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Técnica y Teoría forman la parte inerte del Arte. Y si a estas le sumamos una parte Vital (el artista) nos encontraremos siempre con nuevos lenguajes de expresión. El cómputo no forma una excepción, y bajo estas aristas podremos encontrar distintas formas de arte utilizando las computadoras.
Entre las primeras y más duraderas podremos encontrar los despliegues de grafismos y simbologías, las más directas formas de la transmisión de sentires de las que han contado la humanidad, elevadas al Reino de la Máquina.
Estos grafismos hacían uso de la tecnología necesaria para controlar la entrada y salida de la computadora, y como tal, han servido de interfaz y vínculo de unión no solo con un sistema de cómputo, sino también con individuos adeptos a ellos, deseosos de conocer y de hacer saber.
Las primeras terminales teletipos contaban con mecanismos de impresión electromecánicos que únicamente permitían imprimir las letras del alfabeto latino, unicamente en mayúsculas.
Una vez incorporado el estándar ASCII de 7 bits, fue posible incorporar minúsculas y caracteres de puntuación y otros de control de transmisión (128 en total), logrando mayor versatilidad en los mensajes.
No tardó mucho para que habilidos@s operador@s fuesen capaz de realizar dibujos y expresiones gráficas empleando las tipografías de ancho fijo de estas teleimpresoras. Esto dio origen al #arteascii
En las redes de telex, el Arte ASCII cobró particular relevancia como importante método de expresión telemática.
Conforme se facilitó el empleo técnico de las dispositivos capaces de disponer caracteres "levantados" desde un estándar de caracteres sito en memoria ROM, se pudo disponer de videoterminales.
El estandar a replicar fue el conocido ASCII, para permitir su empleo como reemplazo de las teletipos, pero aventajándolas por su presentación más veloz y naturalmente el ahorro de papel.
Conforme avanzó la técnica, se hizo posible superar los algo menos de 128 glifos de ASCII con versiones extendidas: el estándar ANSI.
Este preveía mayor cantidad de glifos gráficos, distintas matrices de sobreado, caracteres de escape para presentar efectos de animación y barrido, y sobre todas las cosas el uso de color.
El tamaño de terminal solía ser el heredado 24x80, aunque también el raro 132x43 también se usaba.
Para finales de la década de 1990 también se presentaban distintas "páginas" de 64 caracteres cada una, las cuales podían programarse por software en una memoria RAM sita en la terminal, útil para presentar glifos específicos para idiomas. Esto permitió por fin representar áéíóúü, ñ, sus mayúsculas ÁÉÍÓÚÚÑ, entre muchos otros.
Sin embargo, esta funcionalidad sin duda se popularizó por permitir generar gráficas utilizando estos caracteres de bloque. Estos despliegues - que tenían más que ver con el arte - se denominaba Arte ANSI o #ANSIart.
A diferencia del Arte ASCII, solían utilizarse programas específicos para la escritura, incluso ya con la posibilidad de utilizar un depliegue pensado para hardware de video de alta resolución, el estandar VESA Súper VGA.
Con el uso de memoria temporal de cuadro (framebuffer), se hizo posible el despliegue refrescar los fotogramas completo con resoluciones aceptables para presentar una inferfaz de usuario gráfica.