navegador Fennec, que se puede conseguir desde F-Droid; procura instalar el complemento Ublock Origin. Alternativamente, utiliza Tor Browser o Mull para tareas que requieran mayor protección, como consultas de carácter médico. Bromite es otra buena opción para quienes estén acostumbrados a Google Chrome. Lagrange y Deedum por su parte permiten acceder al espacio Gemini, una web privada por defecto que está creciendo muy rápido.
Un navegador es una pieza especial de software (esto es, una aplicación o programa) que nos permite acceder a la Web. Si se quiere visitar una página web, como Wikipedia, la forma de hacerlo es mediante esta pieza de software. Originalmente, la tarea de los navegadores era simplemente mostrar archivos HTML servidos por una computadora localizada en algún punto del mundo. No obstante, la tecnología ha avanzado y muchas cosas han cambiado desde entonces; ahora los navegadores deben ser capaces de ejecutar código arbitrario (Javascript), reproducir todo tipo de archivos multimedia, procesar hojas de estilo complejas (CSS) en una fracción de segundo, y mucho más. Desgraciadamente, la expansión de internet también ha atraído a entidades poderosas y maliciosas, que explotaron sus vulnerabilidades para obtener rédito. Las páginas web, y pronto los navegadores mismos, pasaron a ser capaces de rastrear a los usuarios mediante técnicas avanzadas para satisfacer el deseo de información de grandes empresas y gobiernos. Los datos personales de millones de personas pasaron a alimentar enormes bases de datos utilizadas para todo tipo de acciones, de las cuales la más benigna es «personalizar» anuncios (cuando no existe razón para que sean personalizados) y las más malignas incluyen la manipulación colectiva y la persecución de individuos. Es esta la situación que hace necesaria la protección de la privacidad en el mundo digital.
Las estadísticas muestran que el navegador más utilizado es Google Chrome. Si tienes un dispositivo Android, seguramente tienes esa aplicación instalada (pero tú no la instalaste, de hecho viene de fábrica), y posiblemente la utilizaste sin percatarte de ello. Chrome es conocido por invadir la privacidad de sus usuarios de muchas formas, especialmente si es utilizado habiendo accedido a una cuenta de Google. Chrome es software privativo, por lo que de hecho no podemos saber cuánta información es recolectada, pero ya lo indicado por su política de privacidad es suficiente como para no recomendar su uso. Independientemente de tus objetivos, por favor nunca utilices el navegador Chrome, a menos que estés dispuesto a aceptar que todo lo que hagas allí será analizado por una empresa extranjera y utilizado para crear un perfil de ti para quién sabe qué propósitos. Y no, el modo incógnito no protege tu privacidad, solo borra el historial y las cookies al salir; tanto Google como los sitios web que visitas pueden continuar rastreando tu actividad.
Posiblemente cualquier navegador es mejor que Chrome en términos de privacidad, pero hay muchos que tampoco son recomendables, como Opera, Edge y Yandex, entre otros. Por ello, aquí listaré algunos navegadores que ofrecen una protección aunque sea mínima frente al rastreo.
Estos son navegadores que, bien por defecto o con configuraciones mínimas, ofrecen un buen nivel de protección frente al rastreo.
Mozilla Firefox es un navegador independiente y de código abierto, con una larga trayectoria en el mercado. Su versión para Android posee una característica que lo distingue de los demás, y es que soporta extensiones, que son como aplicaciones para el navegador que agregan alguna funcionalidad adicional.
Por defecto, Firefox incluye una «protección de rastreo avanzada», que bloquea muchos rastreadores contenidos en las páginas web, e incluso bloquea algunos anuncios.
Es recomendable instalar la aplicación desde la tienda F-Droid, donde recibe el nombre «Fennec F-Droid» y contiene características adicionales, especialmente si se quiere configurar para mayor privacidad.
Es recomendable realizar algunas configuraciones antes de comenzar a navegar en Firefox.
Tor Browser es una versión modificada de Firefox creada específicamente para alcanzar el máximo nivel posible de privacidad y anonimato en Internet. Este navegador enruta todo tu tráfico a través de la red Tor, una red de voluntarios compuesta por ordenadores ubicados en distintos puntos alrededor del globo. Cuando entras a una página, la información pasa por tres servidores elegidos al azar antes de llegar a tu dispositivo, volviendo extremadamente difícil para las compañías y los gobiernos rastraer tu actividad, pero también ralentizando tu conexión, pues no accedes a los sitios de manera directa. Si puedes vivir con eso, Tor Browser es posiblemente el mejor navegador para explorar de manera privada.
No es recomendable instalar extensiones en Tor Browser, pues pueden comprometer tu anonimato. Así pues, a diferencia de un Firefox con Ublock Origin, continuarás viendo la mayoría de los anuncios, pero no podrán rastrear tu actividad.
Puedes descargar Tor desde F-Droid si activas el repositorio de Guardian Project en las opciones de la tienda.
