💾 Archived View for library.inu.red › file › ekengren-neo-ludismo.gmi captured on 2023-01-29 at 09:45:06. Gemini links have been rewritten to link to archived content
-=-=-=-=-=-=-
Title: El neo-ludismo en los movimientos ecologistas de acción directa en los Estados Unidos (1970-2010) Author: Asa Ekengren Date: 2012 Language: en Topics: neo-luddism, direct action, ecoterrorism, United States Source: https://www.academia.edu/attachments/35650333/download_file?st=MTQxNjQ4Mjc3NCw4MS4zNy4xNTcuMjUxLDE4MTAyODM%3D&s=work_strip&ct=MTQxNjQ4Mjc3NywyNjc1OTMsMTgxMDI4Mw==
Estados Unidos (1970-2010)
El neo-ludismo en los movimientos ecologistas de acción directa en los
Estados Unidos (1970-2010)
Asa Ekengren San Andres
Indice
-Capítulo I- ¿Qué es el neo-ludismo?
Introducción: del ludismo al neo-ludismo 1
Objetivo de la investigación 6
Estado de la cuestión 9
-Capítulo II- Interrogantes en escena y expectativas en proceso
(1960s-1970s)
El declive de la contra-cultura y la división sobre la cuestión
tecnológica 13
“The Fox” y los principios de la acción directa ecologista 16
Ecotage! 21
Edward Abbey y The Monkey Wrench Gang 24
-Capítulo III- La radicalización y organización de los ecologistas
estadounidenses
Introducción 30
Los “Bolt Weevils” de Minnesota 35
Earth First! 40
Earth Liberation Front (ELF) 47
Theodore Kaczynski, el “Unabomber” 53
Las consecuencias 59
-Capítulo IV- Otras bases filosóficas de los movimientos ecologistas
radicales
Bases filosóficas y antecedentes históricos de los movimientos
ecologistas radicales 61
La ecología profunda 63
El anarquismo verde 66
-Capítulo V- Conclusiones
El neo-ludismo en los movimientos ecologistas de acción directa 74
Investigaciones futuras 76
Anexo 78
Fuentes y bibliografía 80
Siglas y términos utilizados
-Siglas-
ALF - Animal Liberation Front (Frente de Liberación Animal)
EF! - Earth First! (Tierra Primero!)
FC - Freedom Club (el Club de la Libertad)
ELF - Earth Liberation Front (Frente de Liberación de la Tierra)
FBI - Federal Bureau of Investigación (la Oficina Federal de
Investigación) (EEUU)
OMC - Organización Mundial del Comercio
-Términos-
Desurveying – la eliminación de campamentos de medición de obras de
construcción con el fin de causar daños económicos.
Ecotaje – sinónimo de monkeywrenching creado por David Love y Daniel
Obst en Ecotage! (1972).
Ludista – referido al movimiento social ludista originario de Inglaterra
(1811-1814) donde los artesanos, como método de protesta, destruyeron
maquinaría industrial.
Monkeywrenching – sabotaje de máquinas por motivos ecologistas y/o
sociales. El termino fue creado por Edward Abbey en The Monkey Wrench
Gang (1975).
Neo-ludista – referido al pensamiento contemporáneo critico de la
tecnología no solamente como objeto sino como un sistema.
Tree pinning – igual a tree spiking pero se utiliza clavijas cerámicas
endurecidas para que no se pueda encontrar con un detector de metales.
Tree spiker – un individuo quien emplea tree spiking.
Tree spiking (o simplemente spiking) – el acto de meter clavos en los
troncos de árboles para evitar la tala de ellos.
Tree sitting – el acto de acampar en las ramas de árboles para evitar la
tela de ellos.
This work is licensed under a Creative Commons
Attribution-NonCommercial-ShareAlike 3.0 Unported License.
-Capítulo I-
¿QUÉ ES EL NEO-LUDISMO?
Introducción: del ludismo al neo-ludismo
El ludismo surge durante la Revolución Industrial en Inglaterra como un
movimiento social contra las nuevas máquinas industriales,
particularmente el telar y el despojador de lana automáticos (Hammond
1920:86, 189), que fueron percibidas como una amenaza a sus puestos de
trabajo. Las manifestaciones ludistas empezaron en 1811 y se extendieron
rápidamente a los condados de Yorkshire, Lancashire, Cheshire,
Derbyshire y Nottinghamshire entre los obreros tejedores y artesanos
(Sale 1996:1). Los obreros se organizaban en reuniones secretas para
realizar marchas nocturnas a las fábricas, sabotear e inhabilitar las
máquinas industriales con golpes de martillo el funcionamiento de las
máquinas, esparcir arena en las poleas para estropear los nuevos
“ingenios”, intimidar y amenazar a los responsables de la implementación
de esas nuevas máquinas exigiendo rectores en su incorporación a los
proceso de producción ya que perturbaban las preexistentes formas de
vida productiva.
Ned Ludd1 (también conocido como el Capitán Ludd, el Rey Ludd o el
General Ludd) fue el mítico líder folclórico del movimiento de quien
tomaron su nombre. No ha sido comprobado cuando o de dónde apareció el
mito, ni tampoco se tiene constancia sobre la vida de este líder, sin
embargo, el relato cuenta que Ned Ludd era un tejedor, posiblemente de
Anstey, un pueblo cercano a Leicester, quien en el año 1779 rompió un
“stocking frame”, una de las primeras máquinas de la Revolución
Industrial, en un “ataque de pasión”2 tras ser castigado con latigazos
por holgazanería (Hammond 1920:259). Los ludistas utilizaron el relato e
imagen de Ned Ludd como inspiración para su movimiento, y también como
parte fundamental de su estrategia para mantener un movimiento sin
ningún líder reconocible, sino varios actores que se esconderían detrás
de la imagen y nombre de Ned Ludd. Aunque los ludistas y otros
movimientos sociales afines3 en Inglaterra lograron enfrentar los
cambios de la Revolución Industrial en Inglaterra, provocaron una fuerte
y violenta reacción por parte del gobierno Británico a lo largo del
siglo XIX, el cual convirtió la destrucción de máquinas en una pena
capital, lo que trajo como resultado la derrota definitiva del
movimiento ludista en 1814. Esto dio lugar a la creencia generalizada de
que el sabotaje de máquinas nunca tuvo éxito como forma de resistencia
activa. Sin embargo, veremos que el movimiento ludista ha tenido un
impacto significativo en la memoria histórica y la imaginación de los
movimientos contemporáneos del siglo XX y XXI, que han percibido cierta
afinidad con la estrategia y los motivos de los ludistas originarios.
Es de suma importancia tener una idea básica sobre el movimiento ludista
para entender los mitos históricos y las raíces del neo-ludismo, la
ideología contemporánea que tomó su nombre de ellos, y cuyas
manifestaciones y fenómenos sociales han sido influenciados por dicho
movimiento. En primer lugar, para comprender mejor el significado del
neo-ludismo, será útil diferenciarlo del ludismo originario a través de
algunos aspectos clave para luego acudir a los escritos de los
neo-ludistas a fin de entender los principios de su perspectiva.
Una diferencia clave entre los ludistas y neo-ludistas nos remite a la
siguiente pregunta: ¿por qué se levantaron los obreros ingleses contra
las nuevas máquinas industriales? La respuesta no es demasiado
complicada; los artesanos ingleses no querían perder la fuente de
ingresos que sostenía a sus familias y a ellos mismos. El uso de las
nuevas máquinas industriales permitieron que los artesanos, cuyo oficio
y habilidades eran imprescindibles hasta la Revolución Industrial,
fueran reemplazados por obreros de baja calificación. El ludismo
entonces actúa en contra de la lógica empresarial en donde se
contrataban menos trabajadores debido a la implementación de más
maquinaria en el proceso productivo. Por otro lado, el neo-ludismo no se
trata del desempleo ni cuestiones laborales sino, como veremos, de una
amplia gama de consecuencias negativas relacionadas con el uso ilimitado
de la tecnología. Como consecuencia de la diversidad de las inquietudes
planteadas por el neo-ludismo, este movimiento ha surgido por razones
tan variadas como: la religión, las ideologías políticas, la defensa
personal, y, como es el enfoque de esta investigación, preocupaciones
concernientes al medio-ambiente.
Chellis Glendinning, una de las portavoces de los neo-ludistas,
estableció tres principios del neo-ludismo en su artículo “Notes Toward
a Neo-Luddite Manifesto” (“Apuntes hacía un manifiesto neo-ludista”)
(1990) que han sido ampliamente aceptados por la mayoría de los
neo-ludistas y los movimientos afines.
1.) Los llamados neo-ludistas no rechazan la tecnología de por sí, sino
aquellas tecnologías que “son destructivas a la vida de seres humanos y
comunidades” o “que emanan de una cosmovisión que percibe la
racionalidad como la clave del potencial humano, adquisición material
como clave para la realización del ser humano y el desarrollo
tecnológico como clave para el progreso social” (Glendinning 1990:84).
Es decir, no están solamente en contra de la tecnología como objeto
físico, sino las filosofías que se manifiestan con el uso indiscriminado
de ella.
2.) Reconocen que “todas las tecnologías son políticas” y son
condicionadas por la “sociedad tecnológica de masas” con objetivos de
“eficiencia de corto plazo, facilidad de producción, distribución,
marketing y potencial de ganancias – o para guerra” (Glendinning
1990:85-86).
3.) Hay que medir las consecuencias de las tecnologías, examinando “el
contexto sociológico, las ramificaciones económicas y políticas […] su
impacto en otros seres, sistemas naturales y el medio ambiente.” En fin,
“consiste en preguntarse no solamente en lo que se gana—sino también por
aquello que se pierde, y por quienes resultan afectados” (Glendinning
1990:86).
Según Ronald Bailey, editor de la revista científica Reason, la primera
conferencia neo-ludista tuvo lugar en Nueva York el 24 de febrero de
2001, por medio del “Teach-In on Technology and Globalization”
(“Conferencia de la tecnología y la globalización”) en Hunter College,
en la cual encontramos la conexión entre el neo-ludismo y los
movimientos afines como el ecologismo de acción directa. La conferencia
se basaba en presentaciones y discursos de 40 académicos e
investigadores, entre ellos Kirkpatrick Sale, Jerry Mander y Langdon
Winner, y 25 talleres que trataron de la relación entre la tecnología y
el proceso de globalización, las corporaciones, las burocracias
globales, la homogenización de la cultura, el ejército y la tecnología
del espacio y la biotecnología. De las 1.400 personas que asistieron a
la conferencia, la mayoría eran mayores de 45 años y habían participado
en la lucha por los derechos civiles, en movimientos ecologistas y en
las protestas contra de la Guerra de Vietnam. El programa de la
conferencia anunciaba que “nuestra sociedad apuesta todo en la
tecnología como si fuera la panacea para nuestros males. Pero puede ser
el momento para reconsiderar. Lejos del paraíso en la Tierra, estamos
rodando hacia el colapso ecológico: el rápido cambio climático y la
elevación de los mares, los agujeros en la capa de ozono; la pérdida de
especies y el hábitat; las tasas aceleradas de cáncer; las formas
terminales de contaminación del aire, el agua y el suelo […] Todos ellos
producidos en los excesos de la tecnología” (“Present a Teach-In...”
2001). Con este primer párrafo del programa de la conferencia y
dedicando tantas palabras a ello, quedó bastante claro la contundente
preocupación de los neo-ludistas por el medio-ambiente. Kirkpatrick Sale
proclamó que “debido a que la tecnología es, por su propia naturaleza,
artificial […] tiende a distanciar los seres humanos de su ambiente y
oponerlos al mismo. Y en cuanto más grande y poderosa llegue a ser, el
mayor será la distancia y oposición” (Banning 2001).
“El objetivo del evento, anunciado por Jerry Mander, era “juntar al
movimiento nacido en Seattle con los críticos de las tecnologías más
destacados—ludistas, por así decirlo”” (Bailey 2001). Las
manifestaciones en Seattle a las que Mander se refería tuvieron lugar en
1999 en protesta por la cumbre de la Organización Mundial del Comercio
en Seattle, también conocido como la “Batalla de Seattle” debido al
vandalismo y enfrentamientos agitados entre ciudadanos y la policía. La
protesta se basaba sobretodo en una perspectiva anti-globalización que
realzó la necesidad de priorizar “las personas y la naturaleza antes que
las ganancias”, tal como lo indicaba una pancarta en las
manifestaciones. Otras pancartas decían “no se le da las gracias a los
alimentos transgénicos”, una tecnología que ha sido percibida como una
amenaza entre los neo-ludistas, los movimientos ecologistas radicales y
los anarquistas verdes. Hablando de las protestas, el periodista Lluis
Amiguet mantiene que “si estas buscando un pensador detrás del
movimiento, definitivamente es John Zerzan” (Surplus... 2003:4:45), uno
de los principales portavoces de los anarquistas verdes que ha escrito
críticas agudas de la “civilización tecnológica” (Species Traitor
2003:54). Todo aquello sirve como muestra de que, desde el “nacimiento”
del movimiento neo-ludista como movimiento auto-consciente, ha existido
una conexión entre teoría, tanto su propias teorías como las compartidas
con el anarquismo verde, y práctica que se manifestaba en forma del
sabotaje económico de las empresas percibidas como particularmente
dañinas.
Los ecologistas, particularmente los de acción directa y sus bases
filosóficas, han compartido la conclusión neo-ludista de que muchos,
sino todos, de los problemas ecológicos contemporáneos, están
directamente relacionados con el uso excesivo de la tecnología. Quizá
por esto, el portavoz neo-ludista Kirkpatrick Sale reflejó su interés
por dichos movimientos cuando publicó The Green Revolution: The American
Environmental Movement, 1962-1992 (La revolución verde: El movimiento
ecologista estadounidense) (1993). Observadores del fenómeno de acción
directa ecologista, tanto los que están en contra como a favor de ella,
han reconocido que “los ecologistas radicales son forzosamente opuestos
al progreso tecnológico, tal como ha sido definido hasta el presente,
porque éste es la causa inmediata de la destrucción del mundo natural.
Hablar de la crisis ambiental en su contexto moderno es hablar sobre el
papel de la tecnología en los asuntos humanos” (Manes 1990:152-153).
Plasmando esta idea, Dave Foreman, uno de los fundadores de Earth
First!, proclamó: “estamos ofreciendo una crítica aguda del
industrialismo, el progreso y la tecnología. ¿Somos ludistas? ¡Pues
claro que somos ludistas! […] Somos anti-tecnología. ¡Alguien tiene que
ser anti-tecnología!” (Manes 1987:44:20).
Hasta ahora, el fenómeno de acción directa por motivos ecológicos y las
escuelas filosóficas que lo respalda han sido escasamente estudiados,
conocidos y pensados (en menor medida en el mundo hispano) debido a que
han sido percibidos como algo negativo proveniente de una minoría
radical e irracionalmente violenta.
Durante los años 1960, la década en que apareció el movimiento de acción
directa de motivación ecológica el fenómeno gozaba de apoyo público y
cierta permisividad por parte del Estado. Esta tendencia continuó hasta
1986 cuando Earth First! fue declarado un movimiento de “terrorismo de
baja intensidad” tras sus intentos de cortar cables de alta tensión
(Long 2004:154), pero solo a partir del 11 de septiembre de 2001,
movimientos como el Earth Liberation Front han sido etiquetados como
“terroristas de intereses particulares” (U.S. Department of Justice
2002:33), es decir, terroristas con intereses que no caben claramente
dentro del terrorismo tradicional, para que luego en el año 2005, fueran
considerados por parte del FBI como “la mayor amenaza de terrorismo
domestico” de los Estados Unidos (Schuster 2005). Lo anterior hace
evidente la tendencia existente hacía un enfrentamiento gradualmente más
hostil entre el gobierno estadounidense y los movimientos ecologistas de
acción directa. Sin embargo, no hay ningún caso en el cual un activista
por motivos ecológicas ha matado a alguien en los Estados Unidos, los
daños han sido exclusivamente económicos. Varios comentaristas han
observado que “verde es el nuevo rojo” (Potter 2011), refiriéndose a la
política del gobierno estadounidense que demonizaba el comunismo durante
la Guerra Fría, insinuando que lo mismo ocurre con el ecologismo
radical. Los partidarios de estos movimientos, y particularmente los
empleadores de acción directa, han sido despectiva y confusamente
etiquetados como Marxistas y fascistas, anarquistas y una muchedumbre
“hambrienta” de poder, terroristas, hippies idealistas, enemigos del
estilo de vida estadounidense, ateos y tecnófobos4.
De manera parecida, los términos “ludista” y “neo-ludista” han sido
frecuentemente utilizados con un sentido peyorativo para individuos
etiquetados como tecnofóbicos, irracionalmente en contra del progreso
material y que son desesperadamente incapaces de entender las nuevas
tecnologías. De manera parecida a los movimientos ecologistas, tras los
ataques del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos y la
aparición de la “guerra contra el terrorismo”, “miembros de al-Qaeda
fueron frecuentemente presentados como ludistas (que vivían en cuevas en
Afghanistan), de hecho, en una ocasión el consultor conservador, George
Glider, se refirió a los terroristas como “Osama Bin Ludistas”” (Jones
2006:34). En 2009 el Ministerio de Seguridad Nacional estadounidense
incorporó a los neo-ludistas al Domestic Extremism Lexicon (Lexico de
extremismo doméstico), describiéndoles como “un movimiento de grupos o
individuos quienes están opuestos a la tecnología. Estos grupos se han
sabido propugnar o participar en actividades criminales y organizar
actos de violencia y terrorismo en un intento de avanzar sus objetivos
extremistas” (U.S. Department of Security 2009:3). En el mismo documento
se puede encontrar a los anarquistas verdes, a los extremistas de los
derechos animales y a los ecologistas extremistas.
Además, y en parte como consecuencia del discurso del Estado, el público
ha mostrado un entendimiento parcial y distorsionado de lo que es el
neo-ludismo, un claro ejemplo de esto es la página Wikipedia, que como
una fuente primaria es una buena muestra de la comprensión del publico
dominante. En esta página se define el neo-ludismo5 como “una
cosmovisión personal opositora a cualquier tecnología moderna que
desplaza trabajadores y aumenta el desempleo”. Primero, como hemos visto
la perspectiva neo-ludista no está en contra de todas las tecnologías
modernas de por sí, sino las que sirven como herramienta que permite la
continuación del sistema actual que da prioridad a las ganancias, la
eficiencia y el progreso material sobreponiéndose a la conservación de
la armonía ecológica, y en consecuencia, del sistema natural que permite
la existencia de toda vida compleja en el planeta. En segundo lugar, el
enfoque del neo-ludismo no se manifiesta solamente, ni en su mayoría, en
contra del desplazamiento de trabajadores o el aumento del desempleo.
Objetivo de la investigación
La tecnología es un factor central y decisivo a nivel global. Por ello
el estudio de su impacto se ha hecho una prioridad en todos los ámbitos
académicos. Con la ayuda de la tecnología y el avance científico hemos
logrado prolongar nuestra esperanza de vida, gastar menos tiempo en
tareas que antes eran demoradas y agotadoras, disfrutamos de una amplia
gama de servicios, aparatos entretenidos y mucho más. Sin embargo,
también deberíamos pensar en lo que estamos perdiendo con el aumento de
la tecnología. Además de dichos beneficios, sectores de la sociedad
estadounidense han percibido que el sistema tecnológico-industrial nos
ha llevado a la destrucción de mucha naturaleza y riqueza biológica, y
ha cambiado las relaciones sociales a una velocidad sin precedentes,
borrando tradiciones y potenciando el control de los poderosos sobre los
débiles. El fuerte efecto de los desastres y los fallos de las
tecnologías modernas en Bhopal, Chernobyl, Hiroshima, Nagasaki y
Fukushima, la deforestación, la extinción de especies, el derrame de
petróleo y el cambio climático global junto con el impacto social de la
tecnología han provocado el cuestionamiento sobre los riesgos y la
sostenibilidad del modelo de progreso que estamos y hemos seguido por lo
menos desde la Revolución Industrial. El concepto de “la sociedad del
riesgo”6 expuesto por Ulrich Beck es un índice de la evidente
incertidumbre existente en la sociedad contemporánea sobre el impacto de
la tecnología en los seres humanos y el medio-ambiente, la fuente de
nuestra vida. Por lo tanto, el estudio de las perspectivas críticas de
la tecnología “puede ser vital para la supervivencia de la sociedad
tecnológica, o mejor dicho, puede ser vital para la preservación de la
sociedad y su evolución hacia una sociedad pos-tecnológica” (Skolimowski
1974:460).
El objetivo principal de esta investigación es mostrar la relación entre
el neo-ludismo, los movimientos ecologistas de acción directa y sus
bases filosóficas, los cuales han servido como plataforma para la
crítica a la tecnología y al sistema actual dependiente de ella. El
periodo que se trabaja es aproximadamente 40 años, entre 1970 y 2010,
época de gestación y evolución de los fenómenos que se abordan en este
trabajo. Nos enfocaremos en los Estados Unidos, país en el que ha
florecido y se ha reproducido la ideología neo-ludista y la acción
directa ecologista (Jones 2006:20; Lindholdt 1998:866; Liddick 2006:2;
Sale 1995:241), experimentado las mayores manifestaciones de éstas en
diferentes grupos y movimientos y resultando en lo que Steven Jones ha
llamado el “eco-ludismo” (2006:218). Con respecto a las fuentes que
utilizamos, las fuentes secundarias son de carácter histórico y de las
ciencias humanas, y las fuentes primarias son los escritos y testimonio
del objeto de estudio en cuestión. Explicaremos más sobre las fuentes en
el Estado de la Cuestión. Lamentablemente, muchos de los estudios sobre
estos fenómenos se enfocan en la legalidad de sus actos, pero se le da
atención mínima a la filosofía y retórica utilizada para justificar los
actos ilegales de acción directa7.
La investigación comparte temas de discusión con múltiples campos de
estudio, principalmente el que se llama Ciencia, Tecnología y Sociedad
(CTS), la Historia de la Filosofía, la Historia Social y pertenece al
enfoque temporal de la Historia Contemporánea. Los movimientos
ecologistas radicales son un fenómeno social (Doherty 2005:7) que ha
participado aportando novedades a la Evaluación de la Tecnología, una
subclase de la Historia de la Filosofía que ha sido definida como “una
reflexión socio-moral sobre las consecuencias no planeadas y de gran
escala de la tecnología prófuga. […] Tal evaluación tiene que ser, por
definición, fundamentalmente crítica” (Skolimowski 1974:459-60).
Consideramos la comprensión y reflexión sobre el neo-ludismo, sus
observaciones, su lógica y las manifestaciones de él como una aportación
valiosa y necesaria al mundo académico hispano debido a que el
neo-ludismo es un fenómeno que se ha propagado en América Latina y
Europa.
En la segunda parte del trabajo comenzamos con una breve introducción
sobre la contra-cultura estadounidense de los años 1960 y su declive a
principios de los años 1970, un fenómeno que coincidió con el aumento
del pensamiento neo-ludista, ecologista y condicionó los futuros
movimientos ecologistas radicales en los Estados Unidos. Luego
trataremos algunos casos ejemplares de los primeros actos de acción
directa por motivos ecologistas a principios de los años 1970 que
sirvieron como catalizadores de la creación de nuevos movimientos
ecologistas radicales más organizados que surgieron una década después.
Por otro lado, las obras Ecotage! (1972) y The Monkey Wrench Gang (1975)
también fueron altamente influyentes para los movimientos ecologistas;
en estas encontramos señales de las tácticas que se popularizarían entre
dichos movimientos, su marco mental, así como la desconfianza de ellos
hacia la tecnología. Según Donald Liddick, “por la década de 1970 una
época de “radicalización progresiva” había empezado” (2006:31).
En el tercer capítulo, primero nos enfocaremos en algunas
características claves de los movimientos ecologistas y términos
pertinentes para mejor entender este fenómeno tan poco conocido en el
mundo hispano. Después analizaremos la evolución del movimiento
ecologista radical en los Estados Unidos empezando con la controversia
del proyecto CU (1974-1980), el primer ejemplo de una situación que
provocó un movimiento de acción directa organizado por motivos
ecologistas, entre otros, y que realzó la cuestión de la tecnología
desde una perspectiva crítica. Luego analizaremos aspectos claves de los
movimientos ecologistas radicales que han surgido desde 1980 y que se
han afiliado con la perspectiva neo-ludista, principalmente Earth First!
(1980-presente) y el Earth Liberation Front (ELF) (1992-presente).
Acabaremos el capítulo con un análisis de Theodore Kaczynski, el
“Unabomber”, quien ha sido el neo-ludista y ecologista radical más
conocido de los Estados Unidos.
En el último capítulo analizaremos algunas de las bases filosóficas que
han apoyado a los movimientos ecologistas radicales y que han realzado
la cuestión de la tecnología desde una perspectiva crítica,
principalmente la ecología profunda, el anarquismo verde y como
demostraremos a lo largo de esta investigación, el neo-ludismo. Ahora
trataremos de la historiografía del neo-ludismo y los movimientos
ecologistas radicales para entender mejor el objetivo de la
investigación y las aportaciones académicas que haremos.
Estado de la cuestión
Si bien es cierto que el neo-ludismo como tal carece de estudios
académicos, autores como Nicols Fox, Steven Jones y Kirkpatrick Sale han
mostrado que el ludismo es una tradición histórica que se ha
transformado, o que ha sido transformada, en un fenómeno internacional
contemporáneo, adaptándose a los nuevos retos de la sociedad actual en
forma del neo-ludismo. Nicols Fox ha escrito sobre lo que ella llama “la
tradición ludista” en la literatura, el arte y individuos de los Estados
Unidos e Inglaterra en Against the Machine: The Hidden Luddite Tradition
in Literature, Art, and Individual Lives8 (2002), que debido a la
amplitud de la investigación, carece de muchos detalles. En Against
Technology: From Luddism to Neo-Luddism (2006), Steven Jones ha tratado
la evolución del ludismo al neo-ludismo, enfocándose en obras de ficción
que con el tiempo han sido adaptadas, coincidiendo con las inquietudes
neo-ludistas cada vez más. Kirkpatrick Sale, uno de los portavoces más
activos del movimiento neo-ludista estadounidense, ha escrito Rebels
Against the Future: The Luddites and Their War on the Industrial
Revolution – Lessons for the Computer Age (1995), lo cual es una obra
histórica que trata del movimiento ludista originario de Inglaterra,
pero también el neo-ludismo contemporáneo y los movimientos ecologistas
de acción directa en los últimos capítulos.
Aunque los escritos de estos académicos ilustran y plantean muchos
interrogantes, en gran parte han ignorado la importancia del pensamiento
neo-ludista en los movimientos ecologistas de acción directa y sus bases
filosóficas. En el presente trabajo analizaremos algunos de los amplios
ejemplos que demuestran el impacto que han tenido las críticas a la
tecnología, o sea el neo-ludismo, en los movimientos ecologistas de
acción directa. Esta investigación no pretende ser una crítica de las
investigaciones antes mencionadas, de lo contrario sus enfoques serán
tomados como marco teórico, profundizando en los Estados Unidos y en
cómo el neo-ludismo se ha hecho evidente en los grupos ecologistas de
acción directa y sus bases filosóficas.
En cuanto a los movimientos ecologistas de acción directa hay amplias
fuentes secundarias que tratan de ellos en detalle, de estudios teóricos
sobre la historia criminal y legal hasta estudios cronológicos de sus
operaciones de acción directa. Además de utilizar una lente enfocada en
la cuestión de la tecnología, esta investigación pretende desarrollarse
en base a algunas críticas que podemos hacer de los estudios existentes
sobre el tema—primero, aunque ha sido evidente y frecuentemente
mencionado, como hemos visto, nadie ha tratado la postura hostil a la
tecnología de los movimientos ecologistas radicales, y segundo, suelen
ser excesivamente partidarios, en favor o en contra del fenómeno en
cuestión.
Entre las principales obras críticas de los movimientos ecologistas de
acción directa encontramos In Defense of People: Ecology and the
Seduction of Radicalism9 (1971), Ecoterror: The Violent Agenda to Save
Nature/The World of the Unabomber (1997), Trashing the Economy: How
Runaway Environmentalism is Wrecking America (1998), Ecoterrorism: The
Dangerous Fringe of the Environmental Movement (1990), Walking on the
Edge: How I Infiltrated Earth First! (1994). Aunque la mayoría de los
historiadores reconocen la dificultad de escribir de manera objetiva
sobre este tema, se han considerado como representativas de una
colección de literatura que ha tomado una postura intrínsecamente hostil
al objeto de estudio, lo que ha dificultado para el lector la
comprensión del razonamiento y perspectiva de los activistas. Como
fuentes primarias encontramos los informes y escritos gubernamentales y
del sector comercial quienes también han tomado una postura hostil a los
movimientos ecologistas radicales. Por estas razones, las fuentes
mencionadas solamente serán utilizadas como ejemplos del fuerte
contra-ataque que los movimientos ecologistas radicales han provocado y
como contrapeso para las afirmaciones de los escritos en favor de dichos
movimientos.
Por otro lado, los textos en favor de los movimientos ecologistas
radicales también suelen emplear lenguaje incendiario, tendencioso y ser
poco permisivos de perspectivas contrarias. Por ejemplo, Green Rage:
Radical Environmentalism and the Unmaking of Civilization10 (1990),
Christopher Manes proclama que “este libro no pretender ser ni objetivo
ni desapasionado sobre el movimiento radical ecologista” (Manes:Preface)
mostrando el carácter político de su obra. Por lo tanto, una
característica común de los escritos a favor de los movimientos
ecologistas radicales es que suelen ser escritos por los propios
activistas y los miembros de los mismos movimientos en cuestión, lo que
dificulta distinguir entre fuentes secundarias y fuentes primarias. Dos
ejemplos más de esta tendencia son los libros Burning Rage of a Dying
Planet: Speaking for the Earth Liberation Front (2004) y Green is the
New Red: An Insider's Account of a Social Movement Under Siege (2011),
los cuales también fueron escritos por partidarios de los movimientos
ecologistas en cuestión. Sin embargo, la cercanía entre los escritores
de estas obras y los propios movimientos y activistas hace que aportan
muchos detalles sobre hechos y perspectivas no incluidos en otros
estudios sobre el objeto de estudio. Por otro lado, aunque la postura
partidaria normalmente queda clara, nos obliga a ser escépticos a la
hora de valorar los acontecimientos tratados en sus escritos, siendo
necesario buscar otras fuentes para respaldar sus afirmaciones, ya que
podrían tratar aspectos importantes no mencionados en estos.
