Si hay un servicio que puede ser utilizado para reconstruir (¿rastrear?) nuestra actividad en internet, ese es el buscador. Desde dudas casuales hasta consultas médicas, todo lo ingresamos en nuestro buscador de preferencia esperando respuestas, a veces sin percatarnos de lo personales que son nuestras preguntas. Elegir un buscador que no lucre con los datos que recibe sin duda sería lo ideal, y precisamente para eso fue creada esta guía. Pues si bien ya hemos aprendido acerca de navegadores con énfasis en la privacidad, poca será su utilidad si Google recopila la totalidad de nuestras búsquedas en internet de todos modos.
El buscador es un sistema informático en el cual el usuario ingresa términos y recibe como resultado páginas web (así como imágenes y otra información) que coinciden con los términos de búsqueda. El buscador más conocido es el de Google, pero la compañía detrás de él tiene un controversial historial en lo que refiere a la privacidad de sus usuarios; recopila por defecto todos los términos ingresados, así como una gran cantidad de otra información personal, y los utiliza para desplegar anuncios «personalizados» e incluso para alterar los resultados de búsqueda de acuerdo al individuo que inserta los términos. Para evitar la recopilación de datos, el «filtro burbuja» y otros problemas, es recomendable cambiar de buscador. Mi recomendación principal es utilizar una buena instancia de Searx, pues es de código abierto, no es controlado por ningún ente y es capaz de utilizar distintos motores de búsqueda; alternativamente, Qwant, Whoogle y Duckduckgo son otras buenas opciones. Mojeek por su parte tiene su propio indexador y es por tanto muy diferente a los anteriores, pues no depende de Google, Microsoft ni ninguna otra empresa; sin embargo, sus resultados no son buenos en general, sobre todo en español.
El buscador, también conocido como motor de búsqueda, es un sistema informático que, para decirlo de forma simple, acepta los términos ingresados por el usuario y devuelve una serie de páginas web que, de acuerdo al algoritmo, concuerdan con esos términos; también puede añadir información adicional para complementar los resultados, como respuestas instantáneas o imágenes. Si no llegas a captar el concepto con precisión, una palabra podría clarificar la situación: Google. Google es el ejemplo más popular de un buscador (bueno, en realidad es mucho más, pero dejemos eso para otro artículo): el usuario ingresa los términos a buscar (generalmente una pregunta, como "¿en qué año se fundó Roma?"), e instantáneamente aparecen los resultados, que muchas veces nos brindan justo lo que estábamos buscando, en este caso la respuesta a nuestra pregunta.
La acción de buscar en internet se ha vuelto esencial en el mundo moderno; cualquier duda se resuelve ingresando nuestra pregunta en el buscador y presionando "Ir". Y aunque me quiera engañar, ese buscador, para cualquier persona que no haya investigado un poco acerca de la privacidad, será casi siempre y en cualquier circunstancia Google. De hecho, hay gente que no conoce la existencia de otros buscadores; un número preocupante de personas, si me lo preguntan. Pero el problema no es de ellos, sino de la carencia generalizada de educación informática, en el mundo en general y en nuestra región en particular. Así que veamos qué hay detrás de la gran G.
Google es una subsidiaria de la compañía Alphabet. Las ganancias de esta última sólo en 2021 fueron de 182 mil millones de dólares de acuerdo a Wikipedia. Algo curioso, porque sabemos que el buscador de Google y prácticamente todos los servicios vinculados a éste son gratuitos. ¿Cómo es posible que hayan ganado una cantidad tan enorme de dinero de esta forma? La respuesta es simple; anuncios. Google gana cuantiosas cantidades de dinero gracias a los anuncios que despliega, por ejemplo en su buscador. Y eso no sería un problema importante, de no ser por el proceso que genera estos anuncios. Google recopila por defecto los términos de búsqueda ingresados, los asocia a nosotros como individuos y los utiliza para «personalizar» sus anuncios en base a lo que cree que podría interesarnos. Claro que los términos de búsqueda no son lo único que recopila; ubicación, dispositivo de origen, horarios de conexión, los datos personales ingresados para crear la cuenta de Google, y básicamente toda información que pueda ser recopilada y asociada a un individuo en concreto es utilizada para la tarea de «personalización». Y desde luego, esta información puede posteriormente ser compartida con terceros, como anunciantes asociados con Alphabet. Los anuncios, además, no están sólo en el buscador; muchísimas páginas web utilizan anuncios ofrecidos por Google, que te muestran contenido «personalizado» relacionado con tus búsquedas previas y otra información personal que la empresa recoge.
Todavía hay más; Google utiliza esos mismos datos para personalizar también los resultados de búsqueda en sí. De manera que una persona interesada en determinada corriente política obtendrá resultados distintos a alguien a quien no le interese la política; de hecho, esos resultados tenderán a favorecer la visión del mundo que tiene ese individuo, y por tanto lo encerrarán en un espacio donde todo parece apuntar a que sus opiniones son correctas. Esto es lo que se llama «filtro burbuja».
