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Mi nombre es Ángel Pablo Hinojosa, aunque he usado el nombre Allan Psicobyte desde empecé a moverme por Internet, hará unos veinticinco años. Por aquella época era bastante normal emplear un nick (un alias), y se consideraba casi una locura usar tu verdadero nombre o, en general, compartir en la red cualquier dato "del mundo real". Hablamos del siglo pasado: En aquellos tiempos usábamos modens para conectar a internet y lanzas para cazar mamuts.
En 2003 abrí este blog: creo que aquel año todo el mundo se abrió un blog.
Vivo en Granada, España.
Soy un hombre heterosexual y heteronormativo, aunque bastante calvo; y gordo. Vivo con mi pareja y tenemos un gato.
Aunque he trabajado en montones de cosas, la mayor parte de mi vida laboral ha rondado en torno a la programación. De hecho, es a lo que me dedico en este momento.
Me apasionan el software y la cultura libres, y es algo de lo que he hablado muchas veces, por escrito y en persona, tanto en este blog como en otros lugares. Creo que es fundamental que la ciencia y la cultura sean accesibles a todos, que el actual sistema de propiedad intelectual está viciado, y que el Copyleft es un buen modo de paliar sus mayores defectos. Todo lo que publico tiene una licencia libre que permite su uso y redistribución. También me interesan temas como el derecho a la privacidad, la censura o, en general, esas ideas que suelen agruparse bajo el nombre de "Derechos Civiles".
El precio de la Propiedad Intelectual
Censuras, re-censuras, y autores
Relacionado con esto, durante varios años trabajé en la Oficina de Software Libre de la Universidad de Granada, donde hicimos montones de cosas chulas. Entre ellas:
Fue un trabajo intenso pero muy estimulante, porque, básicamente, me pagaban por hacer una de las cosas que más le gusta hacer a cualquier fanático del software libre: dar la tabarra a todo el mundo para que use (y produzca) software libre. Además, conseguí superar (casi completamente) mi absoluto horror a hablar en público: a la fuerza ahorcan.
Día da Liberdade dos Documentos
El software libre y sus demonios
La experiencia de esos años me ha servido para otros proyetos más o menos puntuales, como co-dirigir un curso de verano en la Universidad Internacional de Andalucía, impartir actividades formativas de muchos tipos, o dar conferencias sobre estos temas en diversos foros.
A petición de una conocida editorial del sector, escribí un libro sobre el lenguaje de programación Python (después de esa experiencia, creo que jamás trabajaré con una editorial, si puedo evitarlo); más recientemente, he auto-publicado otro sobre el mismo tema (aunque con más profundidad y más extensión) que, por alguna razón, ha tenido bastante éxito comercial, apareciendo como superventas y esas cosas. También he escrito alguno más a medias, incluso hice un programa que escribía un libro, antes de que eso fuera mainstream.
Yo he venido a hablar de mi libro
Yo vengo a hablar de mi (otro) libro
También he hecho algunos pinitos en arte computacional. Me llamaba especialmente la atención la forma de encajar el concepto de "autor" en obras desarrolladas algorítmicamente, aunque actualmente estoy casi convencido de que la historia me ha pasado por encima: hoy en día ya se debate en los tribunales la propiedad intelectual de obras "realizadas" por redes neuronales.
Me considero una persona (no tan) activa políticamente. Aunque mis opiniones sobre aspectos concretos han evolucionado (y tener un blog personal es algo que te ayuda a darte cuenta de cómo cambias con el tiempo), sigo siendo una persona de izquierdas que participa en un partido de izquierdas, federal y asambleario. No creo en "ser" de un partido como el que "es" de una religión o de un equipo de fútbol. Soy de la opinión de que no se milita en un partido porque su ideología, estructura u organización se consideren perfectas, sino para mejorarlas.
Cosas sorprendentes que descubren los liberales
La izquierda ridícula y los billetes de 500