A pesar de que los títulos dan a entender lo contrario, Ecoterrorism11
(2004) de Douglas Long y Eco-Terrorism: Radical Environmental and Animal
Liberation Movements (2006), son quizá las principales fuentes
secundarias escritas desde una postura más equilibrada. Abordando la
relación entre el “ecoterrorismo”, la legislación estadounidense y las
listas cronológicas de actos de acción directa hacen de Ecoterrorism un
gran aporte al estudio de los movimientos ecologistas de acción directa.
También consideramos bastante objetivas otras obras como Eco-Terrorism:
Radical Environmental and Animal Liberation Movements en donde se
estudian la historia y filosofía de los movimientos de ecologismo
radical, la estructura organizativa, el modus operandi de los distintos
grupos, las audiencias ante el Congreso relacionados con el tema y
también las listas de actos de acción directa. Además de estas obras
tenemos la investigación de Brian Doherty, Ideas and Actions in the
Green Movement (2005), la cual aporta información valiosa sobre los
movimientos ecologistas como un movimiento social, cómo nacieron, cómo
han crecido y las ideas detrás de sus prácticas.
Con respecto a las bases filosóficas de los movimientos ecologistas
radicales, contamos con los libros ya mencionados, Green Rage (1990),
Burning Rage of a Dying Planet (2006), Ecoterrorism (2004), Ideas and
Actions in the Green Movement (2005) y Eco-terrorism (2006), los cuales
incluyen análisis sobre las ideas históricas más influyentes para dichos
movimientos, la ecología profunda y el anarquismo verde en dichos
movimientos ecologistas. Utilizaremos estos estudios en conjunto con
fuentes primarias de los propios partidarios y miembros de cada escuela
de pensamiento.
En cuanto a las fuentes primarias contamos con la ventaja de que tanto
los grupos ecologistas de acción directa como las escuelas de
pensamiento que forman sus bases filosóficas se han caracterizado por
difundir sus perspectivas de manera ferviente. Estos grupos en búsqueda
de difundir su pensamiento han divulgado una grande cantidad de
publicaciones (frecuentemente a través de medios independientes y
gratuitos), revistas, carteles, obras audiovisuales y archivos
digitalizados, facilitando de esta forma su estudio y análisis. Como
consecuencia de la situación geográfica del investigador, la principal
fuente son los artículos de prensa disponible por Internet. Sin embargo,
páginas de Internet como Internet Archive, The Anarchist Library,
Conflict Gypsy, A-Infos, Zine Library y Radical Archives aportan grandes
colecciones de fuentes primarias de gran utilidad para ésta
investigación, adicionalmente, en todas éstas páginas se ha encontrado
la existencia de una etiqueta o categoría denominada “la tecnología”,
facilitando parte del trabajo al demostrar la importancia que la
cuestión tecnológica ocupa en estos movimientos. Aunque también
recurrimos a revistas publicadas por los movimientos ecologistas, como
por ejemplo Earth First! Journal (1980-presente) y Resistance
(1999-2001), una parte central de la atención que damos a dichos
movimientos será enfocada en los manuales de campo que han publicado
sobre cómo realizar actos de sabotaje, dando luz a qué ha sido el blanco
de sus ataques y por qué. Dichos manuales incluyen Ecotage!12 (1972),
Ecodefense: A Field Guide to Monkeywrenching (1985) y Earth First!
Direct Action Manual (2001), los cuales fueron publicados por Earth
First!, The Black Cat Sabotage Handbook (2006) que fue publicado por un
miembro del Earth Liberation Front, y varios otros sobre actos de
sabotaje más específicos, como por ejemplo The Nighttime Gardener's
Handbook (2002) y My First Little Book of GM Crop Decontamination (2002)
que trataron el sabotaje de las plantas transgénicas y Setting Fires
with Electrical Timers: An Earth Liberation Front Guide (2001), que
trata específicamente sobre cómo realizar actos de incendiarismo.
Revistas independientes como Fifth Estate13 (1965-presente), Live Wild
or Die! (1989-1990s), Disorderly Conduct, Species Traitor
(2001-presente) y Green Anarchy (2000-2009) son representativos de una
gran colección de escritos que nos dan perspectiva al pensamiento y
retórica del anarquismo verde y que ha sido poco tratado por académicos.
-Capítulo II-
INTERROGANTES EN ESCENA Y EXPECTATIVAS EN PROCESO (1960s-1970s)
El declive de la contra-cultura y la división sobre la cuestión
tecnológica
En el año 1975, bajo el mandato de Richard Nixon, los Estados Unidos
dejó de dirigir y participar en la Guerra de Vietnam de manera
definitiva. Parecía que el movimiento contra-cultural, que dirigido en
su mayoría por jóvenes universitarios se basaba en el elogio de la paz,
la lucha contra todas formas de poder opresivo y el activismo político,
por fin lograba su objetivo de influenciar a la opinión pública
estadounidense para que presionara al gobierno a acabar con la guerra.
Además de esto, la lucha por los derechos civiles e igualdad de genero,
la “revolución sexual”, fueron percibidas como logradas o por lo menos
pacificadas. Una amplia gama de nuevas leyes y ramas gubernamentales
fueron creadas con el fin de proteger al medio-ambiente, como por
ejemplo la Agencia de Protección Ambiental, y el primer Día de la Tierra
tuvo lugar en abril de 1970, un índice de la propagación de
preocupaciones medio-ambientales entre la mayoría de la población. Tras
este proceso de cambios los anteriormente jóvenes dirigentes de la
contra-cultura pasaron a la edad de tener familias y conseguir
estabilidad económica, lo que ocasionó el fin definitivo de la
contra-cultura estadounidense a mediados de la década 70. La
contra-cultura, que era resultado de una “lucha de generaciones” (Roszak
1969:1), ya no podría existir de la misma forma con el envejecimiento de
sus partidarios.
Una parte importante de la contra-cultura de los años 1960 era la
retórica y el pensamiento crítico hacia la tecnología (Jones 2006:177) y
la destrucción del medio-ambiente, dos aspectos que condicionarían el
surgimiento de los movimientos ecologistas radicales y sus bases
filosóficas. La publicación de Silent Spring por Rachel Carson en 1962
ha sido considerada de suma importancia popularizando preocupaciones por
el medio-ambiente en los Estados Unidos. A lo largo de la Guerra de
Vietnam el uso de “Agent Orange”, un defoliante utilizado para despejar
las selvas y facilitar bombardeos, fue altamente criticado por su
impacto, no solamente sobre los seres humanos, sino también sobre la
naturaleza y el ecosistema del sureste de Asia. También hubo movimientos
con tendencias anti-tecnológicas en contra de la energía nuclear, la
carrera de armamentos entre los Estados Unidos y la Unión Sovietica y el
movimiento “Back to the land” (“Volver a la tierra”) que consistía en
una migración a zonas rurales por motivos ecológicos y prefiguró ideas
anti-civilización que veremos.
En sus investigaciones Andrew Kirk ha demostrado cómo una división
creció en la contra-cultura sobre la cuestión de la tecnología, los
cuales “ayudaron a reformar el movimiento ecologista estadounidense””
(Jones 2006:181). Existían integrantes claramente en favor del
desarrollo tecnológico como medio para solucionar los problemas actuales
y futuros, y “un segmento vociferante de la contra-cultura [que] fue
ampliamente visto (con razón) como anti-tecnología, como neo-ludista”
(Jones 2006:181). Esta escisión ilustra la división que tendría lugar
dentro del movimiento ecologista estadounidense; por un lado los cuerpos
gubernamentales y las organizaciones corrientes como las del “Grupo de
Díez”14 claramente a favor de las soluciones tecnológicas a problemas de
carácter ecológico, por otro lado, los movimientos ecologistas radicales
en contra de la tecnología quienes también tienen raíces en la
contra-cultura (Doherty 2002:1), adoptarían tácticas de ella (Manes
1990:69) y rechazarían los conceptos de progreso y desarrollo
tecnológico-científico. La advertencia del mal uso de la tecnología y
los sistemas industriales no encontró lugar solamente en la
contra-cultura, sino también en el gobierno estadounidense y en entornos
académicos. En 1961, el presidente Dwight D. Eisenhower en su despedida
a la nación, advirtió sobre el otorgamiento de poderes al “Complejo
Militar-Industrial”, sugiriendo mantener una visión moderada de la
investigación científica y añadió que “tenemos que estar alerta al
peligro de que la política pública pudiese terminar cautiva por la élite
científico-tecnológico” (Pursell 2007:278). El hecho de que Eisenhower
expusiera ideas preventivas contra una tecnocrácia fue, en parte,
indicador del impacto e influencia de las representaciones neo-ludistas
en la cultura estadounidense.
Theodore Roszak, un historiador de California, es frecuentemente citado
como el creador del neologismo “la contra-cultura” cuyo libro, The
Making of a Counter Culture: Reflections on the Technocratic Society and
Its Youthful Opposition (El nacimiento de una contra-cultura:
Reflexiones sobre la sociedad tecnócrata y su joven oposición) (1969)
formó parte de una creciente colección de literatura neo-ludista en los
Estados Unidos. Como se puede suponer por el título, el libro se enfoca
en lo que Roszak ha llamado “la sociedad tecnocrática”, o sea, el
régimen de corporaciones y pericia tecnológica que domina la sociedad
industrial, y la lucha de la contra-cultura contra ella. Además de sus
escritos sobre la sociedad tecnocrática, Roszak en The Voice of the
Earth: An Exploration of Ecopsychology (La voz de la Tierra: Una
exploración de la eco-psicología), también publicado en 1969, contribuyó
con ideas relacionadas con las crecientes preocupaciones por el
medio-ambiente y la dependencia de los seres humanos en el mismo. En
este libro Roszak aborda temas como la eco-psicología donde nos dice que
el objetivo de ésta “es despertar el sentido inherente de reciprocidad
ambiental que forma parte del inconsciente ecológico. […] La
eco-psicología busca curar la alienación fundamental entre el individuo
y el ambiente natural” (2001:320), y junto a esto, si seguimos la
perspectiva del autor, encontramos que sus ideas son una crítica aguda
del sistema industrial.
En el año 1967, publican en los Estados Unidos la traducción de La
Technique: L'enjeu du siècle (1964) de Jacques Ellul, un anarquista
católico francés, obra que fue citada por Roszak en dos ocasiones en The
Making of a Counter Culture (1969:6, 231). El libro de Ellul contribuyó
a la contra-cultura estadounidense el concepto de determinismo
tecnológico y una crítica teórica tanto de la tecnología como objeto
físico así como de la técnica (Jones 2006:180), o sea de todos los
medios empleados con el objetivo de llegar a un fin predeterminado y de
la manera más eficaz, el principio rector de todas las tecnologías.
Junto a esto, Jacques Ellul aportó un análisis crítico de siete
características de la técnica y la tecnología que se han convertido en
factores determinantes y opresivos en las sociedades tecnológicas: la
racionalidad, la artificialidad, el automatismo de decisiones técnicas,
el auto-aumento, el monismo, el universalismo y la autonomía (1967:79).
Jacques Ellul, reproduciendo la conocida frase de Henry David
Thoreau—“el hombre se ha hecho la herramienta de sus herramientas”,
agregó que “los seres humanos han tenido que adaptarse a [la tecnología]
y aceptar cambio total” (1964:136). Según Ellul, uno de los resultados
del determinismo tecnológico es que “destruye, elimina o subordina el
mundo natural, y no permite que este mundo se recupere ni tampoco que
entre en una relación simbiótica con él” (1967:57), una idea que
claramente sería plasmada en los movimientos ecologistas radicales que
surgirían a finales de los años 1970.
Lewis Mumford, un destacado historiador y filósofo de la tecnología
estadounidense, enfocándose en el pasado para llegar a observaciones y
conclusiones similares a Jacques Ellul, publicó su obra seminal, Myth of
the Machine (El míto de la máquina), en dos tomos, Technics and Human
Development (Técnicas y el desarrollo humano) (1967) y The Pentagon of
Power (El pentágono del poder) (1970). En su obra, Mumford llegó a la
conclusión de que “la máquina” y “la mega-máquina”, un eufemismo para la
civilización, han creado una estructura social que no se enfoca en las
necesidades humanas orgánicas, sino en las “necesidades” que la
tecnología ha creado. De alguna manera previendo los movimientos
ecologistas radicales que surgirían una década después, Mumford
escribió—“si vamos a prevenir que las mega-técnicas controlen y deformen
todos los aspectos de la cultura humana aún más, solamente vamos a poder
hacerlo con la ayuda de un modelo radicalmente diferente que es
directamente derivado, no de las máquinas, sino de los organismos vivos
y los complejos orgánicos (eco-sistemas)” (1974:352). Veremos en el
cuarto capítulo que los movimientos ecologistas radicales y sus bases
filosóficas acogieron a las ideas expuestas por Theodore Roszak, Lewis
Mumford y Jacques Ellul (Manes 1990:227), juntando una visión crítica de
la tecnología y la civilización con un enfoque ecologista.
Además de los escritos academicos de Theodore Roszak, Jacques Ellul y
Lewis Mumford, otras perspectivas neo-ludistas y ecologistas fueron
ampliamente difundidas en la cultura-pop estadounidense. Según George
Romero, un destacado director estadounidense, “la mayoría del horror de
los años 50”, una década formativa para los futuros partidarios de la
contra-cultura, “si tenía algún mensaje, era “ten miedo de la ciencia,
bombas nucleares van a destruirnos, mujeres van a ser 50 pies de altura
y que vamos a tener problemas”” (Midnight Movies, 15:25). Kirkpatrick
Sale (1997) dijo que “la idea de la tecnología desbocada es una
tendencia en la ciencia-ficción que ha ayudado a conseguir el apoyo
popular por algunas de las inquietudes neo-ludistas actuales, como por
ejemplo su oposición a la energía nuclear”. La película Silent Running
(1972) es un buen ejemplo del enfoque ecologista de la época, en la cual
nos muestra como un astronauta se revele contra el sistema para impedir
la realización de una orden para destruir las últimas plantas en
existencia, advirtiéndonos que hay situaciones en las cuales está
justificado que uno se rebela contra el sistema para solucionar
problemas ecológicos.
En la siguiente parte analizaremos algunos de los primeros casos
ejemplares de acción directa por motivos ecologistas en los Estados
Unidos durante los años 1970 y trataremos dos obras literarias, Ecotage!
(1972) de Sam Love y David Obst, y The Monkey Wrench Gang (1975) de
Edward Abbey, los cuales desencadenaron un proceso de radicalización
progresiva y fueron el detonante en la creación de los movimientos
ecologistas radicales de las siguientes décadas.
“The Fox” y los principios de la acción directa ecologista
Uno de los primeros activistas ecologistas de acción directa que llegó a
ser conocido en los Estados Unidos era James Phillips, quien operaba de
manera anónima bajo el seudónimo de “The Fox” (El Zorro) en los
suburbios al oeste de Chicago a finales de los años 1960 y principios de
los 1970, cuando todavía no era popular entre los políticos
estadounidenses hablar del respeto por el medio-ambiente y una década
antes de la popularización de las tácticas de acción directa en los
movimientos ecologistas. De manera curiosa, James Phillips ha sido poco
o nada tratado en muchos de los estudios existentes sobre la historia de
los movimientos ecologistas radicales (Manes 1990:185; Long 2004:136;
Liddick 2006:17), pero no por ello de menor relevancia, por lo que en el
siguiente párrafo profundizaremos en esta importante figura del
movimiento.
The Fox explicó que “la desobediencia civil proliferó a finales de los
1960. […] Fue en aquel momento cuando me uní a las filas” (Swanson
1988), mostrando la importancia que la contra-cultura estadounidense
tuvo sobre sus actos. En 1988 fue estimado que Phillips había
desempeñado 26 campañas que incluían cientos de incursiones (Swanson
1988) “con el objetivo de acosar las industrias, avergonzarles, llamar
la atención a su manera de actuar, conseguir que el público presionara a
los legisladores quienes les han permitido estropear las aguas y el
aire, quienes se hacían la vista gorda, quienes condenaron a los
ecologistas” (Gordon). Solamente después de su fallecimiento en 2001,
The Fox fue identificado como James Frederick Phillips por sus amigos y
familia (Martin 2001).
Con más de 30 años Phillips vivía dos vidas, de día trabajaba como
profesor de ciencia en un colegio de Chicago, y en su tiempo libre se
dedicaba a operaciones de acción directa en nombre del bienestar del
medio-ambiente. En un artículo de prensa Phillips fue citado diciendo
que su primera operación de acción directa fue en el año 1969 tras
observar una familia de patos morir en el Río Fox (Swanson 1988),
supuestamente debido a los altos niveles de contaminación de las aguas.
Como respuesta a esto, Phillips decidió castigar a la empresa de jabón,
Armour-Dial Co., tapando uno de sus desagües principales con 7 toneladas
de residuos (Young 1999). Debido a que no provocó ningún cambio
inmediato, The Fox siguió su campaña contra la empresa hasta que
invirtieron $10 millones en equipo para controlar su producción de
residuos contaminadores.
Cumpliendo con una tendencia característica de los partidarios de acción
directa por motivos ecologistas, Phillips llegó a desconfiar de los
medios legales para resolver los problemas que observó. Según él “no
había más que leyes débiles y una burocracia débil en aquél momento, […]
La contaminación del aire y de las aguas se estaba acumulando” (Swanson
1988). Uno de sus pocos intentos a través de medios legales nunca fue
solucionado. Un juez simpatizante con Phillips se comprometió a emitir
una orden restrictiva en el distrito por problemas de contaminación,
pero solamente si podían comprobarlo. Para asegurar que los inspectores
encontrarían evidencia de contaminación, Phillips se montó en su lancha
para pescar materia fecal humana del mismo río y pintarla color plata
para que de esta forma fuese evidente para los inspectores, riéndose
mientras contaba el relato, Phillips dijo, “desafortunadamente, la
pintura causó un cambio en la gravedad especifica del popó, y se hundió”
(Young 1999) y consecuentemente no consiguió convencer al juez para
emitir la orden restrictiva. Bajo su perspectiva, ya era momento de
buscar otras soluciones más eficaces e inmediatas.
En 1971 Phillips entró en un edificio de la U.S. Steel Corporation
(Corporación de Hierro de los Estados Unidos) en Chicago con un cartel
en una mano protestando por la política de contaminación de la empresa,
y en la otra mano, una jarra de un galón de aguas residuales y un ataúd
pequeño que contenía peces, ranas y pájaros muertos, todo supuestamente
provenía de los desagües de la localidad de Gary. Después de subir al
piso 18 Phillips se encontró con las secretarias y les gritó, “¡esto es
lo que pasó en los Molinos de Gary!”, y tiró los contenidos de la jarra
y ataúd por la alfombra blanca de la oficina (“Pollution Foe” 1971). Al
salir del edificio puso una pegatina en la puerta de unos ejecutivos que
decía “Dale Fox, poner fin a la contaminación”. La combinación de
desobediencia civil con problemas ambientales en mente, vandalismo y un
toque de humor serían característicos de las tácticas empleadas por los
movimientos ecologistas que surgirían pronto después.
En el mismo año, 1971, Phillips renunció a su puesto como profesor de
colegio porque estaba “harto del sistema educativo que gasta millones de
dólares intentando llevar la naturaleza adentro en vez de sacar los
niños a ella” (Gordon) por lo que comenzó a trabajar como agente estatal
de las leyes medio-ambientales. A pesar de que estaba satisfecho con las
nuevas medidas tomadas por el gobierno, en particular la Clean Water Act
(Ley de Aguas Limpias), aprobada por el Congreso en 1970, Phillips
percibió que existían muchos problemas ambientales que aún no eran
tenidos en consideración y que carecían de una solución inmediata (Young
1999). Durante sus campañas, The Fox fue conocido por dejar mofetas
sueltas en frente de las casas de los dueños de empresas causantes de
contaminación, tapaba chimeneas industriales y una vez transportó 50
libras de aguas residuales desde Lake Michigan hasta la sala de
recepción de la empresa responsable. Veinte años después Phillips
expresó que “nunca pensé que después de casi 20 años estaría haciendo
esto. Es que estoy consternado por las cosas que siguen pasando”
(Swanson 1988).
Es interesante notar que varios oficiales del gobierno como David
Dominick simpatizaron con Phillips y hablaron bien de lo que había
hecho, algo que sería menos común en las décadas siguientes debido al
aumento de actos de acción directa y la política del gobierno
estadounidense que se volvió gradualmente más hostil a ellos. Phillips
cuenta cómo en una ocasión consiguió la ayuda de un político conocido
del condado de Kane para una operación. En esta pusieron pegatinas en
barras de jabón a la venta en supermercados para reprender a la empresa
de jabón, Armour-Dial, por la contaminación que causaba (Young 1999).
“Hay suficientes personas que saben quién soy, realmente, no es un
secreto”, dijo Phillips. “Es probable que la policía averigüe quien soy
dentro de unos pocos meses, pero algunos de ellos me han ayudado.
Creyeron en lo que estaba haciendo” (Young 1999). Sin embargo, la
publicación del libro In Defense of People: Ecology and the Seduction of
Radicalism (En defensa de la gente: la ecología y la seducción del
radicalismo) en 1971 es un ejemplo temprano de la creciente oposición a
la acción directa por motivos ecologistas.
Aunque no hay evidencia clara de que Phillips contó con el discurso
neo-ludista de manera explícita, David Dominick, quien era comisario de
la Administración de Calidad de Agua, entendió los actos de James
Phillips como parte de la cuestión tecnológica. En un discurso ante la
Sociedad Americana de Ingenieros Civiles en 1970, Dominick dijo, “The
Fox, por sus hechos, hace la pregunta a todos: ¿tenemos, como individuos
en una sociedad tecnológica, la voluntad para controlar y evitar la
degradación de nuestro medio-ambiente?” (Martin 2001). Esta misma
pregunta formaría la base de la perspectiva ecologista radical que
surgiría pronto después de las campañas de The Fox, llevándoles a
cuestionar la propia sociedad tecnológica.
Es importante resaltar el gran respeto y admiración que James Phillips
tuvo por los nativos americanos como modelo alternativo a las sociedades
tecnológicas porque esto sería una parte fundamental de una de las bases
filosóficas de los movimientos ecologistas radicales, el anarquismo
verde y la ecología profunda. En una campaña publicitaria en mayo de
1973, Phillips recreó la expedición de Louis Jolliet y Jacques Marquette
del siglo XVII con siete compañeros—cuatro meses en canoa por 3.000
millas desde St. Ignace, Michigan, hasta Green Bay—para conversar con la
gente de los pueblos a lo largo del camino sobre los cambios ecológicos
que han ocurrido en el río en los 300 años desde que la expedición tuvo
lugar (Gordon). En un discurso ante funcionarios en Starved Rock,
Illinois, Phillips, cumpliendo con el papel de un explorador francés,
proclamó “cuando llegué hace 300 años vi cómo las grandes culturas
vivían por las riberas de los ríos […] ¿Adónde se han ido? ¿Por qué no
habéis hecho leyes para proteger a estas tierras sagradas? ¿Tenemos que
perder todo esto? […] y ahora mis ojos lloran mientras viajo por
vuestras ciudades civilizadas” (Gordon). Veremos que la ecología
profunda y el anarquismo verde, dos escuelas filosóficas respaldadas por
los movimientos ecologistas radicales, también han relacionado los
objetivos de la acción directa de motivación ecológica con el elogio de
las culturas primitivas. Durante los años 1970, poco tiempo después de
la circulación de noticias sobre The Fox, dichas escuelas filosóficas
llamarían por la reducción gradual del sistema industrial con el fin de
crear una sociedad basada en los principios de las culturas primitivas.
Debido a la gran cantidad de publicidad que los actos de acción directa
de The Fox generaron15, Phillips inspiró, o por lo menos coincidió con
la aparición de otros grupos anónimos de sedición que trabajaban en
nombre de la naturaleza. Según la prensa de principios de los años 1970,
The Fox consiguió un aliado: “The Billboard Bandit” (“El Bandido de
Carteleras”), un personaje anónimo quien en menos de tres meses, entre
febrero y abril de 1971, tiró setenta-cinco carteleras por las
carreteras de Michigan, entre ellas una señal de tres dimensiones que
costó $5.000 USD (“Billboard Bandits...” 1971). En el Estado de Arizona,
el “Arizona Phantom” (“Fantasma de Arizona”) deshizo líneas ferroviarias
y destruyó maquinaria para parar la construcción de una mina de carbón
en la zona de Black Mesa mientras los “Eco-Raiders” (“Eco-Asaltantes”)
inutilizaron excavadoras, destrozaron obras de construcción y, como el
Billboard Bandit, tiraron carteleras que estaban por las carreteras. En
el Estado de Florida, cerca de Miami, el “Eco-Commando Force '70”
(“Fuerza Eco-Comando '70”) tiñó de color amarillo las aguas de plantas
de tratamiento de aguas residuales del condado Dade para demostrar que
dichas aguas no estaban siendo tratadas de manera correcta
(“Environment:Cheerful Sabotage” 1972). De manera similar a los grupos
mencionados, pequeños o individuales, en 1977 John Hanna formó
Environmental Life Force con siete amigos en Santa Cruz, California,
quienes estaban enfocados en luchar contra la contaminación y los
pesticidas. El 1 de mayo, 1977, John Hanna y Environmental Life Force
intentaron explotar siete avionetas utilizadas para la riega de
pesticidas que estaban estacionadas en el aeropuerto de Salinas,
California (Cole 1977).
Es notable la popularización de la estrategia de utilizar seudónimos
entre los activistas de los años 1970. Los ludistas originarios
reclamaron responsabilidad por sus actos por parte de Ned Ludd, ante
todo para mantener su anonimato frente los autoridades, pero también
para parecer super-héroes y generar atención, o sea, publicidad para
ganar apoyo público. Dicho de otra manera, el uso de seudónimos ha
servido, tanto entre los activistas de los años 1970 como entre los
ludistas, para crear cierta mitología y dejar una huella profunda en la
conciencia del público general. Dicha estrategia terminaría siendo una
tendencia común entre los grupos más pequeños e independientes de
ecologistas radicales que no se afiliaron a movimientos más grandes como
Earth First! o Earth Liberation Front16.
Además de inspirar otros individuos y colectivos pequeños a lo largo de
los años 1970, los actos de acción directa de James Phillips eran
catalizadores de la creación de futuros movimientos ecologistas
radicales que emplearían las mismas tácticas que él, incluso a un nivel
mucho más extendido y organizado. Dave Foreman, uno de los principales
fundadores de Earth First! dijo que “en los años 70 The Fox era una
figura mitológica—una leyenda para todos en el movimiento ecologista.
[…] Lo que impresionó a todos fue que era un hombre relativamente
moderado de la clase media. No era un agitador de izquierdas” (Young
1999). Forman incluyó la táctica de tapar los desagües de materias
contaminantes en el manual de campo de Earth First! (Foreman & Haywood
1993:72-76), claramente en honor de The Fox. Personas describieron a The
Fox como “un Robin Hood, luchando para nosotros, un héroe folclórico
genuino”, mientras que otros menos afines al aumento del fenómeno de
acción directa por razones ecológicas, le describieron como parte
fundamental de “las raíces del eco-terrorismo” (Brandow 1990:1).
Ecotage!
En 1971 Sam Love publicó Earth Tool Kit: A Field Manual for
Environmental Action (La caja de herramientas de la Tierra: Un manual de
campo para la acción ecológica), el primer libro dedicado la circulación
de las tácticas de acción directa por motivos ecologistas en los Estados
Unidos. La entidad organizadora del libro era Environmental Action, la
cual fundada el primer día del Día de la Tierra con el objetivo de
proteger al medio-ambiente enfrentando a los grandes contaminadores. En
el mismo año Environmental Action y Sam Love organizaron un concurso
nacional de propuestas sobre cómo hacer operaciones de sabotaje por
motivos ecológicos para publicar una nueva versión de Earth Tool Kit.
Todas las propuestas entregadas en el concurso fueron compiladas,
gozaron de más de mil propuestas, de las cuales seleccionaron las
mejores para crear Ecotage!, publicado en 1972 e “inspirado en las
hazañas de ““The Fox” y sus homólogos, “los Billboard Bandits y
Eco-Commandos de Florida” (Love & Obst 1972:2, 13). La Cámara de
Comercio estadounidense advirtió a sus miembros de que “un negocio, como
consecuencia del concurso, puede ser “el objetivo de sabotaje realizado
en nombre del ecologismo”” (Love & Obst 1972:14), y varios periódicos
escribieron sobre el concurso, todo esto estimulando interés y
participación en el proyecto. Aunque la Cámara de Comercio entendió la
amenaza que este libro podría significar para sus intereses nunca
imaginó que el libro iniciaría un proceso de radicalización progresiva
de muchos movimientos ecologistas por todos los Estados Unidos, que
desde ese momento decidieron poner en práctica las recomendaciones de
Ecotage!.
La relevancia de este libro se evidencia cuando observamos que en este
son tratados varios puntos que caracterizarían a los movimientos
ecologistas de acción directa que surgirían pronto después, entre ellos,
los motivos detrás del empleo de la acción directa, la idea de que la
moral justificada es más importante que la ley y el fracaso percibido de
anteriores intentos para solucionar problemas ecológicos.
Uno de los principales motivos que llevan a hacer uso del ecotaje había
sido explícitamente mencionado por The Fox: “llamar la atención sobre
los problemas actuales por medio de la presión pública creando mayor
movilización en pro de rectificar las injusticias que están siendo
cometidas” (Love & Obst 1972:15). Como hemos visto, The Fox logró llamar
la atención de los periodistas y consecuentemente del público, haciendo
que sus actos de acción directa no fuesen solamente un golpe a la
cartera de las empresas sino una forma de propaganda para el movimiento
ecologista y un llamamiento a la movilización en defensa del medio
ambiente. Estos acontecimientos probablemente alimentaron el
resurgimiento del concepto “la propaganda por el hecho”17 entre los
anarquistas estadounidenses, quienes también han sido partidarios del
neo-ludismo y los movimientos radicales ecologistas.
También tratado en Ecotage!, y en todos los actos de acción directa, fue
la idea de que “todos tienen que ser guiados por sus propia conciencia”
(Love & Obst 1972:10) y no solamente por las leyes. Según Love, esta
consigna “implica un llamamiento a una nueva ética moral que existe
entre aquellos quienes reconocen las injusticias cometidas por algunas
de las invenciones del hombre” (Love & Obst 1972:15). Este concepto de
existencia de unas “leyes superiores” a las del hombre, fue expuesto un
siglo antes en los Estados Unidos por Henry David Thoreau (1849) en
Civil Disobedience (La desobediencia civil) y sería repetido
continuamente entre los partidarios del sabotaje.
Otra tendencia tratada por Ecotage!, que sería característica de
posteriores movimientos ecologistas de acción directa, fue la percepción
de fracaso en anteriores intentos de resolver, por medio de las vías
legales, los problemas relacionados con el medio-ambiente, llevándoles a
emplear medidas más radicales y frecuentemente ilegales. Las percepción
era que la burocracia de los lobby, las Cortes y la representación
política en los Estados Unidos se ha mostrado incapaz de responder
eficientemente por el rápido envenenamiento y destrucción de la
naturaleza. Las inquietudes expresadas en las protestas pacificas del
Día de la Tierra y las manifestaciones corrientes cayeron en oídos
sordos, o por lo menos fue percibido así. De alguna manera, la
estructura de poder burocrática-estatal fue percibido como una parte
integral del propio sistema responsable por los agravios contra el
medio-ambiente. La siguiente cita nos ilustra de muy buena manera esta
idea:
“Sería una equivocación por parte de la comunidad empresarial o la
prensa interpretar estas ideas como una tendencia hacía la violencia o
irresponsabilidad. En todo caso, representan frustración porque los
problemas no están siendo solucionados. […] soluciones verdaderas, no
eslóganes de Madison Avenue, son necesarias. [Los partidarios de la
acción directa] saben que una multa de $500 por contaminar aguas no
significa nada para una corporación de múltiplesmillones de dólares,
saben que las carreteras son el problema, no el embellecimiento de
ellas. […] Así que si el ecotaje es condenado, la condena es de un
sistema que exige el ecotaje, un sistema que poco responde a las
necesidades y sueños de sus constituyentes, que les obliga a ser
clandestinos para lograr el cambio” (Love & Obst 1972:15).
La conclusión lógica de esta línea de pensamiento era que la acción
directa y el ecotaje eran los últimos medios de defensa capaces de crear
presión, resistencia y verdaderas soluciones. La acción directa “les
cuesta el inconveniente y por lo tanto dinero. Solamente cuando empieza
a doler de manera económica empezarán a trabajar contra la
contaminación” (Love & Obst 1972:52).
Las tecnologías percibidas como dañinas y seleccionadas como blanco para
el ecotaje, o sea acción directa, fueron los coches, calles y
carreteras, el oleoducto de Alaska y los desagües de materias
contaminantes, los pesticidas, carteles de empresas consideradoscomo
destructores del medio-ambiente, incineradores de basura que operasen de
manera ilegal, productos envasados, centros comerciales y también, otras
molestias menores como la propaganda postal, llamada “contaminación
postal” por algunos participantes del proyecto (Love & Obst 1972:56-57).
Básicamente toda la infraestructura, el sistema circulatorio de las
sociedades industrializadas, fue identificada como blanco de los ataques
para proteger al medio-ambiente.
En Ecotage! encontramos la primera mención de desurveying (Love & Obst
1972:87-88), la eliminación de campamentos de medición de obras de
construcción con el fin de causar daños económicos, una táctica que
luego sería popularizada por The Monkey Wrench Gang (1975) y puesta en
práctica por Earth First! (Foreman & Haywood 1993:52-61) y sus herederos
debido a que es relativamente fácil para quienes lo llevan a cabo, pero,
muy costoso para las victimas de ello. La importancia de la táctica fue
resaltada por Edward Abbey cuando escribió, “siempre quita las estacas
de medición […] En cualquier sitio que las encuentras, siempre. Es la
primera maldita orden general en el asunto de monkeywrenching [ecotaje],
siempre quita las estacas de medición” (Abbey 1975:50). Además de
desurveying, encontramos mención de la táctica de tapar los desagües de
materias contaminantes, como había hecho The Fox. Ecotage! continuó y
propugnó dicha táctica, la cual sería repetida por los posteriores
movimientos de motivos ecologistas en sus manuales de acción directa.
Es significativo que en principio muchos de los actos sugeridos en
Ecotage! eran legales y hubieran sido ampliamente aceptados por la media
de la población, como por ejemplo, escribir cartas de protesta a
empresas y políticos (Love & Obst 1972:44-46, 48-50, 56) y otros actos
legales de desobediencia civil. Sin embargo, dichas tácticas no formaron
la mayor parte de la estrategia utilizada por posteriores movimientos
ecologistas de acción directa, quienes se decidieron por medidas más
agresivas y destructivas. Sobretodo, la aportación más significativa de
Ecotage! a estos grupos fue la introducción del concepto del “manual de
acción directa”, importante tanto como herramienta de propaganda como
para medio de comunicación de las estrategias y tácticas utilizadas
entre los partidarios de la acción directa. La guías prácticas de Earth
First!, Ecodefense: A Field Guide to Monkeywrenching18 y Earth First!
Direct Action Manual, fueron publicadas en 1985 y 2001 respectivamente,
An Anarchist Cookbook: Recipes for Disaster publicado en 2004 por
CrimethInc., un colectivo anarquista, y The Black Cat Sabotage Handbook
que llegaría a su tercera edición en 2006, compilado de manera anónima
por Bill Rogers, un activista del ELF quien fue encarcelado en 2005 por
incendiarismo. Más tarde en la evolución de la guía práctica aparecieron
algunas más especificas enfocadas en tácticas y amenazas, como por
ejemplo, The Nighttime Gardener's Handbook (2002) y My First Little Book
of GM Crop Decontamination (2002) que trataron el sabotaje de las
plantas transgénicas y Setting Fires with Electrical Timers: An Earth
Liberation Front Guide (2001), que es, específicamente, una guía sobre
cómo realizar actos de incendiarismo. Todas aquellas publicaciones
tienen sus raíces en Ecotage!, el primer escrito ampliamente difundido
que propugnó la acción directa con motivos ecologistas como un nuevo
medio para llegar a soluciones inmediatas en cuestiones urgentes
Edward Abbey y The Monkey Wrench Gang
En 1975, Edward Abbey publicó The Monkey Wrench Gang, una obra de
ficción que tuvo un impacto de suma importancia en los grupos
ecologistas de acción directa que surgieron pronto después. Ya desde
finales de los años 1960 podíamos encontrar variedad de escritos y
manifestaciones de acción directa y ecologismo radical, pero la
aportación del trabajo de Edward Abbey estuvo en que fue capaz de
reformular los objetivos y las nuevas tácticas de sabotaje con motivos
ecologistas dentro de una obra de ficción que cautivó generaciones de
ecologistas de acción directa y del público general, logrando vender
alrededor de medio millón de copias. La impresionante aceptación de esta
obra dentro del público estadounidense se debió a la claridad con la que
fue escrita, una dosis saludable de humor y el hecho de que su
publicación coincidió con la popularización de las preocupaciones por el
medio-ambiente. A lo largo del libro “se puede ver la doctrina
anti-capitalista, la apocalíptica, la anarquista y la milenarista que
han caracterizado el movimiento ecologista radical contemporáneo”
(Liddick 2006:18). Pero, la importancia central de esta obra la
encontramos en que aborda temas como el fuerte desafío al progreso
tecnológico-científico y la exigencia de recurrir a la acción directa
con el fin de solucionar problemas ecológicos.
Siendo la acción directa una táctica normalmente rechazada por el
público, Abbey logró presentarla en un contexto fantástico e inocuo, en
cierta medida haciéndolo más palpable y generando reacciones más
positivas hacia esta forma de manifestación. Según Christopher Manes,
Edward Abbey era “el novelista que prácticamente inventó el movimiento
ecologista radical a través de su pluma” (1990:Preface). Otro
comentarista dijo que el libro “es una obra seminal; que introdujo la
acción directa en los ciudadanos como medio para combatir la guerra
contra la naturaleza del super-capitalismo” (Ritchey 2008). Este autor
acertó en la relevancia que tuvo la obra de Abbey aunque fue un error
decir que esta introduce la acción directa que como hemos visto tiene
raíces más profundas.
The Monkey Wrench Gang se basa en el relato de varios individuos, el
Doctor Sarvis (un médico cirujano), Bonnie Abbzug (asistente del Doctor
Sarvis), el mormón “Seldom Seen” Smith (el guía de ríos) y George
Hayduke (un veterano de la Guerra de Vietnam). Ellos se conocen en el
sureste de los Estados Unidos en un viaje de campamento y, tras varias
conversaciones y expresar sus quejas, deciden dedicarse al sabotaje de
maquinaria industrial para combatir la incursión de la civilización en
las tierras salvajes. La composición de los protagonistas rompió con los
estereotipos de que los ecologistas eran “tree huggers” o hippies
sensibleros. Abbey presentó a los protagonistas, los “rebeldes
neo-ludistas con una causa ecológica” (Manes 1990:69), como un sector
diverso y contrarios a los estereotipos dominantes. En el libro se
relata como los protagonistas frecuentemente botaban su basura personal
por la calle, conducían camionetas grandes, eran aficionados a las armas
de fuego, procedían de diversos sectores laborales y pertenecían a
diferentes clases sociales, o sea, la caracterización de estos
personajes no era acorde al perfil de ecologista común. A lo largo de la
obra se puede notar como Edward Abbey utilizó a los protagonistas como
plataforma para expresar sus propias ideas sobre la relación entre la
naturaleza y el desarrollo tecnológico-científico, entre muchas otras
cosas. En uno de los pasajes más reveladores y característicos de la
obra los personajes expresaban sus críticas e inquietudes como un
presagio, previendo la problemática futura:
“Odio aquella represa,” dijo Smith. “Esa represa inundó el cañón más
bello del mundo.”
“Ya sabemos,” dijo Hayduke. “Nos sentimos de la misma manera que tú.
Pero pensemos en las cosas más fáciles primero. Me gustaría tumbar
algunos de los tendidos eléctricos que están colocando por el desierto.
Y los nuevos puentes de estaño cerca de Hite. Y la maldita construcción
de carreteras que están haciendo por toda la zona del cañón. Podríamos
demorar un año solamente desmontando los malditos excavadores de
mierda.”
“Oiga, oiga,” dijo el doctor. “Y no se olviden de las carteleras. Y las
minas a cielo abierto. Y las tuberías de distribución. Y la nueva línea
ferroviaria desde Black Mesa hasta Page. Y las plantas eléctricas de
carbón. Y los fundidores de cobre. Y las minas de uranio. Y las plantas
nucleares. Y los centros de ordenadores. Y la Tierra y las empresas de
ganado. Y los envenenadores de la fauna y flora” (Abbey 1975:68).
Lo que entendemos de esta cita es que Edward Abbey no solamente estaba a
favor de mantener y proteger el medio-ambiente, también, al igual que
fue expresado en Ecotage!, mostraba una clara inconformidad con el
sistema industrial y la infraestructura necesaria para mantenerlo,
revelando el carácter neo-ludista de los escritos de Edward Abbey. Sobre
este mismo pasaje, el portavoz neo-ludista Jerry Mander explicó que “si
aceptas la existencia de automóviles, también aceptas la existencia de
carreteras puestas encima del paisaje, el petróleo para que los coches
se muevan e instituciones gigantes para buscar el petróleo, extraerlo y
distribuirlo. Adicionalmente, aceptas un estilo de vida acelerado y el
mismo movimiento de personas por la tierra a tales velocidades que hacen
imposible prestar atención a cualquier cosa que este creciendo en esas
mismas tierras” (Bailey 2001). De hecho, Abbey concordaba con Mander en
The Monkey Wrench Gang cuando escribió—“los tecnólogos utópicos imaginan
un futuro para nosotros en el que la distancia esta aniquilada y
cualquiera puede transportarse a cualquier lugar, instantáneamente.
¡Gran cosa! El estar por todos lados a la vez es como estar en ningún
sitio para siempre” (1975:205). Este pasaje nos muestra como Abbey
criticaba el concepto de progreso y aquella arrasadora fuerza motriz que
nos lleva a desarrollar más tecnologías.
En un ensayo personal, Edward Abbey, comentó sobre la dedicatoria de The
Monkey Wrench Gang antes de su publicación—“debo dedicarlo a Lewis
Mumford”. Pero reconociendo las amplias diferencias entre su obra de
ficción y los escritos de Mumford, Abbey decidió que “lo repudiaría. No
es su estilo” (Lindholdt 1998:108). Al final, la dedicatoria definitiva
de The Monkey Wrench Gang hizo referencia al movimiento ludista
originario y su líder mítico con las palabras “IN MEMORIAM: Ned Ludd” y
una cita de Lord Byron—“abajo con todos los reyes menos el Rey Ludd”19.
Además de las referencias explícitas a los ludistas originarios, hay
muchos reflejos de la perspectiva neo-ludista en los escritos de Edward
Abbey. Robert Crumb, un artista estadounidense de comics underground y
auto-proclamado neo-ludista (Sale 2006:198), hizo dibujos para la nueva
edición de The Monkey Wrench Gang en 1985. En el capítulo “Rage Against
the Machine: Edward Abbey and Neo-Luddite Thought” del libro Coyote in
the Maze: Tracking Edward Abbey in a World of Words, Paul Lindholdt
(1998:106) utilizó los escritos neo-ludistas para matizar y
contextualizar la biografía de Abbey y Steven Jones dedicó una parte de
Against Technology (2006:198) para hablar de Edward Abbey como “el
escritor neo-ludista más destacado de los años 1960 y 1970”.
Según Lindholdt, The Monkey Wrench Gang “se caracteriza por ser
resueltamente opuesto a la tecnología”, pero también reveló con claridad
que “la tecnocrácia”, es decir, la sociedad tecnológica y los poderes no
democráticos que la controlan, “no la tecnología, era el objetivo
principal del recelo de Abbey” (1998:107). Esta conclusión está
respaldada con el testimonio de Abbey cuando dijo “es bastante falso
decir que soy un escritor cuya preocupación principal y exclusiva es 'la
preservación de la tierra salvaje'”, y si seguimos la lógica de
Lindholdt, la destrucción de toda tecnología tampoco es su preocupación.
“Si mis libros tienen un tema común, sería algo como la libertad humana
en una sociedad industrial; la tierra salvaje es solamente uno de muchos
medios hacía ese fin” (Ritchey 2008). Sin embargo, esta perspectiva cabe
claramente dentro del marco teórico del neo-ludismo, lo cual, como hemos
visto, no está en contra de las tecnologías de por sí, sino, de los
efectos negativos del desarrollo ilimitado de estas.
Lindholdt ha demostrado los paralelismos entre el neo-ludismo y Edward
Abbey con cuatro principios claramente compartidos entre los dos.
Primero, coincidiendo con la idea de que “todas las tecnologías son
políticas” (Glendinning 1990:85-86), uno de los principios del
neo-ludismo establecido por Chellis Glendining, Edward Abbey creó un
personaje llamado GOLIATH, un excavador gigante con forma de ser humano
que, por su programación, “destruye el paisaje del desierto, [y] devasta
vida, cumpliendo con la voluntad de personajes como Bishop Love quien
promovía la industria minera y el turismo” (Lindholdt 1998:113).
Segundo, es evidente que Edward Abbey llegó a una conclusión similar a
la de otros neo-ludistas como Lewis Mumford y Jacques Ellul; diciendo
que con el crecimiento de las sociedades tecnológicas, el medio-ambiente
tiene más peligro de ser destruido y llegar a un punto de no retorno, y
por lo tanto, es el sistema que quien el problema, no otras prácticas
insignificantes. Para Abbey, tirar basura personal por las carreteras,
comer carne, utilizar coches y otras costumbres no eran el mayor
problema, sino la mentalidad y el sistema que se basa en el desarrollo
ilimitado. Sobre esto Abbey escribió, “la calle está aquí ahora, por lo
tanto la voy a usar. […] Yo sería tonto si saliera para caminar y dejara
que todos los turistas echaran sus fétidos gases de escape en mi cara,
¿no te parece? Si, lo sería. Pero si quería caminar – y lo queré cuando
llegue el momento – pues, caminaría toda la distancia desde aquí hasta
la bahía de Hudson y luego regresar” (1975:32).
Tercero, “un principio importante del pensamiento neo-ludista trata de
los efectos de la tecnología corporativa en la población del tercer
mundo” (Lindholdt 1998:114), más específicamente refiriéndose a los
efectos negativos sobre los pueblos que son mayoritariamente
auto-suficientes con culturas basadas directamente en la tierra sobre la
cual viven. En el prólogo de The Monkey Wrench Gang, Abbey (1975:3) en
un tono claramente sarcástico escribió—“reunidos en una colina abierta
encima de la carretera, por el lado del río que era la reserva, una
congregación de Ute, Paiute, Hopi y Navajo [pueblos de nativos
norte-americanos] se holgazanean alrededor de sus camionetas nuevas. Los
hombres y las mujeres beben Tokay, los enjambres de niños Pepsi-Cola,
todos masticando sándwiches de pan Wonder, Rainbo y Holsum con mayonesa
y Kleenex”. Quedó claro que, para el autor la sociedad tecnológica ha
sido un motor destructor de las costumbres de otras sociedades, aportado
nada más que un placer banal sobre las mismas.
Cuarto, un principio neo-ludista que ya hemos tratado en el caso de The
Fox y Ecotage!, es la necesidad de resistencia basada en principios
morales. Según Abbey, “sentimiento sin acción es la ruina del alma”
(Lindholdt 1998:108), lo cual implica que cualquier que se preocupe por
alguna causa, en este caso el medio-ambiente, debería levantarse y hacer
algo. Una de las “acciones” a las que Abbey se refería claramente era
los actos de sabotaje cometidos a lo largo de The Monkey Wrench Gang.
Según Lindholdt, “resistencia no violenta está al centro de todo lo que
[Edward Abbey] propugnó” (1998:115). El mensaje quedó claro: movilízate
y haz acción directa si te parece necesaria. De hecho, reflejando la
influencia de Ecotage!, partes de The Monkey Wrench Gang se leen como si
fueran de un manual sobre cómo realizar actos de sabotaje, proveyendo
detalles específicas sobre las herramientas, las materias y las
cuestiones de seguridad pertinentes para lograr realizar actos de
sabotaje. Hay especulación de que Abbey había hecho pruebas de campo
para poder escribir sobre dichos actos de sabotaje de manera realista.
Aproximadamente cinco años después el mensaje definitivamente llegó a
algunos, provocando el surgimiento de los movimientos ecologistas
radicales, particularmente Earth First!.
Añadiendo un quinto punto a la lista de Lindholdt sobre paralelismos
entre el neo-ludismo y Edward Abbey, encontramos la idea de determinismo
tecnológico expuesto por Jaques Ellul, Lewis Mumford, y quizá en menor
medida Theodore Roszak. Esta idea se refiere a la poca importancia que
tienen las diferencias políticas tradicionales en el desarrollo
tecnológico, Abbey declaró que “ni el socialismo, ni el capitalismo es
el enemigo, sino la industria y la tecnología llevadas al exceso, a un
punto más allá de la locura” (Lindholdt 1998:110). Varios de estos
temas—el carácter político de la tecnología, la destrucción del
medio-ambiente y el mensaje implícito de que tenemos que resistir a
estos cambios—fueron mencionados por Abbey en una entrevista:
“El progreso, el desarrollo, el crecimiento, la industria. Estoy en
contra de todo aquello que los políticos y la Cámara de Comercio aman.
[…] No creo que sobrevivan. Creo que estamos acabando nuestra base de
recursos, particularmente el agua [refiriéndose al Estado desértico de
Arizona], mucho más rápido de lo que pudiese ser reemplazado. […] Las
personas que dirigen este país presumen que la tecnología y la ciencia
siempre nos rescatarán de nuestra insensatez, y hasta ahora puede
parecer que han tenido la razón. De cualquier forma estamos quemando el
planeta, mientras intentaremos exportar la especie humana al espacio.
Hacer colonias espaciales. Colonizar la Luna, Venus, Martes, y eso es lo
que yo llamaría pensamiento verdaderamente chiflado y utopianismo
científico” (Temple 1982).
The Monkey Wrench Gang fue un éxito, tanto entre la comunidad literaria
como entre los individuos preocupados por cuestiones ecológicas. Además
de proveer críticas agudas y un mundo imaginario fantástico, provocó la
protesta activa que han caracterizado a los movimientos ecologistas
radicales posteriores a la publicación de la obra. Su impacto y éxito
está plasmado en el hecho de que el termino 'monkeywrenching' llegó a
ser un sinónimo de sabotaje. Según Dave Forman, uno de los fundadores
más importantes de Earth First!, “Ed Abbey era el Mudhead Kachina [el
líder de un pueblo indígena] del movimiento para la conservación de la
naturaleza y quizá de todo el movimiento para cambio social de este
país” (Foreman 1989). El libro, como hemos visto, se lee casi como si
fuera un manual para el sabotaje de tecnología industrial percibida como
dañina para el medio-ambiente y, como dijo Edward Abbey, de la libertad
humana.
-Capítulo III-
LA RADICALIZACIÓN Y ORGANIZACIÓN
DE LOS ECOLOGISTAS ESTADOUNIDENSES
Introducción
A finales de los años 1970, poco tiempo después de que se difundieran
las preocupaciones por el medio-ambiente, una división ideológica empezó
a crecer dentro del propio movimiento ecologista estadounidense. Por un
lado estaban las organizaciones formales establecidas, como las del
“Grupo de Diez”—el Sierra Club, National Audobon Society, National Parks
and Conservation Association, The Wilderness Society, Izaak Walton
League, National Wildlife Federation, Environmental Defense Fund, Natura
lResources Defense Council, Friends of the Earth y el Environmental
Policy Institute—que se han dedicado a la protección del medio-ambiente
atreves de los medios legales. Según Donald Liddick, “para los años
1970s una época de “radicalización progresiva” había empezado, pero fue
el conservadurismo de las asociaciones el que precipitó la separación de
grupos en facciones más agresivas” (2006:31) lo que determinó el
surgimiento de nuevos movimientos informales, grupos de ecologistas
radicales como Earth First! y luego el Earth Liberation Front (ELF).
Igual que sus homólogos anteriores, como The Fox, dichos movimientos
percibieron la necesidad de circunvalar todo el proceso burocrático de
negociación para conseguir soluciones más inmediatas a los problemas y
amenazas al medio-ambiente. Según Doherty, para los ecologistas
radicales “las obligaciones morales de individuos a hacer lo que es
correcto cuenta para todo, la obligación política del Estado importa
poco o nada” (2005:156).
El objetivo principal de los movimientos ecologistas de acción directa
ha sido proteger al medio ambiente, eliminar el afán de lucro en la
destrucción del medio-ambiente, y para algunos, crear apoyo público a la
vez. Veremos que con el tiempo el apoyo público ha sido gradualmente
menos importante para los movimientos ecologistas radicales a lo largo
de su evolución. Con respecto a la táctica de sabotaje, Dave Foreman,
uno de los co-fundadores de Earth First!, observó que “es muy costoso
mantener la infraestructura de calles necesaria para la explotación de
tierras salvajes. El costo de reparos, las dificultades, el retraso y
las pausas en actividad puedan ser demasiados para los burócratas y
explotadores a aceptar si un movimiento de resistencia amplio, no
organizado y estratégico se difunde por la tierra” (Foreman & Haywood
1993:8), por lo que se observa que estos movimientos estudian las
maneras más practicas de evitar la explotación medioambiental a través
de acciones que desestimulen o afecten económicamente a la empresa.
Una característica importante en los movimientos ecologistas radicales
es que han puesto el acento sobre el hecho de que sus acciones no
recurren exclusivamente a la acción directa y al sabotaje. Explicando
las tácticas empleadas por Earth First!, en el documental de 1987 Earth
First! The Politics of Radical Environmentalism, Edward Abbey aclaró que
“si medidas las políticas no funcionan, intenta protestar. Si esto no
funciona, intenta la desobediencia civil. Si esto tampoco funciona,
intenta el sabotaje” (Manes 1987:2:10). Según esta lógica, el sabotaje
es la última medida a ser empleada en la lucha para proteger al
medio-ambiente, y es cierto que Earth First! se ha dedicado a campañas
educativas, pero también queda claro que los movimientos ecologistas de
acción directa suelen haber llegado a la conclusión de que anteriores
intentos no han rendido frutos y por esto toman un rol más agresivo, el
ecotaje “la actividad que más que nada define al ecologismo radical”
(Manes 1990:21). Se puede decir entonces que el discurso de los
movimientos ecologistas radicales ha sido empleado como una de varias
herramientas utilizadas para legitimar a los grupos de acción directa y
justificar la práctica de sabotaje. El mismo razonamiento aparecería
años después entre los partidarios del Earth Liberation Front
(ELF)—“después de décadas de intentos para resolver problemas a través
de medios legales, estos se han mostrado inútiles ¿deberíamos continuar
trabajando estrechamente dentro de la ley o rendirnos completamente?
Cuando el Estado mismo se beneficia y es causa de las injusticias contra
las cuales luchamos ¿cómo poder ser lógico creer que el sistema cambiará
sin ser forzado?” (Igniting... 2008:7:20).
Como resultado de sus tácticas, la cuestión de que si los movimientos
ecologistas radicales son violentos ha sido un enfoque de mucho debate,
en gran parte debido a que depende en como uno define lo que es
'violencia'. Según la perspectiva en favor de la acción directa, la
violencia solamente puede ser un acto agresivo cometido contra un ser
consciente, no objetos inanimados, lo que sería vandalismo. Según un
importante investigador, “hay una distinción moral enorme entre romper
las vitrinas de un banco y romper a una persona. […] Romper una vitrina
no es violencia, es vandalismo. Existe una diferencia—a no ser que
piensas en la gente como el equivalente moral de la propiedad” (Kiley
2012). Partidarios de la acción directa han recurrido a relatos
históricos como el movimiento ludista originario, la lucha para los
derechos civiles y el Motín de Té de Boston para legitimar su posición y
dar realce a la idea de que el vandalismo puede ser valioso y
ampliamente aceptado en ciertas situaciones. Algunas de sus estrategias,
quizá la mayoría, caben claramente dentro del marco de desobediencia
civil no violento en todos los sentidos, como por ejemplo tree sitting,
la táctica de acampar en las ramas de la parte superior de los árboles
para evitar que estos sean talados, también utilizan otras más agresivas
pero siempre se llevan a cabo con las precauciones suficientes para no
herir a ningún ser vivo.
La estrategia de no violencia, según la perspectiva que acabamos de ver,
ha formado la piedra angular de los movimientos ecologistas de acción
directa, hecho que suele ser resaltado por ellos mismos para mejorar la
su imagen pública20. Según Paul Watson, el fundador del Sea Shepherd
Conservation Society (SSCS), “no ha habido ningún ser humano asesinado
ni herido por ningún conservacionista en ninguna parte de este país,
ninguna parte del mundo. En cambio, conservacionistas están muriendo en
los bosques de California por intentar salvar nuestros bosques. […] Yo,
por mi parte, estoy orgulloso de este registro de no-violencia hacia los
seres humanos. ¿He destruido propiedad? Si lo he hecho. Mi filosofía en
este asunto es guiada por nadie más que Martin Luther King quien dijo
muy firmemente que la violencia solamente puede ser cometida contra un
ser viviente y que posea consciencia” (Testify!... 2005:23:15). Según
los escritores de Ecodefense, libro ampliamente difundido sobre como
desempeñar sabotaje, monkeywrenching, o sea, el sabotaje de máquinas es
una resistencia no-violenta a la destrucción de la diversidad natural y
tierras salvajes. “El monkeywrenching jamás se dirige hacía seres
humanos ni otras formas de vida. De lo contrario, está dirigido a
máquinas inanimadas y herramientas que están destruyendo la vida. Por
ello los movimientos de acción directa realzan el hecho de que son muy
cuidadosos en sus estrategias para reducir al mínimo cualquier
posibilidad de amenaza a la gente” (Foreman & Haywood 1993:9). “Puesto
de manera más sencilla y fundamental, el objetivo de [los movimientos
ecologistas radicales] es salvar vidas” (Liddick 2006:141).
En cuanto al modelo organizativo de los movimientos en cuestión, Donald
Liddick ha llegando a una extraña conclusión: mantiene que el modus
operandi y estructura de los ecologistas radicales “fue popularizado por
Louis Beam como medio para que los nacionalistas blancos continuarían su
lucha contra el gobierno” (Liddick 2006:69), vinculando de alguna manera
los ecologistas de acción directa con los grupos etnocéntricos de
extrema-derecha (The Order, the Posse Comitatus, and The Covenant, the
Sword, and the Arm of the Lord) sin aportar hechos que sostengan su
hipótesis. Es mucho más probable que el modelo organizativo de los
movimientos ha sido basado, en mayor parte, en la estrategia
organizativa de los ludistas originales de Inglaterra—un movimiento sin
líder, jerarquía u organización formal y enfocado en el sabotaje de
máquinas. En Ecodefense: A Field Guide to Monkey Wrenching, la guía
práctica de Earth First!, se menciona la tradición de juramentos de
silencio en el movimiento ludista originario, recomendando la misma
práctica para sus miembros como estrategia de seguridad (Foreman &
Haywood 1993:238). Además, veremos que los movimientos ecologistas y sus
bases filosóficas han hecho repetido elogio a los ludistas originarios,
mientras no se ha encontrado evidencia de fuentes que indiquen una
relación entre los grupos de extrema-derecha y los movimientos
ecologistas de acción directa.
Tanto Earth First! como Earth Liberation Front se han constituido de
manera compleja. La división organizativa principal de estos movimientos
se conforma por una parte clandestina que lleva a cabo los actos de
acción directa y un sector legal con cara al público que se encarga de
la propaganda, el apoyo para activistas presos y de explicar al público
el pensamiento detrás de los actos de acción directa (Liddick 2006:70),
generalmente a través de publicaciones como el Earth First! Journal,
Earth Liberation Front Press Office y revistas independientes. “Debido a
que los activistas clandestinos son anónimos y aislados, su éxito
depende de manera crítica en los miembros del movimiento del sector
legal, quienes proveen apoyo y dirección” (Liddick 2006:69). Los
movimientos suelen organizarse primero por país, como EF!UK (del Reino
Unido) y EF!Netherlands, y luego por Estado o región, por ejemplo,
Everglades EF! y Santa Cruz EF!. Aunque existe la distinción a nivel
organizativo, es importante recordar que se han caracterizado por el
rechazo de la jerarquía, acercándoles a la práctica anarquista aunque no
siempre se auto-definan como tal (Frequently Asked... 2001:2-3). Por lo
tanto, no tratamos las organizaciones como Greenpeace que, a pesar de
que han recurrido a la acción directa, “no tienen el carácter
contra-cultural, no están sometidos a formas de organización no
jerárquicas ni comparten la ideología radical de acción directa por
motivos ecologistas de grupos como Earth First!” (Doherty 2005:155). Un
siguiente nivel organizativo de la organización es la división por
células autónomas que operan de manera independiente para que el
movimiento siga operativo aún cuando una célula sea infiltrada por
autoridades secretas o paralizado. Debido al modelo organizativo de los
movimientos ecologistas radicales y la semejanza entre las ideas que
comparten, a veces los activistas pueden pertenecer a varios
movimientos. Rodney Coronado, uno de los activistas más conocidos entre
los movimientos ecologistas, ha reclamado responsabilidad por actos de
acción directa por parte del Animal Liberation Front (ALF) y el Sea
Shepherd Conservation Society (SSCS), fue portavoz del Earth Liberation
Front (ELF) y también miembro del colectivo editorial del Earth First!
Journal.
Cuando nos referimos al fenómeno en cuestión, el termino “sabotaje”
suele ser substituido por varios otros, los más comunes siendo:
monkeywrenching, eco-terrorismo, eco-activismo o a veces ecotaje, cada
uno con un contenido particular determinado por las asociaciones que
provocan la acción y con un mensaje implícito en ello.
El primer termino, monkeywrenching, es un eufemismo que se ha extendido
entre los propios activistas, hecho que claramente refleja la
popularidad del libro de Edward Abbey, The Monkey Wrench Gang (1975),
entre los movimientos ecologistas radicales. Este término se refiere a
la imagen clásica de una llave inglesa que es utilizada para atascar el
engranaje de una máquina, tal como en la película Modern Times de
Charlie Chaplin, y se puede definir como cualquier acto de sabotaje por
motivos ecologistas. El uso de este término se ha extendido casi que
exclusivamente entre los propios activistas y los partidarios de la
acción directa, probablemente porque tiene una connotación pícara y poco
seria.
El segundo termino, “eco-terrorismo”, es el preferido de las autoridades
gubernamentales, periódicos corrientes y escritos críticos del
ecologismo radical, tiene una connotación claramente política y
peyorativa, provocando la comparación de los ecologistas de acción
directa con los terroristas islámicos que han sido objeto de obsesión de
la política estadounidense desde el 11 de septiembre, 2001. Paul Watson,
plasmó el desdén entre los activistas por el término en una conferencia
cuando dijo, “lo que quieren decir es que activistas ecologistas
realizan actos de terrorismo, ¿pero dónde están estas personas? ¿Soy
uno? Algunos de la prensa han dicho que lo soy. Aún estoy aquí hablando
ante este foro. Si yo fuera un terrorista estaría en la cárcel ahora, o
huyendo, clandestino, pero en cualquier sitio menos aquí […] no estaría
viajando libremente bajo mi propio nombre, con mi propio pasaporte”
(Testify... 2005:24:15). Como hemos visto, los ecologistas radicales se
han preocupado por no herir nunca a ningún ser vivo, y en los Estados
Unidos han cumplido con este principio. No hay un caso de ningún muerto
por un acto de acción directa de todos los movimientos ecologistas
radicales, y por lo tanto, los movimientos han preferido utilizar el
termino “eco-activismo”.
El último termino, “ecotaje”, aunque es quizá el menos utilizado de
todos, lingüísticamente es lo más exacto. Según los editores de
Ecotage!, el termino fue creado por ellos mismos (Love & Obst 1972:14),
lo cual ha sido ampliamente utilizado tanto entre los partidarios de los
movimientos ecologistas radicales como entre sus opositores. Según la
definición que aparece en la introducción del libro, la palabra
significa “una rama de biología táctica que trata de la relación entre
organismos vivos y su tecnología. Suele referirse a las tácticas que
pueden ser ejecutadas sin lastimar sistemas de vida” (Love & Obst
1972:6). Aunque en 1972 Love y Obst explicaron que ecotaje viene de
ecologismo más sabotaje, con el tiempo el término ha sido entendido
normalmente como sabotaje económico.
En el siguiente apartado analizaremos la evolución del movimiento
ecologista radical en los Estados Unidos, empezando con la controversia
del proyecto CU (1974-1980) y los llamados “Bolt Weevils”, el primer
ejemplo de una situación que provocó un movimiento de acción directa
organizado por motivos ecologistas, entre otros, y que realzó la
cuestión de la tecnología desde una perspectiva crítica.
Los “Bolt Weevils” de Minnesota
En 1973 las empresas Cooperative Power Association (CPA) de Edina,
Minnesota y United Power Association (UPA) de Elk River, Minnesota,
empezaron el proyecto CU ('Cooperative' y 'United'), para llevar
electricidad desde una planta eléctrica cerca de Bismarck, North Dakota,
por 430 millas, hasta Minneapolis y St. Paul, Minnesota, dos importantes
centros urbanos. Para realizar el proyecto era necesario expropiar
franjas de tierra de 160 pies de ancho en la zona centro-oeste del
Estado de Minnesota, una región predominantemente rural y de población
agricultora, y levantar torres de alta tensión para sostener los cables
eléctricos (Bran 2006:7; Wellstone & Casper 1981:3). Frente a la
propuesta e iniciativa de las dos empresas, la mayoría de los
agricultores que serían afectados se opusieron, por una variedad de
razones, a la construcción de los cables de alta tensión que pasarían
por encima de sus terrenos. A pesar de que este hecho ha sido
documentado en detalle por Paul Wellstone y Barry M. Casper (1981), en
su investigación no se abordó la relación existente entre el proyecto
CU, los movimientos ecologistas radicales y el neo-ludismo, por este
motivo dedicaremos este apartado al análisis de dicha relación.
Las razones principales por detrás de la oposición al proyecto CU tenían
que ver con muchos factores. “Había preguntas sobre los problemas de
salud y seguridad: descarga eléctrica, la capa de ozono y los efectos
biológicos, incluyendo exposición continua a campos eléctricos y
magnéticos de nivel bajo, además se preguntaban si este proyecto: “¿Es
necesario?” “¿Qué hará a nuestro medio-ambiente?” “¿Qué se sacrifica, a
quién beneficia y quién decide?”” (Holmes 2008). Las inquietudes de los
oponentes al proyecto CU encajaron claramente con los principios
neo-ludistas establecidos por Chellis Glendinning sobre el impacto de
las tecnologías en el medio-ambiente, los seres humanos y la percepción
de que las tecnologías tienen una naturaleza política que las hacen
beneficiar a algunos más que a otros. Además, Steven Jones () y
Kirkpatrick Sale (1996:248) han demostrado la conexión entre la
perspectiva neo-ludista y el rechazo por el proyecto CU. El problema de
estos estudios es que han sido meras introducciones al tema, careciendo
de detalles y de análisis, matizando el neo-ludismo y los
acontecimientos.
“Desde el principio, el asunto fundamental ha sido la cuestión de la
necesidad—los granjeros no estaban convencidos de que los cables de alta
tensión a través de sus campos eran verdaderamente necesarios”
(Wellstone & Casper 1981:241). Esto significa que, en el fondo del
debate, más allá de las preocupaciones por la salud, la seguridad y la
justicia, se encontraban dos visiones enfrentadas sobre el modelo de
sociedad y progreso que los Estados Unidos debería desarrollar, la de
los agricultores y la del gobierno. Para los campesinos de Minnesota,
también como para los Southern Agrarians (Agricultores del Sur) de los
años 1920-193021, hay una diferencia fundamental e incompatible entre
una sociedad industrial y una agrícola; los campesinos lógicamente
favoreciendo la última. Los campesinos de Minnesota se negaron al
proyecto CU, protestaron por lo que percibieron como la destrucción
forzada de su modo de vida para “suministrar centros predominantemente
urbanos” (Wellstone & Casper 1981:37). Las Cortes dejaron la decisión
final de la realización del proyecto en manos de un panel de científicos
que solamente consideraron las cuestiones científicas del debate,
ignorando completamente los aspectos no técnicos (Wellstone & Casper
1981:245). Sin duda, era un caso ejemplar del determinismo tecnológico
expuesto por Jacques Ellul y Lewis Mumford. “Para la mayoría de los
estadounidenses, los cables de alta tensión que entrecruzan el campo son
simplemente un hecho de la vida—enlaces de una red energética cuya
existencia es esencial a el modo de vida moderno. Sin embargo, para
muchos agricultores de Minnesota […] un cable de alta tensión terminó
siendo un símbolo poderoso—un símbolo de la disposición de América a
sacrificar sus ciudadanos rurales para alimentar un hambre por energía”
(Wellstone & Casper 1981:3).
En 1974, con el apoyo de varios partidos políticos, iglesias, y
organizaciones cívicas, los agricultores intentaron impedir el proyecto
CU a través de medios legales, hasta que en 1976, por la falta de
respuesta a sus peticiones estos empezaron a protestar de manera activa
y, eventualmente, a emplear tácticas de acción directa. En 1977, en
contra de la opinión de los agricultores el proyecto CU fue aprobado, es
ahí cuando algunos recurrieron al sabotaje de los cables de alta tensión
dándole nacimiento al movimiento que tomó como nombre “Bolt Weevils”
(gorgojos de tornillos), llegando a una nivel de protesta activa tan
extremo que un periodista de la Radio Pública de Minnesota lo llamó “una
guerra de guerrillas” (Losure 2002). Según Hold That Line, una revista
de protesta enfocada en el proyecto CU, “se ha intentado todos los
medios del sistema legal, y por cada paso del camino a los manifestantes
se les ha mentido, se les ha engañado y se les ha tomado por tontos. […]
En su lugar, la satisfacción viene de los campos. Cada vez que se cae
una torre, hay un poco de satisfacción. Cada vez que haya hierro
destruido, se eliminen los campamentos de medición, los aislantes
eléctricos estén rotos o no funcione el equipamiento de construcción el
próximo día, hay un poco de satisfacción” (Wellstone & Casper
1987:274-275). A lo largo del trabajo veremos que otros grupos de acción
directa han aludido a una lógica semejante a la de Bolt Weevils, en
donde, tras percibir que los medios legales no responden a sus
protestas, acuden al sabotaje como último recurso para defenderse.
Según Wellstone y Casper, “martes, el 8 de junio de 1976 era el punto de
inflexión […] el día que Virgil Fuchs se hizo cargo de los problemas por
sí mismo” (Wellstone & Casper 1981:136). El agricultor Virgil Fuchs,
cansado de protestar en las Cortes en contra del proyecto CU y sin
lograr solucionar sus quejas, condujo su tractor hacia agrimensores que
estaban inspeccionando su terreno, destruyendo un trípode de medición y
embistiendo contra uno de los vehículos de la empresa. Después de ser
detenido en St. Cloud y amenazado con culparlo de dos delitos graves,
Fuchs negó negociar con las autoridades, en gran parte porque el
incidente había llamado la atención de agricultores que rápidamente se
juntaron frente a la Corte del condado para mostrar su apoyo a Fuchs.
Horas después de que Fuchs había sido detenido fue liberado bajo la
condición de que no volviera a interferir con la inspección de los
campos (Wellstone & Casper 1987:137). Según el director de la
Cooperative Power Association, Alex Johnson, “parecía que los oponentes
de los cables de alta tensión estaban infringiendo la ley...y esquivando
el castigo” (Losure 2002), pero la opinión de los agricultores de
Minnesota estaba firmemente a favor de cualquier medida que impidiera la
realización del proyecto CU. Los comentarios de un granjero de leche,
Tony Bartos, ilustran la perspectiva campesina del momento.
“Para empezar, no deberían habernos hecho esto. Hicimos todo que pudimos
hacer de manera legal. Fuimos a Minneapolis, conseguimos abogados,
fuimos a las Cortes. Pero, o los jueces fueron sobornados o no se dieron
cuenta de lo que está sucediendo aquí. Creo que hay muchas diferentes
leyes y maneras de ver la cosa. También hay leyes morales. No sé, no
creo que lo que están haciendo esté mal. Claro que la gente piensa que
tienes que obedecer la ley, ¿pero qué es la ley? ¿Quién la hace?
Deberíamos tener más decir sobre lo que sucede en este Estado también
¿sabes? No pueden atropellarnos como si fuéramos una pandilla de perros”
(Losure 2002).
El incidente de Virgil Fuchs, más que provocar solamente una reacción en
la comunidad y entre los agricultores, hizo que campesinos de diferentes
condados en contra del proyecto CU se conocieran por primera vez y se
juntaran con el objetivo de protestar en contra del proyecto. Era un
momento significativo porque, al contrario de los bajos niveles de
organización que caracterizaron anteriores actores de acción directa,
marcó los principios de los movimientos de acción directa organizados de
manera informal. Según el testimonio de otros campesinos “Virgil es un
héroe en esta zona. Casi todo empezó cuando Virgil atropelló el equipo
[de los agrimensores]. Desde ese momento la participación de la gente se
hizo más intenso” (Wellstone & Casper 1981:137). Durante los años
siguientes, ahuyentar a los agrimensores del proyecto CU con estrategias
similares a la usada por Virgil se hizo bastante popular entre los
campesinos de Minnesota, con ello se evidenciaba cada vez en mayor
medida la radicalización de los opositores del proyecto .
En 1978 grupos de cientos de campesinos estaban ahuyentando a equipos
enteros de trabajadores del proyecto CU, culminando en la “Batalla del
condado de Stearns”, la cual tuvo lugar el 15 de febrero de 1978, cuando
los agricultores atacaron a los policías estatales con anhídrido de
amonio, un fertilizante toxico (Wellstone & Casper 1981:216; Véase Anexo
Fig. 3). Debido a que la táctica fue polémica, no solamente por estar
dirigida hacía seres humanos sino porque también eran policías estatales
y los acontecimientos recibieron muy mala prensa, los agricultores
tuvieron que revaluar sus tácticas, optando por la desobediencia civil y
el sabotaje en el clandestino de los cables de alta tensión que apenas
estaban empezando a ser construidos. Se conocieron casos de campesinos
que en forma de protesta se cubrieron en el estiércol de cerdos y
pidieron que los policías les detuvieran (Wellstone & Casper 1981:219).
Reconociendo la seriedad de la situación, el gobierno de Minnesota mandó
200 policías estatales, la mitad de toda su fuerza policíaca, a vigilar
los cables de alta tensión para asegurar que el proyecto CU se realizara
(Wellstone & Casper 1981:4), y por lo tanto, a pesar de las protestas
apasionadas de los agricultores, la construcción de las torres de alta
tensión logró ser finalizada en la primavera de 1978.
Sin embargo, los agricultores no se dieron por vencidos. Los Bolt
Weevils fueron apoyados por la General Assembly to Stop the Powerline
(La asamblea general a parar el tendido eléctrico), la cual “se
convirtió en la cabeza dirigente de las protestas” (Wellstone & Casper
1981:274), publicó el boletín de noticias semanal Hold That Line (Parar
aquella línea) que proveía asistencia legal para los activistas y “se
convirtió en el pegamento que mantenía la protesta unida” (Wellstone &
Casper 1981:275). En las primeras horas del día 2 de agosto de 1978, los
Bolt Weevils, la rama anónima de agricultores y activistas que se
encargaban de los actos de sabotaje, salieron con el objetivo de
estropear, tirar las torres de alta tensión y sabotear el proyecto CU.
Durante las semanas siguientes tres torres de alta tensión más fueron
tiradas (Losure 2002) y “a lo largo de dos años, cayeron catorce torres
de cables de alta tensión y casi 10.000 aislantes habían sido
disparados” (Bran 2006:7). El sabotaje de las torres de alta tensión le
estaba costando Cooperative Power Association y United Power Association
tanto dinero que, en el 9 de septiembre, 1980, pasaron el control del
proyecto CU al Rural Utilities Service, un departamento del Ministerio
de Agricultura estadounidense, en parte para que el sabotaje de los
cables de alta tensión se convirtiera en un delito federal, resultando
en el fin definitivo del movimiento de protesta en contra de los cables.
El caso de los Bolt Weevils ha sido objeto de elogio entre partidarios
de la acción directa (Foreman & Haywood 1993:63; Manes 1990:184), y
también animó posteriores campañas contra tecnologías en manos de
grandes corporaciones. Años después, Earth First!, movimiento del que
hablaremos más adelante, incorporó información detallada sobre el
sabotaje de las torres de alta tensión en su manual de campo con la
ayuda de los propios Bolt Weevils de Minnesota (Foreman & Haywood
1993:62-66). De hecho, en marzo de 2006 en la primera publicación de A
Murder of Crows, una revista anarquista independiente, Kasimere Bran
escribió un artículo titulado “Sabotage as Social War” (“El sabotaje
como guerra social”), el cuál se enfocaba en la controversia del
proyecto CU y hace elogio a los Bolt Weevils de Minnesota.
Aunque no ha sido claro si los Bolt Weevils después de la polémica del
proyecto CU han coordinado con sus homólogos, se ha encontrado evidencia
de individuos que actuando en su nombre han seguido manifestándose por
lo menos hasta el año 2000, cambiando el enfoque de sus ataques hacía
tecnologías como las plantas transgénicas. Según un comunicado del
grupo, forman parte del “rechazo mundial de los cultivos transgénicos y
el puñado de corporaciones trans-nacionales como Monsanto, Novartis y
Dupont […] que están intentando manipular el futuro de la agricultura
mundial y la fuente de alimentación para aumentar sus ganancias”
(Tufenkian 1999). Además de ser percibida como una amenaza para el
ambiente, la investigación y comercialización de semillas transgénicas
ha sido entendida por los ecologistas radicales como un fenómeno dañino
para poblaciones en posiciones desfavorecidas. El rechazo de cultivos
transgénicos, por lo menos por parte de los Bolt Weevils, ha sido tanto
por razones ecologistas como por razones sociales. “Los cultivos
transgénicos han sido relacionados con la contaminación genética, la
creación de nuevos virus y bacterias, el daño a insectos beneficiosos,
el aumento del uso de pesticidas y la creación de “super-plagas”. Por lo
tanto, el cultivo transgénico es una clara amenaza tanto para el
medio-ambiente como para la salud de los animales y seres humanos”
(Tufenkian 1999).
En septiembre de 1999, los Bolt Weevils reivindicaron dos actos de
acción directa, uno de ellos estuvo dirigido hacia un centro de
investigación de semillas de Pioneer Hi-Bred, la empresa estadounidense
más grande de semillas. Según el comunicado de los Bolt Weevils, “el
cultivo, los complejos de investigación y las oficinas corporativas son
todas fuentes de esta amenaza tecnológica y deberían ser el objeto de
ataques” (Tufenkian 1999). El ataque se basaba en destruir 50 filas de
maíz transgénico y destrozar vehículos de la empresa. También
escribieron grafitis como “Libera a la semilla”, “Parar el agro-negocio”
y cambiaron una señal al frente del complejo que decía “Pionero” a decir
“Pionero de Granjagedón”22. Luego veremos que además de los Bolt
Weevils, un conjunto de otros grupos y movimientos opuestos a los
cultivos transgénicos han hecho que la ingeniería genética sea uno de
los enfoques principales de los movimientos ecologistas radicales y sus
actos de sabotaje.
Earth First!
En abril de 1980, Dave Foreman, Mike Roselle, Howie Wolke, Bart Koehler
y Ron Kezar salieron en el antiguo automóvil Volkswagen de Foreman a un
viaje por la carretera 12 en donde se encuentran las Llanuras de San
Augustine del Desierto Pinacate del Estado de Nuevo Mexico,
supuestamente porque Edward Abbey lo había descrito como uno de los
lugares más bellos y naturales del mundo (Manes 1990:68).
La mayoría de los participantes del viaje se habían dedicado a campos
relacionados con la protección del medio-ambiente, y sino estaban
involucrados en el movimiento anti-guerra y la contra-cultura durante
los años 1960. Entre 1973 y 1980 Dave Forman trabajó para The Wilderness
Society en el Estado de Nuevo México como representante del suroeste de
los Estados Unidos, fue Director de Wilderness Affairs en Washington
D.C. y entre 1976 y 1980 fue miembro de The Nature Conservancy, también
en Nuevo México. Mike Roselle había sido un participante activo del
movimiento contra la guerra de Vietnam con los Yippies y luego con los
Zippies, un grupo dedicado a re-estimular a la contra-cultura
estadounidense, pero tras la salida de los Estados Unidos de la guerra
se alejó de estos grupos. Howie Wolke, un auto-proclamado ludista,
trabajaba para Friends of the Earth donde representó la organización en
Wyoming, “atendió audiencias públicas sobre cuestiones relacionados con
zonas vírgenes, habló con la prensa, apeló la venta de madera y organizó
apoyo público” (Manes 1990:67). Bart Koehler, al igual que Dave Forman,
trabajaba para The Wilderness Society, pero en el Estado de Wyoming. El
último miembro del grupo, Ron Kezar, era miembro del Sierra Club y
trabajaba en parques nacionales de los Estados Unidos. Según Howie
Wolke, cuando empezaron el viaje, Foreman estaba a punto de renunciar a
su puesto de trabajo en The Wilderness Society y Wolke había dejado
recientemente su puesto como representante del Estado de Wyoming para
Friends of the Earth (Wolke 2006). Ambos Dave Foreman y Howie Wolke
escribieron sobre la transición que experimentaron, desde trabajar
dentro de los medios legales, pasar por el desencanto y desesperación
hasta llegar a la radicalización total de sus actos.
El proceso de RARE II (la Segunda Roadless Area Review and Evaluation),
un proyecto realizado por El Servicio Forestal de los Estados Unidos,
empezó en el verano de 1977 y duró 18 meses, tuvo como objetivo hacer un
inventario de todas las zonas sin carreteras en los Estados Unidos y
determinar los criterios para crear más. “El Servicio Forestal
identificó 2.686 zonas de 5.000 acres o más sin calles, es decir, 66
millones de acres de los 187 millones de las tierras Forestales
Nacionales […] una zona equivalente en tamaño al Estado de Nuevo Mexico”
(Foreman & Haywood 1993:5). Según Dave Foreman, alrededor de 15 millones
de acres no fueron incluidos por “inventario descuidado” y otras
razones. Con respecto a este hecho, Howie Wolke dijo que “el Servicio
Forestal acaba de recomendar que la mayoría de las tierras salvajes sin
calles y bajo su jurisdicción […] deberían ser abiertas para la
construcción de calles, la tala de árboles, la minería y otros tipos de
daños incompatibles con nuestra visión de cómo deberían ser las cosas en
las tierras públicas” (Wolke 2006). Todos los viajeros de este automóvil
percibieron RARE II como un fracaso por su incapacidad de defender a la
naturaleza frente a los intereses económicos destructivos. Pero fue
justamente el RARE II lo que sirvió como catalizador para que este grupo
de viajantes comenzaran a practicar las tácticas que poco tiempo antes
fueron propugnadas por The Fox y sus homólogos, Ecotage! y Edward Abbey
en The Monkey Wrench Gang.
A lo largo del viaje por las Llanuras de San Augustine, las noches
fueron dedicadas a comer, beber y hablar sobre “la falta de visión del
movimiento ecologista, la ineficacia de su postura moderada, el
alejamiento entre su liderazgo profesional y los activistas locales, el
radicalismo de la industria, la oposición gubernamental a la protección
del medio-ambiente y la crisis existente por la destrucción de zonas
vírgenes como resultado del desarrollo industrial sin restricciones”
(Manes 1990:69). Estaban de acuerdo en que querían hacer algo nuevo,
según Howie Wolke ellos querían “evitar lo convencional, mezclar una
dosis saludable de humor e irreverencia con un enfoque que no negociaba
la conservación de la vida silvestre”, añadiendo en broma que la luna
sería calificada como una tierra intocable. De esta manera, curiosamente
parecida a como los protagonistas de The Monkey Wrench Gang (1975) se
unieron, Dave Foreman, Mike Roselle, Howie Wolke, Bart Koehler y Ron
Kezar crearon Earth First! y comenzaron su campaña de acción directa
contra la destrucción del medio-ambiente. Dave Foreman propuso el nombre
“Earth First!”, Roselle diseñó el logotipo, un puño verde dentro de un
circulo, y todos estaban de acuerdo sobre su lema: “comprometidos
absolutamente en la defensa de la Madre Tierra” (Manes 1990:70). Según
las suscripciones al Earth First! Journal, el movimiento gozaba de más
de 1.500 miembros después de un año, y en 1989 tenía más de 10.000,
“haciendo Earth First! el grupo ecologista de quizá el más rápido
crecimiento en la historia” (Manes 1990:76).
A lo largo de la historia Earth First! ha pasado por diferentes épocas
en las cuales ciertas tácticas han sido más populares que otras dentro
del movimiento, pero por lo general han utilizado todos los medios
posibles para lograr sus objetivos, desde los medios legales hasta la
desobediencia civil y el sabotaje económico. El 21 de marzo de 1981, el
movimiento Earth First!, con Edward Abbey presente, realizó una protesta
en la represa de Glenn Canyon, desplegaron una gigante tela de plástico
de 91 metros por la fachada de la represa, para simular que la
estructura tenía una grieta gigante, mientras lo hacían más de cien
personas se encontraban de espectadoras. La represa también fue el
enfoque principal de los protagonistas de la obra de 1975 de Edward
Abbey. Según Earth First!, esta represa, como cualquier otra, tendría un
impacto perjudicial y catastrófico sobre toda la zonas naturales
afectadas por ella. El primer acto de acción directa de Earth First! fue
bastante representativo de lo que serían sus acciones durante los
primeros años del movimiento cuando, en vez de enfocarse en hacer daño
económico, intentaban incrementar el apoyo público por sus causas e
inspirar más actos con la propaganda por el hecho. “La protesta de Glenn
Canyon sigue siendo un evento importante en la iconografía del
movimiento ecologista radical, dramatizando lo que un número creciente
de activistas creyeron: que nuestra cultura tecnológica, con sus
intrusiones en el mundo natural, tenían que ser disminuidas, tal vez
incluso deshechas” (Manes 1990:7-8). Cumpliendo con la observación de
Manes sobre el rechazo por la “cultura tecnológica”, durante una de las
reuniones anuales del grupo, Dave Foreman proclamó con entusiasmo,
“estamos ofreciendo una crítica aguda del industrialismo, el progreso y
la tecnología. ¿Somos ludistas? ¡Pues claro que somos ludistas! […]
Somos anti-tecnología. ¡Alguien tiene que ser anti-tecnología! (Manes
1987:44:20).
A pesar de que la primera protesta de Earth First! fue principalmente
pacífica y simbólica, se pudo notar cómo después de la publicación de
Ecodefense: A Field Guide to Monkeywrenching23 en 1985, sus tácticas se
tornaron distintas y comenzaron a estar más enfocadas en hacer daño
económico a empresas de extracción de recursos naturales por medio del
sabotaje. Según Manes, “el aumento de ecotaje por parte de ecologistas
radicales en los años 1980 era una respuesta a la expansión
aparentemente ilimitada de la tecnología” (1990:185). También se ha
observado que era durante esta época cuando “algunos ecologistas que
favorecieron la táctica monkeywrenching comenzaron a denominarse a sí
mismos como neo-ludistas” (Long 2004:151). Ecodefense sirvió como un
manual y elemento básico de los activistas ecologistas y fue publicado
bajo la casa editorial “Ned Ludd Books”, mostrando otra vez que el
ludismo ha sido una de las principales fuentes de inspiración para los
ecologistas de acción directa. Además, muchos de los artículos del libro
provenían de la columna “Dear Ned Ludd” del boletín de Earth First!
durante los principios de los años 80. Otro hecho que plasma el carácter
neo-ludista de este libro es el uso del término monkeywrenching en el
propio título, palabra tomada de la obra neo-ludista que Edward Abbey
publicó en 1975.
Aunque Christopher Manes (1990:82) ha sostenido que el libro era una
versión modificada de The Anarchist Cookbook, publicado por William
Powell para protestar por la Guerra de Vietnam en 1971, es mucho más
probable que Ecotage! (1972) hubiese sido una mayor fuente de
inspiración, sobretodo porque los motivos detrás de la publicación de
Ecotage! coincidían con los de Earth First! y porque Foreman expresó su
elogio por The Fox (Young 1999), a quien Ecotage! fue dedicado.
Debido a que Ecodefense proveía instrucciones detalladas sobre cómo
realizar actos de sabotaje a un nivel más serio que Ecotoage!, “es muy
discutible que este sea el libro ecologista más controvertido jamás
publicado” (Foreman & Haywood 1993:1; Véase Anexo Fig. 4). Llegando a su
tercera edición en 1993 bajo la casa editorial Abbzug—otro termino
tomado de The Monky Wrench Gang de Edward Abbey24—el libro se convirtió
en un manual detallado de las tácticas, equipamiento e información útil
para los activistas de acción directa, abarcando desde la información
más general sobre la acción directa estratégica, el futuro de la acción
directa, la defensa de animales, las pequeñas operaciones, la propaganda
y la seguridad hasta como realizar actos específicos de acción directa
en calles y carreteras, y de sabotaje del equipamiento industrial y
vehículos.
Ecodefense, precedido por Ecotage! y en parte por The Monkey Wrench
Gang, popularizó el concepto de guía de campo que ha sido ampliamente
replicado en los movimientos ecologistas radicales posteriores.
Siguiendo con la línea Earth First! publicó Earth First! Direct Action
Manual25 (1997), el cuál se enfocó en actos de desobediencia civil, no
de sabotaje. Luego otros movimientos afines seguirían con la misma línea
en sus publicaciones como el Earth Liberation Front en Settings Fires
With Electrical Timers: An Earth Liberation Front Guide (2001), The
Nighttime Gardener's Guide (2002), My first little book of GM Crop
Decontamination (2002), The Black Cat Sabotage Handbook (2006), y los
anarquistas que publicaron Recipes for Disaster: An Anarchist Cookbook
(2005).
