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Las Guerras UNIX es un nombre englobador utilizado para describir una serie de litigios, técnicos pero sobre todo legales, que tenían que ver con las licencias de uso del software entre distintos exponentes industriales e institucionales del universo UNIX.
En primer lugar hay que tener en cuenta que el origen legalmente nebuloso de UNIX. Fue un sistema operativo desarrollado fundamentalmente "por izquierda" en los Laboratorios Bell, una institución separada de la telefónica monopólica AT&T.
Durante muchos años la Bell Telephone se usó al Bell Labs como recurso de investigación de tecnologías de las telecomunicaciones y entre ellas del cómputo. Pero como AT&T (la compañía de teléfonos continuadora de Bell Telephone) no podía vender el sistema operativo ya que se encontraba legalmente impedida de formar otro holding, debía "licenciar" su uso, y gracias al ardid legal del software privativo, planificaron hacerlo.
Para finales de los 70s, UNIX ya contaba con una gran base de usuarios en los ambientes académicos, con lo que hoy se conoce colectivamente como "Research UNIX" (serie progresiva de versiones empleadas académicamente, sobre todo para el estudio de la teoría de los sistemas operativos). Hasta aquí el número de instalaciones era inferior a 100, ya que las computadoras universitarias seguían muy mayormente el modelo del mainframe con acceso a tiempo compartido.
Como este uso académico se había registrado con anterioridad al concepto de licencias de código cerrado y privativo, se había dado lugar a varias bifurcaciones; la práctica usual académica es compartir el código fuente intra e inter-intitucionalmente, en parte como rol de contralor interpares, y en parte por un sentimiento colaborativo.
A comienzos de los 80s comienzan a complicarse las cosas: el desarrollo independiente del software comienza a desligarse de hecho del control técnico del Bell Labs, y por ende, comienza a atenuarse el retorno financiero-estratégico hacia la AT&T, verdera cabeza de todo.
Por entonces la Administración Reagan se propuso y llevó a cabo un plan antitrust agresivo que se tradujo en el desmebramiento de AT&T como monopólica de las Telecomunicaciones estadounidense. Bajo el nuevo arreglo político, esta podría comercializar otros servicios, a cambio de dividir la TELCO en unidades de negocios regionales independientes que - supuestamente - favorecieran la librecompetencia. La AT&T Technologies - como sector tecnológica desmembrada e independizada - pone los ojos en el estante polvoriento de UNIX. Tenían ahí un software estratégico que se perfilaba como fundante, adorado por técnicos e ingenieros formados desde hacía 10 años, pero que había dado poco jugo, simplemente porque no se lo había evaluado desde el punto de vista comercial, ni aplicado astringentes y agresivas licencias de código cerrado.
En vista de esto - a lo que juzgaron como deficiencias - se dieron a la tarea de comercializar el AT&T UNIX System V, pero más especialmente venderlo como el verdadero estándar de la computación de tiempo compartido.
La implementación AT&T, a diferencia de la asfixiantes licencias de Microsoft, por ponerla de ejemplo de un licenciamiento cerrado y propia de un freak del control - dejaba ciertos resquicios de modificación por parte del licenciatario. Esto terminó constituyéndose luego un dolor de cabeza desde la dirección estratégica que pretendía AT&T, y debemos tenerlo en cuenta como un ejemplo de permitir licencias de software con un modelo económico de Capital por objetivo final. ¿Que sucedió?
Con sólo comenzar se complicaron las cosas: hubo muchas compañías que pagaron este licenciamiento y comenzaron a sacar sus versiones "oficiales". La misma Microsoft, HP, SCO, Kodak, Sun, Novell, y muchas otras contaban con versiones licenciadas bajo la tutela oficial. Pero existieron también versiones no oficiales, existentes en virtud de licenciamientos válidos durante la era anterior al desmembramiento de la TELCO estadounidense. De esta ramificación pseudolicenciada, la mas importante sin duda era el BSD, la distribución de la Universidad de Berlekey. Ellos tenían licencias de cierta parte del código, pero (a los ojos de AT&T), capas y capas geológicas de desarrollo de programación habían hecho más borrosa la pata legal de Berkeley como tenedor válido, y tapado la pata técnica que hubiese permitido delimitar a ciencia cierta "cuanto era nuestro y cuanto de ellos".
Como AT&T no podía litigar, se terminó conformando un "sello de goma" o tapadera legal llamada UNIX International. Básicamente consistía en un corpus de batalla legal+panel técnico, que tenía como misión primaria poner coto a la situación y sacar dinero de las piedras, y como secundaria establecer un nunca realizado estándar.
¿Porqué? Para mediados de los 80s, el cisma entre los UNIX complicaba enormemente seguir el desarrollo de los sistemas y aparejaba incompatibilidades cada vez mayores. Sobre todo lo peor era que el código comenzaba a tener mala calidad.
Unix International inció jucio a varias de las subsidiarias, ensañándose especialmente con BSD y a la Universidad de Berkeley.
La formación del estándar POSIX de 1988 fue un hito importante para parar la mano y definir un estandar creíble bajo el concepto de "menor común denominador" entre BSD y System V.
Para esta altura, desde los gigantes Microsoft e IBM se habían dado cuenta que la cancha estaba muy embarrada y que los tiempos tecnológicos terminarían descarrilando a UNIX.
El caso AT&T contra BSD se resolvió en 1993, y fue -en cierto sentido- salomónico. Se le daban buenas garantías a Berkeley siempre y cuando no vendiese el código. Anteriormente a su resolución, ellos habían empezado una muy ardua tarea de reprogramación del código litigado, lo que llevó unos 4 años. En este período, aparece y se consolida el kernel Linux, que junto al universo de aplicaciones libres GNU (un sistema operativo similar a UNIX pero completamente libre) terminó de consolidar el universo actual.
En fin, desde el punto de vista comercial, las Gueras Unix descarrilaron la concepción unitaria de y lo desbarataron en su momento estratégico de hacer dinero (flujo "cash cow"), y tanto las descendientes de AT&T como de BSD terminaron "chupándose el dedo".
Los similares a UNIX, sistemas operativos que son similares pero no tienen el código licenciado, sino versiones distintas. Hoy BSD ya es así, y puede distribuir el código siempre que lo haga gratuitamente, pero eso fue luego de un largo proceso de reescribir y reestructurar gran parte del código. GNU+Linux es otro caso similar y tal vez el más importante actualmente.