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CRONICAS CONFIDENCIALES

â–ş HACKERS EN PARALELO

-1-

— ¿Donde habré dejado el estuche de los cds?— Jonatan era un chico bastante despistado. Siempre perdía las cosas para volverlas a encontrar cuando no las necesitaba. Había quedado con su amiga Mireia, la francesita que le volvía loco, para tomar algo y pasarle unos CDs de música que le había grabado la noche anterior.

— ¡Pero si los dejé aquí encima!— revolvió la habitación, que para cuando terminó parecía que habían entrado a robar. Al fin los encontró en su sitio, lugar donde él nunca los solía dejar "buah, ¿que hacen aquí?, en fin..." pensó. Se puso la chaqueta de cuero llena de chapas y parches, como las solían llevar todos sus amigos cyberpunks, se ató las botas de plataforma y salió pitando con su monopatín hacia el Neuromante, el garito de moda entre esa tribu urbana.

En la entrada se aglomeraban una docena de jĂłvenes variopintos, con crestas, cadenas, botas y escasa ropa de cuero ajustada. Desde la calle se oĂ­a la mĂşsica de Kraftwerk.

— Ese Telnet buenooooo— gritaron varios jóvenes al ver llegar a Jonatan, Telnet era su apodo.

— Salud hermanos, ¿habéis visto a Mir?

— Si, está dentro.

— Vale, hasta ahora gente— se adentró en el Neuromante, con esa música tecno a toda pastilla. Vio a Mir sentada en una mesa con Dev-null, Lamp y Apache. Pidió un jasper (una mezcla de soda, grosella y limón) y se sentó con ellos.

— ¿De qué habláis?

— Este, que ya está con sus paranoias de siempre.

— Que no tíos, que os lo digo en serio, que cuando entré en el servidor de la DGT, el disco duro empezó a funcionar sin parar y en el chequeo posterior aparecieron las fechas de varios archivos modificadas y...

— Claaaaro, y los hombres de negro llamaron a tu puerta, ¿verdad?— todos en la mesa se rieron, menos Apache, al que no le hacía ninguna gracia.

— ¡Que es la DGT, no la Nasa!— se rieron todos.

— Yo sé lo que pasó y con eso me basta— se dio media vuelta enfadado y se puso a mirar “ghost in the shell” que tenían puesto en ese momento en la megapantalla que había al fondo del local.

— Toma Mir, esto no lo compartas con nadie, sólo para ti— y le guiñó el ojo, ella le tiro un beso. Era evidente que entre ellos había química.

— ¿No te pasa a veces que dejas algo en un sitio y cuando vas a buscarlo no está?

— Si, alguna vez me ha pasado, y apaguece donde menós te lo espegas, jajaja.

— Siiiii, y cuando menos lo necesitas. Sin ir más lejos estos cds me han costado un cojón encontrarlos.

— Oye, me abugo un poco y había pensadó que tal vez te apetecegía venigte a casa a.... ya sabés— se le acercó al oído y le susurró— ...a hacer maldades— se retiró un par de metros y le dedicó una sonrisa que enseñaba una hilera de perlas blanquísimas. Dios, como le ponía esa chica, su acento francés y sus jugueteos.

Salieron del Neuromante y se dirigieron a casa de Mir. Vivía sola en un pisito pequeño pero muy bien distribuido y que ella había vuelto muy acogedor. Puso música de su grupo favorito, Cybotron, y se sentó frente al ordenador; Telnet se sentó en la cama. Los dedos de Mir volaban sobre el teclado. Al cabo de un rato dijo:

— Venga, a ver si puedes mejogaglo— en la pantalla se veían datos estudiantiles de una gran Universidad francesa.

— Eso está hecho— apartó a Mir de la silla y se sentó él. La velocidad de los dedos por el teclado igualaba o incluso superaba a la de Mir, y eso la ponía cachonda. Al cabo de poco rato aparecieron en la pantalla el mapa de un aeropuerto y muchos datos de entrada y salida de vuelos.

— ¡Olalá, genial!— dijo Mir.

Al levantarse Telnet de la silla y pasar al lado de Mir, lo cogió de las cadenas de su pantalón y lo aferró hacia sí, besándolo con cierta urgencia. Se tumbaron en la cama y empezaron a meterse mano. La urgencia por apagar el fuego creciente que notaban en su interior era cada vez mayor. Se desnudaron el uno al otro bruscamente. Telnet se sorprendió gratamente al ver el cuerpo desnudo de Mir. Era una chica normal, lo que se podía decir "del montón", pero ahora que la tenía delante desnuda, se dio cuenta de que era mucho más que eso, y que la ropa que solía llevar no le hacía justicia.

— ¿Vas a quedagte ahí pasmadó o vas a usag esos dedos como si yo fuega tu teclado?— no necesitó decir más.

La tenía encima, desnuda y lo miraba con ojos de pura lascivia. Le acariciaba los pechos mientras ella se agitaba mirándole a los ojos enardecidos y los labios carnosos entreabiertos.

Empezó a moverse sobre Telnet mientras ambos gemían. El ritmo, al principio pausado, se volvió rápido y desordenado mientras los gemidos aumentaban. La sintió estremecerse, los gemidos eran cada vez más seguidos hasta que se dejó caer hacia atrás arqueando la espalda. Telnet se incorporó y le mordisqueó los pezones con deleite mientras notaba como se le ponían duros. Mir se restregó contra él con más frenesí, clavándole en la espalda las uñas esmaltadas en color burdeos. Telnet, que llevaba rato al límite, supo que ya podía dejarse ir mientras Mir volvió a gritar, se quedó quieta un instante y después se desplomó sobre Telnet, respirando muy rápido y empapada en sudor. Telnet la abrazó muy fuerte mientras disfrutaba de los estertores de su propio clímax.

-2-

Se desprendió cuidadosamente del abrazo bajo el que estaba y se levantó. Entró al lavabo para orinar y nada más encender la luz la volvió a ver reflejada en el espejo ese espíritu de mujer, de espaldas, que justo girar la cabeza para mirar atrás desaparecía, como ocurría siempre. Parecía una chica de su misma edad. Ya no tenía miedo, aunque ese fenómeno siempre le ocasionaba un pequeño susto.

Empezó a ocurrirle ya ni recuerda cuando y al principio se asustaba tanto que salía huyendo de casa y no quería volver. Ella nunca se había considerado médium ni nada similar, de echo no creía en estas cosas. Lo cierto es que le ocurría a rachas, y tal como empezaba finalizaba hasta la próxima. No le gustaba hablar sobre lo que le ocurría, así que lo mantenía en secreto. Ya oía las risas y mofas de Apache, Dev-null y Lamp si lo comentara alguna vez con ellos.

Cuando acabĂł volviĂł a la habitaciĂłn y se sentĂł delante del ordenador. Eran las 8:30.

— Buenos días mi querida byte, sí que madrugas...

— Hay que aprovechag el día, ¿te he despegtadó con el güido del teclado?.

— No, llevo un rato despierto— Desde que Mir volvió a ver al espíritu estaba un poco retraída, siempre le pasaba "un día conseguiré verle la cara, hablar con ella".

— ¿En qué piensas? A veces te veo ausente.

— Nada, cosas mías— podría decirle a Telnet lo que le sucedía, aunque no quería que pensara que estaba loca.

— Bueno, tengo que irme, llego tarde a la Uni para aburrirme allí. Por cierto, esta noche no la voy a olvidar en la vida— le dio un dulce beso al que ella correspondió.

— No quiego que te vayás, joooo— lo aprisionó con un largo abrazo. Cuando ya se iba por la puerta ella lo llamó

— Dime preciosa.

— No, nada, da igual, a la tagde nos vemós— quiso decirle lo que había visto, pero no lo hizo.

-3-

Iba en el autobús camino a la Universidad de nuevas tecnologías donde estudiaba para sacarse “oficialmente” la titulación de operador de sistemas. Lo cierto es que sabía más que cualquier profesor, por lo que se aburría como una ostra, pero necesitaba sacarse el título.

En el bus miraba a la gente y pensaba que todos entraban dentro de alguno de los perfiles que Ă©l mismo se habĂ­a creado. Se sorprendĂ­a la cantidad de gente "igual" que habĂ­a por el mundo, que eran fĂ­sicamente igual e incluso que tenĂ­an los mismos gestos.

Llegó al campus y se fue directo al local que tenía el grupo de frikis de los ordenadores. Se sentó delante de uno de ellos, que corría un BSD y lo encendió; "espero que funcione bien, porque últimamente van como el culo". Hacía unas tres semanas que los ordenadores no iban bien, desaparecían archivos, aparecían otros muy extraños, los enlaces a las webs llevaban a otras webs diferentes que acababan desapareciendo para aparecer la web correcta, etc. Podía entender que eso pasara en aquellos ordenadores porque los tocaba todo el mundo, pero también le sucedía con los suyos, y Mir algo le había comentado también. "Deben ser los hackers chinos o rusos atacando los servidores madre, como en el 2008", pensó Telnet no muy convencido.

Al mover el ratĂłn se fue el salvapantallas y apareciĂł una web cargada en el firefox llamada "En paralelo". Era muy comĂşn encontrarse webs cargadas, incluso sesiones de correo abiertas, pero normalmente Telnet lo cerraba todo sin mirarlo, pero hubo algo que le llamĂł la atenciĂłn, una pregunta que estaba debajo del logo de la web "ÂżNunca encuentras las cosas donde las has dejado?". No tenĂ­a tiempo para entretenerse con aquello, asĂ­ que se anotĂł la URL para mirarla en casa y saliĂł de la web. Por la tarde quedĂł con Mir en su casa, no se encontraba muy bien y no querĂ­a ir al Neuromante.

— ¿Estás usando el ordenador?

— No, cógelo— Se sentó delante y tecleó la URL de la web, tenía curiosidad.

— ¿Que es eso?

— Es una web que vi en la Uni, ¿recuerdas que te dije que a veces pierdo cosas que aparecen donde no deben?, pues parece que esta web tiene la respuesta, jajaja.

— Otro paganoico como Apache...

— Si, llámame paranoico pero desde hace unas semanas me pasan cosas muy raras— "Si yo te contara", pensó Mir.

— Si, a mi también, ¿a veg de qué va está web?— Empezaron a navegar por ella, estaba toda llena artículos raros, fotos y vídeos de fenómenos paranormales de dudosa calidad, pero se fijaron en un artículo curioso: "La explosiones solares y los fenómenos extraños".

"¿Nunca encuentras las cosas donde las has dejado?, ¿a veces te parece que lo que estás haciendo ya lo has hecho antes?, ¿ves espíritus o sombras que no deberían estar? Todo ello puede tener explicación: las explosiones solares".

— Vaya, esto promete.

— Ya lo creo. Quiero contagte algo que me pasó esta mañana cuando me levanté. Vi un espíguitu, y no és la primega vez que lo veo, que la veo mejog dicho pogque es una chica— lejos de reírse de ella Telnet le prestó atención— Me pasa desde hace tiempo pegó no es continuo, me pasa a vecés.

— ¿Cuando fue la última vez que te pasó, que tu recuerdes?.

— Ufff, creo que fueeee... si, a finales del 2012, y anteeeeessss.... a veg.... paga Sant Juan del.... creo que del 2008— Telnet hizo una rápida búsqueda y los resultados eran los que sospechaba.

— Mira, en el 2008 hubo una serie de explosiones solares que fueron tan fuertes que muchos servidores de internet cayeron y hasta la estación espacial internacional sufrió desperfectos, y claro, echaron la culpa a los hackers para no asumir las responsabilidades. Y a finales de 2012, el fin del calendario Maya, se detectó otra explosión solar que afectó a las telecomunicaciones, mmmmm, curioso.

— Mon dieu, increíble.

— A ver que dice la web.

"Debemos dejar de ver el espacio-tiempo como un todo. El espacio no es bidimensional, sino multidimensional. Existen otros mundos que son paralelos al nuestro, donde hay otro “yo” que hace otras cosas. Así pues, mientras tu eres mecánico de coches, tu otro “yo” puede ser ingeniero, incluso puede que viva en una ciudad diferente. Mientras que tu te casaste y tuviste hijos, tu otro “yo” puede ser un fracasado.

No podemos tener acceso a esos otros mundos, pero en ocasiones, las explosiones solares son tan fuertes que crean fuerzas capaces de doblar el espacio-tiempo y ..."

Se quedaron a oscuras, se habĂ­a ido la luz.