Las técnicas más frecuentemente empleadas por Earth First! para castigar
el afán de lucro en la destrucción de la naturaleza han sido, sobretodo,
tree sitting, tree spiking, desurveying, el sabotaje de excavadoras, de
vehículos, de torres de alta tensión y de maquinaria pesada, tapar los
desagües de materias contaminadoras, el incendiarismo, el bloqueo de
acceso a zonas naturales y, como hemos visto, protestas publicitarias no
destructivas que caracterizaron los primeros actos de acción directa de
Earth First!. Por lo general, las estrategia de sabotaje de Earth
First!, por lo menos entre 1980 y 1990, estaba enfocada en parar la
extracción de recursos naturales y en el desarrollo de tierras salvajes.
Tree spiking, el acto de meter clavos en los troncos de árboles para
evitar que sean talados, ha sido una de las tácticas más frecuentemente
practicadas por los activistas de Earth First!. La táctica surgió en
respuesta, sobretodo, a la tala de árboles maduros y la práctica de tala
rasa, cuando las empresas madereras cortan absolutamente todos los
árboles de una zona, dificultando el sostenimiento y la recuperación de
los organismos de la zona afectada. Hay evidencia de dos casos en los
cuales empresas tenían que retirar madera para la venta debido a tree
spiking (Manes 1990:13). Según Ecodefense (18-19), hay dos filosofías
básicas del tree spiking: la primera es introducir el clavo en la base
del tronco de un árbol para dañar la sierra del leñador cuando esta
choca con el clavo, y la segunda se basa en subir al árbol para
introducir el clavo, dañar la sierra industrial en las fabricas
madereras y así evitar herir a los obreros26. Otra versión de tree
spiking que fue desarrollado por los ecologistas radicales se conoce
como tree pinning, en donde, en vez de meter un clavo metálico en el
tronco del árbol se usan clavijas cerámicas endurecidas para que no se
puedan encontrar con detectores de metales (Foreman & Haywood 1993:32;
Manes 1990:12-13). La popularización de tree spiking fue plasmada en una
canción dedicada a este acto por los miembros de Earth First!.
“He sido un tree spiker por muchos años.
He gastado todo mi dinero en clavos y cerveza.
Bajo al valle donde los árboles altos crecen.
Cuantos he clavado, pues nadie lo sabe.
He clavado algunas secoyas y he clavado algunos pinos.
Y han intentado pararme con recompensas y multas.
La policía y los Freddies (agentes del Servicio Forestal) casi que me
pillan.
Pero soy un tree spiker y nunca me van a capturar” (Manes 1987, 33:28;
Vease Anexo Fig. 7 para la letra original).
El caso más conocido del peligro de la táctica de tree spiking tuvo
lugar el 13 de mayo de 1987 cuando un clavo escondido en un árbol hizo
explotar una sierra de banda, dejando gravemente herido a un obrero del
aserradero de la empresa Louisiana-Pacific, en Cloverdale, California.
Las piezas de metal cortaron la vena yugular de George Alexander, casi
matándole, además de que rompió su mandíbula en cinco lugares y le hizo
perder una docena de dientes (Bari 1994). Trás el acontecimiento, Judi
Bari, una portavoz de un segmento de Earth First! manifestó su rechazo
al tree spiking, denunciándolo como peligrosa e incompatible con la
filosofía y objetivos de Earth First! en discursos y artículos como “La
historia secreta de tree spiking” (1994). En su lugar propugnaron el uso
de tree sitting, o sea el acto de acampar en las ramas de árboles. La
oposición a tree spiking y el renuncio de la táctica por parte de Earth
First! de manera definitiva en 1990 desencadenó un proceso de división
de Earth First! en donde el sector que estaba a favor del sabotaje formó
el Earth Liberation Front en 1992. Sin embargo, los defensores de Earth
First!, incluso sus miembros inconformes con la táctica de tree spiking,
negaron la responsabilidad del grupo, “señalando que los tree spikers
ecologistas siempre avisan a las empresas madereras sobre sus
actividades, ya que su objetivo era evitar la tala de arboles sin herir
a obreros o cualquier forma de vida ” (Manes 1990:11). Según Judi Bari,
“en 1987 Earth First! estaba apenas empezando en el condado de
Mendocino, y la única cuestión en ese momento era los rodales de edad
madura. Aún no había conciencia sobre la tala de arboles jóvenes, y el
árbol con el clavo fue solamente de 12 pulgadas de diámetro” (Bari
1994). De todas maneras, evidencia factible nunca fue encontrada para
castigar al culpable, pero la prensa aprovechó y culpo al blanco fácil
para las críticas, los ecologistas de acción directa.
Otra táctica empleada por Earth First! ha sido desurveying, la
eliminación de campamentos de medición de obras de construcción con el
fin de causar daños económicos. Como hemos visto, desurveying fue
mencionado por primera vez en Ecotage! (1972), luego fue popularizado
por Edward Abbey en The Monkey Wrench Gang (1975) y también fue empleado
por los Bolt Weevils de Minnesota. En un caso, miembros de Earth First!
desurveyed una zona destinada para la construcción de una carretera en
el Estado de Wyoming, “costándole a la empresa alrededor de 5 mil
dólares” (Manes 1990:81). Otro de los enfoques de los actos de sabotaje
de Earth First! ha sido la maquinaria industrial, particularmente
excavadores, en gran parte porque resulta en mayores daños económicos
(Foreman & Haywood 1993:118). Igual a los otros capítulos de Ecodefense,
la parte sobre el sabotaje de maquinaría industrial está repleta de
instrucciones, consejos e imágenes con información útil para realizar
los actos de sabotaje.
Al juntar diferentes enfoques de Earth First!, partícularmente
desurveying, el sabotaje de la maquinaria industrial y también el
sabotaje de calles (Foreman & Haywood 1993:87), entendemos que Earth
First!, igual a Edward Abbey, ha estado rotundamente en contra del
desarrollo de las infraestructuras que posibilitan las sociedades
tecnológicas. Esta perspectiva claramente tiene paralelismos con el
neo-ludismo que mantiene que el progreso tecnológico, además de ser
destructivo para el medio-ambiente, no esta relacionado con el progreso
social (Glendinning 1990:84). En 1987 una célula de Earth First! empezó
una campaña contra el desarrollo que resultó en el saboteo de un hotel
de esquí y de 29 torres de alta tensión que proveían electricidad a una
mina de uranio del Gran Cañón (Liddick 2006: 60). El enfoque
anti-desarrollo ha sido aumentado con la evolución de los movimientos
ecologistas radicales, ocupando un lugar central para el Earth
Liberation Front desde los años 1990, lo cual tratamos más en el
apartado sobre el ELF.
En 1990, tras años de cambios en sus miembros y el renuncio de la
táctica de tree spiking, Earth First! llegó a una encrucijada definitiva
cuando una parte del movimiento quería enfocarse en la justicia social y
la educación pública, abandonar las tácticas de sabotaje y mejorar su
imagen pública. Otros de sus miembros querían seguir la estrategia de
hacer daño económico a los culpables de los problemas ecologistas e
incrementar el uso del sabotaje. El nuevo manual de campo de Earth
First!, Earth First! Direct Action Manual (1997), claramente reflejó el
nuevo enfoque estratégico del movimiento en su lema modificado:
“intransigente en la resistencia no-violenta en la defensa de la Madre
Tierra!” (Portada) alterando su lema posterior—“comprometidos
absolutamente en la defensa de la Madre Tierra!”. A pesar de que los
movimientos ecologistas radicales siempre se han considerado
no-violentos, la mención explícita del empleo de tácticas no-violentas
era representativo de la nueva estrategia de Earth First! basada en
bloqueos para impedir el acceso a zonas naturales amenazadas, tree
sitting y otros actos de desobediencia civil, pero no de sabotaje
económico.
Tan temprano como 1988, Dave Foreman reconoció que, debido al aumento de
miembros de Earth First!, el modelo organizativo del movimiento había
cambiado y se estaba alejando el movimiento de sus objetivos originales,
los cuales estaban enfocados estrechamente en proteger a las tierras
salvajes (Forman 1988). El aumento de anarquistas e izquierdistas en
Earth First! aumento la preocupación sobre cuestiones de clase, opresión
y otras cuestiones humanistas en el movimiento. Según Foreman, “somos
conservacionistas. No somos anarquistas ni izquierdistas” (Foreman
1990), y por lo tanto Foreman y otros “Formanistas” dejaron Earth First!
de manera definitiva en 1990. Los comentarios de Rodney Coronado en una
entrevista son representativos de la parte de Earth First! que rompió
con el movimiento para luego formar el radical movimiento Earth
Liberation Front (ELF). “Creo que Earth First! ganará respetabilidad, lo
cual no creo que necesariamente sea algo bueno. Cuando cualquier
movimiento gana respetabilidad tiende a querer mantenerla, enfocándose
en los medios más legítimos y legales para lograr sus metas y objetivos.
[…] Pero a veces parece que EF! se deja envolver por completo por la
corporaciones a que se opone, debido a que tiene demasiada fe en los
actos de publicidad en vez de actos que cuestan dinero para
corporaciones” (“The Satya Interview...” 1997:Primera Parte).
Prefigurando la aparición del Earth Liberation Front dos años antes su
aparición, Foreman proclamó que “deberíamos reorganizarnos bajo
diferentes nombres” (Foreman 1990), cada uno canalizando sus habilidades
particulares, sea la educación, la desobediencia civil o el sabotaje, a
través de diferentes movimientos que no impedirían su eficiencia debido
a diversidad de opinión.
A pesar de que Earth First! entró en declive a partir de los años 1990,
el interés de sus miembros por el ludismo ha sido recientemente
mencionado en el año 2011, cuando se celebró el bicentenario del
movimiento ludista originario. Earth First! Journal pidió artículos
sobre la rebelión ludista “del pasado y presente”, claramente
refiriéndose a las manifestaciones contemporáneas del neo-ludismo,
porque, según ellos, “hoy, el sistema industrial contra el que se
revelaban nos ha llevado al cambio climático, grandes perdidas de
diversidad biológica, nuevas tecnologías, como la energía nuclear, la
ingeniería genética y nano-tecnología que plantean cuestiones igual de
profundos...” (“Help Celebrate...” 2011). También, un artículo titulado
“Lord of Machines: Into Middle Earth with J.R.R. Tolkien” (“El señor de
las máquinas: en la Tierra Media con J.R.R. Tolkien”) apareció en la
misma revista de Earth First!, en donde el autor, James Bell, se dedicó
a hacer una relación entre el neo-ludismo y las obras de J.R.R. Tolkein,
escritor de la famosa obra El señor de los anillos (Bell).
Earth Liberation Front (ELF)
Según documentos del propio Earth Liberation Front (ELF), “se sospecha
que el grupo fue fundado a principios de los años 90 como una filial del
Earth First! de Inglaterra. La ideología de ELF se extendió a
Norteamérica sólo a mediados de los años 1990” (Frequently Asked...
2001:1), y también hay amplia evidencia de que el ELF fue condicionado
por su movimiento hermano, Animal Liberation Front (ALF), enfocado en
los derechos animales y que empleaba tácticas semejantes. Acorde con la
idea de radicalización progresiva expuesta por Donald R. Liddick
(2006:31), la ruptura de Earth First! resulto en la creación del ELF, un
nuevo movimiento ecologista de acción directa que ha sido caracterizado
por el empleo de tácticas más destructivas y arriesgadas que las de sus
predecesores y también por enfocarse en diferentes problemas, como el
desarrollo, la expansión urbana y las injusticias sociales. El ELF se ha
basado en tres directrices rectoras que son:
“1) Causar el máximo daño económico posible a cualquier entidad que este
ganando dinero con la destrucción del medio-ambiente y de la vida, por
la codicia egoísta y las ganancias,
2) Educar al público sobre las atrocidades cometidas contra el
medio-ambiente y la vida,
3) Tomar todas las precauciones para no herir a los seres vivos”
(Frequently Asked... 2001:14-15).
A diferencia de sus antecesores, The Fox y Earth First!, ELF dejó de
preocuparse por generar apoyo publico, sosteniendo que esto es trabajo
de las organizaciones ecologistas corrientes. Según una revista del ELF,
“en ningún lado esta establecido que uno de los propósitos del ELF sea
ganar apoyo público para la implicación táctica de acción directa
encubierta. […] Considerar la opinión pública en la planificación de una
acción diseñada para maximizar el daño económico contra aquellos que se
benefician de la destrucción del ambiente natural es potencialmente
sacrificar la eficacia de la acción para el ELF” (Resistance 2000:2).
Quizá contradictorio con el principio numero dos del ELF, esta
característica ha sido muy significativa porque era otro punto de
inflexión en la evolución de los movimientos ecologistas radicales.
Descrito en términos tácticos, olvidarse del apoyo público es un claro
índice de militarización gradual de dichos movimientos aproximadamente a
partir de los años 1992.
En un folleto del ELF del año 2001 (Frequently Asked...:21) se aborda el
tema de los antecedentes históricos que han influenciado e inspirado al
movimiento. Legitimando sus acciones este folleto nos cita ejemplos de
situaciones en donde se infringió la ley constantemente,pero que hoy en
día, gozan de elogio y mucho apoyo popular alrededor del mundo, entre
estos tenemos, la lucha anti-colonial en India, el movimiento
abolicionista de los Estados Unidos, el Motín de Té de Boston, las
manifestaciones en contra de la Guerra de Vietnam y, por supuesto, los
ludistas originarios de Inglaterra.
“La mayoría de los sistemas educativos tampoco enseñan a sus alumnos
sobre los ludistas. Quizá uno de los primeros, sino el primer grupo que
se fijó en la Revolución Industrial como el blanco de sus ataques era un
grupo que se autodenominó los ludistas. De 1811-1816, los ludistas
causaron daños económicos extremos a la industria del telar en
Inglaterra. Enfadados por la amenaza a la vida y la cultura que las
nuevas máquinas de la revolución industrial representaron, los ludistas
contraatacaron utilizando tácticas muy similares a las ejecutadas por el
ELF hoy” (Frequently Asked... 2001:21).
The Black Cat Sabotage Handbook, una adaptación de Ecotage! (1972) y
Ecodefense: A Field Guide to Monkeywrenching (1985), llegó a su tercera
edición en 1996, compilado de manera anónima por Bill Rogers, un
activista del ELF que fue encarcelado en 2005 por incendiarismo. En el
libro encontramos el uso extendido del término monkeywrenching y una
cita de The Monkey Wrench Gang (1975) que trata de Ned Ludd (The Black
Cat… 1996:8), reflejando la continua importancia de Edward Abbey y el
movimiento ludista originario en los movimientos ecologistas radicales.
Según una de las citas encontradas en uno de los libros escrito por el
representante de ELF aseguraba que ellos estaban inspirados en los
ludistas (Rosebraugh 2004:20).
Daniel McGowan, uno de los seis activistas del ELF acusado de haber
empezado dos incendios en Oregon en 2001, cuenta que uno de los momentos
que más le afectó y que le llevó a actuar por parte del ELF fue cuando
vio el documental Koyaanisqatsi (1982) en Wetlands, un bar de Nueva York
que montaba conciertos y recaudaba dinero para causas ecologistas (Curry
& Cullman 2011:8:18). El título de la película viene de una palabra de
los nativos Hopi27, significa “vida inestable” y por lo tanto es uno de
los mensajes principales del documental. Hecha completamente sin
dialogo, Koyaanisqatsi contiene un mensaje ecologista y neo-ludista
implícito. La película empieza con imágenes de los primeros indicios de
civilización, como la pintura rupestre y la naturaleza, para luego
yuxtaponer estas imágenes con otras de panoramas industriales, fábricas,
la vida urbana y, probablemente lo que más impactó a Daniel McGowan, la
contaminación industrial, la alteración del paisaje con excavadoras y
explosivos, el derrame de petróleo, la tala de arboles de edad madura y
la caza de ballenas, todo aquello coincidiendo con la perspectiva
neo-ludista. Según relata McGowan, “nunca había visto con mis propios
ojos en que tipo de mundo vivimos” (Curry & Cullman 2011:9:15). También,
una revista independiente, Antitecnología, mostró elogios por los
movimientos ecologistas radicales.
“La liberación de la Tierra, la construcción de comunidades
autosuficientes, la destrucción de la civilización, la liberación animal
en conjunto, es un proceso largo, costoso, ambicioso e imprescindible.
[…] Las pequeñas acciones contra el sistema no sólo son importantes en
la medida en que contribuyen a la destrucción del sistema, sino también
en la medida en que contribuyen a la formación de individuos libres,
preparados, conscientes de sus capacidades y limitaciones, valientes y
capaces de luchar por lo que pretenden. Por ello, larga vida al Frente
de Liberación Animal (ALF) y al Frente de Liberación de la Tierra (ELF)”
(Antitecnología 2009).
The Black Cat Sabotage Handbook, otros escritos y los actos de acción
directa por los cuales el ELF ha reclamado responsabilidad sirven como
pistas sobre qué tecnologías han sido consideradas como una amenaza.
Agregando un enfoque social y más tecnologías a la lista de amenazas que
en su momento fue realizada por Earth First!, “los blancos de ataque del
ELF han incluido cuestiones como la deforestación (para el desarrollo de
carreteras, para estilos de vida lujosos y/o zonas de recreación, para
ganancias de la venta o uso de arboles, etc.), la extensión
descontrolada de áreas urbanas, la ingeniería genética, la destrucción
de los ambientes naturales y ecosistemas, el uso de trabajo esclavo y
más” (Frequently Asked... 2001:9).
El ELF, al igual que su homólogo Earth First!, se ha enfocado en
proteger las zonas de tierras salvajes, pero utilizando nuevas tácticas.
A pesar de que Earth First! también se ha caracterizado por realizar
actos de acción directa, una de las principales diferencias es que
muchos de sus actos se basaron en enfrentamientos de cara a cara con las
autoridades. El ELF ha abandonado las tácticas de pleno enfrentamiento,
recurriendo exclusivamente a actos de sabotaje hechos en la
clandestinidad. Este movimiento no se enfoca solamente en las industrias
de extracción de recursos naturales como lo ha hecho Earth First!,
también han dirigido sus actos de sabotaje hacía obras de construcción y
edificios para así maximizar el impacto económico de sus ataques.
El 19 de octubre, 1998, un solo acto de incendiarismo del ELF resultó en
más de $12 millones de daños para una empresa que construía una estación
de esquí en Vail, Colorado, según el ELF, porque “las 12 millas de
calles y los 885 acres de bosques talados arruinaría el último y mejor
hábitat del lince en el Estado. Priorizar las ganancias antes de la vida
silvestre de Colorado no será tolerado” (Long 2004:3). Según el FBI, “la
práctica más destructiva del ALF/ELF hasta hoy es el incendiarismo”
(Lewis 2004), esto se debe a que se aumenta el daño económico cuando el
ataque está dirigido hacia un producto final, en este caso los
edificios, los cuales son resultado de una larga cadena de transacciones
comerciales. El incendiarismo ha sido tan central para el ELF que
publicaron Settings Fires with Electrical Timers: An Earth Liberation
Front Guide (Comenzar incendios con cronómetros eléctricos: una guía del
Earth Liberation Front) en 2001, una versión modificada del ya común
manual de campo para la acción directa enfocada específicamente en cómo
realizar actos de incendiarismo. Desde 1997 ha habido por lo menos 12
casos de incendiarismo en los Estados Unidos por los que el ELF ha
tomado responsabilidad.
Aunque estuviese implícito en los movimientos ecologistas radicales
desde sus principios, el ELF exaltó la relación entre los problemas
ambientales y el capitalismo desbocado. De manera ingenua, el ELF se ha
propuesto realizar actos de sabotaje dirigidos hacía símbolos del
capitalismo como “Wall Street, la bolsa, la Estatua de Libertad,
Washington D.C., Mt. Rushmore, Disney, los conglomerantes de prensa, las
instalaciones militares, las agencias gubernmentales (CIA, FBI, el
Servicio Forestal, etc.)”, otros objetivos más realistas como el
sabotaje a “grandes corporaciones multinacionales, fabricantes de
automóviles, etc.” (Resistance 2000:9) si se han logrado. Tres de los
primeros actos de sabotaje reclamados por el ELF tuvieron lugar el 14,
16 y 17 de octubre de 1996, dirigidos hacía los restaurantes McDonalds,
en estos se estropearon cerraduras con pegamento y se ensuciaron las las
paredes con pintura. Como lo expresa una revista del ELF, “tendrá que
haber un enfoque dirigido a luchar contra los deseos creados por la
industrialización y la forma de vida occidental” (Resistance 2000:9).
Veremos que las escuelas de pensamiento afines con el ELF y el
ecologismo radical comparten la idea de que los deseos creados por la
sociedad industrial son las raíces de la destrucción del medio-ambiente,
y por lo tanto, requiere no solamente de un cambio físico por parte del
sistema, sino de un cambio de cosmovisión por parte de las masas.
Uno de los focos de trabajo del ELF que más claramente encaja con el
neo-ludismo es el desarrollo y la expansión urbana. Aparte del sabotaje
de obras de construcción en zonas de importancia ecológica, el ELF ha
atacado concesionarios de coches y obras de construcción de civil. Las
autoridades han encontrado eslóganes que decían “no más desarrollo”. Un
artículo de la revista Resistance (2000), poniendo en evidencia la
perspectiva del ELF, explicó que la expansión urbana hacen “los hábitat
indeseables o insostenibles para la mayoría de las especies. De esta
forma se nos advierte que las tasas de extinción de la vida silvestre
están aumentando exponencialmente y la expansión urbana ayuda expulsar
las especies de sus hogares y a buscar otras fuentes de sostenimiento”
(Resistance 2000:4). Esto es la viva expresión de la perspectiva
anti-desarrollo que fue expuesta por Edward Abbey en The Monkey Wrench
Gang y luego por Earth First!. Veremos que no solo estos dos
movimientos, también las escuelas filosóficas que tratamos en el
siguiente capítulo han proveído una base teórica que ha respaldado la
perspectiva anti-desarrollo que ha estado muy presente en los
movimientos ecologistas radicales.
Otro de los objetivos de ataque del ELF, que coincide con los de Bolt
Weevils, ha sido la ingeniería genética, particularmente la de alimentos
y semillas. Chellis Glendinning, como los otros portavoces neo-ludistas,
ha mantenido que “las tecnologías de ingenería genética [crean]
mutagénicos que nos amenazan con riesgos sin precedente cuando están
sueltos en la biósfera” (Glendinning 1990:86-87). Además de las
preocupaciones por el impacto de la ingeniería genética sobre el
medio-ambiente, el ELF y otros grupos han aludido al impacto social
negativo de esta tecnología (Resistance 1999:6) de manera semejante a
los neo-ludistas (Glendinning 1990:86). Según esta perspectiva, la
ingeniería genética ha hecho que grandes corporaciones multinacionales
de semillas como Monsanto aumenten su control sobre agricultores
indefensos. El problema con estas empresas de semillas transgeneticas es
que fabrican las semillas estériles para obligar que agricultores a que
siempre compren las semillas de la empresa cada año (Long 2004:117), por
ello, en 2001 el ELF reconoció la responsabilidad por empezar un
incendio en Visalia, California, dirigido hacía una de estas empresas,
aparte de otros ataques realizados contra plantas transgénicas han sido
justificados por razones puramente ecológistas (Resistance 2000:4).
Desde 1998, trece grupos han aparecido en los Estados Unidos que,
coincidiendo con las ideas de Glendinning, han aceptado la
responsabilidad por el sabotaje de cultivos y ataques contra específicos
centros de investigación junto con el ELF (An Analysis of
Crop-Crushing... 1999:3; Véase Anexo:Fig. 9), entre ellos un grupo
llamado los “California Croppers”, quienes han firmado comunicados en
nombre del “Capitán Swing”, una clara referencia a las Protestas Swing
de Inglaterra en 1830 cuando agricultores de múltiples condados
destruyeron más de 400 máquinas y empezaron 300 incendios (Sale
1996:18). Las Protestas Swing, reclamadas en nombre del Capitán Swing,
pueden ser consideradas el movimiento agricultor homólogo al ludista y
uno de sus manuales de sabotaje identificó la lucha contra las plantas
transgénicas como “la nueva guerra ludista” (Shapiro 2000:4). Las
razones por el sabotaje de plantas transgénicas, desde la perspectiva
del informe de una empresa de informaciones comerciales, están todas
relacionados con la Organización Mundial del Comercio (An Analysis of
Crop-Crushing... 1999:4). Encontramos una mejor explicación en el
comunicado desenfadado de los mismos California Croppers tras la
destrucción de 14 filas de maíz transgénica en la Universidad de
California, Berkeley, en 1998.
“El Capitán Swing emitió el siguiente mensaje […] Lamentablemente, UCB
[…] siguió adelante con sus planes imprudentes de investigación sobre
“Frankenfood”,28 y entonces, nos organizamos un partido nocturno de
fútbol americano en la extensión de Gil [donde las plantas transgénicas
estaban situadas]. Los resultados finales después del emocionante
partido era Croppers 14, UCB 0 […] ellos fueron el objetivo debido al
trabajo sucio que están realizando en una institución pública, para la
gigante corporación multinacional Novartis. Queríamos mandar un mensaje
claro de que este tipo de investigación es totalmente inaceptable en
nuestra comunidad. Esto no es ciencia, esto son corporaciones que se
disfrazan de ciencia por medio de la educación pública con el objetivo
de ganar dinero” (An Analysis of Crop-Crushing... 1999:41).
The Nighttime Gardener's Guide (La guía del jardinero nocturno) (2002) y
My first little book of GM Crop Decontamination (Mi primer librito de la
descontaminación de los cultivos transgénicos) (2002), son dos manuales
que detallan como realizar actos de sabotaje de las plantas
transgénicas. Claramente tomaron del precedente establecido por Ecotage!
(1972) y Ecodefense (1985), y se observa que el modelo de manual de
campo sobre cómo hacer actos de sabotaje estaba evolucionando,
ocupándose de blancos de ataque específicos en vez de una amplia gama de
objetivos que atacar.
A lo largo del último apartado hemos demostrado que tras la escisión de
Earth First! en 1992 apareció el Earth Liberation Front, un nuevo
movimiento de ecologistas radicales quienes se han caracterizado por
emplear tácticas más arriesgadas y destructivas, sobretodo el
incendiarismo. Sin embargo, igual a sus homólogos el ELF ha cumplido con
un de los principios rectores de los movimientos ecologistas radicales:
no herir a ningún ser vivo. Además de que el ELF ha recurrido a los
ludistas originarios como una fuente inspiración, sus blancos de ataque
han coincidido con la inquietudes neo-ludistas sobre la expansión urbana
y las plantas transgénicas, tanto por su impacto sobre los seres humanos
como para el medio-ambiente.
Theodore Kaczynski, el “Unabomber”
Posiblemente el neo-ludista y ecologista más radical y ampliamente
conocido en los Estados Unidos ha sido Theodore J. Kaczynski, el
“Unabomber”29. Este hombre aterrorizó a técnicos dedicados al avance
económico, tecnológico y científico, enviando bombas al azar entre 1978
y 1995 y provocó la búsqueda y la posterior captura más larga y costosa
de toda la historia estadounidense. A lo largo de su campaña contra “el
sistema tecno-industrial” Kaczynski dejó heridos a 23 personas y asesinó
a tres. Él no solamente era un activista violento, sino también un
académico lucido y erudito. Estudió matemáticas puras en la Universidad
de Harvard, terminó su tesis doctoral en la Universidad de Michigan y a
sus 25 años empezó a trabajar como profesor en la Universidad de
Berkeley, California. Sin duda era un joven genio que tenía un futuro
muy prometedor. Pero, Kaczynski había planeado irse de la Universidad de
Berkeley, después de dos años de trabajar y ahorrar dinero, se mudó al
Estado de Montana alejándose de la civilización, se dedicó a vivir de
manera autosostenible, a explorar campos de estudio como la
antropología, la filosofía y la historia para fundamentar sus ideas cada
vez de mejor forma. Revelando su afinidad por las raíces del ecologismo
radical, Kaczynski también leyó The Monkey Wrench Gang durante los años
1980 y se dio cuenta de que “hay otras personas que tienen los mismos
actitudes que yo”. Sin embargo, clarificó que “lo que me motivó no era
nada que leí. Simplemente me enfadé al ver maquinas destruyendo los
bosques y así sucesivamente” (“Interview with Ted Kaczynski”). En 1995
el enfoque ecologistas de Kaczynski quedó claro tras que su última bomba
mató a Gilbert Murray, portavoz de un grupo de presión política de la
industria maderera.
En junio de 1995 Kaczynski envió su manifiesto al The New York Times,
The Washington Post y Penthouse, éste se titulaba Industrial Society and
Its Future (La sociedad industrial y su futuro). El autor amenazó con
enviar más bombas de no ser publicado dentro de tres meses siguientes y
prometió que si efectivamente se publicaba él abandonaría su campaña de
terror. Así fue como Kaczynski logró su cometido, el manifiesto fue
divulgando no solamente por la revista Penthouse, sino también por dos
de los periódicos más “respetables” de los EEUU (Boxall 1995:1). Aunque
inicialmente los periódicos dudaron en hacerlo, el FBI autorizó la
publicación del manifiesto con la esperanza de que esto facilitara la
búsqueda de Kaczynski, quien aún estaba libre y anónimo. El artículo
apareció como “Unabomber Manifesto” (“El manifiesto del Unabomber”) en
The New York Times y The Washington Post el 19 de septiembre de 1995.
Industrial Society and Its Future30 se basaba en algunos conceptos
claves, algunos de ellos creados por Kaczynski y otros prestados por
otras escuelas de pensamiento como el anarquismo verde y el neo-ludismo.
A lo largo del manifestó se hace evidente el uso de la teoría del
determinismo tecnológico, tal como fue expuesta por Jacques Ellul y
Lewis Mumford, quienes son citados como académicos influyentes en las
ideas de este trabajo (2010:13). Según Kaczynski, “cuando una innovación
tecnológica logra ser difundida, la gente suele hacerse dependiente de
ella a tal punto que no pueden funcionar sin ella, a menos de que esta
sea remplazada por una innovación aún más avanzada” (2010:77), de esta
manera se erosiona gradualmente la libertad que tenemos de elegir otro
modo de vida, tema que fue abordado en el manifiesto y profundizado en
el libro que publicaría posteriormente a su arresto.