Descargar desde F-Droid (se debe activar el repositorio primero)
Bromite es un navegador basado en Chromium, la base de código abierto de Google Chrome. Presenta numerosos ajustes para mejorar la seguridad y la privacidad, incluyendo un bloqueador de anuncios y protección contra la toma de «huellas digitales». Dado que está basado en Chromium, la interfaz es muy similar a Chrome, por lo que la transición resultará sencilla.
No está disponible en el repositorio principal de F-Droid ni en Google Play, por lo que su instalación puede ser un problema. La forma más sencilla es descargarlo directamente desde su página oficial o Github, pero de esa forma no se recibirán notificaciones de actualizaciones. Para lograr esto último se debe agregar su repositorio en el cliente de F-Droid, lo cual facilitará el proceso de instalación/actualización.
Descargar desde el sitio oficial
Mull es un navegador basado en Firefox con numerosos cambios para maximizar la privacidad y seguridad. Muchas de las configuraciones que se encuentran en Tor Browser también se presentan aquí.
Así como en Firefox, es recomendable instalar Ublock Origin para bloquear rastreadores y anuncios en las páginas web.
No lo aconsejo para la navegación casual, pues algunas configuraciones que presenta pueden «romper» páginas web, si bien no al grado de Tor.
«Navegador privado» es un navegador que utiliza la Webview del sistema Android para mostrar páginas web. Eso hace que no sea un navegador completo per se, pero ofrece una muy buena protección para ver internet, deshabilitando por defecto todo lo que pueda ser utilizado para comprometer la privacidad del usuario, como Javascript.
Normalmente no lo recomiendo para la navegación casual, pues el hecho de no permitir Javascript romperá muchos sitios web. Se puede cambiar esa configuración en las opciones, pero muchas otras cosas también pueden afectar la navegación, como el hecho de que elimine cookies al salir. Además, al depender del Webview desarrollado por Google, hay cosas que el desarrollador no puede controlar acerca de cómo son mostradas las páginas web.
Pese a todo, constituye una buena opción si no te preocupa tener que lidiar con cofigurarlo correctamente y actualizar la Webview periódicamente.
Estos son navegadores de código abierto que no puntúan mal en términos de privacidad, pero que por alguna razón no recomiendo en circunstancias normales. Puedes utilizarlos como último recurso, siempre y cuando comprendas sus problemas.
Brave Browser es un navegador relativamente popular basado en Chromium y orientado a la privacidad. Recomendado fervientemente por diversos grupos en el ambiente, lo cierto es que ofrece una muy buena protección por defecto, presentando un bloqueador de anuncios y rastreadores, además de la extensión HTTPS Everywhere incorporada de manera nativa, entre muchos otros ajustes relacionados con la seguridad. Desafortunadamente, la compañía que lo ha creado no lleva el mejor de los historiales.
Para empezar, Brave no es simplemente un navegador, o por lo menos no se auspicia solamente como un navegador. Brave incorpora un programa de criptomonedas que, se supone, vendría a reemplazar el sistema tradicional de anuncios en la web, ofreciendo anuncios «respetuosos con la privacidad» a los usuarios y pagando por ello, con lo cual ellos podrían recompensar a los creadores de contenido. Lo cual suena bien en teoría, pero en la práctica llevaría a la centralización de los anuncios en internet por parte de una sola gran compañía, Brave, que se quedaría con una parte significativa de las ganancias; además, dado que el programa sólo es accesible mediante su navegador, crea una innecesaria dependencia del usuario ante una pieza de software específica. Y claro, este programa está incluido en el navegador para todos los usuarios (deshabilitado por defecto, eso sí), constituyendo código innecesario que solo aumenta la complejidad del software.
Pero hay problemas más importantes que un programa de dudosa naturaleza que no está activo al iniciar. Los «escudos», como Brave llama a su bloqueador de anuncios, no son tan efectivos a la hora de evitar el rastreo como otras herramientas disponibles (Ublock Origin, por ejemplo). De hecho, ya en el pasado Brave ha evitado bloquear código de Facebook y Twitter utilizado para rastrear a los usuarios.
Rastreadores de Facebook y Twitter no bloqueados por Brave Browser (en inglés)
Pero posiblemente el problema más grave ha sido el incidente de links afiliados, en donde Brave deliberadamente modificó las URLs ingresadas por los usuarios para obtener ganancias.
Brave Browser deslizó códigos de afiliados en algunas URLs
Brave recibe duras críticas por autocompletar su enlace de afiliados de Binance
Teniendo en cuenta lo anterior, además de otras cuestiones, ya no puedo recomendar este navegador. La empresa que lo mantiene no resulta confiable a mi parecer, y no se sabe qué otras cosas podrían salir a la luz en el futuro.
Duckduckgo Privacy Browser es el navegador Android desarrollado por el equipo detrás de Duckduckgo, el popular buscador que respeta la privacidad. Las guías internas que posee son muy buenas para quienes dan sus primeros pasos en el mundo de la privacidad; de hecho, mi primer contacto real con este tópico fue utilizando este navegador.
Posee varias características interesantes, incluyendo la detección de rastreadores, la mejora de conexiones inseguras y la incorporación nativa de un programa para puntuar sitios web de acuerdo a su privacidad. Desafortunadamente, al igual que Navegador Privado, no constituye un navegador completo, sino que depende del componente Webview, que no puede controlar.
Por otra parte, es imposible cambiar el buscador por defecto (Duckduckgo). Si bien es razonable teniendo en cuenta que son los creadores del navegador, eso vuelve imposible utilizar buscadores como Searx, volviendo al usuario dependiente del servicio privativo ofrecido por la compañía estadounidense.
También hay que decir que no bloquea anuncios, sino solamente rastreadores, y no con tanta efectividad como otras herramientas, como Ublock Origin.
Finalmente, el navegador ya se ha visto envuelto en polémicas en torno a su privacidad, la más grande de las cuales ha sido el problema de los favicons, que aparentemente le daba a Duckduckgo acceso a todos los sitios que el usuario visitaba dentro de su navegador.
El problema de los favicons (en inglés)
Visto todo lo anterior, ya no puedo recomendar este navegador.
Chromium es la base de código abierto de Chrome. Desarrollado por Google, pronto adquirió una relevancia tal que fue utilizado como base para multitud de otros navegadores, como Edge, Opera, Vivaldi, Brave, Bromite, Vanadium, Iridium y muchos otros. Desafortunadamente, esto también llevó a un monopolio del mercado de los navegadores por parte de Chromium, y con ello de Google. De hecho, la única forma de escapar de Chromium en Android es utilizando Firefox o sus derivados.
Ungoogled Chromium se presenta como un intento de remover toda dependencia de Chromium en servicios de Google. Un esfuerzo loable, pero que sin embargo no soluciona el problema del monopolio de Google. Independientemente de esto, el navegador lo hace bien en términos de privacidad, removiendo efectivamente el rastreo a nivel software, y por ello es una de mis principales recomendaciones en escritorio. En Android es una historia diferente.
Para empezar, remover todo el código de Google crea varios errores en móviles. Por ejemplo, hay un aviso persistente de «No hay conexión a Internet» en la parte superior, pues falla la conexión de verificación a los servidores de Google.
Pero el problema principal es que no hay forma de bloquear anuncios o rastreadores, ni por vía de complementos ni de manera nativa. Por ello, no recomiendo este navegador, y animo a utilizar Bromite si se busca algo basado en Chromium.
Kiwi es otro navegador basado en Chromium. Lo que lo diferencia del resto es que soporta extensiones, justo como Firefox y sus derivados; esto permite, por ejemplo, instalar Ublock Origin aquí. Sin embargo, tres cuestiones evitan que pueda recomendarlo.
En primer lugar, Ublock Origin funciona mejor en navegadores basados en Firefox, como el propio autor de la extensión reconoce:
Ublock Origin funciona mejor en Firefox (en inglés)
Es más: posiblemente Ublock Origin y muchos otros bloqueadores de contenido dejarán de funcionar en Chromium muy pronto, después de que Google imponga el «Manifiesto versión 3», que básicamente les quita a las extensiones cualquier posibilidad de utilizar filtros de un tamaño razonable.
En segundo lugar, Kiwi obtiene financiamiento mediante los buscadores que incluye por defecto, y la cantidad de dinero que recibe solo puede ser calculada rastreando las búsquedas de sus usuarios, las cuales pasan por el servidor de Kiwi:
Kiwi Browser intercepta búsquedas (en inglés)
En tercer lugar, su código apenas sí es mantenido, teniendo muy pocas contribuciones en los últimos meses y quedando muy por detrás de las actualizaciones de Chromium.
Por estas cuestiones, no recomiendo este navegador.
Gemini es un espacio alternativo a la web normal; no incluye Javascript, rastreadores, anuncios, ni otras muchas características de la web que conocemos que nos obligan a utilizar navegadores configurados especialmente para proteger la privacidad. Transicionar al espacio Gemini es una muy buena elección (¡incluso este blog se encuentra en Gemini!), pero para acceder se requiere un navegador adecuado. Los siguientes son los más importantes para Android.
Deedum solía ser mi navegador predeterminado. Tiene soporte para pestañas, una opción para ver el código fuente de las páginas, permite suscribirse a feeds y muestra correctamente el arte ASCII. En general funciona muy bien, permitiendo una navegación sencilla. Como punto negativo, no incluye modo oscuro.
Lagrange es posiblemente el mejor cliente Gemini en existencia. Solía ser exclusivo para computadoras, hasta que el desarrollador creó una versión para Android que, aunque sigue en Beta, funciona realmente bien. Soporta cada característica del protocolo, es muy personalizable, y francamente luce mejor que cualquier otro cliente. Se debe añadir su repositorio a F-Droid para poder descargarlo.
Buran es un navegador Gemini derivado del código fuente de un navegador más antiguo conocido como Ariane, el cual tristemente dejó de ofrecerse como software libre. Tiene una interfaz intuitiva e incluye un modo oscuro, y en general está muy bien cuidado estéticamente hablando. Como punto negativo, todavía contiene una buena cantidad de «bugs».
Sea cual sea el navegador que escojas, hay algunas cosas a tener en cuenta cuando navegas: