____ __ ____ __ __ / __ \___ ________ / /_ / __ \___ / /_ ____ ____ / /_ / /_/ / _ \/ ___/ _ \/ __/ / /_/ / _ \/ __ \/ __ \/ __ \/ __/ / _, _/ __(__ ) __/ /_ / _, _/ __/ /_/ / /_/ / /_/ / /_ /_/ |_|\___/____/\___/\__/ /_/ |_|\___/_.___/\____/\____/\__/
(Traducción de un artículo que colgué en la BBS Bubble de geminispace.org, donde desde ahora iré poniendo contenido en inglés y mantendré ésta cápsula en español)
On Communities, centralization and capitalism
Recientemente he visto un vídeo de Youtube hablando sobre la caída de un sitio llamado Tumblr (bueno, caída... el sitio continua funcionando pero con un tráfico bastante reducido), en cómo el contenido «NSFW» lo hizo ser lo que era, cómo se convirtió en un sitio queer y cómo los anuncios, los ingresos y las compañías que lo compraron no querían tener nada que ver con ese tipo de contenido... y así fue como acabó todo.
La parte que me resultó más interesante para mi fue la conclusión acerca de qué le deben estos sitios web a sus usuarios, en cómo no puedes comparar al alcalde de una ciudad con el CEO de una empresa. Un alcalde (en teoría ;-) ) trabaja para la comunidad que crece y vive en la ciudad. Un CEO de una empresa... sólo quiere «hacer que el número vaya hacia arriba» (esto es, los beneficios) infinitamente. Y eso me hizo pensar en cómo la mayoría de estos sitios de «social media» comenzaron creando una comunidad, ayudando a la gente a compartir, hablar y «juntarse» en un sitio.
Porque, si, nosotros los humanos necesitamos sitios comunes para ir y encontrarnos, donde nuestros caminos puedan cruzarse con otros extraños con los que podríamos tener intereses compartidos o ideas comunes o incluso, ideas enfrentadas para debatir y crecer como resultado. Es por eso que en Internet la gente tiende a juntarse, centralizarse en ciertos sitios, cuando podemos ser completamente descentralizados y tener nuestro propio «hogar». Por eso tenemos nuestras propias cápsulas pero también tenemos Antenna, Cosmos, Station y Bubble. Nuestras cápsulas son nuestros hogares, donde reinamos y decidimos. Estos sitios que he mencionado antes, son nuestras plazas, los bancos en el parque donde nos sentamos y hablamos con otra gente. Sinceramente, creo que es como realmente funcionamos como especie.
Visto lo cual, las empresas ven un montón de gente que se junta en un parque, y decide construir justo al lado un centro comercial. Pone climatización, luces, guardias de seguridad, bancos y algunas tiendas. Y lo ofrece como un sitio para que la gente se junte y formar una comunidad. Por supuesto, el sitio se ve genial, puedes ir incluso los días lluviosos y no necesitas llevarte la comida del picnic contigo ya que puedes comprarla allí mismo... todas esas cosas bonitas. Pero lo que la comunidad hace sobre todo es charlar, compartir y sentarse junta.
El problema empieza porque la gente que viene al centro comercial apenas compra comida o cosas de la tienda de regalos. La empresa necesita pagar la electricidad, la climatización, el alquiler, los trabajadores y todas esas cosas. La empresa sabe que necesita mantener su centro comercial gratis ya que es lo que atrae a la gente y hace que la comunidad crezca. Así que les cobran alquiler a las tiendas e intentan atraer más tiendas para llenar los espacios y asegurarse empezar a obtener beneficios. Pero claro, esas tiendas esperan que la gente les compre sus productos. Para eso, empezamos a poner anuncios en todas partes con la esperanza de hacer que la gente compre más en estas tiendas: Ahora nuestro objetivo cambia de crear un sitio para una comunidad, en hacer que la gente compre cosas.
Al final, todas estas empresas de social media (en este caso, la que posée el centro comercial de nuestro ejemplo) descubren una cruda realidad. Las comunidades, por si mismas, no generan beneficio. Las comunidades son una cosa que los humanos creamos entre nosotros, es parte de nuestra naturaleza. Queremos juntarnos, hablar, compartir. Pero eso, en un mundo capitalista como el nuestro, no se puede monetizar. Algunos de estos sitios web comenzaron sinceramente como un método de socialización pero cuando empiezan a echar números descubren esta dura realidad y vendes a tus comunidades a las compañías publicitarias. Otros sitios ofrecen las comunidades como un cebo para atraer a la gente a su sitio web y entonces venderlos a compañías de publicidad.
Internet ha crecido en popularidad gracias a hacer las comunidades posibles. Las BBS, el email, los foros, los blogs, etc... todas esas cosas hacen posibles las comunidades y los humanos tendemos a querer juntarnos en ellas. Ya sea desde una comunidad de fans de Doctor Who a un club de lectura sobre Filosofía. Buscamos a gente con ideas similares, y hablamos, compartimos, comentamos y debatimos. Las empresas han cogido esto y con la cantinela de «enseñarte las cosas más importantes» nos han dado el cambiazo para mostranos anuncios y esconder los mensajes de nuestra comunidad que son lo que realmente queremos ver. Porque, admitámoslo, una comunidad no es algo que puedas realmente monetizar. No al menos a los niveles que una empresa enorme necesita.
La estrategia que acaban asumiendo es una que acaba rompiendo lo que hace que una comunidad prospere; mostrar más anuncios, esconder los mensajes y el contenido para que puedan mostrarte más anuncios mientras intentas buscarlo. Al final, no te sientes conectado a la gente de tu comunidad porque tienes demasiado ruido en tu método de comunicación. También descubrimos el poder que las compañías de anuncios tienen sobre *nuestro contenido* y lo que podemos decir o compartir. Y que el sitio nunca fue nuestro desde el principio. Podemos protestar todo lo que queramos... pero tal y como algunas personas están descubriendo en otro sitio web donde suelen compartir enlaces y votos positivos ;-)... el sitio web es una propiedad de la empresa.
Últimamente me he fijado en ésta separación entre el gran Internet de las empresas, y el Internet basado en personas. Sea sobre HTTP, Gemini, Gopher... buscamos eso tan básico que es pertenecer a una comunidad. Y tenemos la suerte de que todavía podemos crearlas a un lado. Mantengámoslo así. Sencillo, sin hacer mucha publicidad de ello, pero que sea fácil de encontrar cuando te hagas la pregunta «Esto no es lo que yo quiero ver, tiene que haber algo mejor». Entonces, alguien, en voz baja, desde una esquina, te llama y te habla sobre estos sitios maravillosos donde las empresas no están metidas, sólo comunidades humanas.