-4-

A esa misma hora Apache estaba liado de nuevo con el servidor de la DGT.

— Paranoico yo, ¡no me jodas!

De repente notó unas vibraciones y vio como cambiaba todo a su alrededor por unos segundos, como un flash, como cuando se desintoniza un canal de TV. El disco duro no paraba de girar y pudo ver por unos instantes como la web de la DGT, ahora se llamaba CEI, Comité Estatal de Investigación. Todo volvió a la normalidad.

— ¿Que ha sido eso, que ha pasado?

Picaron a la puerta y Apache se sobresaltĂł. AbriĂł y se encontrĂł a Vicente, el vecino de al lado que le pedĂ­a prestada la caja de herramientas.

Volvieron las vibraciones y todo a su alrededor cambió, el rellano de la escalera, con las paredes de gotelé de color salmón se transformó en pared de obra vista pintada de un color gris oscuro y su vecino Vicente ya no estaba, ahora habían dos hombres vestidos con chaquetas de cuero negro hasta las rodillas que sin mediar palabra lo aturdieron con una pistola taser, lo cogieron por los brazos y se llevaron el cuerpo inerte en volandas. Para cuando todo volvió a la normalidad, Apache había desaparecido.

-5-

La luz no volvió hasta bien entrada la mañana. Cuando volvieron a encender el ordenador y teclearon la URL de la web, ésta ya no existía.

— Que extraño, todo esto no pinta bien.

— No, apesta. ¿Guecuerdas lo que comentó Apache?, ¿y si no estaba tan paganoico?— Mir cogió el móvil y llamó a Apache sin éxito — no lo coge, es gago pogque a mi me lo cogé siempre.

— Vamos a su casa.

— ¿Y la Uni?.

— Bah, allí no aprendo nada que no sepa ya.

Llegaron a casa de Apache y encontraron la puerta abierta.

— ¿Apache, estás ahí?— no hubo contestación.

Mir entrĂł en su habitaciĂłn y vio que el ordenador tenĂ­a varios terminales abiertos que apuntaban a la DGT, que sin duda estaba hackeando otra vez. Mir se sentĂł al ordenador y revisĂł lo que habĂ­a estado haciendo mediante el "log" del sistema. La voz de Telnet se oĂ­a de fondo.

— Que extraño es todo eso, no parece que le falte nada, no han robado.

— Miga Telnet, he encontrado algo extraño.

En uno de los terminales aparecĂ­an referencias a la DGT, pero en las Ăşltimas lĂ­neas aparecĂ­an referencias a algo llamado CEI que apuntaban a lo que parecĂ­an unas direcciones IP hexadecimales desconocidas.

— ¿Que coño es CEI?— los hackers conocían todas las siglas habidas y por haber, incluso de organismos secretos, blancos de ataques informáticos de hackers de todas partes, y esas siglas no las conocían ninguno de los dos. Metió un pen usb y se grabó los "log" del sistema para estudiarlo con calma. No sabía porqué pero tenía la sensación de que debían marcharse de allí de inmediato.

Mientras bajaban las escaleras y ya llegando abajo, notaron unas vibraciones y durante milésimas de segundo, a modo de fogonazo, pudieron ver que la escalera se transformaba a un color grisáceo. Salieron a toda prisa.

-6-

— ¡Chicos, no vais a creer lo que ha pasado!— estaban en el Neuromante con Dev-null, Lamp y un newbie que siempre se les enganchan como una lapa.

— A ver, sorpréndenos— dijo Lamp. Tras explicar lo sucedido, Lamp y Dev-null se miraron. "Ahora es cuando se descojonan de risa" pensó Mir, pero esa seriedad no era normal en aquellos dos.

— Mira, no se que está pasando pero ya no se puede hackear tranquilo. Las direcciones cambian de golpe, las webs se transforman, ya nada es normal, deben estar implementando IPv6 o haciendo pruebas secretas que aun no conocemos.

— Diles lo del mensaje, Lamp.

— ¿Qué mensaje?— preguntó Telnet. Lamp cogió su móvil y se lo enseñó.

— Es un mensaje de Apache, pone "estoy atrapado. Ayuda".

