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Un domingo 10 de octubre de 1993 nace una persona -cuyo género asignado es el de niño- en un hospital de la zona norte de la ciudad de Madrid, en Chamartín. Cuando este barrio llevaba ya 45 años anexionado a Madrid. Sus padres deciden llamarlo Ricardo.
Y digo esto porque con 3 años empecé a tener disforia de género. Yo no sabía lo que era eso, pero según mi padre SOY UN NIÑO.
Nací y me crié no por mucho tiempo en la capital hasta que mis padres -que en ese momento estaban viviendo de alquiler en el barrio de San Blas-Simancas- decidieron mudarse a un pueblo a aproximadamente 50 kilómetros de la capital. Un pueblo conocido por su fábrica de galletas Cuétara, Villarejo de Salvanés. Un pueblo de más de 7.300 habitantes al sureste de la Comunidad de Madrid. Limítrofe con la provincia de Toledo al sur y casi con Cuenca al oeste. Nos mudamos al pueblo cuando yo tenía 3 años, según estoy echando cálculos. O sea, hacia 1996 o así.
Ahí me crié casi toda mi vida entera. Siempre he sido un -adelante binarismo- niño bastante inteligente, curioso, que le gustaba aprender y además iba bastante adelantado para la edad que tenía. Sobre todo, lo mío eran los números. Las matemáticas eran mi asignatura favorita y disfrutaba muchísimo haciendo cálculos. Y cuando lo hacía todo con la mente y sin calculadora, era para mí más excitante.
Salvo eso, el resto de asignaturas tanto en el colegio como en el insituto, no se me daban bien, excepto Francés, Latín y Griego. A finales de la ESO y principios de Bachillerato, me di cuenta de que los idiomas me apasionan. Y es por eso por lo que me metí a la carrera de Lingüística y Lenguas Aplicadas.
Antes de continuar, he de decir que a nivel personal he desarrollado una independencia y una responsabilidad increíbles gracias a que me he criado en una familia disfuncional; donde mi padre se pasaba los días enteros fumando y bebiendo en bares -llegando borracho a casa- y mi madre pasaba prácticamente de todo. Además, con mi hermano mayor no me hablo desde hace más de la mitad de mi vida y con mi hermana pequeña no empecé a establecer una relación más estrecha hasta hace relativamente poco. Sí, tengo 2 hermanos y yo soy el del medio. Pero hay algunas cosas que prefiero reservar para la sección de Salud Mental.
De hecho, mis padres que tienden a ser sobreprotectores, conmigo no tuvieron ese comportamiento. Empecé a salir solo por el barrio donde vivía cuando tenía 6 años, empecé a moverme por el pueblo yo solo (aunque la mayoría de las veces con mi padre) con 8 años; con 14 años, empecé a salir solo del pueblo y, con 15, a la gran capital. Sí, yo solo. Empecé a moverme por los sitios yo solo. Y según pasaban los años me iba cada vez más lejos. Bueno, con 16 años, hice un curso de inglés en Bournemouth, en el sur de Inglaterra. Una ciudad costera que me maravilló y que, curiosamente, viví el Mundial de Sudáfrica 2010, mundial que España ganó. La fiesta fue increíble.
Dos años después, volví a salir de España para ir a un festival de música (y otros dos años después, lo mismo y al mismo festival): Rock in Rio Lisboa. Y hace 2 años -en 2019-, visité Bélgica. Yo solo también.
Creo que a día de hoy, puedo decir que he vivido muchas experiencias y sobre todo improvisadas. Hacer las cosas sin planear es algo que a mí me llena de adrenalina y me hace tener cada día más ganas de poder vivir cosas inesperadas.
Me dejo cosas, lo sé, pero debo parar porque hay otras cosas que quiero explicar en las siguientes secciones.
Gracias a todos por leerme y por conocerme un poquito más.