💾 Archived View for texto-plano.xyz › peron › articulos › xerox.gmi captured on 2023-01-29 at 03:43:35. Gemini links have been rewritten to link to archived content
-=-=-=-=-=-=-
La compañia Xerox es una multinacional estadounidense dedicada especialmente al tratamiento de documentación. El desarrollo del proceso de electrocopiado documental en seco de principios de la década de 1960 le permitió lograr un lugar de preminencia en el ámbito de los negocios, fundando la industria.
Desde 1967 Jacob E. Goldman había insinuado al CEO de la corporación, Peter McColough, la necesidad de contar de un organismo interno encargado de la investigación y desarrollo, donde pudieran recabar los graduados más brillantes de la ingeniería eléctrica y el cómputo, un organismo distinto a aquellas instituciones abocadas a la matemática teórica. El cómputo - decía - debía perfilarse como una ciencia de aplicabilidad práctica. En 1969, finalmente Goldman recibió el visto bueno y un buen apoyo corporativo. Xerox abrió el Centro de Investigación de Palo Alto, California ("PARC"). El objetivo de PARC era desarrollar tecnologías que luego pudiesen ser comercializadas en pos de la oficina del futuro.
Para dotarlo, Goldman establecío un núcleo celular con varios grupos de ingenieros de software muy jóvenes, que se confabularon en visiones prácticas de desarrollo, típico del modelo de estudio de la universidad de Berkeley. Entre los equipos de ingeniería eléctrica se incluirían adeptos al cómputo con una enorme visión práctica, como Alan Kay.
El PARC fue instrumental para toda una serie de desarrollos tecnológicos referentes al cómputo que modelarían la experiencia de uso que contamos actualmente.
El desarrollo más visionario emprendido en el PARC fue la primer "estación de trabajo" propiamente dicha, una minicomputadora concebida de forma sorprendentemente adelantada para el trabajo en una oficina como hasta entonces no existía en el mundo: una oficina computarizada.
En una era donde las microcomputadoras estaban en los tableros de diseño o eran méramente embrionarias, pues apenas contaban con un intérprete de BASIC, la Alto marcó un rumbo casi desapercibido en la masa de los hackers, aquellos adeptos al cómputo.
La máquina se proponía como un computador pesonal, con pantalla de tubos de rayos catódicos, un teclado alfanumérico y dispositivo de apuntado para su interacción.
Lo primero que llamaría actualmente la atención de esta computadora es su formato de su monitor de 17 pulgadas, dispuesto "verticalmente" en lugar de los monitores apaisados tradicionales. Esto se hacía siguiendo el concepto de "hoja de papel".
El gran gabinetes de la máquina en si formaba la mesa con ruedas donde iba montado el monitor y el teclado, y contaba con una lectora de cartuchos de cinta magnética 19 pulgadas (que utilizaba como medio removible). Contaba con un disco rígido de unos 2 MB de capacidad.
Por entonces, también por la integración de un ratón de tres botones, totalmente novedoso.
Como base de programación, se utilizaba BCPL, aquel lenguaje que funcionalmente podríamos describir como progenitor de C.
La interfaz gráfica de usuario estaba programada según un nuevo concepto desarrollado en gran medida por Alan Kay, la programación orientada a objetos, bajo lenguaje Smalltalk. Con el correr de la década de 1970 esto permitió desplegar la primera Interfaz Gráfica de Usuario, cambio revolucionario si lo tomamos en cuenta las utilizadísimas shells de intérpretes de comandos en boga por entonces. En particular, contaba con un escritorio gráfico con ventanas superpuestas maximizables y minimizables, y menúes pull-down, todo ello operable a ratón. Si bien era lento (una sóla ventana activa resultaba redibujada a la vez, y de forma lenta), podía operar en multitarea, recabando la información desde su memoria RAM y desde los grandes discos duros de 19 pulgadas.
Al dar inicio al sistema, la interfaz primeramente era una CLI representada por un intérprete mucho más simplificado que los shell Unix (por ejemplo, ingresando ? se daba un listado de ficheros en el disco). Pero desde allí se podía acceder a interfaces gráficas de usuario, por ejemplo, su navegador de ficheros llamado Neptune (podremos recordar que Nautilus, el gestor de Gnome, eleva un homenaje a este navegador de ficheros primordial). Utilizando el mouse y su doble encolumnado podrían transferirse ficheros como un muy adelantado Midnight Commander.