— ¿Dónde está atrapado? Hemos ido a su casa hoy y estaba la puerta abierta y no había ni rastro de Apache. Encontramos su ordenador con varios terminales abiertos en su empeño por conseguir hackear el servidor de la DGT, y encontramos anomalías en unas IPs en hexadecimal que apuntan a CEI, ¿Qué coño es CEI?.

— ¿CEI? ni idea, pero hay algo más extraño, mirad la fecha del mensaje— Telnet cogió el móvil, lo miró y se lo enseñó a Mir. Ponía A2/06/15-x 35:093.

El newbie se quedó mudo. Mir saco su portátil y le enseñó los "log". Ninguno conocía CEI ni hacía visto nunca IPs en hexadecimal. Buscaron información por la red sobre CEI, pero no encontraron nada. Buscaron ese estilo de fecha y tampoco encontraron nada. El newbie que estaba con ellos dijo en tono burlón — Eso no es de este mundo— por lo que le cayó un aluvión de críticas, pero Telnet y Mir se miraron y luego miraron al newbie, el cual estaba muy callado desde hacía rato, algo extraño en él. Se apodaba Xtrong. ¿Donde había oído Mir aquel nombre antes?.

Los chicos se despidieron acordando que cada uno investigaría por su cuenta para ser más eficaces y quedarían en el Neuromante al día siguiente por la noche para contrastar información. Mir y Telnet se quedaron hablando con Xtrong.

— Oye, eso que has dicho dentro, ¿de qué iba?.

— ¿El que? digo muchas cosas, casi todo idioteces.

— Lo de que eso no era de este mundo.

— Ah, eso, no... no me hagáis caso, suelo de...decir muchas tonterías al cabo del día.

— ¡Mira gilipollas, mi amigo Apache ha desaparecido y creo que tu sabes algo. O nos dices ahora mismo lo que sabes o te reviento la cabeza, trozo de mierda!— Xtrong se acobardó.

— Buenó chicos, no nos pongamós tensos.

— Es mejor que vayamos a un sitio más tranquilo— Fueron a la fábrica de cerveza abandonada, el único lugar de toda la bulliciosa ciudad donde no llegaba el ruido ensordecedor.

— Veréis, como todos me consideran un puto newbie nadie me toma en serio. Mi antiguo grupo se llamaba Xtrong, un juego de palabras, fuerte en inglés pero con la X de los straigh edge delante.

Éramos un grupo de 4 hackers de ideología anarquista escindido de anonymous, de los que sólo quedo yo, por eso he adoptado el nombre. Solíamos firmar nuestras victorias con el nombre del grupo al final de los logs y...

— Ya se donde he visto antes tu nombge— dijo Mir mirando a Telnet— en el "log" de Apache, en las últimas líneas que apuntabán a CEI.

— Cuando habéis pronunciado CEI se me ha helado la sangre. Sentémonos porque hay para rato.

Xtrong empezĂł a contarles su historia:

"Dimos con una web llamada "En paralelo" que trataba sobre mundos multidimensionales. El caso es que no le dimos importancia pero Gentoo, uno del grupo al que le apasionaba la astronomĂ­a, se picĂł con la web y pasaba horas leyendo sus artĂ­culos en la Universidad de nuevas tecnologĂ­as donde estudiaba".

Telnet sintiĂł un escalofrĂ­o, era la misma universidad donde estudiaba Ă©l.

"EmpezĂł a decir cosas raras sobre mundos paralelos y explosiones solares que hacen que ambos mundos que normalmente no tienen contacto lo tengan. PonĂ­a un ejemplo de dos cuerdas. Si las coges una en cada mano por sus extremos y las dejas caer quedan paralelas una a la otra, pero si agitas las manos, las cuerdas chocan entre sĂ­, tienen contacto."

Telnet andaba algo perdido con el tema, pero Mir parecĂ­a entender la verborrea de Xtrong.

"El caso es que en esa web aseguraban que cuando ambos mundos entran en contacto también lo hacen sus... sus habitantes, que son los mismos que los de nuestro mundo pero diferentes. Es muy lioso de seguir, no se si me entendéis."

Mir asintió, y Telnet la imitó sin tener ni idea de qué era todo aquello.

"¿No os ha pasado alguna vez que dejáis algo en un sitio y al cabo de un rato lo vais a buscar y no está? Te vuelves loco buscándolo hasta que lo encuentras en cualquier otro sitio. En esa web explican porqué sucede esto."

