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Cuando se decidió crear unas cartas propias para el Ḡeconomicus, propuse una quedada para licenciar la obra. Expliqué las licencias Creative Commons y Mire decidió licenciar bajo CC BY-SA.
Llicències Creative Commons (ca)
Lo primero que comenté en esa quedada fue que una obra a la que no se adjudica licencia es automáticamente Copyright o cultura del permiso, es decir, que quien quiera reusar esa obra debe contactar a quien la ha creado y explicitar el acuerdo de uso.
Y por eso se inventaron las licencias Creative Commons (y muchas otras). Para que quienes crean puedan explicar fácilmente al mundo qué se puede hacer o no con su obra, sin necesidad de ir perdiendo permiso.
Opuesto al Copyright tenemos el Copyleft, un tipo de licencia libre y recíproca. Porque no hay libertad sin responsabilidad, quien reusa una obra que está licenciada Copyleft tiene la responsabilidad de licenciar la nueva obra con la misma licencia. Y esa reciprocidad es la que permite que esa obra sea siempre libre.
Dada la paradoja de la libertad que obliga a licenciar igual, prefiero llamar recíprocas a las licencias Copyleft.
Una obra que no tiene código fuente disponible suele ser difícilmente reusable. Si la obra es creada digitalmente, es recomendable hacerlo con programas locales de software libre (LibreOffice, Inkscape, Gimp, Krita, Blender, OpenShot, Pluma, etc.), que suelen usar estándares y estar disponibles para diversos sistemas operativos, además de estar traducidos a decenas de idiomas.
Y una vez creada, -si se quiere que sea reusable-, hay que poner a disposición el código fuente de esa obra además de su resultado final. Si creamos una imagen como un cartel y solo podemos obtener su resultado (un jpg, un png, un pdf...) esa obra no puede ser fácilmente reusada y, por lo tanto, no es considerada un "trabajo cultural libre".
Por ejemplo: si creo una imagen con Inkscape, el código fuente o archivo original, tendrá una extensión .svg. Se exporta el formato a png, jpg u otro para imágenes para que pueda ser compartido en una web o una red social, pero eso es un formato de visualización, no de reuso. El formato de reuso es el archivo original en svg o código fuente. Y compartirlo, facilita mucho el reuso de una obra.
También es útil facilitar las tipografías (o fuentes) porque si no, cuando se abre el archivo, el código fuente no luce muy bien ya que toma otras letras en su defecto. Si informamos de las fuentes (o tipografías) usadas en nuestra obra, será mucho más fácil que quien quiera reusar la obra, pueda buscar las fuentes por los Internetes. Y claro, hay que prestar atención también a las fuentes porque son obras con licencia. Si usamos fuentes con Copyright podríamos encontrarnos en un problema legal. Pero no hace falta, hay miles de fuentes libres. Solo hay que usarlas y dar las gracias, es decir, mencionar la fuente usada en nuestra obra.
Un truqui para usar siempre licencias libres es ir a por las que tengan licencias Creative Commons, Art Libre o SIL OFL (Open Font License).
En el curso Comunicación digital ética se hace hincapié en la creación y licencia de obras. La segunda sesión se dedica a la creación de obras accesibles y reusables, y la tercera sesión profundiza en licencias libres y recíprocas.