El tema de la libertad y la autonomía conformaron el enfoque principal
del trabajo de Kaczynski. Reconociendo que hay varias formas y tipos de
libertad, este autor definió un grupo de ellas como más importantes:
“estar en control (como un individuo o como miembro de un grupo PEQUEÑO)
de los asuntos de la vida y la muerte de uno mismo: los alimentos, la
ropa, el albergue y la defensa contra cualquier amenaza que existente en
el ambiente” (2010:64). Kaczynski aseguraba que el ser humano como
ciudadano en sociedades tecnológicas, solamente está permitido a decidir
y actuar sobre asuntos de poca importancia o que beneficien al progreso
material.
Aunque las tecnologías como la electricidad, las instalaciones de
cañería y el teléfono proveen muchas ventajas inmediatas, “el conjunto
de todos estos avances tecnológicos han creado un mundo en el que el
destino del hombre común no esta en sus propias manos” (Kaczynski
2010:77), sino en las de los políticos, los científicos y técnicos de
todo tipo. Coincidiendo con el anarquismo verde sobre la cuestión de la
división del trabajo, Kaczynski mantuvo que la especialización del ser
humano ha llegado a tal nivel que ni siquiera tenemos la libertad de
separarnos del sistema tecnológico-industrial para ser auto-suficientes
porque dependemos de absolutamente de él, esto puede ser interpretado
como la domesticación del hombre.
Manifestando su rechazo a los altos niveles de organización
centralizada, Kaczynski mantuvo que las corporaciones y los científicos
están jugando con el futuro de todos los organismos del planeta,
mediante el desarrollo de nuevas tecnologías como la energía nuclear, la
nanotecnología y la biotecnología, las cuales tienen la capacidad de
destruir y alterar la composición biológica del planeta a un nivel sin
precedente. Además, el avance científico-tecnológico suele ser no
democrático porque no hay ningún proceso de votación sobre la
introducción o desarrollo de este. “Así, la ciencia sigue avanzando a
ciegas, sin tener en cuenta el bienestar real de la raza humana o
cualquier otro criterio, obedeciendo sólo a las necesidades psicológicas
de los científicos, de los funcionarios gubernamentales y de los
ejecutivos de aquellas corporaciones proveedoras de fondos para la
investigación” (Kaczynski 2010:64)
Según Kaczynski, debido a que el ser humano esta fisiológicamente
preparado para un modo de vida menos tecnológico que el actual, el
sistema tiene técnicas, tanto físicas como psicológicas, que hacen que
este se adapte, algunas de estas son las drogas, la vigilancia, la
propaganda y los sistemas educativos. En cuanto a las drogas, él opina
que estas “en vez de eliminar las condiciones que hacen que la gente se
deprima, la sociedad moderna las utiliza como anti-depresivas. […] son
un medio para modificar temporalmente el estado interno de los
individuos permitiéndoles tolerar las condiciones sociales que de otro
modo serían intolerables” (Kaczynski 2010:82).
Kaczinski llegó a la conclusión de que “el sistema industrial no puede
ser reformado” (2010:69) debido a que ejerce un control totalitario,
tanto físico como psicológico, sobre sus súbditos. Bajo esta lógica, la
única manera de liberarnos del estado de esclavitud tecnológica es a
través de “un nuevo movimiento revolucionario, dedicado a la eliminación
de la sociedad tecnológica” (2010:15), atacando no solamente objetos
físicos, sino los valores que forman la base del propio sistema
tecnológico-industrial. Quizá tomando la estrategia organizativa de los
movimientos ecologistas radicales, Kaczynski propuso que la revolución
se basara en dos sectores, uno teórico: dedicado a propagar ideologías
anti-tecnología con una cara pública, y el otro práctico: que trabajaría
de forma clandestina, dedicándose a la elaboración y ejecución de
ataques contra políticos, científicos, y ejecutivos de corporaciones
(2010:98-99). Kaczynski al igual que varios de los movimientos
trabajados en esta investigación, ha propugnado una cosmovisión
alternativa que se basa en la naturaleza porque esta “es la anti-tesis
perfecta de la tecnología”, añadiendo que “los ecologistas radicales ya
poseen una ideología que exalta a la naturaleza y se opone a la
tecnología” (Kaczynski 2010:97). Su visión de la sociedad ideal estaba
basada en estudios antropológicos sobre una variedad de culturas
primitivas que Kaczynski claramente admiró. Sin embargo, el modelo
alternativo a la sociedad tecnológico-industrial propuesta quedó un poco
nebuloso en los sus escritos, sosteniendo que “para aliviar la presión
sobre la naturaleza no es necesario crear un sistema social en
particular, es solamente necesario eliminar la sociedad industrial”
(Kaczynski 2010:97).
A pesar de lo violento de sus estrategias, la ideología de Kaczynski fue
formulada con intenciones humanitarias. Según su lógica, romper con el
sistema tecnológico-industrial seguramente traería consecuencias muy
dolorosas, “pero en cuanto más crezca el sistema más desastroso serán
los resultados de su ruptura, así que si va caer, lo mejor será que
caiga más temprano que tarde” (Kaczynski 2010:38). Él estaba claramente
convencido de que estaba luchando para liberar al ser humano de un
sistema que percibía como opresivo y destructivo.
Consideramos la perspectiva expuesta por Kaczynski como claramente
neo-ludista debido a la perspectiva crítica que le da a la tecnología.
Como los neo-ludistas, mantuvo que “la Revolución Industrial y sus
consecuencias han sido desastrosas para la raza humana. […] El
desarrollo continuo de la tecnología empeorará la situación. Por
supuesto someterá los seres humanos a mayores indignaciones y ocasionará
mayor destrucción del mundo natural” (2010:38).
El FBI consiguió una pista concreta después de 17 años cuando el hermano
de Theodore Kaczynski, David, reconoció paralelismos entre Industrial
Society and Its Future y la manera de hablar e ideas de su hermano, lo
cual lo llevó a comunicarle sus sospechas al FBI. Con la ayuda de David,
el FBI capturó a Theodore en su cabaña de Montana en abril de 1996.
Desde su captura, la relación entre Theodore Kaczynski y los movimientos
ecologistas de acción directa ha sido bastante confusa, sobretodo por el
hecho de que la prensa estadounidense intentó vincularlo con dichos
movimientos sin la evidencia adecuada. Donald Liddick, Rogelio Maduro y
la prensa estadounidense corriente sostuvieron que existía “evidencia
que sugiere que Kaczynski fue influenciado por Earth First! y por lo
menos una de sus victimas fue seleccionada de la “Lista de eco-cabrones
a eliminar” publicada en la revista Live Wild or Die!” (Liddick
2006:104; Maduro 1998:72), y fue a raíz de estas declaraciones de donde
se dedujo que Kaczynski había asistido a una reunión que organizada por
Earth First! en la Universidad de Montana.
En realidad fue una conferencia organizada por Native Forest Network, un
colectivo ecologista corriente no afiliado con ningún tipo de acción
directa, quienes además declararon que no desconocían cualquier tipo de
evidencia de que Kaczynski hubiese asistido (Price, Holland & Johnson
1996). Esta acusación y el hecho de que las autoridades encontraron
literatura de Earth First! en la cabaña de Kaczynski fue toda la
evidencia presentada por los acusadores de las Cortes para demostrar que
este había trabajado con Earth First! (Maduro 1998:72), por lo tanto,
ninguna de las acusaciones era suficiente para probar una relación
directa entre los dos. Con respecto a la primera acusación, la revista
Live Wild or Die! era una revista independiente de anarquistas verdes
que propugnaban perspectivas anti-civilización y apoyaban la destrucción
de propiedad privada de corporaciones, no de individuos. Live Wild or
Die! no tenía nada en común con Earth First! más que una afinidad
compartida por la acción directa, por lo tanto, nunca estuvo
directamente relacionado con Earth First! ni con Kaczynski. Además, como
hemos visto, tanto Earth First! como el ELF se han basado en la doctrina
de nunca dirigir sus ataques hacía seres vivo, una práctica que
Kaczynski obviamente no aceptó. Posiblemente trataron de vincular los
movimientos ecologistas radicales con Kaczynski como una forma de
des-legitimar dichos movimientos y manchar su historia limitada a actos
no violentos (Maduro 1998:72), de manera parecida a la ocasión en 1987,
cuando las autoridades estadounidenses intentaron culpar a Earth First!
del accidente en donde un obrero de California resultó herido por un
clavo de un árbol al explotar una sierra industrial.
A pesar de que Kaczynski explicó que “hay movimientos de ecologistas y
de tierras salvajes […] que consideramos muy importantes” (2010:39),
también ha sido un crítico duro de varios aspectos de los movimientos
ecologistas radicales. Refiriéndose al objetivo del ELF, ALF y quienes
son partidarios de su ideología, Kaczynski dijo—“no soy una de estas
personas. […] de lo que yo sé sobre este sector ideológico [es que]
proclaman objetivos que son confusos, o no realistas, o ambos” (Liddick
2006:104). Más allá de que compartieran cierta perspectiva neo-ludista y
ecológica (Long 2004:49; Liddick 2006:103) no hay evidencia suficiente
para mantener que hubo una relación directa entre Theodore Kaczynski y
ningún movimiento ecologista radical.
Debido a la naturaleza de los actos de Kaczynski, la receptividad
pública de Industrial Society and Its Future fue precaria. Un académico
del campo de estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS)
involucrado en la búsqueda por el Unabomber comentó que cuando leyó el
manifiesto “empecé a sentir algo similar a lo que sentí cuando estaba
haciendo el pre-grado y tuve que leer partes de Mein Kampf” (Restivo,
Shrum & Benson 2001:89). Por otro lado, también hubo un sector
significativo que se identificó con aspectos del manifiesto. John
Zerzan, un portavoz anarquista verde, públicamente apoyó el mensaje del
manifiesto en un artículo de The New York Times (Noble 1995). En una
entrevista Zerzan explicó—“considero Industrial Society and Its Future
un texto de suma importancia” (“Interview-John Zerzan”), lo cual era
lógico porque, como veremos, Kaczynski propugnaba una visión semejante a
la de los anarquistas verdes. Revistas de anarquistas verdes como
Species Traitor también se han mostrado partidarios de las ideas
propugnadas por Kaczynski (2005:104-105). Sin embargo, Zerzan tuvo
cuidado para denunciar los actos violentos y explicó que “es un poco
lamentable que alguien dependa de la violencia espectacular para poder
publicar” (Noble 1995). Además de Zerzan, un grupo anarquistas hizo una
campaña para elegir a Theodore Kaczynski como presidente de los Estados
Unidos, hicieron pegatinas y camisetas que leían “¿harto del progreso?
Anotar Unabomber a la presidencia '96” (Glaberson 1997:3). A pesar de
que no existió ninguna relación directa entre Kaczynski y los
movimientos ecologistas radicales, Zerzan notó que “hubo una presencia
vociferante pro-Ted [de Theodore] en el Round River Rendezvous de 1998,
la reunión anual y nacional de Earth First!” (Jones 2006:219-220).
Los anarquistas verdes y grupos ecologistas no fueron los únicos que
valoraron aspectos del manifiesto. En una entrevista publicada en The
Nation, el portavoz neo-ludista, Kirkpatrick Sale, proclamó que “el
Unabomber y yo compartimos muchas ideas sobre el efecto pernicioso de la
Revolución Industrial [y] los males de las tecnologías modernas” (Jones
2006:221). Bill Joy, un destacado experto en informática, cofundador de
Sun Microsystems y coautor de el idioma informática Java, tuvo una
revelación cuando leyó una parte del libro de Ray Kurzweil, The Age of
Spiritual Machines (La edad de las maquinas espirituales) (1999), sacada
directamente del manifiesto de Kaczynski. En su artículo popular “Why
the future doesn't need us” (“Por qué el futuro no nos necesita”) Joy
explicó su complicada admisión de la lucidez de los argumentos de
Kaczynski. “Los actos de Kaczynski eran horribles y, en mi perspectiva,
de delincuente psicótico. Kaczynski es claramente un ludista, pero
simplemente diciendo esto no desecha su argumento; encontré el mérito en
su razonamiento” (Joy 2000).
Aunque Kaczynski no tuvo una relación directa con ningún movimiento,
claramente compartió ideas con los neo-ludistas y los movimientos
ecologistas concordando en la existencia de una amenaza tecnológica y la
necesidad de proteger al medio-ambiente a través de tácticas poco
convencionales. También, hemos mencionado algunos paralelismos entre su
pensamiento y el de los anarquistas verdes en temas como la libertad y
el modelo de sociedad ideal. Estos temas serán abordados más
profundamente en el siguiente capítulo sobre las bases filosóficas de
los movimientos ecologistas radicales.
Las consecuencias
Los movimientos ecologistas radicales son un fenómeno reciente, que
surge en los años 70 y se expande rápidamente por todos los Estados
Unidos. Sin embargo, medir la actividad de los movimientos ecologistas
es una tarea difícil debido a varios factores. Primero, por el modelo
organizativo desvinculado de dichos movimientos, muchos de sus actos no
han sido registrados. Segundo, hay evidencia que sugiere que las
autoridades estadounidenses han hecho una labor de contra-información a
todo lo relacionado con los movimientos ecologistas radicales, con el
fin de reducir el efecto de la propaganda por el hecho (Manes 1990:9).
De todos modos, según Dave Forman, en 1989 hubo “por lo menos un acto
certificado en cada uno de los Estados del oeste del Río Mississippi
(Manes 1990:9). Los actos de acción directa por motivos ecologistas han
estado concentrados sobretodo en la zona oeste de los Estados Unidos, en
gran parte porque es la región con más riqueza natural y de menor
desarrollo. En 2004 el FBI calculó que “el ALF/ELF y grupos relacionados
han cometido más de 1.100 actos criminales en los Estados Unidos desde
1976” (Lewis 2004), 600 de los cuales se llevaron desde 1996.
Probablemente esta cifra sea una subestimación, ya que, no coincide con
lo que los grupos han reportado, adicionalmente, no existe ningún
estudio neutral, no gubernamental o no comercial, que haya realizado
estadísticas sobre ello.
A pesar de que tampoco existen estadísticas precisas sobre cuantía total
de los daños económicos ocasionados por los movimientos ecologistas
radicales (Manes 1990:9), hay varias fuentes que han aportado
estimaciones. En 1990 Christopher Manes estimó que los daños “van desde
$20 millones a $25 millones al año” (1990:9). Según el FBI, los actos de
sabotaje han resultando “en daños, estimados de manera conservadora, de
aproximadamente $110 millones de dólares” (Lewis 2004). El total de los
daños causados sólo por el ELF ha estado “por encima de $34 millones de
dólares desde 1997 en los Estados Unidos” (Múltiples autores. Articles
on Animal... 2003:17).
La respuesta por parte del gobierno estadounidense ha sido gradualmente
más hostil debido a la amenaza que los movimientos representan a la ley,
al orden público, la seguridad, la infraestructura y el crecimiento
económico del país. En 1986 Earth First! fue declarado un movimiento de
“terrorismo de baja intensidad” tras sus intentos de cortar cables de
alta tensión (Long 2004:154; Manes 1990:193). Desde 1980 una amplia gama
de leyes han sido otorgadas con el fin de acabar con tree spiking,
incendiarismo y otras formas de sabotaje económico. El FBI ha estado
activo vigilando los movimientos ecologistas de acción directa, y por lo
tanto, el modelo organizativo de los movimientos ha sido condicionado
por esto. Tras la clasificación en 2001 de los movimientos ecologistas
radicales como conspiración organizada de “terrorismo domestico” o
eco-terroristas, el gobierno estadounidense ha amenazado a los
perpetradores de actos de sabotaje económico con cadena perpetua en
cárceles especiales para terroristas, aumentando los castigos al mismo
nivel de asesinos y otros criminales violentos. Cuando Christopher Manes
publicó Green Rage (1990:12) ningún tree spiker había sido capturado por
las autoridades estadounidenses, sin embargo en 2001 Frank Ambrose fue
encarcelado por haber realizado tree spiking en alrededor de 150 árboles
en el Estado de Indiana a nombre del ELF (Long 2004:128). En 2004 el FBI
empezó “Operation Backfire” (Operación contrafuego), la cual consistía
en unir siete diferentes investigaciones sobre el ELF y el ALF en una
investigación centralizada. En el año 2008 la operación había logrado
acusar a 17 individuos por más de 40 actos criminales (“Operation
Backfire...” 2008).
Debido la fuerte represión que el estado ha dirigido hacia los
movimientos ecologistas radicales, se ha percibido un declive del
fenómeno a finales de la década del 2000 (Eilperin 2012), esto es una
muestra de que el futuro de estos movimientos es cada vez menos claro.
Si los eco-activistas siguen cumpliendo con la teoría de radicalización
progresiva expuesta por Liddick (2006:31), es posible que aparezcan más
activistas dispuestos a emplear tácticas que no han sido comunes hasta
ahora, como Theodore Kaczynski quien recurrió a la violencia hacia los
seres humanos para, de alguna manera, proteger al medio ambiente.
-Capítulo IV-
OTRAS BASES FILOSÓFICAS DE LOS
MOVIMIENTOS ECOLOGISTAS RADICALES
Bases filosóficas y antecedentes históricos de los movimientos
ecologistas radicales
En el capítulo anterior demostramos que los grupos ecologistas de acción
directa han tomado a los ludistas originarios de Inglaterra y los
escritos neo-ludistas de los años 1960 y 1970 como sus fuentes de
inspiración. Estos grupos han utilizado el ludismo originario como un
antecedente histórico y de referencia para varias de sus estrategias,
por ejemplo el modelo organizativo y el sabotaje de máquinas. Pero, tal
como hemos visto el ludismo y neo-ludismo son distintos. Si bien el
ludismo del siglo XIX ha sido una fuente de inspiración, éste fue
incapaz de proveer soluciones a los percibidos retos de la sociedad
contemporánea, y por lo tanto, fue necesaria la conformación de nuevas
escuelas filosóficas que crecieron en paralelo con los movimientos
ecologistas de acción directa, brindándoles nuevas bases filosóficas,
las del neo-ludismo.
Según la teoría del proceso de la praxis cognitiva de Lyle Munro, “la
identidad central de un movimiento social, compuesto de figuras públicas
prominentes, desempeña el rol crucial de ““divulgador del conocimientos
y portador de nuevas ideas”” (Liddick 2006:70). Por lo tanto, es de suma
importancia que analicemos las bases filosóficas y escuelas de
pensamiento en que se han apoyado los movimientos ecologistas radicales.
No pretendemos decir que las filosofías que tratamos en esta
investigación sean las únicas que han sido de interés para los
movimientos ecologistas radicales, ni tampoco que sean representativas
de las creencias de todos sus partidarios, pero si que son
significativas como la base ideológica de sectores de los movimientos en
cuestión. En esta investigación nos hemos enfocado en la ecología
profunda, el anarquismo verde y como hemos demostrado a lo largo del
trabajo, el neo-ludismo, filosofías que han realzado la relación entre
la cuestión de la tecnología y el bienestar del medio-ambiente.
Christopher Manes ha sosteniendo que el ecologismo radical “no esta
intentando crear una nueva filosofía para desplazar las ideas dominantes
de la sociedad moderna”, denominando sus perspectivas como una mera
“sensibilidad” (1990:21). Además, Manes sostuvo que “la mayoría de los
ecologistas radicales perciben la filosofía sistemática como el
problema” (1990:21). A contrario de la perspectiva de Manes, mantenemos
que se puede demostrar que los movimientos ecologistas radicales acogen
varias filosofías (Doherty 2005:67; Liddick 2006:19), un hecho plasmado
en la amplia gama de sus publicaciones y otros hechos relevantes. En
cuanto al desplazamiento de “las ideas dominantes de la sociedad
moderna”, a contrario de Manes, mantenemos que las filosofías que
tratamos se pueden denominar como revolucionarias debido a que propugnan
una cosmovisión que implican un cambio tanto teórico como práctico en
casi todos los ámbitos de la vida moderna.
Mencionar sus antecedentes históricos ha sido una tendencia común entre
los ecologistas radicales desde los principios de la práctica de la
acción directa por motivos ecologistas desde los años 1970. De hecho,
Ecotage! (1972), mencionó en una ocasión que “si Thomas Jefferson,
Patrick Henry y George Washington estuvieran vivos hoy, serían ecoteurs
[quienes realizan actos de ecotaje] de noche” (Love & Obst:11-12). Pero,
más común que la mención de los Padres Fundadores estadounidenses, los
partidarios del ecologismo radical han trazado sus raíces en los
pensadores románticos, los transcendentalistas y ecologistas como Henry
David Thoreau, Aldo Leopold, Ralph Waldo Emerson y John Muir (Long 2004:
10-11). Aldo Leopold, en su libro A Sand County Almanac (El almanaque
del condado Sand) (1949), estableció “la ética de la tierra”, una
filosofía rectora que mantiene la idea de que todos los miembros de una
comunidad biótica, incluyendo al agua y el suelo, deberían ejercer una
relación respetuosa y armoniosa para no amenazar la estabilidad de toda
la “comunidad”. La ética de la tierra de Leopold era una de las semillas
que luego se convirtió en la escuela de pensamiento conocida como la
ecología profunda (Doherty 2005:30), una de las principales bases
filosóficas de los movimientos ecologistas radicales (Manes 1990; 139).
Según Nicols Fox, la ecología profunda “era una extensión de las ideas
de los escritos de [John] Muir y Leopold: la noción de que la utilidad
no era la única manera de medir el valor del mundo natural” (2002:216).
Henry David Thoreau es frecuentemente citado como una fuente de
inspiración tanto para los movimientos ecologistas radicales (Manes
1990:167) como para los anarquistas verdes debido a las críticas agudas
que este escribió sobre los cambios negativos de la Revolución
Industrial, su fascinación con la naturaleza, que fue plasmada en Walden
(1854), y su libro Civil Disobedience (La desobediencia civil) (1849)
que legitimó la práctica de acciones ilegales por motivos morales. La
mezcla de un enfoque ecologista en Walden con la perspectiva de protesta
activa propugnada en Civil Disobedience ha sido importante en la
formación de las bases filosóficas para la estrategia de la acción
directa en los movimientos ecologistas radicales (Diez 2006; Manes
1990:165-174). Este pensamiento esta bien recogido en un pasaje de Civil
Disobedience:
“¿Debe el ciudadano por un momento, o en lo más mínimo, renunciar a su
conciencia por lo que dicta el legislador? ¿Entonces, por qué tiene cada
hombre una conciencia? Creo que deberíamos ser hombres primero y sujetos
después. Es más deseable cultivar un respeto para lo justo que para la
leyes. La única obligación que tengo derecho a asumir es la de hacer lo
que creo correcto en cualquier momento” (2001:7).
A lo largo de esta investigación hemos visto que los movimientos
ecologistas radicales han hecho eco de las palabras de Thoreau, un hecho
plasmado en la perspectiva de que los actos ilegales son necesarios
debido a que el sistema burocrático no ha sido capaz de responder a la
acelerada destrucción del medio-ambiente. Debido a los paralelismos
evidentes entre Thoreau, los movimientos ecologistas radicales y sus
bases filosóficas, “muchos han visto Thoreau como uno de los precursores
del ecologismo y del anarquismo primitivista, representado en la
actualidad por John Zerzan. […] esta actitud puede estar también
motivada por una cierta idea de resistencia al progreso y de rechazo al
materialismo creciente que caracteriza la sociedad norteamericana de
mediados del siglo XIX” (Diez 2006).
Para comprender la base del pensamiento de los movimientos ecologistas
radicales, debemos analizar a fondo la ecología profunda y el anarquismo
verde, dos filosofías contemporáneas que han sido muy influyentes en su
ideología. Después concluiremos repasando la importancia del neo-ludismo
en todos los movimientos, individuos y grupos que hemos estudiado a lo
largo del trabajo.
La ecología profunda
Haciendo eco de los pensadores trascendentalistas que defendían que
todos los sistemas naturales están interconectados y que el hombre
debería aspirar a una vida de auto-suficiencia, una de las escuelas
filosóficas que más ha influenciado y condicionado los movimientos
ecologistas de acción directa ha sido “la ecología profunda”, fundada en
1973 por Arne Naess31, un filosofo noruego partidario de la acción
directa. La ecología profunda se expandió rápidamente a los Estados
Unidos donde académicos como Bill Devall y George Sessions la han
desarrollado (Long 2004:20). Naess estableció ocho principios rectores
de la ecología profunda, de los cuales veremos algunos que son
pertinentes a esta investigación.
“1. El bienestar y la prosperidad de la vida humana y no humana en la
Tierra tienen valor en sí mismos (sinónimos: valor intrínseco, valor
inherente). Dicho valor es independiente de la utilidad del mundo no
humano para fines humanos. [...]
4. La prosperidad de la vida y culturas humanas son compatibles con el
decrecimiento significante de la población humana. La prosperidad de la
vida no humana requiere dicho decrecimiento. [...]
6. La política tiene que ser cambiada. Estas políticas afectan las
estructuras básicas económicas, tecnológicas e ideológicas. La situación
resultante será profundamente distinta que la actual” (Sessions & Naess
1984).
Del conjunto de los principios rectores de la ecología profunda
entendemos que son defensores de la protección y el rebrote de tierras
salvajes, el decrecimiento de las industrias y un modo de vida
materialmente más sencilla.
Semejante a la ética de la tierra de Aldo Leopold (Manes 1990:144;
Doherty 2005:151) —una perspectiva que sostiene que todos los organismos
tienen un rol fundamental en la interdependencia de todos los demás
organismos y, así como la humanidad, todos tienen el derecho a vivir y
florecer— Arne Naess y otros se dedicaron a criticar el
antropocentrismo, la perspectiva utilitaria de que los seres humanos
tienen prioridad sobre los otros seres, y por ello, el derecho a
explotarles. El antropocentrismo en el mundo occidental claramente fue
reflejado en Génesis cuando Dios proclamó que el hombre “tenga autoridad
sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales
del campo, las fieras salvajes y los reptiles que se arrastran por el
suelo”, razón por la cual Christopher Manes denominó al cristianismo
como “el culto de los cortadores de árboles” (Manes 1986). La antítesis
del antropocentrismo se nombró biocentrismo, es decir, la idea holística
e igualitario de que los seres humanos no tienen derecho a alterar ni
apoderarse del mundo natural más que de lo necesario para sus
necesidades vitales.
Según esta línea de pensamiento, la ecología profunda ha sido “un
intento de ampliar el circulo de la personalidad jurídica y ética para
incluir a otras especies e incluso ecosistemas” (Manes 1990:166). Al
igual que en su momento se mantuvo una línea jurídica arbitraria que
separaba a los blancos de los negros y al hombre de la mujer, la cultura
dominante se ha apoderado de otros organismos y de la naturaleza,
oprimiéndolos. El biocentrismo es un esfuerzo para dar derechos iguales
a todos los seres y organismos, visión de importancia creciente con la
aparición de artículos como “Deepy Ecology and the New Civil Rights
Movement” (“La ecología profunda y el nuevo movimiento para los derechos
civiles”) (Roselle 1988). Como prueba de que los neo-ludistas han
compartido el concepto de biocentrismo, Chellis Glendinning escribió que
“[como neo-ludistas] no percibimos el papel del ser humano como un
dominador de otras especies y de la biología del planeta, sino como como
una parte integral del mundo natural que aprecia lo sagrado de la vida”
(Glendinning 1990:87).
Al contrario de “la ecología superficial” propugnada por las
organizaciones ecologistas corrientes y caracterizada por “arreglos
tecnológicos a los problemas creados por la tecnología” (Fox 2002:217),
la ecología profunda se ha basado en el desmonte de las industrias para
empezar a reducir su impacto sobre los seres humanos y el desarrollo del
medio-ambiente, con el objetico de generar “un cambio fundamental en la
manera en que nuestra cultura se relaciona con el mundo natural” (Manes
1990:61). Esta es una perspectiva que va en contra del desarrollo
industrial, claramente neo-ludista y que concuerda con Chellis
Glendinning cuando en su manifiesto exige la reducción de las industrias
(Glendinning 1990:86).
Ese fuerte elogio por la naturaleza expresado y divulgado por parte de
la ecología profunda se ha identificado como una perspectiva espiritual
y a veces cuasi-religiosa. Basado en culturas más primitivas, la
ecología profunda efectivamente tiene claros paralelismos con las
religiones animistas y paganas, este hecho ha sido expuesto en artículos
del Earth First! Journal, como por ejemplo “Paganism, Nature, and Deep
Ecology”32 (1988), “Paganism as Resistance” (1988) y “Deep Ecology and
Magic: Notes of a Sleight-of-Hand Sorcerer” (1988). Tanto los
movimientos ecologistas radicales como Kaczynski, los anarquistas verdes
y los neo-ludistas han propuesto que la naturaleza debe ser adorada y
objeto de elogio, porque representa la anti-tesis de la tecnología y
todo aquello que sea artificial.
Además de proveer un marco teórico para la ecología profunda, Naess
llegó a la conclusión de que si alguien profesa afinidad con la ecología
profunda, este tiene la obligación de hacer los cambios necesarios en su
modo de vida para hacerlo compatible con el bienestar de todos los demás
organismos de la Tierra, lo que implicaría: luchar contra el sistema
industrial, la tecnología avanzada y la autoridad burocrática que los
propaga (Liddick 2006:20; Long 2004:20-21). Por tanto, la visión
biocéntrica propugnada por la ecología profunda es claramente
incompatible con el modelo de crecimiento económico que ha sido abordado
por los estados industriales.
Tanto los activistas ecologistas radicales como sus críticos han
reconocido la importante influencia de la ecología profunda en los
movimientos ecologistas radicales debido a que “provee una importante
fuente ideológica para muchos activistas de motivación ecológica en una
variedad de grupos radicales” (Doherty 2005:74). Se ha encontrado que
los ecologistas radicales además de haber publicado varios escritos de
Naess y sus homólogos (Sessions & Naess 1984), han sido participantes
activos en el desarrollo y circulación de la ecología profunda. Poco
después de la aparición de Earth First!, en 1982 Dave Foreman proclamó
que “la ecología profunda es la corriente filosófica más importante de
nuestra época” (Foreman 1982), para luego escribir textos enfocados en
explorar la ecología profunda y sus implicaciones. Bandow, otro autor
que ilustra la relación de los grupos ecologistas con la ecología
profunda, preocupado por el aumento de los movimientos ecologistas
radicales comentó que “si la ecología profunda no es enfrentada a nivel
filosófico, el número de ecologistas sometidos al ecotaje probablemente
aumentará” (Bandow 1990:10).