— Joder, pues sueltalo porque estoy harto de que me pase— le soltó Telnet.

"Tu otro yo en el mundo paralelo es casi igual que tú, es decir, gustos parecidos, carácter similar, fíjate que digo casi. Esa pequeña variación hace que a tu otro "yo" le gusten rubias en vez de morenas, le gusten las pelis de miedo en vez de las de acción, o sea profesor en vez de bombero.

Cuando dejamos algo en un sitio y por algún motivo nuestros mundos entran en contacto, los mundos se fusionan en uno temporalmente. Existen dos "yo" a la vez, aunque puede que uno esté en casa y otro estudiando, por ejemplo. A tu otro "yo" también le sucede lo mismo con las cosas. Si tu dejas algo encima de la mesa y hay contacto entre los mundos, tu otro "yo" lo verá, pero tal vez él lo guarde en otro sitio, no entenderá qué hace ahí y lo pondrá "en su sitio". Cuando tu vuelves para cogerlo no está, ¿lo entiendes?."

Telnet se acordó de los cds. Él nunca los guarda en el porta CDs, pero seguramente su otro "yo" si.

— Entonces, ¿me estás diciendó que hay dos yos?, ¿y que puedé que coincidan en el espacio-tiempo?— Mir se acordó de cuando vio al "espiritu" en el lavabo, ahora recordaba que llevaba un pijama muy parecido al suyo y un pelo muy similar, aunque con un estilo diferente.

— Si, la gente que dice ver espíritus realmente está viendo gente de un mundo paralelo, y he dicho "un" porque hay varios.

Fascinante, aquella descerebrada historia tenĂ­a mucho sentido.

— ¿Y que es CEI?— Preguntó Telnet. Xtrong tragó saliva.

"Investigando dimos con uno de los mundos en los que su gobierno es conocedor de estas anomalías. Destinaron millones a la investigación y descubrieron que los mundos, en esos contactos transitorios, pueden ser atacados, pueden secuestrar a gente o robar secretos de Estado o tecnológicos que no existen en otros mundos. CEI es la Policía de los mundos multidimensionales. Cada país tiene su Comité, que depende de un ente mundial.

Al principio no sabíamos todo esto sobre CEI, dimos con el por casualidad, y se nos ocurrió intentar hackearlo, de ahí que vierais nuestra firma en el “log”. Nos debieron descubrir y mis amigos desaparecieron.

Creo que CEI ha raptado a vuestro amigo, se metiĂł donde no debĂ­a."

-7-

Todos los amigos quedaron en el Neuromante para compartir informaciĂłn y ponerse al dĂ­a sobre lo que estaba sucediendo. Mir y Telnet les explicaron lo que Xtrong les habĂ­a dicho. Ahora ya no lo miraban como a un newbie, sino como a uno de ellos.

— Todo esto es muy gravé. Tenemos que haceg algo, avisag a alguien, no se, quizás al Gobiegno o....

— ¿Al Gobierno?, ¿tu quieres que nos metan en un manicomio? Además, hablamos del Gobierno, ese al que tanto atacamos y que tan fichados nos tiene. Olvídalo Mir.

— Se me ocurre algo— comentó Telnet. — Mañana por la mañana está prevista la mayor explosión solar y la más duradera. Está comprobado que esas explosiones causan todo este efecto. Xtrong conoce un poco los entresijos de CEI porque ya intentó hackearlo una vez y...

— Me niego— dijo Xtrong— Cuando conseguimos entrar en CEI desaparecieron mis colegas. A mi no me han cazado porque cuando se logró yo acababa de entrar en el grupo y no me permitieron estar presente en el ataque. No quiero que me cacen ahora.

— Escucha Xtrong, es la única manera de saber que coño pasa y de recuperar a nuestro amigo Apache. Lo tendremos todo preparado, disponemos de una red zombie de más de 18 mil ordenadores, potencia suficiente para reventar a CEI y conseguir toda su información— dijo Lamp.

— Si, además, como dicen tus ex de Anonymous: somos legión. No podrán dar con nosotros.