La privacidad, el «filtro burbuja» y la censura son algunas de las razones por las cuales deberías considerar seriamente cambiar a otro buscador. El nuevo buscador quizá no siempre te brinde los mejores resultados (eso dependerá de la opción que escojas) pero a la larga valdrá la pena. Sin más preámbulo, presentaré algunas alternativas.
Searx es un metabuscador; esto significa que se limita a mostrar al usuario los resultados ofrecidos por otros motores de búsqueda. Esto tiene una ventaja importante frente a utilizarlos directamente, y es que se evita su rastreo: el motor de búsqueda sólo ve a Searx solicitando ciertos resultados, no al usuario. Esto también previene el «filtro burbuja», pero no la censura de resultados; dicha circunstancia, no obstante, debería poder evitarse eligiendo una buena cantidad de motores de búsqueda en las configuraciones.
Searx es software libre y de código abierto, y cualquiera puede montarlo en su propio servidor. Si no dispones de un servidor ni quieres tener uno, puedes utilizar alguna de las instancias públicas, pero ten en cuenta que pueden ser bloqueadas por los motores de búsqueda si se presenta mucho tráfico. Google es particularmente problemático en ese sentido, como es lógico. Si una instancia te está dando problemas, cambia a otra.
Algunas instancias públicas creadas por organizaciones con buenas prácticas de privacidad que puedes probar:
Monocles (modifica considerablemente la base de Searx)
Y algunas otras instancias creadas por individuos y que tienden a funcionar bien:
Listado de instancias públicas
Siempre recomiendo utilizar Searx, pero a veces puede ser algo frustrante con las búsquedas arrojando errores en ocasiones (lo cual depende mucho de la instancia utilizada, por cierto). Existen opciones más simples para los usuarios que deseen una experiencia más cercana a un buscador común; aquí entra, por ejemplo, Qwant.
Qwant es un buscador francés enfocado en la privacidad y en evitar el «filtro burbuja». Su política de privacidad, en efecto, resulta mucho más aceptable que la de buscadores como Google y Bing, si bien se debe recordar que no hay forma de verificar afirmaciones como ésa, especialmente tratándose de servicios no libres. La organización detrás de Qwant goza no obstante de buena reputación en el ámbito y provee resultados de búsqueda bastante satisfactorios. Además, posee su propio indexador de páginas, aunque todavía no es totalmente independiente y debe complementar sus resultados con los de Bing; esto obliga a la compañía a transferir cierta información del usuario a Microsoft.
Además de la búsqueda tiene su propio servicio de noticias y mapas, y por tanto la migración resulta sencilla para el usuario que proviene de Google.
Política de privacidad (en inglés)
Los resultados de Google son, muchas veces, superiores a la competencia. Quien simplemente desee tener estos resultados sin la agresiva recolección de datos personales puede optar por Whoogle.
Whoogle es, como Searx, un metabuscador de software libre. Pero a diferencia de este último, sólo provee resultados de Google. Y lo hace con una interfaz similar a la del buscador estadounidense, haciendo por tanto muy sencilla la transición.
Como Searx, sin embargo, las instancias públicas pueden ser bloqueadas si existe demasiado tráfico. Desde luego, puedes crear una propia si dispones de las herramientas, y de hecho es lo recomendado.
Ten en cuenta que son mantenidas por individuos, quienes podrían simplemente apagar los servidores si representaran un costo muy elevado.
Repositorio del código fuente en Github
Duckduckgo es un buscador relativamente popular (al menos a comparación del resto de las alternativas aquí presentes), fundado en el principio de la protección a la privacidad. La empresa es de origen estadounidense, y también ha desarrollado un navegador para Android y una extensión para Firefox y Chromium, todo lo cual está orientado a evitar la recolección de datos por parte de entidades como Google.
Si bien su compromiso es loable, y sus guías han introducido a muchos (incluyéndome) a este mundo, no puedo evitar brindar algunas advertencias:
Domains visited get leaked to DDG servers (en inglés)
Por estas y otras razones, Duckduckgo ya no es mi recomendación principal. Sin embargo, sus resultados son relativamente buenos y sin dudas es mejor que usar Google, así que puedes utilizarlo si comprendes las desventajas.
Política de privacidad (en inglés)
Mojeek es un buscador distinto a los anteriores. Searx, Qwant, Whoogle y Duckduckgo dependen de los resultados de otros motores de búsqueda, principalmente Google y Bing. Mojeek, en cambio, tiene su propia «araña» o indexador, y por tanto es absolutamente independiente de las grandes compañías; si buscas algo en Mojeek, los términos no serán compartidos con ningún otro servidor, lo cual es una ventaja enorme. Sus resultados, no obstante, son poco precisos, especialmente en español. Cabe decir, también, que es un servicio no libre.
Política de privacidad (en inglés)
Existen algunos otros buscadores comprometidos con la privacidad, que no suelo recomendar por cuestiones muy puntuales o muy técnicas. Sin embargo, puedes utilizarlos, si gustas.
Sea cual sea el buscador de tu elección, algunas prácticas son muy recomendables: