Las redes sociales, y otras plataformas en línea tienen el riesgo de ilusionarnos en que tenemos amistades o seguidores significativos. Me refiero a personas con las que más que perder el tiempo, estamos construyendo una relación que crecerá en el futuro, y que por consecuencia nos hará sentir bien.
Actualmente publicamos una idea y de pronto tenemos decenas, si no cientos de corazones, likes y views. El disparo de dopamina nos hace sentir bien, validados, escuchados. Posiblemente tengamos decenas de comentarios, personas que piensan igual, fans de nuestro contenido, etc.
Frecuentemente son bastante superficiales. Cuando pasa de moda el tema, se van a otra página, dejan de seguirte en la red, dejan de comentar, o simplemente no vuelven a entrar a tu sitio.
Como una historia personal, estuve un tiempo en un sistema de micro-bitácoras (microblogging) y descubrí que estaba metiendo mucho tiempo y energía, principalmente discutiendo con una persona con ideas muy radicales. Sí, fui parte del polémico discutir con desconocidos en Internet, e incluso molestarme por formas de pensar distintas a la mía (lo siento, es muy enganchante).
La parte curiosa es que entre los mensajes llegas a sentir cierta conexión con las personas, aunque después te das cuenta que estás hablando en otro idioma, con personas que están a cientos de kilómetros, y que posiblemente nunca veas en persona. A veces colaboran juntos en algún proyecto de software libre, disfrutan pasatiempos como jugar en línea, o incluso crean alguna obra de arte colaborativa.
Sí, he tenido la oportunidad de trabajar con personas en otras ciudades y países, con quienes cuales nunca he estado en la misma habitación. Es mágico poder trabajar con personas de todos lados, e incluso podríamos decir que si estuvieran en un mismo edificio y nunca los vemos, es lo mismo que si están al otro lado del mundo.
Aunque en el trabajo lo que nos une es dinero y resultados. Esto es bastante posible a distancia. También tengo historias cercanas de parejas que se conocieron o nutrieron su relación a través de medios electrónicos. Incluso antes de salir con mi esposa charlábamos por horas a través de chat, mientras viajábamos por el mundo.
Las plataformas en línea son excelentes para unir gente, o incluso para mantener relaciones, aunque como en la ciencia ficción o en novelas, poder tener relaciones significativas, solamente a distancia, lo veo bastante complicado. Falta un factor humano, quizás kinestésico, de cercanía.
He visto en bastantes ocasiones que simplemente invertir tiempo, dinero e interés en viajar a otra ciudad para conocer las personas con las que compartes textos, voz, o incluso video, fortalece demasiado la relación de amistad, compañerismo o de cualquier tipo.
No puedo negar que me llevo bien con algunos que consideraría mis amigos, que en momentos duros han enviado un mensaje, o incluso me han apoyado con dinero. Son pocos aunque existen. Eso sí, hemos planeado viajar para vernos, comer juntos, tomar una cerveza, o no solo jugar en línea, sino en la misma mesa. Sí hay un poco de temor sobre cómo será la persona en la realidad, contra un texto, voz o imagen, aunque puede valer la pena para conocer a la persona más profundamente.
Sí, hace unos años me fui del modelo 100% presencial de trabajo a uno 100% remoto, para volver a un modelo híbrido. Quizás un 30-70 o 20-80%. No sé, lo que sí pienso es que las relaciones humanas significativas requieren muchas maneras diferentes de convivir, uniendo múltiples personalidades.
Ya sea perteneciendo a comunidades con intereses específicos (como grupos de freelancers/autónomos o emprendedores, con la intención de generar dinero), grupos creativos que se hacen más por fama, o simplemente espacios para expresarnos y entretenernos, en mayor medida, las relaciones significativas requieren tiempo, atención y dinero. Cuando dejé esa red de microbitácoras, a modo de ejercicio me desconecté. No he recibido un mensaje de vuelta, nadie ha preguntado por mí. Quizás soy un imbécil que me gusta discutir ideas aleatorias con personas que no quieren oír cosas diferentes, no lo niego. Aunque también esperaría un mensaje a mi correo o IM tipo ¿estás bien? Tienen mis datos, pueden contactarme si hay un verdadero interés (suena un poco egoísta, aunque estamos experimentando que pasaría, como en el libro Unpredictably Irrational)
Se espera que en comunidades en línea de pronto la gente entre y salga, como quizás en un bar o en un transporte público. Aunque necesitamos como humanos relaciones más profundas que ver a las mismas personas en una plaza o autobús.
Recientemente terminé el libro "Internet is my religion" donde se habla del controvertido tema de la religión como una comunidad sobre la cual forjamos mucha de nuestra identidad. Además de los grupos espirituales, la escuela, el trabajo, el grupo de vecinos, un club deportivo, grupo político, el chat de colegas en nuestra profesión, etc. buscamos un lugar donde tengamos sentido de pertenencia.
El protagonista del libro descubrió que en el grupo religioso no estaba encontrando las respuestas a la vida que necesitaba. Al crear comunidades en línea que fortalecieron las relaciones físicas, y trabajando en el mismo espacio que otras personas, pudo encontrar un grupo que lo acompañaron en momentos duros con su salud, cuando estuvo a punto de morir (varias veces).
Por ello lo curioso del título "Internet es mi religión". Es lo que nos motiva a crear comunidades, plataformas de comunicación, un chat con personas. Nos da una esperanza y propósito. Aunque este sentido no debe ser vacío como "tengo un lugar para compartir imágenes graciosas" que tarde o temprano se convierten en entretenimiento vacío, o incluso en soluciones a problemas como la religión ofrece.
Sí, necesitamos respuestas a los problemas de la vida, y algunos de ellos se encuentran en línea, como poder trabajar, conocer personas, y no se diga comprar cosas. Aunque solo trabajar, sólo conocer personas de forma superficial, y solo trabajar para comprar más, no nos lleva a una vida digital significativa.
La tecnología es y será una forma siempre cambiante para resolver problemas y necesidades. Desde cómputo y conectividad móvil, geolocalización permanente, y entretenimiento 24/7, como se ha popularizado en la última década, pasando por "inteligencias" y procesamiento de datos que predicen nuestros comportamientos, como se está popularizando en 2023, estaremos acelerando nuestra exposición a la vida digital.
Solamente me gustaría que sea una vida significativa y valiosa, no solo cómoda y rápida. Somos seres sociales. Necesitamos a los demás y esto ha requerido desde hace muchos años, dedicar tiempo a nuestras amistades, a nuestros conocidos y en general a cualquier persona que empezamos a tratar.
Me gustaría conocer tu experiencia y opinión. ¿Cómo lo haces ahora, en 2023?
EOT
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