No con muchas ganas Xtrong se dejó convencer. Como ya faltaban solo unas horas para que amaneciera, se cargaron de Monsters y pringles y se fueron a la Uni. Telnet sabía abrir casi cualquier cerradura y la del local de los frikis informáticos fue muy fácil. Desde allí se conectaron a la red zombie y configuraron los ordenadores para que atacasen en 3 fases mediante un programa escrito por Xtrong para poder manejar las Ips hexadecimales que tanto les desconcertaba.

Unos harían un DoS para despistar, mientras que otros se hacían "root" en sus sistemas y el resto sacaban toda la información posible y borraban las huellas del ataque, ¡no podía fallar!.

Desde la web de la Nasa pudieron saber que a las 7:45 en punto empezaban a llegar a la Tierra las ondas electromagnéticas provocadas por las explosiones solares. Empezó el ataque.

Parecía no funcionar, el silencio y la tensión en aquella sala se podía palpar. De repente empezaron a notar las vibraciones ya conocidas y el ataque empezó a surgir efecto. Tanto poder de cálculo de la red zombie no podía ser gestionado por el servidor del CEI que acabó sucumbiendo, entrando en juego la segunda fase del ataque, y poco después la tercera. Los discos duros no paraban de girar y girar y los datos descargados del servidor del CEI se guardaron en algún lugar anónimo del que solo ellos conocían su acceso.

-8-

Todo cambiaba a su alrededor, el aula de informática ya no era tal, era un almacén de bebidas. Todos se quedaron embobados ante aquel fenómeno tan inusual. Sintieron unas voces a sus espaldas.

— Vaya, vaya, por fin os tenemos, cabronazos.

Notaron unas corrientes eléctricas recorriendo sus cuerpos, inmovilizándolos y cayendo al suelo. Ante ellos se materializó un grupo de personas vestidas de negro que más bien parecían militares. Al que obedecían órdenes se sentó delante de ellos.

— Nos habéis jodido a gusto, ¿verdad? Pues con el CEI no se mete nadie, vais a pagar por lo que habéis hecho, panda de lamers. Preparad el Wipeout.

Se quedaron perplejos, no podía ser, aquella persona que tenían delante, esos ojos, esa leve cojera. ¡Apache! El resto de militares se pusieron delante de ellos. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Telnet. Delante de ellos estaban ellos mismos, se reconocían perfectamente.

— Para los que no sepan lo que es el Wipeout, debéis saber que es un desmaterializador. En vuestro mundo no existe esta tecnología ni de coña, ¿y para que sirve? Jony, ilústrales un poco, anda.

— Esta maquinita que veis aquí va a separar todas vuestras partículas y no quedará ni rastro de vosotros, jajajaja— Jony señaló a una especie de bidón negro con un pequeño teclado en un lateral y una especie de foco que apuntaba al suelo en su parte superior— Bien, bien, biennnn..... Edu, haz los honores— apareció “el otro Lamp” con un pequeño papel.

— Irrupción no permitida en nuestros sistemas informáticos con fines terroristas, allanamiento de instalaciones gubernamentales, suplantación de identidad multidimensional. El Estado os condena a muerte, que se efectuará de inmediato mediante wipeout.

¿Condena a muerte?, ¿pero de qué estaban hablando? No podían moverse, ni hablar, no podían evitar lo que iba a suceder. La “otra Mir” puso en marcha el Wipeout, tecleó una serie de comandos en el teclado y esa especie de foco se encendió. Uno a uno fueron arrastrando a los chicos bajo el foco para ir desapareciendo.

— Au revoir, mon amour, jajajaja— Dijo "la otra Mir" mirando a Telnet.. Eso le dolió, pero ya no importaba, estaba a punto de morir.

Las vibraciones pasaron y todo volviĂł a la normalidad. ApareciĂł de nuevo la sala del local de frikis, con el ordenador encendido y la web de la DGT en el firefox. La sala estaba vacĂ­a.

-9-

En las noticias de la mañana siguiente dijeron que habían desaparecido cuatro jóvenes en extrañas circunstancias, para pasar luego a informar de las cifras del paro en España.

Él miraba las noticias muy entretenidamente mientras se terminaba un café con leche en un bar. “Pobres chicos, ¿quien les mandará jugar así con los ordenadores?” pensaba Xtrong, el infiltrado del CEI en nuestro mundo.

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