Si bien la ecología profunda ha sido una base ideológica importante para
los movimientos ecologistas, también ha tenido una importante relación
con el neo-ludismo. “Un grupo suelto de “neo-ludistas” [fue] creado en
1993 por la Fundación para la ecología profunda en San Francisco,
coordinado por dos veteranos anti-tecnológicos, Jerry Mander […] y
Helena Norberg-Hodge” (Sale 1996:254), que incluía académicos que se
dedicaban a estudios antropológicos sobre los nativos americanos, grupos
de presión contra la biotecnología y, por lo general, a criticar las
bases de la sociedad industrial. La ecología profunda ha sido
identificada como “ludista en espíritu [porque] cuestiona las
suposiciones y la dominación de la cultura tecnológica” (Fox 2002:218),
además de que sugiere que deberíamos ralentizar el desarrollo de las
industrias que han causado el distanciamiento del ser humano y la
naturaleza para entrar en armonía con ella.
Son varios los movimientos que han incorporado en su discurso las ideas
de la ecología profunda (específicamente de Naess). Por ejemplo los
anarquistas verdes estadounidenses que aparecieron menos de una década
después de su surgimiento (Species Traitor 2005:152), han llevado las
ideas de la ecología profunda un paso más allá, al rechazar no solamente
los cambios de la Revolución Industrial, sino también el advenimiento de
la agricultura y el sedentarismo, propugnando el retorno a un modo de
vida similar a las comunidades cazadoras-recolectoras. El siguiente
apartado esta dedicado al estudio del discurso de este importante
movimiento y por supuesto, de su influencia en los movimientos
ecologistas radicales.
El anarquismo verde
“Desde los años 1960 […] el entorno anarquista ha sido influenciado por
diferentes movimientos: de los derechos civiles, SDS [Students for a
Democratic Society], los Yippies, el movimiento contra la Guerra de
Vietnam, […] el anti-nuclear, el ecologista/medio-ambiental, el de los
derechos animales, […] Earth First! y la ecología profunda” (McQuinn
2009:3-4), dando lugar a la aparición del anarquismo verde33, una
escuela de pensamiento y perspectiva que surgió en los Estados Unidos a
finales de los años 1970 y que ha realzado, entre otras cuestiones, los
problemas ecologistas y la cuestión de la tecnología con el fin de crear
una cosmovisión y modo de vida alternativo al actual (Múltiples autores.
The Origins... 2010).
Desde sus principios, el ecologismo radical ha estado conectado con el
anarquismo. Edward Abbey escribió su tesis de máster sobre el
anarquismo, en la cual mostró su afinidad por esta filosofía, ya que
desde su perspectiva significa la existencia de la democracia
participativa y la dispersión de los poderes políticos, económicos y
militares (Long 2004:127). La relación entre el anarquismo verde y los
movimientos ecologistas radicales ha sido particularmente explícita
desde los años 1990 cuando, de Earth First!, se formó el ELF. Imágenes
del logotipo de Earth First! han aparecido con la bandera anarquista
verde en el fondo (Véase Anexo Fig. 5) y Earth First! mostró su afinidad
por el anarquismo cuando distribuyó pegatinas que decían “Construyendo
el Caos de la Anarquía para un Futuro Mejor” (Manes 1990:76). Además de
haber compartido ideas, los movimientos de acción directa ecologista han
trabajado frecuentemente en conjunto con grupos anarquistas que se
enfocan en problemas medio-ambientales (Doherty 2005:9). Como muestra de
la importancia del anarquismo en sus actos, el ELF firmó un comunicado
en nombre de la “Agente Emma Goldman y los oficiales de alto rango de
CrimethInc. del Earth Liberation Front”34, razón por la cual las
autoridades han identificado que “los miembros del ELF comparten una
fuerte conexión filosófica con el movimiento anarquista (Walker
2005:3-4). Además, los anarquistas verdes se han mostrado rotundamente
en favor de la acción directa y el sabotaje, mostrando en varias
ocasiones, su apoyo por Earth First! y el ELF en revistas independientes
donde han tratado sus estrategias, objetivos e “informes de acción
directa” que sirven para la propaganda por el hecho de dichos
movimientos (Green Anarchy 2004:18; Species Traitor 2005:5,192; Live
Wild or Die! [no. 2]:3).
Como factor adicional a la relación compartida entre el anarquismo verde
y los movimientos ecologistas, “la ideología de los ludistas y sus
homólogos modernos [los neo-ludistas] proveen un principio rector del
anarco-primitivismo” (What is Anarcho-Primitivism? 2005:10). Según un
artículo de la revista Fifth Estate, “al igual que los ludistas,
nosotros también estamos en el precipicio de un futuro siniestro de la
tecnología desbocada” (Marszalek 2012:5). Debido a que los anarquistas
aspiran a criticar todos los sistemas y las relaciones de dominación, el
cuestionamiento a la tecnología ha sido un paso lógico, debido a
existían escuelas de pensamiento que argumentaban que la tecnología es
una fuerza opresiva y destructora. Para los anarquistas verdes la
tecnología ha sido causa tanto de los problemas ambientales como los
problemas sociales, y “por lo tanto, se puede decir con seguridad que el
repertorio de sus actos contienen un elemento anti-tecnológico fuerte”
(Gordan 2009). Además, la página web sobre la perspectiva anarquista
verde, Primitivism.com, ha hecho varias entrevistas con Kirkpatrick Sale
y en sus artículos ha citado a Jacques Ellul, Lewis Mumford y Chellis
Glendinning como filósofos importantes en su línea ideológica (What is
Anarcho-Primitivism? 2005:9; Species Traitor 2003:53).
Debido a que el anarquismo verde es principalmente una escuela de
pensamiento teórico, se han esforzado en explicarse lo más posible a
través de variados medios de comunicación, principalmente revistas
independientes, libros, discursos y más recientemente páginas de
Internet y medios audiovisuales. Entre las revistas independientes más
conocidas que han tratado los movimientos ecologistas radicales y la
cuestión de la tecnología están Fifth Estate35 (1965-presente), una de
las revistas anarquistas más antiguas de Norteamérica que contenía
retorica particularmente anti-tecnología durante los años 1980, Species
Traitor (2001-presente), la cual ha sido enfocada en percepciones del
pasado y el futuro que han formado la base ideológica de la civilización
moderna, y Green Anarchy (2000-2009), que propugnaba la perspectiva
primitivista y el ecologismo radical, entre otras como Anarchy: A
Journal of Desire Armed (1980-presente), Live Wild or Die! (1989-1990s)
y Disorderly Conduct. Además de estas publicaciones están los libros
escritos por Derrick Jensen como Endgame, vol. 1: The Problem of
Civilization36 (2012) y vol. 2: Resistance (2006), y de John Zerzan como
Future Primitive (1994), Against Civilization: Readings and Reflections
(2005), y Running on Emptiness: The Pathology of Civilization (2008). En
1983, Fredy Perlman publicó Against His-Story, Against Leviathan, lo
cual trazó una macro-historia de la tecnología de manera parecida a
Lewis Mumford, pero que propuso la idea de establecer comunes nómadas
para resistir “el Gigante”, un eufemismo para la civilización
occidental. Dicha obra de Fredy Perlman se ha convertido en un clásico
para los partidarios del anarquismo verde debido a que era una de los
primeros textos que delineó las bases de su filosofía. Estos anarquistas
también han hecho películas independientes como Breaking the Spell37
(1999), Surplus: Terrorized into Being Consumers (2003), What a Way to
Go: Life at the End of Empire (2007), The Crisis of Civilization (2011)
y END:CIV: Resist or Die (2011). En respuesta a críticas dirigida a los
anarquistas verdes por el uso del Internet, la revista Species Traitor
respondió, “entendemos las contradicciones que puede generar una página
web anti-tecnológico, pero también entendemos la necesidad de distribuir
más literatura usando todos los medios a nuestro alcance” (2002:4).
Uno de los anarquistas verdes estadounidenses más conocidos ha sido John
Zerzan “cuyo trabajo ha contribuido al desarrollo de una perspectiva que
busca juntar el análisis socio-político anarquista con el pensamiento
del movimiento verde-profundo radical, engendrando una perspectiva
anarquista verde revolucionaria con un foco en los asuntos sociales y
medio-ambientales” (Zerzan 2002:VIII). Zerzan ha editado varias
revistas, ha publicado más de seis libros y docenas de artículos en
revistas independientes. Hablando de las protestas de 1999 en Seattle,
de importancia para el movimiento neo-ludista, el periodista Lluis
Amiguet mantuvo que “si estas buscando un pensador detrás del
movimiento, definitivamente es John Zerzan” (Surplus... 2003:4:45).
Varios comentaristas atribuyeron la intensidad de la “batalla” a grupos
anarquistas de Eugene, Oregon, ciudad que ha sido un centro del
anarquismo verde en los Estados Unidos y donde vivía John Zerzan en el
momento de las protestas. Además de ser el portavoz del anarquismo verde
más destacado, Zerzan se ha auto-definido como neo-ludista (Zerzan
1997:2) y el destacado portavoz neo-ludista, Kirkpatrick Sale, se
describe a sí mismo como un “gran admirador de Zerzan” (Noble 1995),
realzando la compatibilidad entre el neo-ludismo y el anarquismo verde.
Por varias razones consideramos a Theodore Kaczynski como un pensador
anarquista verde y neo-ludista, primero debido a los paralelismos entre
sus, y segundo porque ambos claramente han mostrado interés en las ideas
del otro (Species Traitor 2005:104-105; Kaczynski 2010:127; Noble 1995).
Trataremos algunos de los argumentos del anarquismo verde que sirven
para ilustrar la relación entre el anarquismo verde, el neo-ludismo y
los movimientos ecologistas radicales. Para entender la crítica de la
civilización que forma parte de la base de los movimientos ecologistas
radicales (Manes 1990:225) y el anarquismo verde, hay que entender a lo
que nos referimos. La palabra “civilización” viene del latín civilis, lo
cual significa “civil” y está relacionada con el latín civis, o sea
“ciudadano”, y civitas, lo cual significa “ciudad”. El concepto de la
civilización está intrínsecamente conectado con el concepto de las
ciudades y el Estado, las cuales requieren una amplia red tecnológica
(su infraestructura) para funcionar correctamente. Según Henryk
Skolimowski la Evaluación de la Tecnología desde una perspectiva crítica
siempre implica una crítica de la civilización (1974:459), y por lo
tanto “el problema de la civilización es idéntico al problema de la
tecnología” (Kaczynski 2010:375). El neo-ludismo, los movimientos
ecologistas y la ecología profunda también se han caracterizado por
estar en contra del desarrollo material y la infraestructura necesaria
para mantener grandes centros urbanos; el rechazo a la expansión urbana
del proyecto CU por parte de los Bolt Weevils en Minnesota y el
incendiarismo de obras de construcción por parte del ELF son buenos
ejemplos de esta idea manifestándose. Citando a Ron Arnold, Manes ha
sostenido que “los eco-terroristas no son preservadores del statu quo,
ni 'nuevo ludistas' preocupados de que la tecnología les quite sus
puestos de trabajo. Al contrario, son activistas profundamente
primitivistas opuestos a la propia civilización industrial”
(1990:225-226). En 1994 la neo-ludista Chellis Glendinning, concordando
con la visión anarquista verde anti-civilización, publicó My Name is
Chellis and I'm in Recovery from Western Civilization (Mi nombre es
Chellis y estoy recuperándome de la civilización occidental).
Según la perspectiva anarquista verde, la civilización es, por
abundantes razones, una amenaza a la libertad, la realización humana y a
la existencia de todos los organismos de la Tierra. Primero, tanto los
anarquistas verdes como los otros fenómenos tratados han reconocido la
idea de que los recursos de la Tierra son finitos. Si bien reconocen que
es preocupante el aumento de la población mundial (Zerzan 2008:199),
sostienen que el verdadero problema es el aumento de las tasas de
consumo que pueden acabar con nuestros recursos finitos. Pero este
sistema se sigue expandiendo, reproduciendo los patrones de consumo en
el resto del mundo, aumentando la destrucción del medio-ambiente con una
forma de vida insostenible.
Esta perspectiva sostiene que la composición fisiológica del ser humano
es resultado de “dos millones de años de evolución”, haciéndonos aptos
“para una existencia primitiva y de poca tecnología” (Kaczynski
2010:18). De esta forma, llevamos 99% de nuestra existencia como una
especie viviendo solamente con las tecnologías más básicas (Species
Traitor 2003:18), por lo que no estamos adaptados a estar rodeados y
condicionados por la tecnología avanzada, la cual ha sido causa, entre
muchos factores, del aumento de enfermedades mentales como la
esquizofrenia, la depresión, las adicciones y el comportamiento
perturbado (Zerzan 2008:185).
Otra de las ideas más tratadas por los anarquistas verdes ha sido la de
la especialización, es decir, la división del trabajo. Según esta
perspectiva, la propagación de la tecnología ha hecho que individuos se
especialicen para encajar en el mercado laboral y poder sostenerse en
una sociedad industrial, raíz de la enajenación, la estratificación
social, la coacción y una plétora de otros factores dañinos. Peter Lomas
sostuvo que “el aumento en la especialización socava la confianza en
nuestra capacidad ordinaria para vivir” (Zerzan 2008:16).
Las sociedades tecnológicas han domesticado al ser humano38 por medio de
la especialización del trabajo, generando mayor dependencia en el mismo
sistema e impidiendo desarrollar otras habilidades anteriormente
fundamentales para la autosuficiencia, como el cultivo de alimentos, la
caza, hacer ropa, construir su propio hogar y, en general, vivir sin la
amplia gama de servicios que ofrece este tipo de sociedades. Según un
artículo de la revista Species Traitor, “la domesticación creó una
limitación inmediata para nuestro movimiento y actividades” (2003:49).
En 1983, pocos años después del nacimiento de Earth First!, Dave Forman,
bajo el seudónimo Chim Blea, publicó un artículo sobre la domesticación,
proclamando que “hasta que renunciemos al pecado de la dominación/la
domesticación y regresemos a la vida de cazadores-recolectores, nunca
tendremos paz, nunca estaremos felices, nunca seremos uno con la
naturaleza, nunca seremos verdaderamente humanos” (Blea 1983). La
revista Species Traitor citó a la neo-ludista Chellis Glendinning cuando
dice “el trauma original es la domesticación” (2005:129). Hemos visto
que la idea de la especialización y la domesticación, como consecuencia
del desarrollo tecnológico, ha sido una preocupación conjunta de los
movimientos estudiados en esta investigación.
Por lo general, los partidarios de los fenómenos en cuestión suponen que
“el grado de libertad personal que existe en una sociedad esta más
condicionado por la estructura económica y la tecnológica de su sociedad
que por sus leyes o su forma de gobierno” (Kaczynski 2010:65), tal como
fue sostenido por la teoría de determinismo tecnológico de Jacques
Ellul. Explicando esta idea Edward Abbey dijo “ni el socialismo, ni el
capitalismo es el enemigo, sino la industria y la tecnología llevadas al
exceso, a un punto y más allá de la locura” (Lindholdt 1998:110). Los
anarquistas verdes se han enfocado en crear lo que han denominado la
“anarquía pos-izquierda”, una perspectiva crítica de la relación
histórica entre los movimientos de izquierdas y anarquistas que sostiene
que la izquierda ha sido incapaz de enfrentar las “instituciones
fundamentales del capitalismo”, entre ellas “el trabajo pago [y] la
producción industrial” (McQuinn 2009:6). En pocas palabras, la
perspectiva anarquista pos-izquierda ha rechazado la dicotomía política
tradicional, proponiendo una cosmovisión alternativa a la actual.
Con respecto a las luchas sociales que han caracterizado a los
izquierdistas—contra el racismo, el sexismo y la homofobia—Kaczynski,
identificándose con la perspectiva anarquista pos-izquierda, exaltó que,
a pesar de lo valioso que puedan ser a nivel moral, “se han convertido
en valores dominantes de nuestra sociedad porque son útiles para el
sistema industrial” (2010:113). Siguiendo esta lógica, este mismo autor
nos dice que “se incentiva que las mujeres tengan una vida profesional
porque sus talentos son útiles al sistema, y más importante, el hecho de
que un puesto de trabajo normal vincula las mujeres con el sistema en
vez de con sus familias” (Kaczynski 2010:113).
La crítica a la civilización claramente tiene raíces en el desmonte de
las industrias propuesto por la ecología profunda (Manes 1990:61) y el
neo-ludismo (Glendinning 1990:88). Los anarquistas verdes han defendido
modelo alternativo a la civilización tecnológica basándose en las
sociedades cazadores-recolectoras porque estas representan “el método
ideal de subsistencia (en cuanto al uso sostenible de recursos) y [de]
estructura social ideal (por sus característica de igualitarismo)” (What
is Anarcho-Primitivism 2005:3). Recurriendo a obras antropológicas para
respaldar sus ideas (Species Traitor 2003:39, 42), esta corriente
ideológica ha sostenido que las sociedades cazadores-recolectores vivían
en mayor armonía con la naturaleza, tenían más libertad, más tiempo
libre y vivían más felices que el hombre moderno.
Hemos demostrado que desde los principios del activismo ecologista de
acción directa en los Estados Unidos hubo mención de las culturas más
primitivas como modelo alternativo al sistema industrial, una especie
del concepto del “buen salvaje”. Según Christopher Manes, “la cultura de
los nativos americanos ha representado la vida sencilla y profunda que
esta tierra profería antes de que la tecnología destruyese todo”
(1985:19), tal como sostenía The Fox en su recreación de la expedición
de Louis Jolliet y Jacques Marquette. Dave Foreman, demostrando su
afinidad por los ideales de los anarquistas verdes, ha previsto “la
caída inevitable de la civilización industrial [y] un mundo dominado por
la naturaleza, donde los seres humanos viven en colectivos primitivos de
cazadores-recolectores y solamente usan los recursos naturales
necesarios para sobrevivir de la manera más sencilla” (Liddick 2006:20).
En una colección de escritos de Kaczynski publicada en 2010 el autor
realiza una crítica aguda del anarquismo verde, considerándolo una
percepción distorsionada y poco realista de lo que es la vida primitiva.
“Quizá no está muerto el mito del progreso, pero está muriendo. Otro
mito ha empezado a crecer en su lugar, un mito que ha sido propugnado
particularmente por los anarco-primitivistas […] Según este mito, antes
de la llegada de la civilización nadie tenía que trabajar, la gente
simplemente cogía sus alimentos de los arboles […] y pasaban el resto de
su tiempo jugando con los niños. El hombre y la mujer eran iguales, no
había enfermedades, ni competencia, ni racismo, ni sexismo u homofobia,
la gente vivía en armonía con los animales y todo era amor, compartiendo
y coopeando” (Kaczynski 2010:128).
Kaczynski claramente percibía que los anarquistas verdes tenían una
visión ingenuamente utópica sobre las sociedades primitivas como modelo
alternativo para la sociedad tecnológica de masas. A pesar de ello,
Kaczynski apoyaba el cambio hacía un modelo de sociedad primitivo. El
aseguraba que antes “antes de la industrialización, casi todos estaban
condenados a una vida miserable de difícil labor, malnutrición,
enfermedades y muerte temprana” (2010:128), pero, “el mito
anarco-primitivista no es cien por ciento mito; incluye algunos
elementos de la realidad” (2010:129) y “hay razones por creer que [las
sociedades primitivas] eran libres de muchos problemas psicológicos [y]
tenían mucho más autonomía personal que el hombre moderno […] que los
cazadores-recolectores estaban más satisfechos con su moda de vida que
el hombre moderno está con la suya” (Kaczynski 2010:170).
Con lo expuesto hasta ahora queda claro la relación existente entre el
anarquismo verde, los movimientos ecologistas radicales y el
neo-ludismo. El anarquismo verde es una escuela filosófica que surgió a
finales de los años 1970 con un enfoque crítico hacia la civilización,
realzando la problemática tecnológica en conjunto con la destrucción del
medio-ambiente. Criticando aspectos como la división del trabajo, la
domesticación y su viabilidad a largo plazo, han promovido un modelo
alternativo a la sociedad tecnológica de masas basado en las culturas
cazadoras-recolectoras.
-Capítulo V-
CONCLUSIONES
El neo-ludismo en los movimientos ecologistas de acción directa
Recogiendo las ideas planteadas a lo largo de la investigación
entendemos que el neo-ludismo es una crítica a la tecnología como objeto
y sistema que se ha manifestado en los movimientos ecologistas radicales
y sus bases filosóficas. Dichos fenómenos han usado el neo-ludismo como
plataforma para criticar la tecnología y sus implicaciones, que afectan
tanto a los seres humanos como al medio-ambiente. En los años 1960, las
ideas neo-ludistas circulaban entre la contra-cultura, académicos como
Theodore Roszak, Jacques Ellul y Lewis Mumford y la cultura-pop
estadounidense. El aumento de las críticas a la tecnología coincidió con
el aumento de las preocupaciones por el medio-ambiente y la acción
directa por motivos ecologistas, una práctica enraizada en las teorías
del neo-ludismo, de la ecología profunda y del anarquismo verde.
Hemos demostrado que en los años 1970 comenzó un proceso de
radicalización progresiva y militarización gradual de los movimientos
ecologistas en los Estados Unidos (Liddick 2006:31). The Fox y sus
homólogos introdujeron la práctica del sabotaje económico a finales de
los años 1960 y principios 1970 cuando todavía no había movimientos
organizados de ecologistas dispuestos a recurrir a actos ilegales. Estos
activistas fueron determinantes en un cuestionamiento que ha estado
implícito en los actos de ecotaje desde que empezaron a popularizarse:
“¿tenemos, como individuos en una sociedad tecnológica, la voluntad para
controlar y evitar la degradación de nuestro medio-ambiente?” (Martin
2001). Individuos como The Fox fueron la inspiración de las obras
Ecotage! (1972) y The Monkey Wrench Gang (1975), acogiendo la
perspectiva crítica al progreso tecnológico, difundiendo y popularizando
el concepto de acción directa por motivos ecologistas y estableciendo el
primer modelo del manual de campo sobre cómo realizar actos de sabotaje.
En la década de los 1970 encontramos el primer ejemplo de un movimiento
organizado y extendido de acción directa, los Bolt Weevils de Minnesota,
quienes se enfrentaron con el desarrollo tecnológico por razones
individuales y medio-ambientales. Poco tiempo después, en 1979 se formó
Earth First! con el objetivo de coordinar un movimiento extendido,
basado en la defensa de la naturaleza a través de campañas
publicitarias, la desobediencia civil y el ecotaje para causar daños
económicos a empresas y organizaciones que priorizaban sus ganancias
sobre el daño ecológico. En 1992 nació el Earth Liberation Front como
resultado de la ruptura ideológica entre miembros de Earth First! sobre
la táctica de sabotaje económico. Desde entonces el ELF se encargó
exclusivamente de hacer el máximo daño económico a organizaciones que se
beneficiaban del desarrollo de tierras salvajes, la expansión urbana, de
la ingeniería genética y las plantas transgénicas.
El último representante neo-ludista de los ecologistas radicales
estudiados en este trabajo es Theodore Kaczynski. Entre 1978 y 1995
Kaczynski envió bombas a personas dedicadas al desarrollo tecnológico
con la finalidad de transmitir sus ideas sobre la necesidad destruir el
sistema tecnológico-industrial que, bajo su perspectiva, va en
detrimento de la condición humana y el medio-ambiente.
El aumento del fenómeno de acción directa por motivos ecologistas ha
provocado una fuerte reacción por parte del gobierno estadounidense que
gradualmente ha intensificado la vigilancia y persecución a grupos de
esta índole. En 1986 fueron clasificados como “terroristas de baja
intensidad” y en el año 2001 la mayor amenaza de terrorismo domestico en
los Estados Unidos. A pesar de que ahora son etiquetados como
“eco-terroristas”, excluyendo los crímenes de Kaczynski, nadie ha
resultado herido por un acto de ecotaje.
Los movimientos ecologistas radicales han acogido ideas de diferentes
pensadores estadounidenses como Aldo Leopold y Henry David Thoreau que
exaltaron la naturaleza y enfatizaron la necesidad de actuar acorde a
sus principios aunque fuesen actos en contra de la legislación. Escuelas
de pensamiento contemporáneas como la ecología profunda y el anarquismo
verde crecieron en paralelo con la acción directa ecologista, influyendo
en la perspectiva ideológica de los movimientos ecologistas radicales.
El principal aporte de la ecología profunda fue la visión que exalta la
importancia de la relación entre los seres humanos y el mundo natural,
promoviendo un modo de vida sencillo que implica la reducción de las
industrias, y con ello el impacto perjudicial del desarrollo tecnológico
sobre el medio-ambiente. En la misma linea los anarquistas verdes han
argumentado que el desmonte de las industrias es necesario tanto por
razones sociales como ecológicas. Esta filosofía se ha enfocado en
criticar a las sociedades tecnológicas-industriales, y aún más allá, el
concepto de civilización, que va en desacuerdo con la fisiología del ser
humano, la libertad y que ha resultado en tasas de consumo
insostenibles.
El neo-ludismo ha sido esencial dentro del pensamiento de la ecología
profunda y el anarquismo verde, y estos a su vez, han sido parte
importante en la base filosófica de los movimientos ecologistas de
acción directa, infundiendo una perspectiva crítica sobre la tecnología
y desafiando el modelo de progreso económico materialista en el que
hemos estado inmersos por lo menos desde la Revolución Industrial,
percibido este como la causa principal de la destrucción de gran parte
de la riqueza natural. Haciendo eco de los ludistas originarios de
Inglaterra, los ecologistas radicales han recurrido al sabotaje de
maquinaria para ralentizar y disuadir la sofocante expansión humana a
los últimos ecosistemas libres de civilización.
Investigaciones futuras
El estudio del neo-ludismo se ha caracterizado por sus escasez en el
mundo académico, particularmente el hispano parlante. Sin embargo, es un
tema que “puede ser vital para la supervivencia de la sociedad
tecnológica, o mejor dicho, puede ser vital para la preservación de la
sociedad y su evolución hacia una sociedad pos-tecnológica” (Skolimowski
1974:460). En este trabajo solo se ha abordado una rama de esta linea de
pensamiento en una sola región geográfica. Esta investigación puede
expandirse al estudio de la manifestación del neo-ludismo en diferentes
movimientos, medios y sectores sociales a nivel mundial.
Varios académicos de la teoría crítica de La Escuela de Fráncfort, los
Situacionistas Internacional y la teoría económica de decrecimiento son
escuelas de pensamiento en las que se observan ideas claramente
neo-ludistas. Otros escritores escritores como Lord Byron, Henry David
Thoreau, Ralph Waldo Emerson, y Aldous Huxley cuentan con una gran
colección de literatura neo-ludista en forma de poesía, obras de ficción
y comentario social donde exaltan de manera crítica la relación entre
tecnología, sociedad y naturaleza. Además de los movimientos sociales
que hemos tratado en esta investigación, encontramos amplios ejemplos
del neo-ludismo manifestándose en otros movimientos, grupos y
organizaciones que han propuesto distintas perspectivas críticas a la
tecnología moderna. Uno de los ejemplos más obvios e ilustrativos es el
de los Amish maronitas en los Estados Unidos quienes han rechazado la
inclusión de aparatos y máquinas modernas en su modo de vida por motivos
religiosos, con el fin de mantener sus tradiciones y una cohesión social
que, según ellos, la tecnología altera y deshace.
En la cultura pop y el imaginario colectivo encontramos representaciones
negativas de la tecnología, el avance científico, los científicos mismos
y futuros distópicos. Leyendas como la de John Henry en los Estados
Unidos, que surgieron en el siglo XIX, ejemplificaron la lucha y
oposición entre hombre y máquina. En la literatura, particularmente la
ciencia-ficción, hay abundantes ejemplos de reflexiones críticas sobre
sociedades imaginarias altamente tecnológicas, como por ejemplo en
Player Piano (1952) de Kurt Vonnegut y Brave New World (1932) de Aldous
Huxley, donde la sociedad esta dividida, apaciguada y en un estado
parecido al esclavitud. Otras obras que no fueron escritas con el
propósito de criticar la tecnología, con el tiempo han sido adaptadas,
distorsionando y alterando el mensaje original, el caso más
representativo es el de Frankenstein (1818) de Mary Shelley, que desde
su publicación ha sido una de las obras literarias más usadas como
crítica de los científicos y los “monstruos” que crean. Con Metropolis
de Fritz Lang en 1927, el cine empezó a ser uno de los medios de
comunicación con más mensajes neo-ludistas. En las décadas siguientes a
la II Guerra Mundial hubo una explosión de cine neo-ludista,
particularmente en los géneros de horror y ciencia-ficción. Esta
explosión coincidió con el aumento de las preocupaciones por las
consecuencias del uso de las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki,
específicamente las deformaciones por exposición a radiactividad, la
amenaza constante de una guerra nuclear en el contexto de la Guerra Fría
y el creciente poder de la tecnología avanzada. Más recientemente,
películas como Terminator (1984) The Matrix (1999) han abordado el
peligro de la inteligencia artificial, el Internet y los ciber-mundos.
Los individuos, escritos, grupos y obras mencionadas conforman el grueso
de las posibles trayectorias investigativas en el marco del neo-ludismo.
Si bien es cierto que el neo-ludismo y sus corrientes afines pueden
exhibir tendencias Maltusianas, milenaristas, apocalípticas y una
perspectiva casi paranoica frente a la tecnología, esto no quiere decir
que no exista una amenaza verdadera o que debería ser trivializado, es
de suma importancia para las sociedades tecnológicas reflexionar de
manera crítica tanto sobre los beneficios de la tecnología como sobre
sus desventajas.
Anexo
Fig. 2: Un ciudadano de Chicago quien salió con una señal en favor de
The Fox. Se lee “¡Fibrex – apestas!” (“Pollution Foe...” 1971).
Fig. 1: Edward Abbey posando al lado de una televisión que había
recibido un disparo.
Fig. 4: Una página de 'Ecodefense: A Field Guide to Monkeywrenching'
(Foreman & Haywood 1993: 21) sobre el equipamiento necesario para hacer
tree spiking. La página es representativa de los manuales de campo de
los movimientos ecologistas radicales.
Fig. 3: Agricultores de Minnesota quienes salieron en un tractor para
protestar la realización del proyecto CU (Losure 2002).
Fig. 5: El logotipo de Earth First! con la bandera anarquista verde al
fondo.
Fig. 6: Las protestas anti-globalización en Seattle en 1999. Dos
pancartas se leen "defienda nuestros bosques - corta la OMC" y "la OMC
lastima los bosques".
Fig. 7 - The Ballad of the Lonesome Tree Spiker
“I've been a tree spiker for many a years.
I've spent all of my money on tree spikes and beer.
I go down to the valley where the tall timber grows.
How many I've gotten, well nobody knows.
Well I've spiked some redwoods and I've spiked some pines.
And they've tried to stop me with rewards and fine.
The cops and the Freddies are hot on my trail
But I'm a tree spiker and I'll never get nailed” (Manes 1987:33:28).
Fig. 8 (mostrado abajo) -
Grupo asociado
Vandalismo
Otros incidentes
Lugares de operación
Bionic Baking Brigade
0
3
California, New Hampshire
Bolt Weevils
2
2
Minnesota
California Croppers
2
2
California
Cropatistas
1
1
California
Future Farmers
2
2
California
Genetix Goblins
1
1
British Columbia
Hexterminators
0
2
California
Lodi Loppers
1
1
California
Reclaim the Genes
1
1
British Columbia
Reclaim the Seeds
6
6
California
San Diegans Against Biotech
0
1
California
Seeds of Resistance
2
2
Wisconsin, Maine
WTO Welcome Committee
1
1
British Columbia
Fuente: (An Analysis of Crop-Crushing... 1999:3)
Fuentes y bibliografía
An Analysis of Crop-Crushing Incidents and Related Genetic Engineering
Protests in North America (Cyberian Information Services, 22 de
noviembre, 1999).
Antitecnología (28 de septiembre, 2009). Disponible en ZineLibrary.info,
<http://zinelibrary.info/antitechnology>.
Bailey, Ronald. “Rage Against the Machines: Witnessing the birth of the
neo-Luddite movement,” en Reason.com (julio de 2001).
<http://reason.com/archives/2001/07/01/rage-against-the-
machines/singlepage>.
Bandow, Doug. “Ecoterrorism: The Dangerous Fringe of the Environmental
Movement,” en The Heritage Foundation Backgrounder [no. 764]. (12 de
abril, 1990).
Banning, Doresa. Modern Day Luddites. (Donald W. Reynolds School of
Journalism, UNR, 2001).
<http://www.jour.unr.edu/j705/RP.BANNING.LUDDITE.HTML>.
Bari, Judi. “The Secret History of Tree Spiking” en Earth First! Journal
(21 de diciembre, 1994).
<http://www.iww.org/en/history/library/Bari/TreeSpiking1>.
Bell, James. “Lord of Machines: Into Middle Earth with J.R.R. Tolkien,”
en Earth First! Journal. (S.F.)
<http://www.earthfirstjournal.org/article.php?id=133>.
Best, Steven y Anthony J. Nocella. Igniting a Revolution: Voices in
Defense of the Earth. (AK Press, 2006).
“'Billboard Bandits' Baffling Michigan Highway Dept” en Sarasota
Herald-Tribune (8 de abril, 1971). Disponible en Google News Archives,
<http://news.google.com/newspapers?
id=eH0fAAAAIBAJ&sjid=T2YEAAAAIBAJ&pg=5625%2C2855994>.
Blea, Chim [seudónimo de Dave Foreman]. “Cat Tracks,” en Earth First!
Journal 3 [no. 3]. (21 de marzo, 1983).
Boxall, Betinna, Rich Connel & David Ferrell. “Unabomber Sends New
Warnings” en Los Angeles Times (30 de junio, 1995).
<http://articles.latimes.com/1995-06-30/news/mn-18891_1_los-
angeles-international-airport>.
Bran, Kasimere. “Fire at Midnight, Destruction at Dawn: Sabotage and
Social War,” en A Murder of Crows, #1, (March, 2006). Disponible en
ZineLibrary.info,
<http://zinelibrary.info/files/rebellionagainstinfrastructure.pdf>.
Cole, Richard. “ELF declares 'war' on pesticides,” en Santa Cruz
Independent. (20 de mayo, 1977).
Coronado, Rodney [entrevistado]. “The Satya Interview: Freedom from the
Cages,” en AnimalLiberationFront.com. (abril de 1997). Primera Parte,
<http://www.animalliberationfront.com/ALFront/Interviews/Satya%20April
%2097%20Interview%20with%20Rod%20Coronado.htm>. Segunda Parte,
<http://www.animalliberationfront.com/ALFront/Interviews/Satya%20May
%2097%20Part%202%20of%20the%20Ron%20Coronadao%20Interview.htm>.
Curry, Marshall [dir.] y Sam Cullman [dir.]. If a Tree Falls: A Story of
the Earth Liberation Front [DVD]. (BBC, Corporation for Public
Broadcasting e Independent Television Service, 2011).
Diez, Xavier. “La insumisión voluntaria. El anarquismo individualista
español durante la Dictadura y la Segunda República (1923-1938),” en
Germinal. Revista de Estudios Libertarios [núm. 1]. (abril de 2006).
<http://www.acracia.org/Acracia/La_insumision_voluntaria.html>.
Disorderly Conduct [no. #3]. (2001). Disponible en ZineLibrary.info,
<http://zinelibrary.info/files/disorderly3.pdf>.
Doherty, Brian. Ideas and Actions in the Green Movement. (Taylor &
Francis e-Library, 2005).
Earth First! Direct Action Manual [1a ed.]. (Cascadia Summer, 1997).
Disponible en ConflictGypsy.com,
<http://issuu.com/conflictgypsy/docs/efdirectactionmanual>.
Eilperin, Juliet. “As eco-terrorism wanes, governments still target
activist groups seen as threat,” en The Washington Post. (11 de marzo,
2012).
<http://www.washingtonpost.com/national/health-science/as-eco-terrorism-wanes-governme
nts-still-target-activist-groups-seen-as-threat/2012/02/28/gIQAA4Ay3R_story.html>.
Ellul, Jacques y John Wilkinson [trad.]. The Technological Society
(Vintage Books, 1967).
“Environment: Cheerful Sabotage,” en Time Magazine. (31 de enero, 1972).
Foreman, Dave. “Around the Campfire,” en Earth First! 2 [no. 2]. (21 de
septiembre, 1982). pp.2.
----------------. “Good Luck Darlin'. It's Been Great,” en Earth First!
10 [no. 8]. (22 de septiembre, 1990). pp.5.
----------------. “Some Thoughts on True Believers, Intolerance,
Diversity, and...Ed Abbey,” en Earth First! 9 [no. 5]. (1 de mayo,
1989). pp.20.
----------------. “The Question of Growth in Earth First!,” en Earth
First! 8 [no. 6]. (21 de junio, 1988). pp.32.
Foreman, Dave y Bill Haywood [eds.]. Ecodefense: A Field Guide to
Monkeywrenching. [3a ed.]. (Chico, California: Abbzug Press, 1993).
Fox, Nicols. Against the Machine: The Hidden Luddite Tradition in
Literature, Art, and Individual Lives. (Washington, DC: Island Press,
2002).
Frequently Asked Questions About The Earth Liberation Front (E.L.F.)
(North American ELF Press Office, 2001).
Glaberson, William. “A Star on Your Computer Screen,” en New York Times,
(27 de diciembre, 1997).
<http://www.nytimes.com/1997/12/27/us/a-star-on-your-computer-screen.html?
src=pm>.
Glendinning, Chellis. “Notes Toward a Neo-Luddite Manifesto” en Utne
Reader, (1990).
Gordan, Uri. “Anarchism and the Politics of Technology,” en Institute
for Anarchist Studies (2009).
<http://www.anarchist-studies.org/node/336>.
Gordon, Gary. “The Fox is Dead; Long Live The Fox,” en Gary Gordon
Productions, (S.F.) <http://www.garygordonproductions.com/fox.html>.
Green Anarchy [no. 16]. (invierno 2004). Disponible en Archive.org,
<http://ia600401.us.archive.org/3/items/GreenAnarchy16/GA16.pdf>.
Hammond, J.L. The Skilled Labourer, 1760-1832 (Longmans: 1920).
“Help Celebrate 200 Years of Luddite Uprising,” en Earth First! Newswire
(25 de julio, 2011).
<http://earthfirstnews.wordpress.com/2011/07/25/help-celebrate-200-years-of-luddite-
upri sing/>.
Holmes, Rebekah. “CU Powerline and Activism in Western Minnesota” en
Macalester College: Environmental Studies (2008).
<http://www.macalester.edu/environmentalstudies/students/projects/citizenscience2008/cupowerline/index.html>.
Igniting a Revolution: Earth Liberation Front. (Portland, OR: ELF Press,
2008). Disponible en YouTube.com,
<http://www.youtube.com/watch?v=nLkT2IU0HtE>.
“Interview-John Zerzan,” en Primitivism.com, (S.F.).
<http://www.primitivism.com/zerzan.htm>.
“Interview with Ted Kaczynski,” en Primitivism.com, (S.F.).
<http://www.primitivism.com/kaczynski.htm>.
Jones, Steven. Against Technology: From Luddites to Neo-Luddism.
(London: Routledge, 2006).
Joy, Bill. “Why the future doesn’t need us,” en Wired Magazine (2000).
<http://www.wired.com/wired/archive/8.04/joy.html>.
Kiley, Brendan. “Why All the Smashy-Smashy? A Beginner's Guide to
Targeted Property Destruction,” en Anarchist News (2 de mayo, 2012).
<http://anarchistnews.org/content/why-all-smashy-smashy-beginners-guide-targeted-
property-destruction>.
Kaczynski, Theodore. Technological Slavery: The collected writings of
Theodore J. Kaczynski, a.k.a. “The Unabomber” [2a ed.]. (Port Townsend,
WA: Feral House, 2010).
Lewis, John E. Testimonio ante el Comité Judicial del Senado en
Washington DC (18 de mayo de 2004).
<http://www.fbi.gov/news/testimony/animal-rights-extremism-and-ecoterrorism>.
Liddick, Donald, R. Eco-Terrorism: Radical Environmental and Animal
Liberation Movements (Connecticut and London: Praeger, 2006).
Lindholdt, Paul. “Rage Against the Machine: Edward Abbey and Neo-Luddite
Thought,” en Quigley, Peter. Coyote in the Maze: Tracking Edward Abbey
in a World of Words (University of Utah Press, 1998).
Live Wild or Die! [no. 2]. (1990). Disponible en ConflictGypsy.com,
<http://issuu.com/conflictgypsy/docs/lwod-2>.
Long, Douglas. Ecoterrorism (New York: Facts on File, Inc., 2004).
Losure, Mary. “The towers are falling,” en Minnesota Public Radio (9 de
diciembre, 2002).
<http://news.minnesota.publicradio.org/features/200212/08_losurem_powerline6/>.
Love, Sam, [ed.] y David Obst [ed.]. Ecotage!: An Environmental Action
Book (New York: Pocket Books, 1972).
Maduro, Rogelio A. “Unabomber admits ties to Earth First!
Eco-terrorists,” en EIR National [vol. 25, no. 6, pp. 72-74]. (6 de
febrero, 1998).
Manes, Christopher. Earth First! The Politics of Radical
Environmentalism [pre-release]. (1987). Disponible en YouTube.com,
<http://www.youtube.com/watch?v=UhTTAVbDEfw>.
----------------. Green Rage: Radical Environmentalism and the Unmaking
of Civilization. (Boston- Toronto-London: Little, Brown & Company,
1990).
----------------. “In Defense of Western Civilization,” en Earth First!
Journal 5 [no. 3]. (2 de febrero, 1985).
----------------. “The Cult of Tree-Cutters,” en Earth First! 6 [no. 7].
(1 de agosto, 1986). pp.22.
Marszalek, Bernard. “The Luddites' 200th Birthday: Happy Birthday, King
Ludd!,” en Fifth Estate [no. #386, vol. 47]. (The Anarchist Library,
2012).
<http://theanarchistlibrary.org/pdfs/a4/Bernard_Marszalek__The_Luddites__200th_birthda
y_a4.pdf>.
Martin, Douglas. “James Phillips, 70, Environmentalist Who Was Called
the Fox” en The New York Times, (22 de octubre, 2001).
<http://www.nytimes.com/2001/10/22/us/james-
phillips-70-environmentalist-who-was-called-the-fox.html>.
McQuinn, Jason. Post-Left Anarchy: Leaving the Left Behind (2009).
Disponible en The Anarchist Library.org,
<http://theanarchistlibrary.org/pdfs/a4/Jason_McQuinn__Post-
Left_Anarchy__Leaving_the_Left_Behind_a4.pdf>.
Midnight Movies: From the Margin to the Mainstream [DVD]. Stuart Samuels
[director]. (2005).
Múltiples autores. Articles on Animal and Earth Liberation Struggles
from “Green Anarchist” (2003). Disponible en The Anarchist Library.org,
<http://theanarchistlibrary.org/pdfs/a4/Various_Authors__Articles_on_Animal_and_Earth_L
iberation_Struggles_from__Green_Anarchist_a4.pdf>.
----------------.The Origins of Primitivism (1977-1988) (2010).
Disponible en The Anarchist Library.org,
<http://theanarchistlibrary.org/pdfs/a4/Various_Authors__The_Origins_of_Primitivism__19
77-1988__a4.pdf>.
Mumford, Lewis. Pentagon Of Power: The Myth Of The Machine, Vol. II
(Harcour, Brace Jovanovich, 1974).
Noble, Kenneth B. “Prominent Anarchist Finds Unsought Ally in Serial
Bomber,” en The New York Times, (7 de mayo, 1995).
<http://www.nytimes.com/1995/05/07/us/prominent-
anarchist-finds-unsought-ally-in-serial-bomber.html>.
“Operation Backfire: Help Find Four Eco-Terrorists,” en The Federal
Bureau of Investigation.gov (19 de noviembre, 2008).
<http://www.fbi.gov/news/stories/2008/november/backfire_11908>.
“Pollution Foe Stirs Big Stench,” en Chicago Tribune (1971).
<http://encyclopedia.chicagohistory.org/pages/300038.html>.
Potter, Will. Green is the New Red: An Insider's Account of a Sociel
Movement Under Siege (City Lights, 2011).
“Present a Teach-In on Technology and Globalization,” en The
International Forum on Globalization (2001).
<http://www.ifg.org/nyc.html>.
Price, Richard, Gale Holland y Kevin Johnson. “The FBI believes 'they
have the right man',” en USA Today. (13 de noviembre, 1996).
<http://www.usatoday.com/news/index/una23.htm>.
Pursell, Caroll, The Machine in America: A Social History of Technology
[2a ed.]. (Baltimore, MD: Johns Hopkins University Press, 2007).
Resistance: Journal of Grassroots Direct Action [no. 2]. (Portland, OR:
Earth Liberation Front Press Office, 1999). Disponible en Conflict
Gypsy, <http://issuu.com/conflictgypsy/docs/resistance-2>.
----------------. [no. 4]. (Portland, OR: Earth Liberation Front Press
Office, 2000). Disponible en Conflict Gypsy,
<http://issuu.com/conflictgypsy/docs/resistance-4>.
Restivo, Sal, Wesley Shrum y Keith Benson. “STS and the Unabomber:
Personal Essays,” en Science, Technology, & Human Values [vol. 26, no.
1] (invierno 2001).
Ritchey, D. “Book Review: The Monkey Wrench Gang – Thirty Years on
Waiting,” en Lowbagger.org (6 de mayo, 2008).
<http://lowbagger.org/monkeywrenchgangreview.html>.
Rosebraugh, Craig. Burning Rage of a Dying Planet: Speaking for the
Earth Liberation Front (New York: Lantern Books, 2004).
Roselle, Mike. “Deep Ecology and the New Civil Rights Movement,” en
Earth First! 8 [no. 5]. (1 de mayo, 1988). pp.9,14.
Roszak, Theodore. The Making of a Counter Culture: Reflections on the
Technocratic Society and Its Youthful Opposition (Garden City, NY:
Doubleday, 1969).
----------------. The Voice of the Earth: An Exploration of
Ecopsychology [2a ed.]. (Phanes Press, 2001).
Sale, Kirkpatrick. “Avowedly Low-Tech: America's new Luddites,” en Le
Monde Diplomatique: English Edition (20 de febrero, 1997).
<http://mondediplo.com/1997/02/20luddites>.
----------------. Rebels Against the Future: The Luddites and their War
on the Industrial Revolution: Lessons for the Computer Age (Basic Books,
1996).
Schuster, Henry. “Domestic terror: Who's most dangerous?,” en CNN.com
(24 de agosto, 2005).
<http://edition.cnn.com/2005/US/08/24/schuster.column/index.html>.
Sessions, George y Arne Naess. “The Basic Principles of Deep Ecology,”
en Earth First! 4 [no. 6]. (20 de junio, 1984). pp.19.
Shapiro, Robert [seudónomo]. The Nighttime Gardener's Guide (2000).
Disponible en Zine Library.info,
<http://zinelibrary.info/files/nightimegardner.pdf>.
Skolimowski, Henryk. “Technology Assessment as a Critique of a
Civilization,” en PSA: Proceedings of the Biennial Meeting of the
Philosophy of Science Association [vol. 1974, pp. 459-465].
Species Traitor [no. 2] (invierno 2002). Disponible en Archive.org,
<http://ia600208.us.archive.org/5/items/SpeciesTraitor2/st2.pdf>.
----------------. [no. 3] (primavera 2003). Disponible en Archive.org,
<http://ia600502.us.archive.org/17/items/SpeciesTraitor3/st3.pdf >.
----------------. [no. 4] (otoño 2005). Disponible en Archive.org,
<http://ia700506.us.archive.org/22/items/SpeciesTraitor4_111/ST4.pdf>.
Stein, Mark A. “From Rhetoric to 'Ecotage': Environmental 'Fanatics' Try
to Keep Things Wild,” en The New York Times (29 de noviembre, 1987).
<http://articles.latimes.com/1987- 11- 29/news/mn-25530_1_earth-first>.
Surplus: Terrorized Into Being Consumers. DVD. Erik Gandini [director y
escritor] (2003).
Swanson, Stevenson. “What's silver, sly and tough? Polluters know,” en
Chicago Tribune (17 de julio, 1988).
<http://encyclopedia.chicagohistory.org/pages/300038.html>.
Temple, Eric [entrevistador], Abbey, Edward [entrevistado]. Interview
with Edward Abbey (1982) (Canyon Productions, 1982). Transcrito en
AbbeyWeb.net, <http://www.abbeyweb.net/articles/etemple/index.html>.
Testify! Eco-Defense and the Politics of Violence (RANCOR Independent
Media, 2005).
The Black Cat Sabotage Handbook [3a ed.]. (The Dirty Hands Collective,
1996). Disponible en
ConflictGypsy.com,<http://issuu.com/conflictgypsy/docs/blackcatsabotagehb>.
Thoreau, Henry David. Civil Disobedience (Mozambook, 2001).
Tufenkian, Jeffrey Francis “Underground Group Strikes Second Genetic
Engineering Giant in Minnesota” (16 de septiembre, 1999). Disponible en
A-Infos.ca, <http://www.ainfos.ca/99/sep/ainfos00132.html>.
U.S. Department of Homeland Security. Domestic Extremism Lexicon (2009).
U.S. Department of Justice, Federal Bureau of Investigation. Terrorism:
2000/2001. (U.S. Government Printing Office 2004-306-694: 2002).
<http://www.fbi.gov/stats-
services/publications/terror/terrorism-2000-2001>.
Virilio, Paul. Popular Defense & Ecological Struggles. (Seattle: 2011).
Disponible en ZineLibrary.info,
<http://zinelibrary.info/files/virilio_populardefense_imposed.pdf>.
Walker, Nelson. Affidavit in Support of Complaint [United States of
America v. Eric McDavid, Lauren Weiner, and Zachary Jenson, No. de caso:
2:06-MJ-0021] (United States District Court, Eastern District of
California, 17 de enero, 2005).
Wellstone, Paul y Barry M. Casper. Powerline: The First Battle of
America's Energy War (Minneapolis: University of Minnesota Press, 1981).
What is Anarcho-Primitivism? (2005). Disponible en
TheAnarchistLibrary.org,
<http://theanarchistlibrary.org/pdfs/a4/Anonymous__What_is_Anarcho-
Primitivism__a4.pdf>.
Wolke, Howie. “Earth First! A Founder's Story,” en Lowbagger.org (2006).
<http://www.lowbagger.org/foundersstory.html>.
Young, David. “Still some fight left in the Fox: 1st ecoterrorist now
quietly watches river,” en Chicago Tribune (18 de abril, 1999).
<http://encyclopedia.chicagohistory.org/pages/300038.html>.
Zerzan, John. Running on Emptiness: The Pathology of Civilization
(California: Feral House, 2008).
día que se finalizó la investigación, el 30 de mayo, 2012.
1Varios observadores han notado las similitudes, tanto geográfico como
por lo que el relato cuenta, entre Ned Ludd y otros mitos folclóricos
ingleses como Robin Hood.
2Así lo describió Lord Byron, poeta inglés del movimiento romántico.
3También hubo disturbios en zonas rurales de Inglaterra en 1830
liderados por las Manifestaciones Swing con el líder imaginario, Capitán
Swing, con motivos similares a los de los ludistas.
4Beckmann, Petr. Eco-Hysterics and the Technophobes (Golem Press, 1973).
5Definición como apareció en inglés en octubre de 2011.
6Un componente central al concepto de la sociedad del riesgo de Ulrich
Beck es que las mayores amenazas al ser humano antes de la Revolución
Industrial eran producidos por fuerzas no-humanas, pero con el
desarrollo tecnológico-científico y el proceso de modernización, los
mayores riesgos ahora son productos de fuerzas humanas. Véase Beck,
Ulrich. La sociedad del riesgo (1998).
7En “An Analysis of Crop-Crushing Incidents and Related Genetic
Engineering Protests in North America” (1999), un informe característico
de los estudios gubernamentales y del sector comercial sobre los
movimientos ecologistas radicales, los autores reconocieron que
“atención mínima es prestada a las filosofías y la retórica utilizada
para justificar la destrucción de plantas transgénicas” (2).
8Traducción de los títulos: Contra la máquina: La escondida tradición
ludista en la literatura, el arte y la vida de individuos (2002), Contra
la tecnología: Del ludismo al neo-ludismo (2006) y Rebeldes contra el
futuro: Los ludistas y su guerra contra la revolución industrial –
lecciones para la época del ordenador (1995).
9Traducciones de los títulos: En defensa de la gente: la ecología y la
seducción del radicalismo (1971), Ecoterror: El plan violento para
salvar la naturaleza/El mundo del Unabomber (1997), Tirando la economía
a la basura: Cómo el ecologismo desbocado es destruyendo América (1998),
Ecoterrorismo: La peligrosa minoría del movimiento ecologista (1990), y
Caminando por el borde: Cómo infiltré Earth First! (1994).
10Traducciones de los títulos: Rabia verde: El ecologismo radical y el
deshacer de la civilización (1990), La rabia furiosa de un planeta
muriéndose: Hablando en nombre del Earth Liberation Front (2004) y Verde
es el nuevo rojo: El cuento de un movimiento social en estado de sitio
(2011).
11Traducciones de los títulos: Ecoterrorismo (2004), Eco-terrorismo: Los
movimientos radicales ecologistas y de la liberación de los animales
(2006) y Ideas y acciones en el movimiento verde (2005).
12Traducción de los títulos: Ecotaje! (1972), Eco-defensa: Un manual de
campo para monkeywrenching (1985), Manual de acción directa de Earth
First! (2001),El manual de sabotaje del gato negro (2006), La guía del
jardinero nocturno (2002), Mi primer librito de la descontaminación de
los cultivos transgénicos (2002) y Comenzar incendios con cronómetros
eléctricos:Una guía del Earth Liberation Front (2001).
13Traducción de los títulos: El quinto estado (1965-presente), ¡Vive
salvaje o muere! (1989-1990s), Conducta escandalosa, Traidor de la
especie (2001-presente) y Anarquismo verde (2000-2009).
14El Sierra Club, National Audobon Society, National Parks and
Conservation Association, The Wilderness Society, Izaak Walton League,
National Wildlife Federation, Environmental Defense Fund, Natura
lResources Defense Council, Friends of the Earth y el Environmental
Policy Institute. Véase la introducción del capítulo III.
15Las hazañas de James Phillips fueron tratadas por Time, Newsweek,
National Observer y muchos periódicos locales, como por ejemplo Chicago
Daily News. (Long 2004: 136).
16Para un ejemplo de dicha tendencia, véase los pequeños grupos que han
reclamado responsabilidad por el sabotaje de plantas transgénicas desde
1998 (Anexo Fig. Fig. 8).
17Según Juan Avilés Farré en Francisco Ferrer y Guardia: Pedagogo,
anarquista y mártir (Madrid: Marcial Pons, Ediciones de Historia, S.A.,
2006) la propaganda por el hecho es “basada en la suposición de que,
para despertar las energías rebeldes del pueblo, el impacto de una
acción violenta [y entendemos que una no violente también] es mucho más
eficaz que los medios orales o escritos” (21).
18Traducciones de los títulos: Eco-defensa: Un manual de campo para
monkeywrenching (1985, 1987 y 1993), Manual de acción directa de Earth
First! (2001), Recetas para el desastre: un libro de cocina anarquista
(2005), El manual de sabotaje del gato negro (2006), La guía del
jardinero nocturno (2002), Mi primer librito de la descontaminación de
los cultivos transgénicos (2002) y Comenzar incendios con cronómetros
eléctricos:Una guía del Earth Liberation Front (2001)
19La misma cita de Lord Byron terminaría siendo popular entre los grupos
ecologistas de acción directa como Earth First!, por ejemplo, quienes
incluyeron la frase en la introducción del documental Earth First! The
Politics of Radical Environmentalism (1987).
20Sin embargo, el crecimiento de actos verdaderamente violentos hacía
seres humanos, sobretodo por parte de los movimientos europeos de
liberación animal (Liddick 2006: 44), es un indice de mal agüero del
futuro de los movimientos ecologistas radicales que han compartido
tácticas con sus homólogos, particularmente entre el Earth Liberation
Front y Animal Liberation Front. Revistas independientes como
Declaration of War: Killing People to Save the Animals and the
Environment (Declaración de guerra: matando a personas para salvar a los
animales y el medio-ambiente) propugnan la perspectiva de una minoría
dentro de estos movimientos quienes “apoyan al uso de la violencia
contra los seres humanos para salvar a animales” (pp. 5).
21Los 'Southern Agrarians', también conocidos como los Doce Sureños,
eran escritores y académicos quienes escribieron un manifiesto, I'll
Take My Stand: The South and the Agrarian Tradition (1930), en lo cual
hicieron elogio a la cultura agraria del sur de los Estados Unidos y
rechazaron el modelo de sociedad industrial y urbanizado. Ralph Borsodi,
escritor de The Case Against Farming as a Big Business y This Ugly
Civilization (1929), propugnaba una perspectiva similar. Véase Fox 2002:
228-236 para más información.
22 Granjagedón, una combinación de Granja con Armagedón, fue una
expresión que usaron para referirse a la corporación en cuestión como
destructores de granjas.
23El libro fue dedicado a The Fox y los Bolt Weevils de Minnesota,
demostrando la importancia que tuvieron sobre Earth First! y la táctica
de sabotaje.
24Bonnie Abbzug era una protagonista de The Monkey Wrench Gang (1975).
25Traducciones de los títulos: Manual de acción directa de Earth First!
(2001), Comenzar incendios con cronómetros eléctricos: una guía del
Earth Liberation Front (2001), La guía del jardinero nocturno (2002), Mi
primer librito de la descontaminación de los cultivos transgénicos
(2002), El manual de sabotaje del gato negro (2006) y Recetas para el
desastre: un libro de cocina anarquista (2005).
26Según Ecodefense, solamente dirigen sus actos de sabotaje hacía
corporaciones grandes que tienen los obreros a una distancia de las
sierras industriales, normalmente en una habitación separada, mientras
estén procesando árboles.
27 Los nativos Hopi vivían en lo que hoy es la zona suroeste de los
Estados Unidos.
28Un eufemismo que implica que los alimentos transgénicos son como el
monstruo del Dr. Frankenstein en la obra de Mary Shelley, Frankenstein o
el moderno Prometeo (1818).
29El FBI le nombró “Unabomber” porque solía enfocarse en las
UNiversidades y los Aerolíneas.
30A pesar de que trabajaba sólo sin ninguna red de apoyo, Kaczynski
utilizó el seudónimo “FC: The Freedom Club” (CL: El club de la
libertad), dando la impresión de que sus ataques provenían de una
conspiración organizada.
31Las obras principales de Arne Naess sobre la ecología profunda son
Freedom, Emotion and Self-Subsistence (1975), Ecology, Community and
Lifestyle (1989) y Life's Philosophy: Reason and Feeling in a Deeper
World (2002). Naess era un dirigente de una protesta que tuvo lugar en
1969 en la cual los activistas se encadenaron a piedras en protesta de
la construcción de una presa hidroeléctrica en Noruega.
32Traducciones de los títulos: “El paganismo, la naturaleza y la
ecología profunda” (1988), “El paganismo como forma de resistencia”
(1988) y “La ecología profunda y la magia: Los apuntes de un mago
prestidigitador” (1988).
33El anarquismo verde es también conocido a veces como el
eco-anarquismo, el anarquismo primitivista o una perspectiva
anti-civilización, términos que utilizaremos de manera intercambiable.
34Emma Goldman es una anarquista estadounidense popular y CrimethInc. es
una colectiva anarquista.
35Traducción de los títulos de las revistas mencionadas: El quinto
estado (1965-presente), Anarquía: Una revista del deseo armado
(1980-presente), Traidor de especie (2001-presente), El anarquismo verde
(2000-2009), ¡Vive salvaje o muere! (1989-1990s) y Conducta escandalosa.
36Traducción de los títulos de los libros mencionados: Final del juego,
vol. I: El problema de la civilización (2012) y vol. II: Resistencia
(2006), Futuro primitivo (1994), Contra la civilización: Lecturas y
reflexiones (2005), Funcionando con vacuidad: La patología de la
civilización (2008) y Contra su-cuento(la historia), Contra el gigante
(1983).
37Traducción de los títulos de las películas mencionadas: Rompiendo el
encanto (1999), Excedente: Aterrorizados a ser consumidores (2003), Vaya
manera de hacerlo: La vida a final del imperio (2007), La crisis de la
civilización (2011) y TERMINA:CIV: Resiste o muere (2011).
38La domesticación de las plantas y los animales también ha sido un tema
de importancia.