También contaba con el procesador de texto estándar, el Bravo. Este operaba en modo gráfico, lo que lo distinguía como el primer editor WYSIWYG: uno donde lo que se presentaba en pantalla se compilaba y reproducía impreso tal cual.
Este programa contaba con dos áreas de presentación en un estilo que sería replicado luego por Emacs o Vim: un área principal con el documento y una pequeña en la parte superior donde admitía sus comandos intrínsecos, (como g, por "get" para "obtener" un fichero previamente almancenado, en lugar de la opción "load", "cargar", u "abrir" ahora tradicional, etc).
También introducía con el ratón el concepto práctico de "cortar y pegar" (aunque en la jerga de Bravo, "borrar e insertar").
Bravo se adelantaba así no menos de 15 años al resto de la industria, ofreciendo todas las posibilidades de un editor de texto WYSIWYG de principios de la década de 1990: posibilidad de utilizar diferentes fuentes escalables y atribuídas (con negrita, cursiva, subrayado), márgenes, diferentes alineaciones, índices, etc.
EL programa de dibujo de trazado vectorial para mouse Draw contaba con una interfaz algo diferente, que podría recordarnos mucho a la de Inkscape. Funcionaba naturalmente con una cantidad increíblemente baja de memoria y un uso sorprendente de las capacidades gráficas de alta definición, si tenemos en cuenta que se trata de un software conceptuado y ejecutado a mediados de la década del 70. En este aspecto abandonaba el dibujo en tiempo real (que no fue realizable en microcomputadoras hasta principios de los 90s).
Sin embargo, la operación de dibujado demarcaba el lenguaje "nodo inicial-nodo final-Acción", en lugar del "Acción-nodo-nodo" que utilizamos actualmente con el mouse o la tablet en cualquier programa gráfico. Sin embargo, la elección de nodos y las posibilidades de modificación sin duda inspiraron a Corel y por transición, a todos los software de trazado modernos.
Era un programa de dibujo vectorial de alta resolución, con macros definidas, pensado para el dibujo de planos y cartas de ingeniería eléctrica, pero con el cual podrían realizarse todo tipo de tablas, mapas, cartas y diagramas.
Entre los programas, contaba con algunos juegos.
Un excelente pinball gráfico resultaba complementado por un Astroroids, otro clásico de la época compliado en microcódigo y que debía bootearse directamente en la Alto para obtener su máxima velocidad de respuesta en tiempo real (era un juego similar al Asteroids de Windows).
En 1979 incluso se modificó un clon del Space Invaders y se lo llamó Iran Wars, donde los OVNIs son reemplazados por pozos petroleros y buques de la OPEC, que destruyen cuatro banderas estadounidenses, mientras un barbado Ayatollah Jomenei pasa volando cada tanto.
También contó con un Missile Command, escrito por Avads Tevanian, Jr. (luego desarrollador de MacOS y OS X en Apple).
En fin, una suite de programas visuales excelentes que eran - por sobre todas las cosas - divertidos de usar.
No solo es importante entender el logro que significa desarrollar el hardware, sino también DISEÑAR y programar el software para que corra en él, con concepciones primordiales en todos los campos de interfases gráficas de usuario. Este es el verdadero impacto sorprendente lúdico de la Xerox Alto, y que debemos reconocer sin duda como un aspecto creativo genial de todo un equipo de diseño magistral.
La Xerox en particular, pasó sin posibilidad de comercializar de manera efectiva estos enormes desarrollos que habían podido afrontar con éxito sus equipos de ingenieros. La compañía patentó las tecnologías, pero fueron otros quienes se inspiraron fuertemente.
Es conocido el hecho de que Steve Jobs y Steve Wozkiak - por entonces jóvenes ingenieros de una hobbista productora de computadoras hobbistas, la Apple Computer - vieron uno de estos prototipos en uso 1979. Este equipo tuvo la visión de la que carecieron quienes estaban encargados del márketing de productos de la Xerox. Se dice que Jobs comentó "no sabían lo que tenían entre manos", y en consecuencia se propuso como objetivo implementar una microcomputadora personal con capacidad gráfica, que pudiese contar con una impresora láser y software de autoedición bajo su propia marca. Tal puesta a punto no pudieron lograrla sino hasta mediados de la década del 80.
Tal vez el ejemplo más patente que sí pudo establecerse de manera linealmente directa haya sido el protocolo de redes de datos por formulación paquetizada, el Ethernet. El resultado se dio bajo dirección técnica de Robert Metcalfe al diseñar un sistema que permitiese interconectar digitalmente gran cantidad de equipos de forma local y a una velocidad comparativamente alta de 10 MB al segundo.
El despliegue incial basado en cables coaxiales de 75 omnhios (tipo telecable) resultó exitoso, en 1974, y constituyó la columna vertebral de la intercomunicación de las máquinas Xerox prototipo.
Sin embargo, nuevamente esto se logró por promoción del mismo Metcalfe, y como condición de que Xerox cediera escencialmente su patente sobre la tecnología, para prever su adoción masiva. En consecuencia, fue adaptado como red de alta velocidad por la industria; en particular su metodolgía topológica es la utilizada para las transmisiones locales y de área metropolitana, y constituye hoy uno de los estándares de las redes de datos a nivel global.
La existencia del PARC apuntaba realmente al modelo de la documentación del futuro. Su inicial despliegue en 1969 permitió dinamizar los trabajos previos que Gary Starkweather había llevado a cabo en la Xerox, como embrión de la tecnología de impresión láser, con un mercado que se expandiría a finales de la década de 1970 y explotaría en los 80s. Entre los prototipos internos destacó la XGP de 1974, la "impresora xerográfica", un equipo de gran tamaño adosable a una computadora que permitía componer laséricamente e imprimir caracteres a una página por segundo.
Inicialmente los primeros modelos comercializados como el Xerox 9700 de 1977, eran productos del tamaño de una habitación, y como tal, servían a instituciones en su tareas de impresión y fotocomposición desde minicomputadoras DEC PDP-11/34.
La relevancia histórica de esta serie productiva institucional está dado por su carácter institucional, pero también couriosamente como disparador del Proyecto GNU. Richard Stallman - programador del IA Labs del MIT por entonces, fue corrido a escobazos cuando solicitó una copia del código dfuente del controlador de este monstruo caro que además se trababa (como toda impresora láser). Esta denegación en base al secreto industrial, lo provocó moralmente a dar inicio al desarrollo de un entorno de cómputo totalmente libre.
En 1981, Xerox decidió funalmente ofrecer como producto sus tecnologías commodities, en forma de la Xerox Star, una computadora que aplicaba ya todos los conceptos que una década y media después serían el basal de la industria: pantalla de mapa de bits, interfaz gráfica de usuario con mouse, red de datos local paquetizada Ethernet, servidor de ficheros, de impresión compartida, y correo electrónico.
El problema fue su coste, ya que la ofrecieron a 16.000 dólares, lo que aún consideraban mínimo en concordancia con unos precios generales de la industria que tendían al desplome. Tal equipmiento revolucionario hubiese implicado unos 100.000 dólares para una oficina media a la que se aspiraba.
Por lado del software, otro talón de aquiles contrastante con lo visionario del diseño fue la inexistencia de código para desarrollo. Xerox fera increíblemente celosa con la propiedad de su código fuente, y a partir de 1980 exigía astringentes convenios deios para el desarrollo de meros controladores y aplicaciones.
Serían entonces los equipamientos de Apple los encargados de popularizar estas tendencias, a través de su computadora Macintosh de 2.500 dólares ofrecida en 1984. A pesar de sus costes aún onerosos, cruzaron el umbral de experimentación, y los periodistas norteamericanos resultaron los primeros en dar uso a estas opuestas de Apple, bajo cuyo modelo y poco tiempo después, Microsoft llevaría a popularizar realmente.
Los desarrollos de PARC fueron absolutamente visionarios, y permitieron sentar las bases del cómputo de escritorio moderno.