Date: Fri, 13 Mar 2009 22:48:09 -0000

From: "koalillo" <koalillo@...>

Subject: en palacio - Watchmen

El "visionario" director de 300 nos brinda la adaptación del Quijote del tebeo. Watchmen es *la* referencia inevitable del cómic, una obra tan fílmica como inadaptable al cine- compuesta de fotogramas, sí, pero verticales; un perfecto storyboard, sí, pero para una película de 7 horas.

Así pues, ¿cómo se las tiene un hombre cuyo mayor recurso es la cámara lenta para adaptar un proyecto con el que no pudo Terry Gilliam?

Pues sorprendentemente bien.

Watchmen es una curiosa deconstrucción de un fenómeno ficticio como son los superhéroes. La oscuridad llego, sí, al mundo de luz, color y buenas intenciones de los benefactores en pijama. Watchmen analiza al cruzado enmascarado para analizar el mundo y el resultado, como debe ser, es deprimente.

Un grupo de sociópatas violentos sin poderes, acompañados de un autista ultrapoderoso y nudista son los personajes centrales (y diríase que únicos) en una trama perfectamente estructurada que da para hablar horas y horas. En ocasiones sobra la violencia, tanto por el desperdicio de metraje necesario para otras cosas como por algún que otro exceso gore que puede pillar a más de uno en fuera de juego; y la música a veces es tan prominente que distrae, pero podemos contar pocos más defectos en la cinta.

Los actores están muy bien. Puede que ser el Dr. Manhattan no sea excesivamente complicado- hay ciertos elementos colgantes que distraen de cualquier defecto interpretativo, pero se ha de reconocer que Jackie Earle Haley (un desconocido para el que escribe), borda en su composición de Rorschach, un engabardinado detective-superhéroe que toma el nombre de las manchas de tinta de los tests psicológicos que forman su máscara (un cautivador efecto especial donde los haya). Rorschach es la deformada lente a través de la que vemos la película, y Haley consigue darle el punto justo de locura y credibilidad a alguien que siempre bordea el precipicio de la caricatura.

El resto del reparto está más o menos bien. A destacar la presencia de Matt Frewer, el Max Headroom de Max Headroom, como el villano Moloch.

De todas las virtudes de la peli, sin duda uno destacaría lo que da de hablar. Podría uno pasarse horas discutiendo quién de los protagonistas tiene la visión correcta de la vida, meditando sobre las motivaciones de uno y otro, gracias a la tremenda consistencia del argumento, en el que todo cuadra y todo es lógico; toda una maravilla de la lógica interna de un relato que hace que la historia fluya con facilidad alrededor de unos personajes que si bien podrían considerarse simples, resultan tremendamente creíbles dentro de su imposibilidad.

En definitiva, vayan a verla. No hace falta ser un friki para meterse en el mundo de Watchmen y sus devaneos intelectuables. Prácticamente imprescindible.